Con este libro la autora obtuvo el Premio Pulitzer
en 2004 y no parece nada extraño por el monumental trabajo realizado.
El libro está dividido en tres grandes partes. En la
primera analiza los orígenes del Gulag; en la segunda hace un repaso de cómo
se vivía en los campos; y en la tercera vuelve a la cronología para explicar
su auge y caída entre 1940 y 1989.
Applebaum ha utilizado todo tipo de fuentes para
documentarse: desde numerosos archivos a
las memorias, tanto las publicadas como las que no lo han sido, pasando por
entrevistas, principalmente a represaliados, así como utilizando la enorme
bibliografía existente. Con esa documentación la autora ha elaborado un texto
muy alejado de lo académico, aunque no esté exento de valoraciones, pero que se
lee con suma facilidad incluso a pesar de
la abundancia de cifras que da en ocasiones.
Al tratarse de un libro de más de 650 páginas son
muchas las cosas que se podrían comentar, pero ni aun haciéndolo se daría una
mínima idea del trabajo hecho por esta historiadora estadounidense.
En mi caso hay algunos aspectos que me han llamado
más la atención. Por un lado, la visión que se da del trato dado por el
ejército soviético a los prisioneros que se aleja bastante de la que he leído
recientemente en el libro La guerra no
tiene rostro de mujer, de la premio Nobel S.Aalexiévich. Las páginas dedicadas
a este tema resultan bastante estremecedoras. Por otro lado, me ha resultado
muy interesante conocer las muchas huelgas y los diferentes intentos de
rebelión que se produjeron y que desconocía a pesar de haber leído ya varios
libros sobre los campos soviéticos. Finalmente, la visita que en 1944 realizó a
Kolimá el vicepresidente Wallace de los Estados Unidos resulta particularmente
curiosa.
Para dar una idea de la importancia que tuvo el
sistema de los campos soviéticos, dejaré alguna de las cifras que la autora
pone en el Apéndice final:
Unos 18 millones de ciudadanos soviéticos pasaron
por los campos y colonias entre 1929 y 1953.
Sumando todas las cifras, el número total de
trabajadores forzados asciende a 28,7 millones.
Varios investigadores citan una cifra de 786.098
ejecuciones políticas entre 1934 y 1953.
Es decir, un fenómeno de unas proporciones realmente
desmesuradas.
No he comentado nada sobre la segunda parte del
libro, aquella en la que se explican las forma de vida y trabajo, porque siendo
interesante no hace sino reproducir, citándolos claro está, lo que han dicho
autores como V. Shalámov, E.Guinzburg, G.Herling
o J.Bardach cuyos libros he leído y recomiendo muy especialmente si se tiene
interés en el tema.
Hay una buena reseña de Rafael Núñez en
elcultural.com.
Anne Applebaum, Gulag.
Historia de los campos de concentración soviéticos
No hay comentarios:
Publicar un comentario