No conocía a esta escritora, pero cuando leí La hija del Este, una novela
verdaderamente notable, me dije que había que estar atento a sus próximas
obras.
Acaba de salir esta nueva novela y, aunque diferente
e inferior a la mencionada, tiene también su interés.
Está dividida en tres capítulos claramente diferenciados,
tanto que yo me atrevería a decir que se
trata de tres novelas distintas en las que, eso sí, hay un par de personajes
en común.
En el primero, hay dos historias que se van
entrecruzando en el texto de una forma ciertamente original; por una parte, los
problemas laborales y familiares de una directora de sucursal que vende
preferentes y, por otra, el levantamiento en Jaca de Fermín Galán para traer la
república. Este segundo tema me ha parecido muy interesante porque, además, la
escritora, bastante bien documentada, lo trata con gran agilidad y con una
narración muy viva que te hace sentir esos momentos de tensión.
En el segundo capítulo de repente cambia de forma
radical y cuenta la historia, a través
de un monólogo, de un fraile franciscano croata que en la segunda guerra
mundial participó junto a los ustachas
en la represión de los serbios. Es de una gran dureza y no escatima escenas muy
crudamente narradas sobre asesinatos y despedazamientos de personas en vivo. De
alguna forma recuerda temas de su anterior novela y a mí es el capítulo que más
me ha gustado porque tiene también la originalidad del lenguaje que emplea muy
coloquial para tratarse de un monje. Hay una crítica feroz tanto de los ustachas como de los sacerdotes
católicos que colaboraron en la represión.
En el tercer capítulo vuelve a cambiar de tema y de
registro. Está centrado en la figura de la directora de la sucursal y en una
relación que pretende mantener con un joven pagando por sus servicios. Aquí la
forma narrativa es la tradicional de la tercera persona.
Como se ve hay muchos temas y muy variadas formas de
contarlos.
La novela me estaba defraudando en sus primeras
páginas, pero poco a poco me fui metiendo en las diferentes historias y la he
disfrutado. Quizá le haría dos observaciones críticas en las que no puedo ser
muy explícito para no hacer spoiler:
por un lado, la explicación muy al final de la novela de por qué está así
contada la historia del segundo capítulo que me parece demasiado facilona y,
por otro, el final que me parece poco justificado tal y como venía
desarrollándose la historia.
Una buena novela de una estupenda y original
creadora.
Dejo enlaces con dos comentarios más elaborados: el
de Carlos Pardo en Babelia y el de Ángel Basanta en El Cultural con el que
estoy totalmente de acuerdo.
Clara Usón, Valor
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