“Efectivamente, el
nombre de este blog proviene del título de este libro. Vuelvo a leerlo después
de haber pasado varios años desde la última relectura y vuelvo a emocionarme
como siempre y a disfrutar con un escritor que, aunque seguramente no será un
gran novelista y probablemente tampoco un gran poeta, tiene la capacidad de
lograr algo no siempre fácil que es llegar al lector o, al menos, a determinado
tipo de lector.
Historia del exilio y
el desexilio, como denomina Benedetti al regreso; del encuentro con los que se
quedaron y en muchos casos sufrieron la represión, la tortura y la cárcel; de
soledades y búsquedas; de amores y desamores; de jóvenes que no saben qué hacer
con su futuro y mayores que no saben qué pensar de su pasado. Y como siempre
sucede con este gran escritor, tratando a sus personajes con respeto
y ternura, como seres de carne y hueso que sienten y piensan.
Otro aspecto
importante en el libro, como en todos sus libros, es el mantenimiento no solo
en los diálogos del lenguaje coloquial uruguayo que lo hace más próximo y
realista. Como hace muy poco que he leído un libro con entrevistas a José
Mujica tenía muy presentes bastantes expresiones que me encantan.
Si a todo esto le
añado que hay referencias a Ángel González, Juan García Hortelano o El
guardián en el centeno de Salinger, me queda un recuerdo imborrable y
el deseo de volver a leerlo pasado un cierto tiempo.
Dejo tres frases del libro; dos por mi coincidencia total en preferencia y emoción, y la tercera porque me parece original y, como dicen por aquellos pagos, hermosa.
“(…) la bahía de Pollensa, en Mallorca, uno de los lugares de España que siempre he preferido.” (p.26)
“Anoche Camila fue con sus amiguetes a un recital de José Agustín Goytisolo y Ibáñez. Dice que cuando escuchó Palabras para Julia se puso a llorar. Y que la voz aguardentosa del Paco la movió en las tripas.” (p.47)
“Fijate que mi luto no fue vestirme de negro sino quedarme sin risa.” (p.42)
Si hace pocos días
recomendaba Primavera con una esquina rota, creo que estos Andamios completan
magníficamente un acercamiento a la obra narrativa de Benedetti.”
La he reproducido entera hasta con las citas porque no solo estoy totalmente de acuerdo con lo que dije, sino que cuando he estado pensando en qué decir ahora solo se me ocurrían ideas en la misma línea.
Este año se está,
estamos, celebrando, el centenario del nacimiento del escritor y se reeditan
libros tanto suyos como sobre él; de hecho la próxima entrada en el blog es
para comentar una biografía publicada hace ya tiempo. Creo que es uno de esos
escritores que tiene algo que llega a la gente, a los lectores o, al menos, a
un determinado tipo de estos que son, somos, bastante numerosos. Como ya he
dicho, ni es un grandísimo novelista, ni un poeta excepcional, ni un cuentista
único, pero sí que es alguien capaz de emocionar en todos los géneros a partir,
además, de una buena escritura.
A mí en concreto me ha
llevado a leer dos géneros de los que nunca he sido muy seguidor: por un lado,
la poesía a la que he dedicado poco tiempo y solo conocía con cierto detalle la
obra de Miguel Hernández y la de Ángel González; y por otro lado, el cuento al
que tampoco era muy aficionado y que gracias a Benedetti ya tiene en mi
biblioteca una cierta presencia.
En fin, un autor que
merece la pena conocer en cualquiera de sus facetas, sin olvidar, por supuesto,
la de ensayista en la que tiene buenos estudios y reflexiones.
Para quien tenga
interés dejo el enlace a la entrada que hice en octubre de 2010 sobre el autor
dentro de la serie de Mis autores favoritos.
Mario Benedetti, Andamios.
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