Memoria
La abuela me enseñó: La memoria es como la lengua,
siempre va a la muela que más duele”.
Guillermo Saccomanno, Situación de peligro citado en
Claudia Piñeiro, Un
comunista en calzoncillos
Matrimonio
Es normal sentir compasión por los matrimonios,
especialmente por los matrimonios que comienzan a acumular años de vínculo
conyugal, porque todos sabemos que el matrimonio es la más terrible de las
instituciones humanas, pues requiere sacrificio, requiere renuncia, requiere
negación del instinto, requiere mentira sobre mentira, y a cambio de la paz
social y la prosperidad económica.
Manuel Vilas, Ordesa
Literatura
Se escribe una cosa u otra según sea el papel, la
mano, el boli, la pluma o el ordenador o la máquina de escribir. Porque la
literatura es materia, como todo. La literatura son palabras grabadas en un
papel. Es esfuerzo física. Es sudor. No es espíritu. Basta ya de menospreciar
la materia.
Manuel Vilas, Ordesa
Dinero
Pero al final un divorcio, en el capitalismo, acaba
reducido a una lucha por el reparto del dinero. Porque el dinero es más
poderoso que la vida y que la muerte y que el amor.
El dinero es el lenguaje de Dios.
El dinero es la poesía de la historia.
El dinero es el sentido del humor de los dioses.
Manuel Vilas, Ordesa
Edad,
Vejez
El envejecimiento es nuestro futuro. Lo disfrazamos
con palabras como “dignidad”, “serenidad”, “honestidad”, “sabiduría”, pero
cualquier anciano renunciaría a esas palabras con tal de que le quitaras cinco
años de encima, o incluso cinco meses.
Manuel Vilas, Ordesa
Enseñanza,
profesor
Los institutos españoles de enseñanza media eran
edificios sin gracia, construcciones deficientes, con pasillos ingrávidos, con
aulas frías en los inviernos y tórridas ya incluso en las primaveras. Las
tizas, las pizarras, la sala de profesores, las fotocopias, el timbre sonando
al término de la clase, el café con los compañeros, las tapas defectuosas, mal
cocinadas, los bares sucios.
(…) Y aquellos compañeros enloquecieron de medianía
y adocenamiento y humillaban y despreciaban a sus alumnos. Aquellos chicos eran
humillados y ofendidos por los profesores, esos mediocres con rencor hacia la
vida. No todos eran así. Había profesores que amaban la vida e intentaban
transmitir ese amor a sus alumnos. Es lo único que debe hacer un profesor:
enseñar a sus alumnos a amar la vida y a entenderla, a entender la vida desde
al inteligencia, des de una festiva inteligencia; debe enseñarles el
significado de las palabras, pero no la historia de las palabras vacías, sino
lo que significan; para que aprendan a usar las palabras como si fueses balas,
las balas de un pistolero legendario.
(…) Están mucho más alienados los profesores que sus
alumnos. Oía insultar a los alumnos en las juntas de evaluación, castigarlos
por cómo eran, suspenderlos en sádicos ejercicios de poder. Ah, el sadismo de
la enseñanza. Los alumnos son chicos jóvenes, están nuevos. Los profesores
españoles se rasgan las vestiduras porque sus alumnos no saben tal o cual cosa.
No sé, no saben quién fue Juan Ramón Jiménez o cómo resolver integrales o cuál
es la fórmula del anhídrido carbónico y cosas así. No se dan cuenta de que lo
que a ellos les parece importante no es más que una convención, una
construcción cultural, un acuerdo colectivo que a sus alumnos, simplemente, no
les interesa. Los chicos no están alienados bajo esas grises convecciones. Ven
esas convecciones como las vería un extraterrestre. Nadie censuraría a un
extraterrestre por no conocer nuestros tópicos y nuestras supersticiones sobre
la historia, la ciencia y el arte. Ellos son de otro mundo, los chicos de 15
años ya son de otro sitio.
Manuel Vilas, Ordesa
Edad,Vejez
Los viejos hambrientos poseen cuerpos que ya no
funcionan, que solo gastan comida, como los coches que queman aceite; coches de
alto consumo y bajo rendimiento.
Así son los viejos, alto consumo y bajo rendimiento.
Eso es envejecer.
Manuel Vilas, Ordesa
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