miércoles, 6 de julio de 2022

"Sociología" con humor


Sinceramente, a lo mejor he visto al autor como actor alguna vez en las pocas ocasiones en que he visto el programa de TV3 Polònia, pero en todo caso no lo he reconocido cuando he comprado el libro. De este me llamó la atención el expresivo título y el sugerente subtítulo.

Dice el autor en la que es prácticamente la última página:

 

“Pero ya he avisado de que mi análisis surge de mi experiencia vital, por tanto es un poco sensacionalista y superficial. Al fin y al cabo, los actores mejor que seamos un poco banales, porque cuando vamos de profundos por la vida, apártate. La pedantería y el ridículo están a la vuelta de la esquina”. (p. 177)

 

Toda una declaración de intenciones y una buena explicación de lo que ha pretendido con el texto que el lector acaba de leer. Solo añadiría que no me parece especialmente sensacionalista y, sobre todo, que sí que hay actores que pueden profundizar en algunos temas sin resultar ni pedantes ni ridículos.

El libro lo ha dividido en 10 capítulos con títulos tan indicativos del contenido como, por ejemplo: Mucho hablar, poco trabajar; Barça-Madrid o Mi bandera es más grande que la tuya.

Con un buen sentido del humor, Oro va describiendo algunas de las características, típicas y tópicas, de los ciudadanos de lugares como Madrid, Barcelona, Galicia, Japón, Buenos Aires o Inglaterra entre otros. Desde luego las dos primeras se llevan la palma porque el autor ha vivido en ambas y, lógicamente, porque son un buen reflejo de dos formas bien diferentes de entender muchas cosas.

El libro se lee de un tirón y saca la sonrisa en muchos momentos e incluso la risa franca en algunos. Está escrito con mucha agilidad y, aunque no aporta novedades sustanciales sobre lo que trata, es un buen resumen de esos aspectos.

Solo se pone serio en un capítulo que dedica a Samuel, el chico asesinado precisamente hace un año por estos días, y también  algo en el Epílogo del que destaco dos frases que me gustaría comentar brevemente:

 

“Una amigo que sabe de eso me ha contado que España va a vivir endeudada los próximos cincuenta años”. (p. 172)

 

“Cuando yo estudiaba, nos decían que España era el primer mundo. No sé si todavía se atreven a decirlo”. (p. 174)

 

España, y la mayor parte de los países, lleva viviendo endeudada muchos años. Bélgica o Italia, por citar dos ejemplos cercanos, siempre han tenido un endeudamiento muy superior al español y ahí están. La deuda se va pagando con más deuda y así se soluciona. Por otro lado, me llama la atención que se ponga en cuestión la pertenencia de España al primer mundo. Cualquier habitante del llamado “tercer mundo” que lo lea sonreirá o se pillará un buen cabreo según sea su ánimo. Al final va a tener razón en la parte final de la cita que reproducía más arriba.

En resumen, un buen pasatiempo para una calurosa tarde de verano.

 

Bruno Oro. No somos gilipollas. Una radiografía de nuestro querido e imperfecto país.

 

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