He afirmado ya varias veces en el blog, comentando
otros libros de autores franceses, que en ese país se está haciendo una gran
transformación del concepto de novela, que hay muchos autores que buscan en los
temas y en su tratamiento otras formas de ver y de escribir. También he
reconocido mi predilección por ello.
Vuillard es uno de estos autores. Ha escrito sobre
la llegada de los nazis al poder en El
orden del día, una novela que le
valió el Premio Goncourt en 2017, y otro premio con 14 de julio donde narra la toma de la Bastilla.
En la que ahora comento se enfrenta al tema de la
Primera Guerra Mundial y vuelve a hacerlo con la misma técnica y el mismo
estilo que en las obras anteriores. Por un lado, dando pinceladas precisas y
concisas de los aspectos más relevantes del conflicto. Así, explica el plan
Shlieffen, las alianzas entre estados previas al conflicto y cómo se pusieron
en funcionamiento una vez iniciado este, los distintos ataques y contrataques,
etc. Por otro lado, lo hace con su personal estilo: frases cortas, terminología
muy adecuada y precisa (hay más de un término que me ha hecho acudir al
diccionario) y una gran concisión que no le resta capacidad de análisis.
En este caso, además, por el tema tratado, también
aparecen varias veces fragmentos que llevan una elevada dosis de carga crítica
sobre la guerra. Dejo los dos siguientes como ejemplo:
“Los soldados comprenderán muy pronto que los han mandado hasta allí
para algo que no tiene nada que ver con lo que les han dicho, muy pronto sabrán
que el deber, la patria, Alemania y Francia, ¡en fin!, son un decir, historias
que les cuentan para arrastrarlos fuera de sus casas. Lo entenderán muy pronto,
pero demasiado tarde. Verán que su vida, ahora, no importa nada, que han
prevalecido otros intereses muy distintos, que su vida entera ha sido
requisada, vendida, arrojada a un gran sacrificio que no tiene la menor
utilidad para ellos.” (p. 31)
“Y después vendrá la batalla del Somme (…) Durante
los seis primeros minutos, los combates causarán treinta mil víctimas,
superando en mucho la jornada del 22 de agosto de 1914. Transcurridos cuatro
meses, se habrán ganado doce kilómetros. Casi medio millón de muertos para ir
de Maricourt a Sailly-Saillisel.” (p. 147)
No obstante lo dicho, es el libro que menos me ha
gustado de los tres leídos de Vuillard pero, como me pasa con el cine de Woody
Allen, aunque me parezca inferior a los anteriores también he disfrutado con su
lectura. Quizá he echado en falta algo más de personalización como hizo, por
ejemplo, en los momentos de la toma de
la Bastilla ya que, además, es un tema que se prestaba muy bien a ello.
En cualquier caso se trata de un libro absolutamente
recomendable.
Hay una interesante entrevista de Óscar Caballero en
lavanguardia.com.
Éric Vuillard, La
batalla de Occidente. Traducción Javier Albiñana.
Leí hace poco "El orden del día" y me gustó mucho. Un autor muy interesante y recomendable, sin duda.
ResponderEliminarSaludos Carlos!
Me gusta la coincidencia. Un saludo.
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