viernes, 25 de noviembre de 2022

Buen descubrimiento

Esta escritora italiana debe de ser bastante conocida en España porque en la misma editorial han publicado ya varios libros suyos. Sin embargo, no he tenido hasta ahora la curiosidad de acercarme a su obra y si lo he hecho ha sido incitado por la lectura de los Diarios de Rafael Chirbes en los que habla de ella en términos muy elogiosos, no de este libro en concreto pues se publicó cuando Chirbes ya había fallecido.

Este desconocimiento no creo que haya que justificarlo, claro, pero es una consecuencia lógica de la gran cantidad de libros que llegan cada día a las librerías y de la dificultad de estar atento a todo. En cualquier caso es una pena no haberla conocido antes aunque es algo fácilmente subsanable a partir de ahora.

Hablando ya del libro Estoy contigo, vaya por delante que me parece un libro muy necesario en estos momentos, en Italia desde luego, pero también en España y espero que también se haya traducido a otros idiomas.

El tema central y único es la inmigración, para lo que la autora, en lugar de hacer un análisis global o centrarse en una serie de casos, elige solo uno y relata exhaustivamente todo el proceso seguido por la protagonista desde su país de origen hasta que consigue una situación mínimamente estable en Italia.

Como dice en el Post Scriptum:

 

“Esta es la verdadera historia de Brigitte, tal y como ella me la contó a mí y yo os cuento a vosotros. Todas las personas que aparecen, actúan y hablan existen realmente. He cambiado sus nombres tan solo para proteger su identidad…”. (p. 277)

 

Daré solamente algunas informaciones para situar la historia. Brigitte es una enfermera de 38 años en 2103, ciudadana de la República Democrática del Congo donde montó dos pequeñas clínicas en su ciudad natal. Viuda desde 2006 y con cuatro hijos. Detenida por problemas políticos, fue torturada y violada en la cárcel. Logró huir gracias a la ayuda de un político amigo de su hermano que la acompañó hasta Roma donde la dejó en la estación Termini con lo puesto y un billete de veinte euros. No sabía nada de italiano, pero sí hablaba francés.

El libro se inicia con los días pasados en esa estación malviviendo de la basura y durmiendo a la intemperie, hasta el momento en que un sacerdote la lleva a un centro de acogida. A partir de ahí se inicia todo el periplo para la obtención de los papeles de asilo y su estancia en diferentes centros privados y/o públicos. Mazzucco va contando todo este proceso y, al mismo tiempo, va alternando capítulos en los que también cuenta cómo era su vida en el Congo y su posterior detención, estancia en la cárcel y liberación.

En Roma recibe la ayuda de muchas personas desde abogadas hasta asistentes sociales pasando por psicólogos y psiquiatras y más de un religioso (de hecho la primera casa de acogida fue fundada por los jesuitas). De todos ellos recibe un trato no solo profesional sino, lo que seguramente es muy importante en esos momentos, también afectuoso. Mazzucco presenta  una serie de personas entregadas a su labor, pacientes (hay que decir que Brigitte tiene un fuerte carácter y, además, estaba acostumbrada a una buena vida con servicio doméstico incluido) y solidarios. De hecho los momentos más emotivos del texto surgen en la relación con algunas de estas personas.

El libro está contado con mucho detalle y extraordinariamente bien narrado tanto lo que sucede en Roma como la historia anterior.

Decía antes que ojalá se haya traducido a otros idiomas porque me parece que Mazzucco ofrece un texto para que tomemos conciencia de todo lo que supone el hecho de migrar a un país extranjero y de las vicisitudes por las que tienen que pasar los que lo hacen. Es más, creo que la persona elegida no es demasiado representativa de lo mal que se puede llegar a pasar y, sin embargo, tanto a su llegada como cuando busca trabajo pasó verdaderas dificultades y momentos muy penosos.

Briggitte llegó a Roma en 2103, Mazzucco la entrevista en 2015, publica el libro en 2016 y se traduce en 2019.

Para acabar reproduzco otro fragmento del Post Scriptum porque creo que deja constancia de lo que ha pasado, y sigue pasando, después con la política migratoria:

 

 “La política y la jurisprudencia sobre el derecho de asilo están en constante evolución y algunos trámites en vigor en2013, cuando Brigitte presentó su solicitud, hoy en día han sido revocados o han cambiado: según los datos del Ministerio del Interior, si en 2013 se denegaron un veintinueve por ciento de las peticiones, en los seis primeros meses de 2016 fueron denegadas entre el sesenta y uno y el sesenta y ocho por ciento de las examinadas y también tienen menos posibilidades de ser aceptados los recursos de apelación.

 (…)

La política es tan clara como un trago de agua. Algunos países levantan barreras de alambre de espino, otros prefieren muros de papel. Ni unos ni otros frenarán la marcha de la historia”. (p. 277-278)

 

Un libro magnífico y, como decía al principio, absolutamente necesario.

 

Melania G. Mazzucco, Estoy contigo. Traducción Xavier González Rovira.

 

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