Que África es un tema que me interesa se puede comprobar por las
entradas que le dedico en el blog. Que es un tema del que conozco muy poco se
verá cuando comente el libro que estoy leyendo estos días con una conversación
entre Xavier Aldekoa y Alfonso Armada.
Precisamente es Aldekoa el escritor que me ha informado y enseñado más
últimamente sobre la realidad africana con tres libros de gran calidad tanto
periodística como literaria y, sobre todo, humana.
Este de Moret tiene un planteamiento diferente de los que he leído más
recientemente porque es una mezcla de reportaje, historia e informaciones turísticas, aderezada con la presencia
del escritor en mucho de lo que cuenta.
El libro está organizado en cinco partes centrada cada una en una zona
de África.
Empieza con la isla de Zanzíbar (que hoy como es sabido forma parte de
Tanzania) y lo dedica a explicar con bastante detalle el papel que jugó en el tráfico
de esclavos. También comenta los cambios que se están produciendo en la
actividad turística. Se centra luego en Tanzania en un capítulo dedicado a las
diferentes figuras de los exploradores del siglo XIX: Livingstone, Stanley o
Speke. De este cuenta mucho de sus expediciones buscando las fuentes del Nilo
en el lago Victoria. Continúa con Uganda y con las fuentes del Nilo. También
relata hechos de su historia de los siglos XIX y XX. No podían faltar los
gorilas y el turismo. El capítulo dedicado a Kenia es el más actual porque, aunque
cuente cosas de Karen Blixen o de la construcción del Lunatic Express, la mayor
parte del espacio la dedica a comentar los safaris que hace tanto en el Masái
Mara como en el Serengueti. Cierra el libro un corto capítulo sobre el Congo o,
más en concreto, sobre la ciudad de Goma y el desastre que allí se produce.
En este largo recorrido, el libro tiene 350 páginas, el lector encuentra
todo tipo de momentos y de informaciones más o menos interesantes según lo que busque.
Yo tengo que reconocer que la lectura me ha resultado muy entretenida y que me
ha enseñado mucho sobre las grandes exploraciones del siglo XIX, claro que yo
partía de un desconocimiento enciclopédico sobre ellas. También reconozco que
me ha dado mucha envidia todo lo referente a los safaris porque es una de esas cosas
que siempre quise hacer, que no hice y que ya no me veo con fuerza para hacer (tampoco
animan esas aglomeraciones que comenta que hay en los parques nacionales). En
estas descripciones más turísticas algunas veces se le va la mano con
expresiones más propias de una guía turística y con algunos tópicos.
Dejo la opinión de un experto, Antonio Picazo, quien en su reseña, bastante crítica con el libro, hecha en unacavernaconvistas.wordpress.com, afirma:
“Lo mejor: Texto agradable y entretenido, con algunos trazos y detalles de lo
que podía haber sido un relato de mayor ambición, alcance e interés.
Lo peor: Como documento, nada nuevo ni original. Como elemento literario, casi
nada”.
Hay una crítica más
favorable de Ricardo Martínez en culturamas.es
Para terminar el comentario reproduzco un fragmento que me parece que explica mucho con muy pocas palabras:
““Cuando llegaron los británicos, ellos tenían la Biblia y nosotros las
tierras”, resume una frase popular. “Poco después, nosotros teníamos la Biblia
y ellos, las tierras””. (p. 240)
Una vez más hay que agradecer a la editorial Península la cantidad de
buenos libros que está poniendo a nuestro alcance sobre diferentes lugares del
mundo. Poco a poco los voy leyendo todos y en todos encuentro suficientes
elementos para disfrutar de su lectura.
Xavier Moret, Tras los pasos de
Livingstone. Un viaje por el África oriental a través de las rutas de los
primeros exploradores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario