Aunque he leído ya varios libros de este autor, creo que me
he dejado algunos muy interesantes. Me estoy dando cuenta últimamente de que
México está ofreciendo un conjunto magnífico de escritores y escritoras. En
poco tiempo han ido apareciendo por el blog y siempre con comentarios muy
positivos.
El que ahora comento es un libro un tanto irregular. Debo
advertir que a mí me ha tenido totalmente enganchado a pesar de que creo que
tiene algunos defectos importantes.
La historia cuenta, narrada en primera persona por Lucía,
una investigadora en neurociencia, a u interlocutor Luis, su profesor y director
del Centro de Estudio de Neurociencias Aplicadas, los pormenores de la
investigación que llevaron a cabo en la frontera entre México y Guatemala sobre
el asesinato de una joven por parte de sus amigos, asesinato en el que quieren
investigar sobre “los orígenes neurológicos de la violencia”. Es un tema obviamente
muy interesante, pero que poco a poco va quedando marginado porque también se
va a ir centrando en los problemas de relación entre los componentes del grupo
de investigadores. Ambos temas se van intercalando de manera muy
inteligente: destaca el buen uso que hace de los diferentes registros
lingüísticos de los investigadores por un lado y de los jóvenes y sus familias
por otro.
Quizá sobra alguna de las disquisiciones científicas que
hace porque no son fáciles de seguir y como tales no aportan nada al
conocimiento de lo que sucede, pero, por algo que he leído, parece que Volpi
está bastante interesado, alguno dice que obsesionado, por esa violencia y sus
causas. De hecho da algunas cifras de mujeres muertas que son realmente
escalofriantes. En este sentido algunos aspectos del libro me han recordado a
los de Óscar Martínez comentados en el blog.
Hablaba antes de defectos; dejo constancia de alguno:
centrarse mucho más en los problemas de relaciones de los investigadores que en
la situación de los jóvenes y estos problemas muy centrados, a su vez, en las
diferentes parejas pasadas y presentes de algunos; hay un exceso de ex que no
aportan nada al conocimiento de los personajes.
Todo lo anterior no quita para que el libro, sin estar entre
los mejores del autor, se lea con interés tanto en la parte de los niños
implicados en el asesinato como en la de los investigadores, aunque esta
seguramente no gustará demasiado a algunos lectores.
Hay una buena reseña de Rodrigo Flores Sánchez en gatopardo.com.
Jorge Volpi, Partes de
guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario