El autor es un novelista y creador, pero también un
activista social. Si como novelista ya aparece en el blog en una entrada de
hace unos meses, ahora lo hace en esta faceta de activista, ya que en este libro se recogen una serie de ensayos,
siete en concreto, que tienen en común en palabras del autor: “la preocupación
por el lugar de África en el mundo” (p. 9) La base de los ensayos son distintas
conferencias que Thiong’o dio en diferentes lugares entre 2003 y 2009.
El principal interés del libro no radica en la
novedad de los planteamientos. La mayor parte de las ideas ya han sido
expresadas por multitud de intelectuales europeos y publicadas en muchos
libros; lo importante es leerlas en un intelectual africano. Desde luego su
visión es claramente de izquierdas y deudor de gente como Fanon o Cesaire y,
como tal, enormemente crítica con la colonización y sus consecuencias para la
sociedad africana.
Así dice, por ejemplo:
“Muchos de los puntos calientes en el mundo contemporáneo,
con demasiada frecuencia, son consecuencia de una historia colonial consistente
en dividir, expoliar y masacrar. Los dictadores más monstruosos de África
fueron producto de las academias militares del mundo occidental, educados en la
práctica colonial basada en la premisa de la falta de humanidad de los
colonizados.” (p.100)
Me ha parecido especialmente interesante el análisis
que hace de la situación lingüística de África y alguna de las ideas que
aporta, así:
“La pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué las
lenguas europeas ocupan un lugar privilegiado en el ámbito académico? El único
motivo es que todos hemos tenido que aprender a usarlas, porque no hay nada
intrínsecamente global ni universal en ellas; resulta que son las lenguas del poder.
(…)
Hace falta una legión de intelectuales públicos
arraigados en las lenguas vernáculas de la gente para argumentar, racionalizar,
popularizar y hacer causa común con vistas a
una unión africana de base genuinamente popular.” (p. 92 y 93)
También se muestra muy duro con lo que sucede cada
vez que hay atentados o muertos en algún país europeo y en otro africano:
“La pérdida de cualquier vida es, por supuesto, algo
terrible. Ya hemos visto cómo se alteran
África y el mundo, y con razón, si un rehén europeo desaparece o pierde la vida
en África. Pero no vemos la misma reacción ni siquiera cuando cien africanos
desaparecen. Eso demuestra una absoluta indiferencia hacia los descendientes de
los esclavos y una profunda preocupación por los descendientes de los
esclavistas. No estoy diciendo que deberíamos ser igualmente indiferentes, más
bien al revés: que nos impliquemos por igual.” (p. 114)
Esto es algo que me produce una gran indignación
cada vez que sucede. Esos telediarios o noticiarios de radio informando al
minuto de un muerto en Londres, o París o Nueva York y dedicándole horas,
mientras que en algún país africano ha habido un atentado con decenas o
centenares de muertos.
Como se ve estamos ante unos textos muy comprometidos
y combativos que no gusta escuchar desde
la cómoda situación de un europeo, pero que muestran una realidad
desgraciadamente muy real, tanto como esta última idea que reproduzco:
“Estamos creando un mundo en el que el capital tiene
absoluta libertad de movimiento entre las fronteras de los Estados-nación, pero
erigimos barreras racistas para frenar el movimiento de la fuerza de trabajo.”
(p. 138)
Un libro recomendable por la claridad con la que
están expuestas las ideas y por la pasión que Thiong’o pone en ellas.
Ngugi Wa Thiong’o, Reforzar los cimientos. Traducción Marta Sofía López.
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