Hasta hace poco más de un año este premio Nobel de
1978 me era totalmente desconocido; para ser más precisos, sabía quién era pero
no había leído nada de su obra. Empecé por El
certificado que me llamó tanto la atención que inmediatamente adquirí su
monumental La familia Moskat, aún
pendiente por su gran extensión. Mientras tanto he leído esta interesante y
entretenida Enemigos.
Como reza el subtítulo se trata efectivamente de una
historia de amor en el mundo judío de la Nueva York de la posguerra. Es
importante el ambiente en el que se desarrolla porque Singer aprovecha para
hacer críticas, veladas unas veces y abiertas otras, a la ortodoxia y a algunas
de sus tradiciones y costumbres. En este sentido, la edición se habría
beneficiado mucho con un glosario de términos sobre todo en lo que se refiere a
las múltiples fiestas religiosas del judaísmo.
El protagonista de la novela, Herman Broder, es un
judío que logró escapar del nazismo por estar oculto en una granja polaca
durante tres años gracias a la ayuda de una campesina con la que luego se casa
en Estados Unidos.
Un personaje que Singer caracteriza así:
“(…) no creía en sí mismo ni en el género humano;
era un hedonista fatalista que vivía en una melancolía precursora del suicidio.
Las religiones mentían. La filosofía estaba en quiebra desde el principio. Las
vanas promesas de progreso eran un escarnio para con los mártires de todas las
generaciones. (p.36)
“A la más ligera corriente de aire, se le tapaba la
nariz. Con frecuencia le dolía la garganta y se quedaba afónico. Tenía en un
oído algo que le molestaba. ¿Un quiste? ¿Un absceso? La fiebre era lo único que
no afectaba a su organismo.” (47)
“Las palabras parecían salir de su boca
espontáneamente, y él solo después se daba cuenta de las estratagemas que había
tenido que inventar. Detrás de esa amalgama de emociones parecía haber un jugador
taimado que prosperase con el peligro”. (130)
Efectivamente, un tipo peculiar que se pasa la vida
teniendo que mentir.
Escrita con gran agilidad narrativa, la historia adquiere
en algunos momentos la apariencia de un vodevil por las situaciones a las que
se ve enfrentado Herman a partir de un mundo construido a base de tanta mentira.
Una novela que resulta una tragicomedia aunque las historias anteriores de sus
personajes sean bastante dramáticas.
Seguramente, no se trata de la mejor obra de su
autor pero a mí me ha gustado por el tratamiento del tema y la descripción de los
ambientes en los que se desarrolla.
Isaac Bashevis Singer, Enemigos. Una historia de amor
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