Terrasa ha escrito un libro difícilmente
clasificable que la editorial publica dentro de una colección en la que hay
libros del periodista y viajero Xavier Moret, junto a otros del montañero
Reinhold Messner. La autora es una periodista mallorquina que en 2013 inicia una
relación con un australiano y entre 2016 y 2018 vive en Australia con él. El
libro es un relato de su experiencia en ese país y en este sentido se puede
catalogar como un libro de viajes, pero también tiene algunos momentos en los
que se convierte en un reportaje y, sobre todo, hay bastante de la vivencia de
una joven (nació en 1986) que además no se corta en hacer referencias a cosas
como que Tim, el novio, le metió la mano bajo la camiseta, o un problema que
tuvo con la copa menstrual. Estos aspectos del relato acercan al personaje al
lector.
Lo primero que tengo que decir es que el libro me ha
parecido muy entretenido, a ratos instructivo y en otros incluso divertido
porque Terrasa demuestra que tiene un buen sentido del humor como cuando narra
la llamada “guerra emu” (el emu es ese animal parecido a un avestruz y con su
misma mala leche por lo que cuenta). En esa narración me ha recordado al gran
escritor australiano Kenneth Cook, uno de esos escritores con los que te puedes
reír a carcajadas.
Por otro lado, hay capítulos como el 10, titulado El cazador de cocodrilos, en los que
cuenta una serie de historias realmente curiosas e interesantes sobre
personajes australianos como, por ejemplo,
Keith Adams que en los cincuenta cruzó el país con un viejo Buick.
También es muy interesante la referencia al grupo que se reúne para tratar de
la salud mental o la existencia del Bite club, un club creado por gentes que
han sufrido ataques de tiburones algo que, parece ser, es más frecuente de lo
que desearían los habitantes del país.
Como se ve, Terrasa va introduciendo una serie de
temas y de informaciones al mismo tiempo que nos va contando el transcurrir de
sus días entre horas surfeando, trasladándose a diferentes lugares del país
(son muy útiles para seguir su periplo los esquemas de mapas que aporta al
principio del libro) y también estudiando porque, y esto no deja de ser
curioso, a partir de un determinado momento esta viajera algo hippy decide que
no estaría mal convertirse en funcionaria y prepara las oposiciones para
profesora de la Escuela Oficial de Idiomas de Palma.
De todo esto trata el libro y por eso decía al
principio que no es un típico libro de viajes, incluso me atrevería a ampliar
el catálogo y decir que también tiene su parte de comedia romántica (quien lea
el libro verá por qué lo digo).
Además, está bien escrito (o traducido ya que el
original está escrito en catalán) y todo va fluyendo con agilidad. Quizá le
sobran algunos nombres de lugares que al no estar en los mapas que mencionaba
antes despistan un poco, pero esto tampoco es importante.
La edición se acompaña de un buen conjunto de fotos
y, algo bastante novedoso, de unos códigos QR en los que la autora deja una
serie de vídeos desgraciadamente demasiado cortos ya que el lector se queda con
ganas de más.
En definitiva, un libro para pasar muy buenos ratos
y compartir una experiencia interesante.
Marta Terrasa, Winter
in july. Dos años en furgoneta por Australia. Traducción Esther Santos.
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