“Encontramos a Cristo ocupando la posición del hijo
en el maravilloso chiste acerca del rabino que se dirige desesperado a Dios, y
le pregunta qué puede hacer con su malvado hijo, que lo ha decepcionado
profundamente: Dios le contesta con tranquilidad: “Haz lo mismo que yo, escribe
un nuevo testamento,” (p.92)
“Nuestra tarea es descubrir cómo dar un paso más;
nuestra tesis nº 11 debería ser: en nuestras sociedades, los izquierdistas
críticos hasta ahora sólo han ensuciado de polvo las pelotas de los que están
en el poder: lo importante es cortárselas.” (p.122)
Estos pueden ser dos buenos ejemplos del contenido
del libro. Zizek, ese filósofo esloveno radical en el fondo y en la forma,
parte muy a menudo de un chiste para la reflexión posterior o para ejemplificar
alguna idea. En este libro se recogen multitud de chistes, 107 se dice en la
contraportada, repartidos por su extensa obra. Los hay de todo tipo, pero
destacan por su número los dedicados al “socialismo real” sea el de la Unión
Soviética o el de Yugoslavia o de cualquiera de las partes en las que se
descompuso, los que tienen como protagonistas a los judíos y los de tema
religioso. Además, hay protagonistas como Lenin o Clinton así como gran cantidad de referencias a Hegel, Lacan
(creo que este es quien se lleva la palma) y a Marx (Karl pero también
Groucho). En definitiva, un poco de todo.
El resultado final es, lógicamente, un tanto
desigual. Yo me he reído y con ganas con bastantes de los chistes, pero creo
que en más de una ocasión me he perdido la reflexión filosófica o
psicoanalítica. No es la primera vez que me pasa con este autor, ya que de los
dos libros que he leído solo en el segundo logré captar más o menos bien sus
ideas.
Sea como sea, se pasa un buen rato y sirve también
para acercarse a uno de los pensadores más originales de la actualidad.
Slavoj Zizek, Mis
chistes, mi filosofía
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