Este politólogo, además de profesor y estudioso, tiene la particularidad de que participa
en el análisis de la realidad más inmediata en varias tertulias televisivas y
radiofónicas, de ahí que lo conozca y lo
escuche siempre con atención porque tiene la rara cualidad de hacer buenos
comentarios y hacerlo en forma pausada para que se le pueda entender. (Antes ya
había leído su intervención en el libro sobre sistemas electorales que publicó
Politikon, el grupo de análisis al que pertenece).
Dice el propio autor a modo de resumen sobre el
contenido:
“En este libro se han brindado algunos enfoques para
el triunfo del príncipe. Ciertamente, con profundidad desigual, pero tratando
de aportar alguna luz sobre muchos temas. El Estado y la democracia, su
organización institucional, los partidos nuevos y viejos, las nuevas brechas de comportamiento electoral
con la llegada de la globalización, los referéndums y los adelantos
electorales, el devenir de la socialdemocracia y los estados del bienestar,
cómo gobernar en un sistema presidencial y en uno parlamentario o la estructura
territorial del poder.” (p. 256)
Esto lo desarrolla a lo largo de diez capítulos con
uno final de resumen y conclusiones.
Como él mismo advierte, el nivel de profundización
es muy diferente y yo añadiría que también lo es el nivel de interés. Este
depende de los conocimientos previos que tenga el lector, porque hay algunos temas que alguien interesado por la
política los conoce lo suficiente para que el texto no aporte gran cosa más
allá, eso sí, de un buen resumen y sistematización. Pero,
al mismo tiempo, en otros, al menos en mi caso, sí he encontrado aspectos más
novedosos. Así:
-
Las diferencias entre el voto a Trump y
a la extrema derecha europea, y a partir de ahí al análisis del voto de clase.
-
Los ejemplos que da al tratar el tema de
elecciones y referéndums.
-
Todo el capítulo dedicado al Estado del
Bienestar y el papel de las clases medias.
-
Las explicaciones sobre el
presidencialismo en Sudamérica y sobre el impeachment.
Evidentemente esto no representa sino una mínima
muestra del interés que puede despertar el libro. Simón, además, como estudioso
de los temas, da todas las informaciones muy actualizadas y tiene la
honradez intelectual suficiente para aportar en muchos casos diferentes
versiones a la que él mismo defiende.
Dice Íñigo Errejón en su reseña para elpais.com;
“Pablo Simón
realiza en El príncipe moderno una sólida, cuidada y
didáctica reivindicación de la ciencia política como herramienta para producir
claridad en medio de la confusión.(…) Con un estilo inconfundiblemente
anglosajón y una metodología muy propia de la política comparada…”
Y creo que ahí quedan bien reflejadas las dos
grandes virtudes del libro: La claridad y la permanente comparación de las
situaciones.
Un libro que resultará interesante para todo aquel
que estando interesado en la política no la vea bajo el único prisma de su
propia ideología. Así pues, dogmáticos
de todo tipo, abstenerse.
Hay una interesante entrevista de Carlos Barragán en
elconfidencial.com.
Pablo Simón, El
príncipe moderno. Democracia, política y poder.
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