martes, 3 de noviembre de 2015

Otro descubrimiento fallido




 

En mi búsqueda de escritores de países y culturas diferentes me he topado por primera vez con un esloveno. Procedentes de los estados que se formaron tras la desaparición de Yugoslavia he conocido y leído a varios autores con desigual fortuna, aunque en su mayor parte me han resultado interesantes.
En el caso de este autor esloveno, los comentarios puestos por la editorial en la contraportada me llamaron la atención: “La novela es magníficamente profunda y se necesita la mano de un maestro para crear algo así.” “Un pensador único, con sensibilidad ética y políticamente independiente.” Claro que ya sé que suelen seleccionar aquellos comentarios que mejor hablan del libro.
También me llamó la atención que tratase de una rebelión en una cárcel y que se comparase de alguna forma con la revuelta de los judíos contada por Flavio Josefo.
El resultado final es que, como me está pasando con demasiada frecuencia en los últimos tiempos, el libro me ha defraudado profundamente. Demasiadas páginas (278 en formato grande) para contar una historia de la que he desconectado en numerosas ocasiones. Muy buen inicio aunque el incidente que da origen al conflicto sea un tanto nimio y no justifique demasiado la que se organiza a partir de él, pero está bien contado y te mantiene en tensión y a la espera de lo que vaya a suceder. Sin embargo, pronto se empiezan a repetir cosas y hasta las ensoñaciones del protagonista pierden interés.
Es el típico texto que hubiera abandonado en otro momento. No ha sido así y he querido llegar hasta el final para intentar rescatar algo. Evidentemente, hay en el libro aspectos ideológicos interesantes y un buen análisis de lo que significa a veces el poder,  el problema es que está narrado de forma un tanto dispersa y, fundamentalmente, aburrida.
Comentario al margen sería recomendar a la editorial una mejor revisión de los textos pues he encontrado al menos cinco tildes sin poner, aunque siendo justos también hay que reconocer el esfuerzo que hacen estas editoriales pequeñas por poner a nuestro alcance autores no habituales.
Dejo el enlace a un comentario bastante más favorable.
 
 
Drago Jancar, Zumbidos en la cabeza



No hay comentarios:

Publicar un comentario