jueves, 2 de febrero de 2017

En la Rumanía de Ceaucescu




Las dos novelas que he leído hasta ahora de esta escritora me han dejado una sensación ambivalente pues si, por un lado, me interesan por sus temas y su escritura, por otro lado, tengo siempre la impresión de que me estoy perdiendo muchas cosas sin llegar a enterarme bien de qué me quiere transmitir con ellas.
A partir del viaje en tranvía hacia una cita con su interrogador, una trabajadora en una fábrica de ropa va relatando cosas de su vida y de la de algunas personas de su entorno: padres, maridos, amiga, compañeros de trabajo, etc. En estos recuerdos está el centro de la novela y es aquí también donde pierdo a veces pie y no logro seguir bien algunas historias.
Dentro de esos personajes destaca en mi opinión la historia de su amiga Lilli a la que dedica, además, bastante espacio y que me parece de lo más interesante de la novela.
El tono en general es bastante típico de lo que conozco de Müller, sombrío, con pocas concesiones, mucha soledad, pocas relaciones afectivas realmente positivas y, lógicamente, dada la historia personal de la escritora, con críticas explícitas al sistema de Rumanía como se puede apreciar en los dos siguientes fragmentos:

“En la fábrica robar no es un delito: La fábrica pertenece al pueblo y uno es del pueblo y se lleva su propiedad del pueblo: hierro, madera, hojalata, tornillos y alambre, lo que hay para llevarse. Y dice:
De día uno se lleva; de noche, roba.” (p. 80)

“En la floristería tenía una amante de mi edad, que se encargaba de combatir los ácaros y los pulgones. Como nadie podía llamarla por su título oficial entero sin reírse: camarada ingeniero encargada de combatir parásitos de plantas ornamentales, la llamaban simplemente camarada inspectora de parásitos.” (p. 105)

Evidentemente, toda la novela es una crítica del sistema y de cómo afecta a la vida de los ciudadanos, de ahí viene el carácter sombrío del que hablaba antes.
El estilo también es muy característico de la autora con esas frases cortas que no abandona prácticamente nunca.
Es una escritora que es difícil recomendar pues por su estilo y las historias que cuenta no se trata de una lectura fácil y relajada, pero por algo le dieron el premio Nobel de Literatura hace unos años.
Hay una buena reseña de Francisco Martínez en fantasymundo.com.



Herta Müller, Hoy hubiera preferido no encontrare a mí misma. Traducción Juan José Solar

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