Hace algo más de un mes hice el comentario de la
otra novela traducida de la autora. Saniee es socióloga y psicóloga de
formación y esto está marcando y dirigiendo sus libros. Si en el anterior se
basaba en una serie de estudios sobre la situación de la mujer en Irán, en este
elige un caso concreto y a partir de él construye su relato que yo he leído
casi más en forma de un cuento con su
moraleja final.
Shahab, el niño de cuatro años protagonista, no
habla y no porque tenga algún problema físico, sino porque no quiere. Es
miembro de una familia en la que su padre tiene puestas todas sus esperanzas en
el hermano mayor y la madre centra su afectividad sobre todo en la hermana
pequeña. Tanto para su padre como para toda la familia paterna se trata de un
deficiente y así lo tratan. Solo su madre le defiende cuando, fruto de su
malestar, hace algunos desastres como romper utensilios de cocina o cortar con
tijeras el traje de novia de una prima.
Todo cambiará cuando su abuela materna vaya a pasar
una temporada con ellos y centre su
afecto en Shahab.
Saniee va narrando esta historia a través de la voz
del niño que alterna en algunos capítulos con la de la madre. La mayor parte de
los personajes que intervienen son bastante negativos y demasiado planos en sus
comportamientos y actitudes que no siempre están bien explicadas. Como tampoco
ocurre en el caso de la abuela materna. No sé cuánto hay de real y cuánto de
inventado en la historia pues, desde luego, el comportamiento del padre sin ser
ejemplar, no parece tampoco tan exageradamente duro como para explicar una
reacción así.
Sea como sea, lo cierto es que el libro se lee con
interés y con mucha facilidad ya que Saniee tiene una gran agilidad narrativa y
construye muy bien los diálogos de los que el libro está lleno.
Quizá peca de una cierta simplicidad y de algo de
maniqueísmo, pero seguramente era una tentación evidente ante un tema de estas
características.
No faltan, como pasaba en el libro anterior,
referencias al comportamiento de los comités y los guardianes de la moral.
Si el libro anterior de la autora se tradujo desde
el inglés, este se ha hecho desde el italiano. No me parece la mejor forma de
conocer a una escritora hacerlo de una manera tan indirecta, pero también es
cierto que no estamos ante una gran creadora, sino ante alguien que sabe contar
historias y lo hace con bastante sencillez y sin excesiva preocupación por su
calidad literaria.
Parinoush Saniee, Una voz escondida. Traducción Carlos Mayor.
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