Como siempre predominan las series. Además, esta vez
hay dos documentales que no están en los cines ahora, pero que me parecen
realmente buenos.
Películas
Eight
Days a Week. Magnífico documental de Ron Howard realizado en 2016. Recoge los
primeros años de The Beatles, más en concreto de 1963 a 1966. Hay actuaciones,
las principales giras, grabaciones en estudio, entrevistas tanto a los cuatro
como a otra serie de gente importante. Reconozco que en esa época no era fan
del grupo ni mucho menos, sin embargo la película me ha encantado, me parece
muy interesante además para ver lo que supone tanta fama en tan poco tiempo.
Dogman.
Película italiana del mismo director de Gomorra. Se desarrolla en ambientes
marginales y de una fealdad extrema a pesar de estar al lado del mar. Lo mejor
es cómo logra la atmósfera y cómo mantiene la tensión de tal manera que, aunque
el espectador se imagine lo que va a pasar, no por ello pierde el interés.
Buenas interpretaciones en general y espectacular la del protagonista.
Eugenio.
Documental sobre la vida de uno de los humoristas más originales y mejores que
ha habido. Luces y sombras en una vida llena de éxitos profesionales y fracasos
personales. Se ve con una cierta pesadumbre y de alguna manera compadeciendo un
tanto a la persona. Es bastante dramático por ejemplo escuchar lo que de él
dice su cuarto y último hijo.
Mi
obra maestra. Una buena comedia argentina con dos
grandes interpretaciones. Tengo que reconocer que Brandoni ha sido siempre uno
de mis actores favoritos. Quizá esté un poco descompensado el guion en las
distintas partes de la película y la crítica del arte moderno sea un tanto
superficial, pero estoy de acuerdo con ella.
The
Guilty. Si en la película Enterrado de Rodrigo
Cortés bastaba con un hombre, un ataúd y un teléfono, en esta ópera prima del
director danés Gustav Möller, basta con un gran actor y dos teléfonos para
transmitir toda la tensión y la angustia de quien se enfrenta al secuestro de
una mujer con esos escasos medios. Un guion muy trabajado es la clave de esta
magnífica película así como una gran interpretación. Qué poco se necesita a
veces para hacer gran cine.
Series
Black
Earth Risisng. Serie británica del mismo creador que The Shadow Line pero incluso más
compleja que esta. El interés con el que se inicia se va perdiendo, a pesar de
desarrollarse en torno a la situación política actual de Ruanda y a las
matanzas de los noventa, debido a la excesiva complicación en algunos momentos.
The
Deuce. En esta segunda temporada me ha costado un poco
entrar, pero a partir del tercer capítulo me vuelvo a meter en esas historias
de finales de los setenta que David Simon sabe contar tan bien. Hay que
destacar una puesta en escena y una ambientación realmente extraordinaria. Las
escenas de exteriores nos muestran unas calles que parece realmente que estamos
en esa época. Una magnífica serie.
Making
a Murderer. Esta segunda temporada no es tan impactante como
lo primera algo realmente muy difícil, pero sigue siendo muy interesante.
Asistimos a los diferentes recursos de los dos condenados con lo que se nos
muestra el funcionamiento de la justicia de los Estados Unidos y los más que
evidentes fallos del primer juicio y el carácter de los interrogatorios al
joven Brendan Dassey. Tiene también la parte humana de ver al resto de la
familia y cómo le van afectando las diferentes resoluciones judiciales. Una muy
buena serie documental.
Liar.
Miniserie británica de seis capítulos con la violación como tema central.
Interesante sobre todo la primera parte, más o menos los tres primeros
episodios, luego decae un tanto al centrarse en aspectos más policiales.
Resulta bastante entretenida y tiene algunos elementos interesantes para los
momentos que vivimos con respecto a la violencia contra las mujeres.
The
sinner. Una serie en ocho capítulos con un buen inicio y
un planteamiento interesante ya que sabemos desde el principio quién es la
asesina y todo consiste en saber por qué
lo hizo. El problema es que pasados los tres primeros episodios va perdiendo
fuerza e interés y se repiten demasiado las mismas cosas.
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