La quinta y, seguramente, última novela de este estupendo escritor escocés con su personaje habitual el policía o ex-policía, según los casos, Bernie Gunther. La trama se desarrolla en el Berlín de 1932 y la Argentina de 1950. Aparte de la historia propiamente detectivesca, se hacen permanentes alusiones a la situación sociopolítica de ambos momentos que resultan bastantes precisas e interesantes. Novela negra en estado puro por los personjes y las situaciones.Está escrita con la fluidez tìpica del género y se lee de un tirón. Los otros cuatro volúmenes se pueden adquirir fácilmente en librerías en colecciones de bolsillo.Una frase del protagonista que puede dar una idea de quén se trata: "No hay asesinos-dije-. Sólo hay fontaneros y tenderos y abogados que matan. todo el mundo es bastante normal hasta que aprieta el gatillo. En eso consiste la guerra. Es un montón de gente corriente que mata a un montón de gente corriente. No puede ser más sencillo".
En palabras del propio Kerr en una entrevista en El País del 10/4/2009 :"Si hay un mensaje es ése. Nunca es inútil combatir la maldad"
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