miércoles, 17 de marzo de 2021

Más relatos divertidos


Segunda entrega de los relatos de este estupendo escritor australiano. Hace un par de meses comenté la primera que me sorprendió muy favorablemente por lo divertidos que eran y lo bien escritos que estaban. Sobre esta segunda entrega no puedo sino repetir lo mismo. También están escritos en primera persona y con el autor como protagonista dando la imagen de que todo le hubiera sucedido realmente a él, algo que le da mucho juego a la hora de hacer reír al lector en la medida en que se ríe de sí mismo.

Componen esta edición 14 relatos con gran presencia de animales típicos de la fauna australiana como: koalas, wonbats, serpientes, cocodrilos, quokkas, canguros, cerdos,…que en su mayoría ya aparecían en los anteriores relatos y que llegan a tener a veces comportamientos casi humanos. Asimismo, y quizá con mayor protagonismo que en los anteriores, hay una fuerte presencia de los hombres típicos de algunas regiones de Australia, el Outback sobre todo,  por los que da la impresión de que el autor sentía un gran afecto y también alguna idea crítica, como se puede apreciar en el siguiente fragmento:

“Capturar cerdos salvajes era la profesión de Les Murphy cuando le conocí. Se encontraba sentado en la barra de uno de los deprimentes pubs de Wilcannia, y sorbía cerveza con la fuerte concentración y la total ausencia de alegría que caracterizan al bebedor del Outback. Formaba parte de una fiesta compuesta por seis o siete hombres de semblante parecido, eso es, abúlicos, embotados y más bien sucios”. (p. 59)

También hay buenos ejemplos de esa especie de “humanización” de los animales como en esta descripción que hace del quokka:

“Tiene una cara mezquina y viciosa, y unos ojos pequeños, malvados y faltos de compasión”. (p. 71)

Prácticamente en todos los relatos hay motivos para la diversión y en algunos incluso para la carcajada. Yo me lo ha pasado bien con todos aunque reconozco que hay dos que me ha parecido que merecen ser destacados: El quokka asesino y ¿Alguien quiere una granada de mano?

Me felicito de que aún me queda la tercera entrega de estos relatos. Haciendo memoria de lecturas que me hayan hecho reír tanto tengo que remontarme a algunos libros de Tom Sharpe de hace ya muchos años.

La edición incluye unas ilustraciones muy buenas del traductor que en algunos casos son casi un relato en sí mismas y que siempre son un magnífico complemento del texto.

Kenneth Cook, El lagarto astronauta. Traducción Güido Sender Montes.

 

 

 

 

 

 

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