Este libro ha obtenido en 2024 el Premio Comillas de
Historia, Biografía y Memorias de la editorial Tusquets y, desde luego, dedica
espacio a cada uno de los tres aspectos.
Como dice en el subtítulo, el libro está dedicado a
contar lo que sucedió en Barcelona en los primeros años setenta con un grupo,
el MIL, de difícil clasificación. Un grupo que se dedicó principalmente al
atraco para obtener dinero con el que mantener a sus militantes, una serie de
pisos y comprar armas. Todo ello con el objetivo final de hacer la revolución
que terminase en España con el sistema capitalista porque, tal y como lo presenta
Calderón, era más un grupo anticapitalista de tinte anarquista que uno
antifranquista.
Obviamente, lo más conocido de ellos fue la aplicación
de la pena de muerte en 1974 a Puig Antich, uno de sus militantes, por otra
parte muy escasos ya que apenas llegaban a la decena. Este fue el hecho más
conocido de toda la actividad del grupo sobre todo porque tuvo bastante
repercusión internacional de gentes solicitando el indulto.
El libro, muy extenso por cierto ya que tiene 400
páginas en un formato grande, cuenta con todo lujo de detalles muchas de las
actividades del grupo, quiénes eran y cómo actuaban sus miembros.
Como decía antes, su principal actividad fueron los
atracos muchos de los cuales aparecen contados en el texto, algunos tan
chapuceros como el que hicieron a unas ancianitas habilitadas para pagar
pensiones o el robo de unos carnés de conducir. A ello se dedicaba la mayoría
los miembros del grupo, el llamado sector militar. Había otro sector, casi
unipersonal, que era el que estaba centrado en la elaboración teórica, esta más
bien escasa y bastante irrelevante. A este aspecto el autor le dedica un
capítulo, Los sueños oníricos de la revolución, que es de lo mejor del
libro. En él habla del número 1 de la revista CIA en la que se explayaron sobre
esos temas con algún artículo realmente chocante, pero que da una idea del tipo
de grupo de que se trataba.
En general, el libro está bien narrado aunque hay
algunos momentos en los que la cronología no queda del todo clara y otros en
los que resulta algo fragmentario. Hay que tener en cuenta que el periodo que
trata son apenas los años entre 1971 y 1974.
Particularmente, el texto me ha supuesto una gran
sorpresa. En los años en los que funcionó el MIL yo estudiaba en la Facultad de
Económicas de la Universidad Complutense. Fue una época enormemente convulsa
con asambleas, manifestaciones y hasta una huelga de exámenes en junio. Pues
bien, nunca escuché que se hablase de ese grupo. Por otro lado, cuando en 1974 ajustician
a Puig Antich, yo estaba haciendo la mili en Ceuta y tampoco lo recuerdo.
El libro dedica también, y esto es algo que me parece
especialmente interesante, un espacio a hablar del policía al que supuestamente
(no quedó acreditado al cien por cien que fuese su disparo el que acabó con su
vida) asesinó Puig, alguien que, tal y como lo presenta Calderón, parecía un
buen tipo aunque, esto lo digo yo, no dejaba de ser un miembro de la Brigada
Político-Social.
Una lectura interesante aunque quizá demasiado
extensa.
Manuel Calderón, Hasta el último aliento. Puig
Antich, un policía olvidado y una guerrilla contracultural en Barcelona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario