Creo que se podría decir que me he convertido en un
adicto a la obra de Piñeiro pues este es el undécimo libro suyo que leo y,
sobre todo, porque desde que me enteré por su Facebook de que había salido ya
en Argentina he estado buscándolo aquí donde, por cierto, ha tardado un tiempo
en llegar su publicación.
Verónica Boix, en la buena reseña que hace en lanacion.com.ar,
cuenta que la protagonista, Inés, es la misma de la novela Tuya en la que terminó en la cárcel por matar a la amante de su
marido (yo con mi penosa memoria agradezco la información porque explica
algunas de las cosas que suceden). Ahora sale después de quince años y se
dedica al control de plagas de insectos junto a La Manca, una amiga que hizo en
la prisión. Había tenido una hija con la que perdió todo contacto al ingresar
en la cárcel lo mismo que le sucedió con su madre. Por su trabajo entra en
contacto con una señora, Susana Bonar, que le pide un veneno sin explicarle
para qué lo necesita. Por aquí se entra en el tipo de trama que podemos
considerar típica de gran parte de la obra de la autora.
Ahora bien, si en todas sus novelas hay aspectos y
elementos que trascienden lo meramente policial, en esta casi me atrevería a
decir que adquieren carácter de verdadero protagonismo. Me refiero sobre todo a
los capítulos que bajo el epígrafe de Coro introduce de vez en cuando, y en los
que deja constancia de diferentes debates que hay en el mundo del feminismo
desde disquisiciones sobre el tipo de hombres, hasta la maternidad pasando por
la actitud hacia lo trans e incluso sobre las jóvenes y la práctica del skate. En estos capítulos ofrece
diferentes posiciones sobre esos temas y, sobre todo, muestra cómo ha cambiado
el mundo en unos pocos años y qué importante papel ha adquirido el movimiento
feminista.
También introduce una serie de capítulos con
digresiones sobre el mundo de las moscas y de otros insectos que si al
principio me sorprendieron, al final me han resultado muy interesantes y en
algunos momentos hasta divertidos.
Piñeiro es una magnífica narradora y se permite
además utilizar diferentes estilos en cada una de las partes. Así, desde el
ensayístico con notas a pie de página en el tema del feminismo, al divulgativo
cuando habla de los insectos y al empleo casi exclusivo del diálogo cuando
están Inés y La Manca juntas.
También me ha resultado novedosa la técnica que
utiliza a veces, que es muy típica de algunas series televisivas, de reflejar
en fragmentos consecutivos lo que están haciendo los diferentes personajes.
Puede ser que en algunos momentos la trama quede un
poco diluida con las “interrupciones” que suponen esos capítulos dedicados a temas
tan diferentes, pero creo que en lo fundamental todo queda bastante claro.
Otra buena y muy entretenida novela de Piñeiro en la
que, además, ofrece material para pensar y debatir sobre algunos de los temas
de más actualidad también en nuestro país.
Claudia Piñeiro, El
tiempo de las moscas.
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