jueves, 30 de marzo de 2017

Un libro sobre las cruzadas




Maalouf ha aparecido en la serie que dedico a mis autores favoritos. Es un escritor del que, habiendo leído todo lo publicado excepto el último libro, solo me quedaba este que, además, lleva muchísimos años en la estantería que dedico a los libros pendientes de lectura. (Esta es la edición de 1991.)
El caso es que por una u otra razón ahí estaba. Curiosamente, leo en último lugar el libro que primero publicó en 1983.
El texto está a medio camino entre el ensayo y el libro de historia. Según explica al final, ha utilizado tres tipos de fuentes: el testimonio de los historiadores y cronistas árabes; obras de historia medieval árabe y musulmana en sus relaciones con occidente y, finalmente, relatos históricos, globales o parciales, de las cruzadas. Obviamente, Maalouf da al relato su toque particular, pero el resultado es un texto tremendamente irregular pues junto a momentos muy interesantes y que reflejan de forma clara y concisa lo que sucedió (bueno, lo que dicen que sucedió), hay otros en los que ,por la acumulación y lo prolijo de las informaciones, unido a la complejidad de los hechos, el relato pierde fuerza y se hace muy difícil de seguir.
Hay temas que son especialmente interesantes como pueden ser: ver las divisiones en el mundo árabe y cómo estas permitieron el triunfo de los cristianos (según se leen esas páginas se va viendo lo poco que ha cambiado ese mundo); conocer la existencia de la secta de los asesinos (parece el antecedente más antiguo de Al-Quaeda) y sus “comandos suicidas”; comprender las diferencias de la justicia de árabes y cristianos y, principalmente, tal y como reza el título del libro darse cuenta de cómo la historia se puede contar siempre de diferentes maneras según quién lo haga.
Los siguientes fragmentos ejemplifican bien dos de estos temas:

“Pero, para superar la inferioridad numérica, los frany (así es como llamaban a los cristianos de occidente) van a disponer, durante muchos años, de un arma aún más temible que sus fortalezas: el letargo del mundo árabe.” (p. 86)

“La única diferencia es que Saladino, al no querer el estorbo de los prisioneros, los había soltado, mientras que Ricardo prefiere exterminarlos. Reúnen ante los muros de la guarnición de Acre,  a dos mil setecientos soldados junto con cerca de trescientas mujeres y niños de sus familias. Atados con cuerdas para que no formen más que una única masa de carne, quedan a merced de los combatientes francos que se ensañan en ellos con sus sables, sus lanzas, e incluso a pedradas hasta que cesan todos los gemidos.” (p. 232) (Este Ricardo Corazón de León tiene otra “prensa” en occidente)

Aunque el tema del libro sean las cruzadas, yo creo que se trata de algo más y lo que se plantea realmente es el conjunto de conflictos de la región, alguno de los cuales continúan hasta hoy.
Un libro que no recomiendo como lectura fácil y entretenida pues requiere mucha atención y aun así el lector corre el riesgo de perderse en muchos momentos con tantos emires, sultanes, reyes, etc.,  de tantas ciudades.



Amin Maalouf, Las cruzadas vistas por los árabes. Trad. María Teresa Gallego y María Isabel Reverte.

martes, 28 de marzo de 2017

Citas últimas lecturas



Escritura

Escribí esta historia para sentirme un poco menos infeliz. Me equivoqué. No debemos buscar nunca un consuelo en la escritura. No debemos perseguir un objetivo. Si hay algo seguro es que es necesario escribir sin perseguir un objetivo.
Natalia Ginzburg, Y eso fue lo que pasó


Libro, lectura

Pero un libro es una sugerencia de conversar: una persona le habla a otra y en ese intercambio el sonido audible es o debería ser natural. Así que yo leía en voz alta, teniéndome como público, y daba voz a las palabras de otro.
Teju Cole, Ciudad abierta


Eutanasia, muerte

Desde hace muchos años creo que la manera y el momento  en que uno muere es cosa de elección. Y, la verdad, no pienso que esto debe limitarse a esas situaciones en que el sufrimiento y la muerte se hacen inminentes por una enfermedad terminal. Creo que había que extenderlo a las temporadas en  que uno está sano. ¿Por qué esperar a la decadencia? ¿Por qué no adelantarse al destino?
Teju Cole, Ciudad abierta


Leer

Leer, por lo pronto, es una actividad posterior a la de escribir: más resignada, más civil, más intelectual.
Jorge Luis Borges, Historia universal de la infamia


Mujer

El diablo posee a las mujeres que ejercen la política. Me refiero a las mujeres ambiciosas. La ambición corresponde a los hombres, en las mujeres se convierte en una caricatura.
Stefan Zweig, Clarissa



Nacionalismo, patriotismo

El nacionalismo lo corrompe todo. Es el mal que coloca una única patria por encima de todas las demás. Nos involucramos de lleno en las necedades que cometen nuestras naciones. En el patriotismo. ¿De qué nos sirve ser honrados y bienintencionados si encima de nosotros hay un puñado de personas que no quieren serlo? Ellos miran las banderas extranjeras con la hostilidad del toro que se abalanza contra la tela roja. Tenemos que romper con el patriotismo. ¡Al diablo con las naciones!

Stefan Zweig, Clarissa

Otro buen escritor húngaro




Hace ya tiempo que me intereso especialmente por los escritores de la Europa Central y Oriental. Dentro de este grupo los húngaros son quizá los que más conozco y los que más me gustan. No sé si será por su lengua o por su historia, el caso es que suelen contar cosas interesantes, muy bien narradas y con personajes bastante complejos.
Móricz, como la mayoría de los que he leído, es un escritor de la primera mitad del siglo pasado, murió en 1942. Aquí nos cuenta una historia que sucede en los primeros noventa del siglo XIX y que tiene como protagonista a un niño de once años. La anécdota no es especialmente relevante, lo verdaderamente interesante del libro es la vida en el internado en el que estudia y las diferentes familias que aparecen con las que refleja muy bien cómo era la vida y las relaciones familiares en un hogar burgués. (En algunos momentos me ha recodado algo las Confesiones de un burgués del también húngaro Sándor Márai).
Me ha costado un poco entrar en la novela por el ritmo que emplea el autor, pero una vez acostumbrado he disfrutado mucho con su lectura sobre todo con los pasajes en        que habla de las clases en el internado, de las relaciones entre profesores y alumnos, y de estos entre sí.
El conjunto de personajes que retrata el autor es bastante completo pues va desde el protagonista, Misi, que proviene de una familia  humilde de provincias y que estudia gracias a una beca, hasta varios de sus compañeros que pertenecen a la burguesía de la ciudad en la que se encuentra el internado.
También va dejando Móricz algunos retazos de crítica como se puede apreciar en los dos siguientes fragmentos sobre el sistema educativo uno, y el papel asignado a la mujer el otro:

“Las clases particulares terminaron siendo un suplicio; a Misi se le secaba la garganta de tanto preguntar. Profesor nato, prefería instintivamente formular veinte mil preguntas a dar una explicación: quería que el alumno dedujera por sí solo la lógica del lenguaje.” (p. 120-121)

“Cuanto más estudia una muchacha peor le va porque solo crecen sus expectativas y, en el fondo, no va a llegar a nada…” (p. 129) (Lo dice Viola, la hermana mayor de una amiga del protagonista).

Un libro bastante recomendable.
Hay una buena reseña de Rafael Narbona en elcultural,com.


Zsigmond Móricz, Sé bueno hasta la muerte. Traducción Judit Faller y Andrés Cienfuegos

domingo, 26 de marzo de 2017

Artículos interesantes

Sigo con el tema de la información y la APM. En este caso un artículo bastante extenso de Guillermo Martínez. (ctxt.es)

Carlos Elordi es un analista bastante competente y generalmente acertado. En este caso da un palo bastante general. (eldiario.es)

Josep Ramoneda se centra esta vez en Europa y, como es habitual en él es capa de decir mucho en poco espacio. (elpais,com)

jueves, 23 de marzo de 2017

Interesante premio Goncourt




En la entrada anterior comenté la novela de un escritor esloveno nacido en 1980. Ahora la de una autora nacida en 1981 en Marruecos que vive en Francia y escribe en francés. Ambas son dos magníficas novelas aunque tratan temas muy diferentes y están escritas también con muy diferentes estilos.
Slimani obtuvo el año pasado el prestigioso premio Goncourt por esta obra. La novela cuenta la relación de una niñera con la familia que la contrata. Está construida como un thriller, pero ya desde la primera página sabemos qué va a pasar, por lo que el resto de la novela consiste en ver el proceso que llevará a tan terrible final. En ese proceso, la niñera, Louise, tiene un papel protagonista y en varios capítulos la autora nos mostrará algunos episodios de su vida. Además, también plantea algunos problemas actuales como, por ejemplo, las relaciones de pareja, la educación o los prejuicios de clase.
Ahora bien, el gran mérito de la novela creo que está en su estilo y en la capacidad de la autora para mantener al lector en tensión y prestando la máxima atención a pesar de conocer cuál es el final y quién lo protagoniza. Como se dice en dos extractos que la editorial ha puesto en la faja que acompaña el libro:

Canción dulce atrapa al lector con una fuerza asombrosa, tanto por el dominio narrativo de Leila Slimani como por su escritura directa, fría y precisa.” S. Dupays, Le Monde.

Thriller intimista de alta tensión. Magnífico y glacial.” N. Van Egmond, La Parisien Magazine.

A mí me ha recordado en distintos momentos y por diferentes razones (atmósfera, tensión, estilo) a otros dos escritores franceses que están entre mis favoritos: Emmanuel Bove y Laurent Mauvignier.
Como en el caso del esloveno que mencionaba antes, esta es la segunda novela de Slimani por lo que hay que esperar de ambos una larga y fructífera carrera con tan buenos inicios.
Una lectura altamente recomendable.
Aprovecho para agradecer a una editorial como Cabaret Voltaire su política editorial con la publicación de libros tan interesantes como, entre otros,  los de Mohamed Chukri, el mencionado Mauvignier y, lógicamente, el que acabo de comentar.



Leila Slimani, Canción dulce. Traducción Malika Embarek López.

lunes, 20 de marzo de 2017

Novela sobre el conflicto de los Balcanes




No es esta ni mucho menos la primera vez que leo una novela que tiene el conflicto  de la exYugoslavia como tema  o al menos como fondo. A lo largo de los años he leído novelas de autores croatas, bosnios y serbios, principalmente de los dos primeros, pero esta es la primera vez que leo algo de un autor esloveno. Siempre me ha interesado ese conflicto tanto desde el punto de vista histórico como del de la visión que han tenido sus intelectuales y escritores.
Vojnovic es un joven autor, nació en 1980 en Liubliana, que publicó en 2012 esta que es su segunda novela. En ella cuenta en primera persona la historia de un joven que tiene once años en 1991 en el momento en que su padre abandona el hogar para ir a la guerra. Su madre le dirá posteriormente que ha muerto en combate y él poco a poco lo irá olvidando hasta que, dieciséis años después, se entere de que podría estar vivo y salga en su búsqueda recorriendo muchos lugares de los diferentes países en que se dividió Yugoslavia y hablando con muchas personas que conocieron a su padre o que le han prestado ayuda recientemente.
La novela va transitando así por los diferentes lugares en 2007, pero también a partir de los recuerdos de Vladan, el protagonista, asistimos a muchos momentos de los primeros años noventa.
Desfilan serbios, bosnios, eslovenos; se trata en más de una ocasión el tema de las lenguas (de hecho, la madre del protagonista es eslovena pero nunca la habló a su hijo en esa lengua); aparece la guerra en distintos momentos con limpiezas étnicas incluidas y explicada a veces como forma de saldar cuentas pendientes; pero, a pesar de tocar temas tan pasionales, Vojnovic es capaz de hacerlo con una enorme sensibilidad y alejándose de tomas de posición radicales, aunque no omite las críticas como, por ejemplo, en el siguiente fragmento que refleja la opinión del protagonista ante la recepción de bienvenida dada a un convicto de la guerra tras ocho años de cárcel:

“En aquel instante dudé por primera vez de ser capaz de entender qué había pasado  en esas tierra y por qué. Esa gente de la pantalla se alegraba sin vergüenza alguna de que un criminal de guerra convicto hubiese regresado a su aldea, a su cocina, Me resultaba imposible comprender su lógica. Lo que acababa de ver despertó en mí las ganas de descubrir lo que esa gente no decía, lo que esa gente trataba de esconder.” (p. 105)

En los dos momentos del tiempo en que se desarrolla la historia y en todos los lugares que aparecen (Pula en la costa croata, Belgrado, Liubliana, Novi Sad, pueblos y ciudades de Bosnia, etc) hay elementos suficientes para despertar el interés del lector e incluso en algunas ocasiones la emoción. Uno de los aspectos que más colaboran a lograrlo son los diferentes personajes de que se sirve el autor para contarnos la historia. Son personas de carne y hueso de las que se pueden entender sus comportamientos los compartamos o no. Uno de ellos, Danilo, familiar de Vladan afirma:

“Y dime tú, ¿cómo se puede prohibir el deseo de venganza a la gente que lo ha perdido todo? (p. 147) (Aquí el todo no se refiere a bienes materiales sino a toda la familia)

En definitiva, una magnífica novela. Muy bien construida de forma que el lector sabe siempre dónde y cuándo se desarrolla a pesar de los muchos cambios espacio-temporales que hay.  Bien escrita y narrada. Un libro que se lee con muchas ganas y con creciente interés.
Hay que agradecer también a la traductora las interesantes notas que ha preparado para esta edición.
Hay una buena reseña de Alejandro Luque en criticoestado.es.

Goran Vojnovic, Yugoslavia, mi tierra. Traducción Simona Skrabec


domingo, 19 de marzo de 2017

Artículos interesantes

Vuelvo  a la carga, como la semana pasada, con el tema del periodismo. Gracias a la APM están saliendo una serie de informaciones muy interesantes.

Gervasio Sánchez, grande entre los grandes e insobornable, escribe sobre las tarifas que cobran los periodistas que trabajan de corresponsales en el exterior. (lamarea.com)

Guillem Martínez aclara muy bien lo que son presiones, e incluso coacciones, y lo que no. (ctxt.es)

jueves, 16 de marzo de 2017

Irregular ensayo




Llevaba tiempo queriendo conocer algo de Sebald y el otro día me topé con este libro cuando acababa de terminar otro sobre cómo los alemanes habían vivido la Segunda guerra mundial en el que, como comenté en la entrada correspondiente del blog, uno de los temas que más me habían llamado la atención era el de los bombardeos de las ciudades alemanas. Este es, precisamente, el tema de este libro de Sebald o mejor dicho, el silencio de la literatura de posguerra sobre estos bombardeos y los enormes daños de todo tipo que produjeron.
El libro tiene dos partes bien diferenciadas. En la primera se recogen de forma adaptada unas conferencias que el autor dio sobre el tema en Zurich en 1997; la segunda está dedicada exclusivamente a comentar la obra de un escritor de posguerra de segunda fila.
Tengo que reconocer que si al principio me ha interesado el planteamiento del libro y lo que el autor cuenta sobre la destrucción y el papel que debió de jugar en la estrategia de los aliados, a partir del momento en que se centra en comentar la obra de los pocos autores que escribieron algo sobre el tema, el libro se me ha caído de las manos. Es difícil seguir un texto en el que se están diciendo cosas sobre libros y autores que se desconocen totalmente aunque alguna de las reflexiones sí que sean interesantes. Lo mismo me ha sucedido con la segunda parte pues desconozco al escritor en el que se centra Sebald.
No obstante, el libro merece la pena por lo que se puede entender y por cosas como las que escribe  Rafael Narbona en su reseña en elcultural.com. Así:

“La mirada de Sebald no es la de un historiador. Las deslumbrantes páginas que recrean la destrucción de Hamburgo evidencian la excelencia de un estilo, donde la sensibilidad estética nunca se aleja de la solidaridad hacia el dolor ajeno.(…)
El talento literario de Sebald se manifiesta en su evocación de ese cine que perdió una de sus paredes en medio de un bombardeo, sin que se interrumpiera la proyección o en el triste destino de los animales del Zoo de Berlín, que deambulan por las ruinas, incapaces de comprender lo que sucede. Es difícil olvidar la imagen de los hombres que husmean entre las entrañas de un elefante, cuya caja torácica recuerda la estructura de los edificios destruidos o la fascinación de los clientes anónimos de una librería de Hamburgo por las fotografías de los cadáveres que yacían en plena calle tras el bombardeo, mostrando esa curiosidad furtiva que suele suscitar la pornografía.”

Efectivamente, tiene momentos y descripciones de gran fuerza, pero como titulo la entrada, me parece irregular desde el punto de vista de un lector no demasiado informado, como es mi caso, sobre la literatura alemana de posguerra.
Seguramente habrá que insistir con algún otro libro del autor del que el mismo Narbona dijo a raíz de su muerte el 2001 en accidente de automóvil: “Se nos ha ido uno de los últimos clásicos vivos.”


W. G. Sebald, Sobre la historia natural de la destrucción. Traducción Miguel Sáenz

martes, 14 de marzo de 2017

Memorias de un revolucionario



Dos fragmentos para situar al personaje:

Dice Carlos García Velasco en el Prólogo: “Toller forma parte de esa generación centroeuropea, judía, laica y librepensadora, forjada en el cosmopolitismo y en un sentido de la universalidad superadora del provincianismo que caracteriza las conciencias nacionales.” (p. 9)

Y el propio Toller casi al final del libro hace esta declaración:

“La frase: “Estoy orgulloso de ser alemán”, o esta otra: “Estoy orgulloso de ser judío”, me suenan a la misma insensatez que si alguien dijera: “Estoy orgulloso de tener los ojos castaños””. (p. 279)

Estas memorias fueron publicadas en 1933, es decir, cuando el autor contaba apenas cuarenta aunque evidentemente de vida muy intensa. Dedica unos capítulos al principio a su infancia y juventud para pasar enseguida a su experiencia bélica como voluntario y dedicar luego el bloque fundamental del libro a su participación en la Revolución alemana de 1918-1919.
De la primera parte me ha llamado poderosamente la atención su  estancia en Francia como estudiante en la que dedicó el tiempo, según cuenta él mismo, al juego y a la búsqueda del dinero fácil. Y llama más aún la atención porque inmediatamente después se alista voluntario  en el ejército alemán. En esta parte escribe unos interesantes fragmentos sobre la guerra y sus culpables.
Así, poco a poco va tomando conciencia:

“Pronunciamos el voto solemne de que a esta Europa había que roturarla de nuevo desde sus cimientos. Declaramos que nuestros padres nos habían traicionado y que la juventud del frente, dura y falta de sentimentalismo, iniciará las labores de limpieza, pues ¿quién sino ella tenía derecho a hacerlo? Lo que se nos niega lo conseguiremos por la fuerza.
¡No tiene sentido –exclamo- el que hagáis acusaciones! ¡Actualmente solo hay un camino, hemos de convertirnos en rebeldes! (p. 120)

Fruto de ello será su participación en la Revolución que se produjo en Alemania tras la guerra. En el caso de Toller lo hará en Munich donde ocupará importantes cargos tanto civiles como militares a pesar de su edad. Este periodo forma el núcleo de las memorias y es, lógicamente, el más interesante aunque no siempre sea fácil de seguir por tratarse de acontecimientos que se suceden de forma muy acelerada y a veces  aparentemente contradictoria. El verdadero interés radica en dos aspectos: por un lado, el hecho de que lo cuenta un destacado protagonista que, por otro lado, demuestra capacidad para el análisis, ausencia de sectarismo y buen espíritu crítico como se comprueba en los dos fragmentos siguientes:

“Cada cual cree que la República Soviética ha sido creada para dar cumplimiento  a sus deseos particulares. A una mujer le gustaría casarse inmediatamente. Hasta el momento había encontrado dificultades para hacerlo, puesto que le faltaban los necesarios papeles, pero la República Soviética ha de rescatar su felicidad. Un hombre pretende que la patrona de su casa le perdone el pago del alquiler. Se ha formado un partido de ciudadanos revolucionarios que exige la detención de todos sus enemigos personales, antiguos compañeros en el juego de bolos y contertulios en el club.” (p. 171)

“La República Soviética no se sostiene. La insuficiencia de los dirigentes, la resistencia del Partido Comunista, la defección de los socialistas de derechas, la desorganización administrativa, la creciente escasez de víveres, la confusión de los soldados, todas esas circunstancias necesariamente han de provocar la caída y proporcionar fuerza e ímpetu a la contrarrevolución en vías de organizarse.” (p. 178)

Un libro recomendable por el tema y por la magnífica escritura. Toller escribió varias obras de teatro durante su estancia en la cárcel por su participación en el movimiento revolucionario; también escribió poesía y algún ensayo.
Hay una buena reseña de Carolina León en criticoestado.es.


Ernst Toller, Una juventud en Alemania. Traducción Pablo Solozábal.








lunes, 13 de marzo de 2017

Buen descubrimiento




Una vez más me encuentro ante una autor totalmente desconocido para mí a pesar de escribir sobre un género, la novela policíaca,  del que suelo leer libros de vez en cuando y que, además, por lo que he visto ahora es bastante prolífico. En la solapa del libro se menciona que es el autor de los libros que dieron lugar a dos películas que me gustaron mucho: Mystic River y Shutter Island, dirigidas nada menos que por Clint Eastwood y Martin Scorsese respectivamente. Así que debe de tratarse de un escritor que merece la pena.
Efectivamente, este libro resulta tremendamente entretenido y adictivo. De hecho lo he leído en dos sentadas porque cuenta muy bien una historia de gánsteres en la Florida de los cuarenta del siglo pasado. Tiene los suficientes elementos para hacerlo atractivo: un protagonista interesante con su historia detrás (al ser el volumen final de una trilogía apenas conocemos nada de él) y con un hijo de diez años con el que mantiene algún diálogo tan bueno como el siguiente:

    “- Papá – dijo.
-          - ¿Qué?
-          - ¿Tú eres de los malos?
-         - No, hijo. -Joe vio salpicaduras de vómito en la camisa de Tomas-. Lo que pasa es que tampoco soy especialmente bueno.” (p. 280-281);

También hay un conjunto de personajes secundarios muy bien definidos desde el rematadamente malo hasta el más ambivalente; está muy bien ambientada en la Tampa de la época; y con respecto a su escritura prefiero reproducir un texto puesto por la editorial en la solapa del libro: “Lehane escribe de un modo convincente, tenso y poderoso.” USA Today.
Con todos estos ingredientes Lehane ha logrado una magnífica novela de género con la que yo desde luego he disfrutado, aunque también tengo que decir que novelas así me gusta leer una cada cierto tiempo porque terminan cansándome.
Hay una buena reseña de JJuan Carlos Galindo en elpais.com y otra de Laura Fernández en elcultural.com.


Dennis Lehane, Un mundo desaparecido. Traducción Enrique de Hériz.

domingo, 12 de marzo de 2017

Artículos interesantes

Esta semana hago un monográfico sobre uno de los temas que más me interesa: la información. Creo que el comunicado de la APM, y sus repercusiones,  dice mucho sobre el estado actual de la información, y la política,  en España que algunos sesudos estudios. He elegido artículos críticos porque quienes los escriben se encuentran entre los periodistas de los que me fío. No pongo nada sobre respuestas como, por ejemplo, la del portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez, porque al escucharla tuve vergüenza ajena.

Carlos Elordi hace una reflexión más extensa de lo que en él es habitual para analizar lo que se afirma en el comunicado. (eldiario.es)

Pascual Serrano es alguien a quien sigo permanentemente y de los que más saben sobre este tipo de manipulaciones. Me gusta mucho la comparación que hace entre David y Goliath. (publico.es)

Olga Rodríguez es una de las periodistas más honestas y comprometidas que conozco. Aquí plantea cómo están de generalizadas las presiones a los periodista y no precisamente por Podemos. (eldiario.es)

Rubén Rufo informa en este artículo sobre lo dicho en el Congreso de Periodismo Digital sobre varios temas en el que se incluye, obviamente, el comunicado (infolibre.es)

ïñigo Sánez de Ugarte hace una interesante lista de casos de presiones sobre periodistas. (eldiario.es)

viernes, 10 de marzo de 2017

La II Guerra desde otro enfoque




Hace poco hacía una entrada en el blog sobre el libro de un historiador inglés que estudiaba la época del gobierno de los nazis hasta el único de la guerra y decía lo bien que escriben y cuentan los temas históricos los anglosajones. Ahora he tenido ocasión de volver a comprobarlo con este libro que, al menos cronológicamente, es la continuación del mencionado. En este caso el autor es un historiador australiano, de padre alemán, que trabaja como catedrático de historia en Oxford.
Stargardt no cuenta la historia de la guerra que para eso hay ya gran abundancia de textos, sino que hace algo mucho más interesante como es explorar, describir y en su caso analizar  cómo vivieron el conflicto los alemanes. Para ello utiliza principalmente dos magníficas fuentes. Por un lado, la correspondencia de un conjunto de personas que van de un profesor a un ama de casa y que abarca a nazis, cristianos y judíos. Por otro lado, ha tenido acceso a los informes del SD, el servicio de información de las SS, en los que se tomaba el pulso al estado de ánimo de la población. Además, claro, ha manejado una extensa bibliografía ya que  todo queda perfectamente contextualizado.
Del libro dice uno de los grandes especialistas en el período: “Una obra extraordinaria. Stargardt nos ofrece el análisis más agudo y matizado que se haya logrado hasta ahora de la motivación de los alemanes corrientes para luchar en la guerra más horrible de todos los tiempos” (Ian Kershaw en la faja puesta por la editorial).
Y es que, efectivamente, se trata de un libro diferente, magníficamente escrito y en el que en cada uno de sus capítulos se ofrecen informaciones, y en algún caso valoraciones, interesantes. A mí me han llamado la atención muchísimas cosas, pero si tuviera que destacar alguna serían, por ejemplo: la falta de apoyo familiar a los desertores; el extraordinario funcionamiento del correo alemán en el frente (que ha permitido conocer cartas como las que salen en el libro); las enormes destrucciones de los bombardeos de los aliados (y la rápida puesta en funcionamiento en muchos casos de los servicios esenciales tras ellos como sucedió, por ejemplo, en  Hamburgo); el impresionante número de prisioneros de guerra al terminar esta y la cantidad de muertos que se produjo entre ellos; las reacciones de las iglesias tras la guerra, y en particular la del teólogo protestante Paul Althus; etc,. En fin, la lista sería interminable porque se trata de un libro de 658 páginas de texto sin contar los apartados de notas y bibliografía.
Un libro en el que se aprenden muchas cosas y se aprecia una vez más lo absurdo de las guerras así como  lo fácil que puede resultar convencer a las poblaciones de su necesidad. Un libro enormemente recomendable.
Hay una buena reseña de Jesús Ceberio en elpais.com.



Nicholas Stargardt, La guerra alemana. Una nación en armas (1939-1945). Traducción de Ángeles Caso

miércoles, 8 de marzo de 2017

Una huida por la Francia ocupada




Extraña historia la de este libro publicado en 1945, desaparecido hasta hace poco cuando alguien lo encontró en una librería de viejo y escrito por una mujer que no volvió a escribir o al menos a publicar nada más. Más extraño aún porque se aprecia en su escritura una buena capacidad para describir personajes con pocas y precisas palabras, así como una gran agilidad narrativa que logra mantener el interés del lector.
Dicho esto, creo que tampoco es comparable a Una mujer en Berlín o a la Suite francesa como se ha dicho en alguna crítica y la editorial refleja en la solapa del libro. Le falta mucho para tener el dramatismo y la fuerza del primero, y mucho también para alcanzar la calidad literaria del segundo. No obstante, se trata de un texto interesante entre otras cosas porque relata una peripecia vital no demasiado contada como es la huida, a través de la Francia ocupada, de una mujer polaca que había estudiado en París y luego había abierto una librería de libros franceses en Berlín de donde huye en 1939 tras el inicio de la guerra.
En el libro cuenta de forma bastante detallada los diferentes momentos de esa huida prestando especial atención a los muchos casos de solidaridad de que disfrutó. Aquí está, creo, la principal virtud de este libro. Si lo habitual en este tipo de obras es dejar constancia de los malos comportamientos, aquí, aunque se deja constancia de varios, Frenkel elige principalmente hablar de las personas que la ayudaron hasta conseguir llegar a Suiza.
Como se ve, se trata de un texto bastante original cuyo único defecto es, quizá, que se hace un poco largo  y reiterativo en alguna de sus historias, pero eso no empaña que se lea con interés y nos haga ser un poco más optimistas, o menos pesimistas, sobre la humanidad a quienes, como es mi caso, hemos leído muchos libros sobre ese período histórico y las muchas desgracias que trajo. 
Hay una buena reseña de Alex Vicente en elpais.com que da alguna información suplementaria interesante.

Françoise Frenkel, Una librería en Berlín. Traducción de Adolfo García Ortega


lunes, 6 de marzo de 2017

Descubriendo a un escritor de Kenya




Mi desconocimiento de lo que no sé si muy correctamente llamaríamos literaturas subsaharianas es enciclopédico. Más allá de la obra  Chinua Achebe y algún libro suelto no conozco nada más. Obviamente, subsaharianos son Coetzee o Nadine Gordimar, pero no se incluyen  por razones evidentes. No pasa lo mismo con las literaturas del norte de África que han sido y siguen siendo traducidas de manera habitual y alguno de cuyos autores, Mafuz o Kadra por poner solo dos ejemplos, han tenido además importantes cifras de ventas.
Por el desconocimiento al que aludía antes me parece especialmente importante que haya editoriales, como en este caso Rayo Verde, que se atrevan a ponernos en contacto con autores de esas zonas que tienen mucho que aportarnos. Estas editoriales suele coincidir que son pequeñas en volumen pero grandes en ilusiones y conocimiento.
El libro de Thiong’o, autor keniata que aunque actualmente vive en Estados Unidos ha pasado gran parte de su vida en su país de nacimiento, me ha resultado por un lado enormemente interesante, pero además me ha hecho disfrutar por su escritura y el magnífico uso que hace contando la historia desde  el punto de vista de un niño. Realmente se trata de una memorias (parece ser que este es el primero de los tres volúmenes de que constan) que, en este libro, abarcan su infancia y primera juventud.
Hay informaciones tremendamente interesantes como puede ser el ver la poligamia en funcionamiento -su padre tenía cuatro mujeres-, o la explicación que da sobre los tipos de escuelas que había  (estamos hablando de los años cuarenta y cincuenta), pero sobre todo hay mucha vida en lo que cuenta y en los afanes del protagonista, el propio autor, por lograr estudiar cambiando cuando sea necesario de escuela y población así como sacando dinero de “profesiones” a veces tan variopintas como la de cazador topos.
El libro se lee con mucha facilidad y solamente cuesta un poco a veces por la dificultad de seguir unos nombres bastante difíciles. También hay otro aspecto que, aunque me ha gustado por la información que aporta y que yo desconocía, creo que rompe un poco la narración; me refiero a loa fragmentos en los que explica la situación política. En todo caso no afectan al valor del libro.
Un libro absolutamente recomendable que nos presenta a un escritor que ha sido propuesto varias veces para obtener el premio Nobel y del que espero más traducciones para seguir conociéndole y disfrutando de su obra.
Hay una interesante entrevista en africafundacion.org y una buena reseña de P. Unamuno en elmundo.es.



Ngugi wa Thiong’o, Sueños en tiempos de guerra. Memorias de infancia. Traducción de Rita da Costa.



domingo, 5 de marzo de 2017

Artículos interesantes

Merece la pena la entrevista de Guillem Martínez con Rubén Juste a raíz de la publicación del libro de este sobre el IBEX 35. (ctxt.es)

También tiene interés, sobre todo la parte referida a la prensa, la entrevista de Elise Gazengel a la asesora del candidato del Partido Socialista francés. (ctxt.es)

Las perlas informativas de Pascual Serrano del mes de febrero vienen tan cargaditas como siempre. (eldiario.es)

Totalmente de acuerdo con todo lo que dice Josep Ramoneda sobre odio y libertad de expresión. Creo que esta semana ha habido demasiadas intervenciones desafortunadas sobre el tema. (elpais.com)