En la entrada anterior comenté la novela de un
escritor esloveno nacido en 1980. Ahora la de una autora nacida en 1981 en
Marruecos que vive en Francia y escribe en francés. Ambas son dos magníficas
novelas aunque tratan temas muy diferentes y están escritas también con muy
diferentes estilos.
Slimani obtuvo el año pasado el prestigioso premio
Goncourt por esta obra. La novela cuenta la relación de una niñera con la
familia que la contrata. Está construida como un thriller, pero ya desde la primera página sabemos qué va a pasar,
por lo que el resto de la novela consiste en ver el proceso que llevará a tan
terrible final. En ese proceso, la niñera, Louise, tiene un papel protagonista
y en varios capítulos la autora nos mostrará algunos episodios de su vida.
Además, también plantea algunos problemas actuales como, por ejemplo, las
relaciones de pareja, la educación o los prejuicios de clase.
Ahora bien, el gran mérito de la novela creo que
está en su estilo y en la capacidad de la autora para mantener al lector en
tensión y prestando la máxima atención a pesar de conocer cuál es el final y
quién lo protagoniza. Como se dice en dos extractos que la editorial ha puesto
en la faja que acompaña el libro:
“Canción dulce
atrapa al lector con una fuerza asombrosa, tanto por el dominio narrativo de Leila
Slimani como por su escritura directa, fría y precisa.” S. Dupays, Le Monde.
“Thriller intimista
de alta tensión. Magnífico y glacial.” N. Van Egmond, La Parisien Magazine.
A mí me ha recordado en distintos momentos y por
diferentes razones (atmósfera, tensión, estilo) a otros dos escritores
franceses que están entre mis favoritos: Emmanuel Bove y Laurent Mauvignier.
Como en el caso del esloveno que mencionaba antes,
esta es la segunda novela de Slimani por lo que hay que esperar de ambos una
larga y fructífera carrera con tan buenos inicios.
Una lectura altamente recomendable.
Aprovecho para agradecer a una editorial como Cabaret Voltaire su política editorial
con la publicación de libros tan interesantes como, entre otros, los de Mohamed Chukri, el mencionado
Mauvignier y, lógicamente, el que acabo de comentar.
Leila Slimani, Canción
dulce. Traducción Malika Embarek López.
No hay comentarios:
Publicar un comentario