jueves, 21 de julio de 2022

Otro enfoque sobre Ucrania



Cuando un lector que no conozca a la autora se encuentra en la página 13 que: “en la agenda oculta se busca un cambio del orden mundial”, lo más probable es que piense que va a leer un ensayo sobre geopolítica. Evidentemente, nada más lejos de la realidad.

Rebón no solo es una gran traductora de la literatura rusa, sino alguien que conoce muy bien el mundo eslavo en diferentes aspectos y, por encima de todo, alguien que tiene una gran estima por la cultura pasada y presente de ese mundo.

En este breve libro, apenas 120 páginas en tamaño bolsillo, se recogen seis ensayos en los que ofrece, más que una visión del actual conflicto entre Rusia y Ucrania, una serie de reflexiones sobre la situación cultural de la segunda sobre todo desde la desaparición del mundo soviético.

Para ello, y tal y como hizo en su magnífico libro  En la ciudad líquida, utiliza multitud de citas de un conjunto de escritores de los que deja constancia en un anexo al final del libro bajo el epígrafe de Biblioteca personal. Con esto no trata de hacer una demostración de erudición, sino poner en boca de grandes autores, eslavos en su inmensa mayoría,  ideas que comparte.

En este conflicto queda claro que Rebón toma partido por Ucrania y en contra de Putin. Dedica mucho espacio a defender la existencia de una lengua que ha sido maltratada y menospreciada y de un país importante tal y como se puede leer en el siguiente fragmento:

 

“ (…) a muchos lectores les cuesta imaginar que un pedazo de Ucrania se lee en el polaco de Zbigniew Herbert, Adam Zagajekski, Stanislaw Lem o Bruno Schulz, el hebreo del Nobel Shamuel Yosef Agnón, el portugués brasileño de Clarice Lispector, el francés de Irene Némirovsky, el inglés de Joseph Conrad o el alemán de Joseph Roth y Gregor Von Rezzori”. (p. 38)

Y más adelante menciona a Anna Ajmátova, Mijail Bulgákov, Isaak Bábel y Vasili Grossman.

Decía hace un momento que contra Putin ya que: “Bala, veneno o juicio: a esto se enfrenta cualquier reportero independiente en la Rusia contemporánea”. (p. 94) En esas condiciones no parece posible que exista una información mínimamente válida sobre el conflicto y además, como ya se vio en las protestas que se produjeron al principio, el régimen usó toda su fuerza en la represión de cualquier muestra de disidencia

He hablado de la erudición, pero a mí lo que más me ha llegado es la emoción que expresa y que transmite. Así:

 

“Nombres como Bucha, Mariúpol, Járkiv o Borodianka me han alejado estos meses de los estantes de literatura rusa. El esfuerzo por encajar una gran cultura con la masacre de vidas humanas lo cubre todo de amargura.

(…)

El idioma que emplean las cadenas públicas rusas para deshumanizar a los ucranianos o amenazar a Finlandia es el mismo con el que están escritos  libros a los que he acudido para consolarme, como los de Vasili Grossman, Lidia Chukóvskaia, Gueorgui Vladímov, Isaak bábel, Liudmila Ulítskaia…” (p. 73-74)

 

Un libro muy hermoso, término que utilizo en muy raras ocasiones, aunque trate de un conflicto armado; lleno de sugerencias de lectura y de reflexiones que se salen de lo que se suele leer sobre el tema; muy bien escrito y con un ensayo final, Carta a Grossman, que resume tanto las ideas como las emociones de Rebón y cuya lectura resulta realmente emocionante máxime si se conoce la obra del autor.

Para terminar un comentario lleno también de citas, lo haré con una de una escritora que conocí gracias precisamente a Rebón y cuyos libros son algo más que recomendables. Me refiero a Liudmila Ulítskaia  y a lo que publicó en Der Spiegel a raíz de la anexión rusa de Crimea en 2014:

 

“Ahora mi país está en guerra con la cultura, los valores del humanismo, la libertad del individuo y la idea de los derechos humanos… Mi país está enfermo de ignorancia agresiva, de nacionalismo y de megalomanía imperial… La cultura en Rusia ha sufrido una dura derrota, y los artistas y escritores no podemos alterar el rumbo político suicida de nuestra nación. Adiós, Europa: me temo que nunca formaremos parte de la familia europea de naciones…” (p. 84)

 

En definitiva, una lectura muy recomendable

 

Marta Rebón, El complejo de Caín. El “ser o no ser” de Ucrania bajo la sombra de Rusia.

 

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