Primera publicación en España de este escritor
finlandés de finales del XIX y principios del XX. En concreto, esta novela está
escrita entre 1889 y 1890. Aho fue propuesto varias veces para el Premio Nobel
de Literatura.
Cuenta en esta breve novela, de apenas 137 páginas,
una historia de amor no correspondido que parece ser que tiene tintes
autobiográficos. El protagonista es un maestro que se va del pueblo primero a
Helsinki, donde vive un amigo de cuya hermana se enamora, para dirigirse luego a París porque quiere
aprender francés. Esa salida del mundo rural le da pie para la siguiente
crítica:
“Llego con esa rabia interior que nace en la soledad
de la provincia, en los confines lejanos de las ciudades pequeñas, donde la
fuerza de la vida parece malograrse y el espíritu se contrae y por eso sufre.”
(p. 24)
Ya en París mantiene correspondencia con su amigo
por la que se entera del matrimonio de ella.
Como se puede apreciar, se trata de una anécdota
nada desconocida en la literatura. No obstante, Aho la construye muy bien a
través de la primera persona del protagonista y el lector se implica bastante
en la trama. Quizá, una vez en París, la novela pierde fuerza sobre todo porque
hay dos cartas muy largas entre los amigos que rompen un tanto la narración. Por
cierto que en una de ellas el amigo le comenta lo siguiente:
“Pero dónde hallaremos nosotros, querido amigo, a
esas imponentes y profundas mujeres, con las que fantaseamos porque pueden
satisfacernos y comprendernos por completo. Si en algún momento surge la necesidad de
compañía espiritual más selecta, de esa llamada simpatía de las almas, pues iré
junto a los camaradas, cambiaré (delante de un grog) opiniones con ellos y
luego regresaré tranquilamente al hogar, donde todo estará en buen orden y me
rodeará la comodidad y la ternura.” (p. 97)
Que llevan al protagonista a decir: “La carta me
causa una buena impresión. No porque acepte las teorías de mi amigo y su
enfoque sobre el matrimonio…” (p. 98) Es decir, Aho critica también la visión
de la mujer que debía de ser muy predominante en aquella época.
A pesar de tener más de un siglo, la novela no
resulta antigua más allá de que una historia así hoy se desarrollaría de otra
manera. Está muy bien escrita y hace pensar que este autor debe de tener obras
importantes y que alguna se publicará pronto. A mí, mientras leía el
libro, me ha recordado en algunos
pasajes por la forma de contar y la ambientación al escritor sueco de la misma
época Hjalmar Söderberg.
Muy recomendable sobre todo para quienes gusten de
las novelas cortas.
Juhani Aho, Solo.
Traducción Luisa Gutiérrez Ruiz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario