Pitts es un escritor, presentador de televisión y fotógrafo
inglés que se propuso conocer la realidad de las comunidades negras en
diferentes lugares de Europa. Para ello hizo un viaje de más de cinco meses por
diferentes ciudades y: “(…) las páginas de este libro reflejan el periplo en
tercera clase de un viajero negro solo; es una odisea negra, independiente y de
clase trabajadora”. (p. 17)
Un viaje hecho con poco dinero, alojándose en hostales
baratos, comiendo en comedores sociales a veces o en bares donde comía la
población con la que trataba ya que la clave del viaje era conectar con la
gente, pues como afirma en la Introducción, lo que hace más inclusivo su
trabajo son: “(…) los encuentros fortuitos con gente corriente y las entrevistas
improvisadas con dependientes, vendedores ambulantes, agentes de turismo,
estudiantes, activistas, músicos, trabajadores sociales especializados en
jóvenes y muchas personas más con las que simplemente trabé amistad en cafeterías,
bares, clubes sociales u hostales”. (p. 17)
En definitiva, no trata de elaborar ningún tipo de teoría,
sino de reflejar un conjunto de realidades y hacerlo sobre todo mostrando a la
gente que las vive. No solo escribe sobre lo que pasa hoy, de vez en cuando
también aparece alguna referencia histórica que pueda ayudar a comprender mejor
lo que pasa en la actualidad como, por ejemplo, cuando habla sobre la violencia
racista que existía en la RDA, o cuando explica cómo se hizo para que en la
liberación de París en la Segunda Guerra Mundial solo participasen militares
blancos. No obstante, el núcleo de las informaciones está referido a lo que
pasa ahora.
Por lo que se refiere a los temas estos van desde las
expresiones culturales como la música o el arte, al activismo político o al
cuidado de unos archivos particularmente interesantes, a partir del contacto
con una gran variedad de personajes
Desde luego realidades totalmente desconocidas para mí y enormemente
interesantes para tener una visión más completa de las realidades europeas.
Por dejar constancia de algunas de las elementos que
aparecen en el libro y que pueden llamar más la atención:
París. Muy interesante la estancia en el barrio, la banlieu, de Clichy-Sous-Bois, uno de los
lugares donde se iniciaron los conflictos en 2005.
Bruselas. El Museo Real de África Central y lo que cuenta de
las historias de Tintín en el Congo.
Amsterdam. Mucha música, tema del que no entiendo nada, pero
también la existencia de los Archivos Blacks y el New Urban Collective. También
lo que explica sobre el Renacimiento del Harlem de Nueva York.
Berlín. Está mucho tiempo con el movimiento antifascista que
no termina de convencerle y del que llega a decir: “Por esta razón, esa fiesta
de malotes que estaba presenciando no parecía tanto una batalla contra el
racismo como una ocasión para liberar el espíritu adolescente sin tener que
sufrir repercusiones: se trataba de emborracharse y bailar con la excusa de
estar defendiendo una buena causa”. (p. 201)
Estocolmo. Aquí conversa con una árabe y un griego para
conocer la realidad de la inmigración. También visita Rankeby, un barrio
socialdemócrata hoy abandonado a su suerte.
Marsella. Aquí dedica espacio a hablar de Baldwin, Fannon o
McKay saliéndose un tanto del sistema del resto del libro.
Lisboa. El interesante bario de Cova da Moura.
Estos son algunos ejemplos de los lugares que visita y de
los temas que aborda, siempre con la perspectiva de conocer cómo es la realidad
de la gente negra que allí habita (el término negro lo utiliza a pesar de que
en algún lugar explica que no es algo que le guste en la medida en que no cree
en la existencia de las razas, además de la gran variedad de matices que tiene
ese negro, como le sucede a él mismo que
es un mestizo con el pelo ensortijado).
En fin, un libro muy interesante y que, como decía al
principio, aborda temas y muestra personas que no son las habituales en la
información. Quizá, puestos a poner alguna pega, le falte un poco de
sistematización que pueda facilitar obtener una idea global, pero no creo que
sea esa su intención, pues ni siquiera dedica un espacio a sacar algunas
conclusiones.
Acompaña el texto con algunas fotografías que no son
especialmente útiles para un mejor conocimiento. Eso sí, deja la dirección
donde se pueden ver todas las que hizo durante el viaje.
Johny Pitts, Afropean.
Notas sobre le Europa negra. Traducción Miguel Marqués y María José
Borrego.
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