Ha sido muy grato encontrar este libro de una
escritora que desde 2009 no aparecía en el blog. En ese momento lo hizo por un
magnífico libro sobre los juicios en el Tribunal de La Haya a políticos de la
ex-Yugoslavia y también por otros dos que, aunque no llegué a comentar,
había leído. Me pareció una escritora muy interesante y lo ha confirmado con
esta novela sobre un personaje para mí desconocido como es Mileva, la primera mujer de Albert Einstein con la
que tuvo una hija y dos hijos.
La novela lleva en el título la expresión “teoría de
la tristeza” que, tras la lectura, creo que yo titularía mejor “práctica de la
tristeza” porque eso fue en gran medida la vida de esta mujer nacida en Croacia
y casada con uno de los grandes científicos del siglo pasado. Una tristeza que
yo he llegado a sentir también como lector por las múltiples desgracias que le acaecieron a lo largo de su vida.
El libro está dividido en cinco capítulos referidos
a diferentes años. Así: 1914, 1916-1919, 1925 y 1933, pero aunque sea ese el
marco temporal, también hace la autora referencias a momentos anteriores de la
historia de la relación de los protagonistas.
Hablaba antes de desgracias. Mencionaré algunas: era
coja; no llegó a licenciarse y por eso no podía firmar los trabajos con Albert
aunque era ella la que elaboraba la parte matemática; sufrió el rechazo
explícito de la familia de su marido; tuvo trastornos psicóticos por los que
estuvo ingresada; la primera hija con Albert, tenida antes de casarse, fue dejada en adopción porque si no él decía que tendría dificultades para que le dieran
trabajo (luego la niña murió a los dos años de escarlatina), a raíz de
todo esto padeció una fuerte depresión; Tete, el hijo pequeño, padecía
esquizofrenia lo mismo que la hermana de Mileva, …
Además, Albert, en fecha tan temprana como el 18 de julio de 1914, le puso una serie de condiciones que Drakulic reproduce en el libro entre las que están las siguientes:
“A. Te vas a ocupar:
2. de que reciba tres comidas diarias en mi
habitación.
B. Renunciarás a:
1. Que yo pase tempo contigo en casa.
C. Al tratar conmigo cumplirás estas reglas:
1. No esperarás de mí ninguna intimidad ni me lo
reprocharás de ninguna forma.
2. Si lo exijo, dejarás de dirigirte a mí”. (p.8)
Condiciones que, unido a lo anterior, explican
perfectamente esa tristeza de la que se habla en el título.
Drakulic se centra en el personaje de Mileva y muy poco en el de Albert Einstein del que, eso sí, no parece tener demasiada buena opinión como se pude apreciar en los siguientes fragmentos:
“Albert era un desempleado ambicioso, insatisfecho y de personalidad incómoda. Pero Mileva no contaba con que, además, fuese inmaduro en lo emocional”. (p. 80)
“(…) era: un poco infantil, un poco inseguro, pero con una mente brillante”. (p. 87)
“Era superficial e irresponsable, pero también descarado y ocurrente”. (p. 19)
La novela va de menos a más. Tiene momentos muy
emotivos y desde luego a mí me ha provocado varias veces cierto desasosiego.
Drakulic escribe con mucha fluidez y refleja muy bien lo que pudieran ser los
pensamientos de Mileva. Se trata de una novela muy recomendable, original por
el tema, bien escrita y capaz de provocar emociones en el lector.
Slavenka Drakulic, Mileva Einstein, teoría de la tristeza. Traducción Marc Casals
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