Muerte
De sus entusiasmos juveniles había pasado a una
posición que él mismo definía como un humanismo fatalista: “Cada quien es dueño
de su propia muerte, y lo único que podemos hacer, llegada la hora, es ayudarlo
a morir sin miedo ni dolor”
Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera
Tradición
Como si hubiera que respetar las tradiciones por el
dudoso mérito de serlo.
Martín Caparrós, El
hambre
Nación
La nacionalidad es una reducción de la humanidad:
una legitimación de cierto egoísmo. Si se acepta que tengo que ser más
solidario con el grupo de los que tienen el mismo documento que yo, el
principio de exclusión ya está sentado. Quien excluye a los de otro país puede,
por el mismo procedimiento, excluir sin mucha dificultad a los de otra
provincia, otra religión, otra elección sexual, otra raza, otras nociones sobre
el consumo de gaseosas en el desayuno.
Martín Caparrós, El
hambre
Socialismo
“Que nadie se imagine a mamá tejiendo una bufanda en
la mecedora o adornando nuestra casa con floreros de porcelana o elefantitos de
cristal… ¡Ni hablar! Eso sería perder el tiempo miserablemente… Ceder a los
gustos pequeñoburgueses. Lo suyo era el trabajo espiritual… La lectura… Un
traje le duraba diez años y dos abrigos daban para la vida entera,,, No concebían
que una vida valiera algo sin los poemas de Pushkin y las obras completas de
Gorki. Sentían que formaban parte de una obra gigantesca y tenían la certeza de
que ésta existía… Así transcurrieron sus vidas.”
Svetlana Aleksiévich, El fin del “Homo sovieticus”
Vejez,
edad
(…) la vejez es una etapa de la vida en que las
velas del pastel de cumpleaños cuestan más que el pastel mismo y la mitad de
toda tu orina va al laboratorio.
Svetlana Aleksiévich, El fin del “Homo sovieticus
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