Afortunadamente se encontraron en 1997 estos textos
inéditos que correspondían a la tercera parte de su autobiografía. Digo que
afortunadamente porque cualquier escrito de Márai tiene no solo interés por lo
que nos pueda contar, sino un gran calidad literaria.
En algo más de 150 páginas el autor narra algún
episodio de su vida, pero sobre todo reflexiona sobre el papel de la burguesía
en general y en su país en particular, y hace una crítica demoledora de los
regímenes dictatoriales nazi y soviético.
Estamos ante un Márai muy político. Su acerada
crítica del período que va de 1918, con el Tratado de Trianón, y los gobiernos
de derecha y ultraderecha húngaros hasta el Anschluss
de Austria de 1938, es quizá lo mejor del libro. Así, aludiendo a los húngaros
que volvieron a la nación al incorporarse territorios que habían sido cedidos a
Checoslovaquia en 1918 afirma:
“En realidad, no es que estos húngaros no fueran
dignos de confianza, pero se habían democratizado, se habían acostumbrado a que
la ascendencia no supusiera privilegios oficiales, a que el rango social no
autorizara a nadie a despreciar a la gente de otra clase; se habían habituado a
la democracia, y por eso les entristecía y decepcionaba ver que en la madre
patria, adonde tanto habían anhelado volver durante veinte años, no se había
producido el mismo cambio social.” (p. 94)
Marái en este texto y en muchos otros del libro se
muestra como un burgués liberal y demócrata. Incluso va un poco más allá:
“(…) he llegado a la conclusión de que el sistema de
producción capitalista sólo será capaz de asegurar una forma de vida individual
y colectiva en el mundo masificado si
llega a un acuerdo humanista con el socialismo.(…)
En la pasada década he comprendido que el único
camino realmente heroico para la humanidad es la Tercera Vía, fanáticamente odiada
por los regímenes dictatoriales.” (p. 126-127)
Su ataque pues a la Hungría señorial, donde los
terratenientes mandaban junto a una burguesía de funcionarios, le lleva hasta a
aceptar la necesidad de tener en cuenta a los trabajadores y las nuevas ideas
socialdemócratas. En este sentido me ha llamado especialmente la atención el
uso de la expresión Tercera Vía. (Desconozco si está así en el original o es
una traducción un tanto actualizada.)
Un libro no siempre fácil de seguir por la gran
cantidad de información que contiene sobre la situación política de Hungría a
lo largo de más de treinta años, pero apasionante por la defensa de una
burguesía que, de haber podido desarrollarse, habría hecho que Hungría hubiera
tenido una historia bastante mejor. Esa burguesía fue eliminada con la llegada
de las tropas soviéticas y la conversión del país en un satélite más de la
Unión Soviética.
Marái demuestra que era un buen conocedor tanto de
la historia y la política de su país como de la europea y, como siempre, que
era un gran escritor. Lectura muy recomendable.
Sándor Márai, Lo
que no quise decir
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