Cuando hace ahora un año comentaba el primer libro
que leía de la serie que tiene como protagonista al forense irlandés Quirke, ya
avisaba de que no sería el último que aparecería por el blog, y así ha sido.
Tiene Benjamin Black, seudónimo tras el que
se esconde John Banville, una capacidad especial para construir novela negra
sin que lo más importante tenga que ver demasiado con las muertes que en ella
suceden. Como dice el fragmento de la crítica de The Guardian que la editorial reproduce en la solapa: “Una novela
absorbente y emotiva, con todos los personajes soberbiamente retratados y una
prosa simplemente deslumbrante.” Aquí están las claves del libro; los
personajes, desde ese forense protagonista hasta cualquiera de los secundarios,
están magníficamente construidos y, desde luego, no hay ninguno que tenga una
dosis mínima de tranquilidad y felicidad en su vida. Además, Black sabe a
través de su escritura describir una atmósfera una tanto asfixiante en la que
pasa lo que tiene que pasar.
La novela, como la anterior, se desarrolla en los
cincuenta lo que, en este caso, no tiene relevancia porque podría haberse
desarrollado perfectamente hoy. Sí lo tenía en la anterior por los problemas
religiosos que planteaba y que aquí solo aparecen levemente y de rebote.
Novela enormemente entretenida, muy bien ambientada
y perfectamente construida.
Reproduzco también el comentario crítico de Los Angeles Times de la solapa porque me
parece original: “Hágase un favor. Acuda a una librería y compre la nueva
novela de misterio de Bejamin Black, El
otro nombre de Laura. Váyase directamente a casa. Si comparte vivienda,
eche a sus compañeros. Sírvase una copa y acomódese en su sillón favorito para
disfrutar de una auténtica dosis de sabiduría y angustia irlandesas y de prosa
excelente.”
Una buena recomendación.
Benjamin Black, El
otro nombre de Laura
Muy interesante. Black me parece un excelente narrador y además de los grandes. Y no lo digo por decir.
ResponderEliminarUn saludo.