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viernes, 12 de enero de 2018

Novela sobre la verdad o la justicia



Hace año y medio leía Muerte de un hombre feliz,  el primer libro traducido, publicado en Italia  en 2014, de este joven escritor italiano nacido en 1981. Me gustó mucho tanto por el tema, el terrorismo en Italia, como por su escritura y su construcción. Llega ahora este que es bastante anterior, pues se publicó en 2011, pero que también resulta interesante y atractivo por las mimas razones.
La historia parte de un suceso violento en el que se ve implicado un inmigrante tunecino. Hay una apelación sobre el juicio y llega al protagonista, Roberto Doni, fiscal general sustituto en la ciudad de Milán. Un fiscal liberal de 65 años con aspiraciones de dejar de ser simplemente sustituto. La otra protagonista es Elena, una joven periodista muy metida en los temas de inmigración que le plantea al fiscal la inocencia de Jaled, el acusado, y que le mostrará en diferentes reuniones y paseos por barrios de Milán la realidad de la inmigración.
Esta historia le da pie a Fontana para hablar de diversos temas como, por ejemplo, la corrupción policial tal y como se ve en el siguiente fragmento:

“- (…) ¿Cuándo vamos a acabar con esos chanchullos de italianos? ¿Cuándo vamos a acabar con las vías intermedias en todo, con una mano que lava la otra? ¿Cuándo nos volvimos así, Michele? ¿Para dejarnos dar por culo por los sargentos corruptos?” (p. 81) (Palabras de Doni en una conversación con otro magistrado)

O la mala situación de la justicia en su aspecto material:

“Bajó (Doni) hasta los sótanos: montones de ordenadores estropeados, fotocopiadoras de las que no sabían cómo deshacerse, pasillos sucios de cal que terminaban en portones de metal, manchas de humedad.
(…)
Un desorden acumulado bajo un desorden perenne: el Palacio (de Justicia) hormigueante y en permanente desplome, pero que nunca se hundía.” (p. 197-198)

También, como en este caso plantea Elena, la crítica al trato dado a los inmigrantes:

“¿Tiene sentido cerrar las barreras a millones de personas para estar tranquilos? Lo único que hacemos es defender nuestros privilegios y después decimos que así es la vida y la única diferencia es la de haber nacido en una parte del planeta o en otra (…)” (p. 146)

Aborda así el autor diferentes problemas de la realidad italiana. Y, por encima de todos, está la elección entre ley, verdad o justicia que es el verdadero leitmotiv del texto y que se plantea a partir de varios debates entre los protagonistas entre sí o con otros personajes como, en el caso que reproduzco a continuación, el de Doni con su maestro en la universidad:

“-No. Creo que la ley es la única aproximación a la justicia con que contamos. Reconozco la falibilidad de los legisladores; solo digo que, si nos abandonamos a la búsqueda de la justicia pura y simple, acabamos en el caos, y cualquier orden es preferible al caos.” (p. 243) (Palabras de Doni)

A pesar de lo dicho hasta aquí no se trata, ni mucho menos, de una novela de tesis, ni de un texto difícil y complejo por los asuntos que trata; bien al contrario, y este es uno de los grandes méritos de Fontana, el libro se lee con gran facilidad porque está escrito de manera muy ágil y sin demasiadas pretensiones ni literarias ni jurídicas. Es de esos libros que se lee de un tirón y se disfruta con los personajes, tanto con los protagonistas como con alguno de los secundarios.
Tengo  la impresión  de que este escritor tiene un prometedor futuro pues es capaz de conectar con el lector y ofrecer unos textos interesantes, bien construidos y bien escritos.
Recomendable la lectura de los dos títulos publicados hasta ahora.
Hay una buena reseña en adolfotorrecilla.blogspot.com.

Giorgio Fontana, Por ley superior. Traducción Carlos Manzano.

domingo, 14 de agosto de 2016

Interesante novela italiana sobre el terrorismo




“Tiene mucho del mejor Sciascia. Fontana mezcla con inteligencia y sensibilidad escénica diversos planos: el thriller judicial, el análisis de costumbres, la indagación psicológica y la polémica civil” Giovanni Pacchiano, Il Fatto Quotidiano.

Esta crítica que se recoge en la contraportada del libro expresa muy bien el contenido de esta magnífica y muy interesante novela. Yo quizá le quitaría lo del thriller porque puede dar una imagen distorsionada de los temas principales de la novela.
El protagonista es un fiscal que se dedica sobre todo a la lucha antiterrorista en la Italia de principios de los ochenta (la novela transcurre en 1981) cuando los grupos tanto de extrema derecha como de extrema izquierda tuvieron un desgraciado protagonismo. No hay una trama de investigación como tal, aunque el arranque de la novela sea un asesinato, porque Fontana no se dedica a mostrarnos la persecución de los violentos sino que se centra más en los problemas morales –el tema de la venganza a la cabeza- y vitales del fiscal. Una vida entregada al trabajo con el práctico abandono de la vida familiar (él vive en Milán y la familia en otra localidad) y, además, un padre ausente, pues murió en 1944, que intenta recuperar a través del recuerdo y la reconstrucción de su actuación como partisano en lo que constituye casi otra novela.
Está muy bien reflejado el ambiente de la época y hay una conversación entre el fiscal y un detenido sobre las causas de la violencia que es de lo mejor del libro.
“Una novela lúcida y bellísima que todavía nos faltaba y que yo estaba esperando…” dice Benedetta Tobagi en La Repubblica como también se recoge en la contraportada y que me da pie para decir que en nuestro país no recuerdo ningún libro que aborde este tema de la violencia terrorista, desde un enfoque de ficción,  a pesar de que hay materia más que sobrada.
Un libro muy interesante que se lee de un tirón y que tiene materiales diversos para pensar y debatir. Muy recomendable.
Dejo los enlaces a dos buenas reseñas:Carles Geli en elpais.com y la del blog devoradoradelibros.com


Giorgio Fontana, Muerte de un hombre feliz