miércoles, 29 de abril de 2020

Sobre los cristianos en Palestina





Tengo que comenzar diciendo que compré este libro por error. Yo creía que se trataba del autor de El meteorólogo, un libro que me gustó mucho y me pareció muy novedoso, pero este es Olivier Rolin y, por lo tanto, no tiene nada que ver con el autor de Cristianos. De este detalle no me di cuenta hasta finalizar el libro y buscar en el blog a su autor. No obstante, según leía el libro me parecía extraño y, desde luego, no era lo que me esperaba.
Este libro se puede catalogar como un libro de viajes. El autor estuvo algo más de un mes, en el invierno de 2002, en Palestina, más en concreto en Belén, Ramala, Jerusalén y un par de pueblos, uno de mayoría musulmana pero con cristianos y otro de mayoría cristiana, con la intención de ver cuál era la situación de los cristianos. Se desplazó a diferentes lugares y habló con personas que iban desde sacerdotes de las distintas confesiones cristianas  que hay en Palestina a trabajadores o comerciantes.
En general, la visión que sale de la situación de los cristianos no es muy favorable. Así, por ejemplo, un obrero que trabaja en el  mantenimiento en un hospital le dice que:

“Todo el mundo se burla de nosotros: los musulmanes y los judíos.” (p. 33)

Y un arquitecto que vive en Jerusalén:

 “Israel ha privado  a los palestinos de sus derechos políticos y de su libertad de movimientos y, ahora, el Islam priva a los cristianos de la libertad de vivir como ellos quieran.
(…) Hoy en día, si tienes cualquier problema con un musulmán y él descubre que eres cristiano, debes saber que no tienes a nadie detrás de ti y que tendrás que acabar aceptando sus condiciones.” (p. 146)

Además, él mismo tiene la experiencia de ver cómo el 31 de diciembre grupos islamistas recorren Ramala haciendo cerrar a los restaurantes porque no hay nada que celebrar. También recoge informaciones sobre la relativa frecuencia de enfrentamientos intercomunitarios entre cristianos y musulmanes.
Fruto seguramente de todo lo anterior, unido a la problemática situación económica, es el hecho de la gran emigración que se ha producido y se produce a otros países, sobre todo a los Estados Unidos. Hay pueblos de algo más de mil o mil quinientos habitantes que tienen seis o siete veces más que están expatriados.
Todo esto es lo más interesante de un libro que tiene el problema del exceso de descripciones de lugares. Rolin se desplaza y visita monasterios o sitios de interés y los describe de manera muy detallada, como también detalla la forma en que se llega a ellos a través de las diferentes carreteras mostrando así la poca articulación que hay en la red sobre todo cuando se trata de moverse para quienes no son judíos. Estas descripciones rompen la narración de lo que, al menos a mí, más interesa. Además, se echa de menos un mapa de la zona y alguna fotografía que pudiera aclarar mejor el exceso de palabras sobre todo en lo que se refiere a los desplazamientos que, para quienes no conozcan la zona, se hacen difíciles de seguir.
No obstante, el autor es un buen narrador y termina embarcando al lector en la narración sobre todo por el interés que tiene el fondo.
Recomendable especialmente para quienes no conozcan nada del tema principal.


Jean Rolin, Cristianos. Traducción Fernando González.


lunes, 27 de abril de 2020

El malo como bestia humana




En los últimos dos años he leído casi todo lo publicado en España de esta grandísima periodista argentina. En este caso aparece solo como editora, pero se aprecia su mano tanto en la elección de los temas, como da la impresión de que también de los periodistas que los tratan, porque su calidad es innegable en todos los casos.
Empezaré mi comentario aprovechando dos fragmentos del prólogo de la propia Guerriero que, no por casualidad, titula La jauría:

“Primero, la idea, el origen: un libro de perfiles que dibuje un mapa –oscuro, inverso- de América Latina. Un libro que reúna historias de mujeres y hombres –todos contemporáneos, en su mayoría vivos- que, en el arcoíris de la maldad, habiten la zona feroz de los colores plenos. Un libro que cuente la vida –y la obra- de malos químicamente puros: de malos inapelables.” (p. 9)

“El malo no como un monstruo; no como alguien para cuya concepción anómala deben conjugarse decenas de coincidencias atroces, sino como el vecino que cada domingo baja a pasear el perro y que, de lunes a viernes, aplica chorros de electricidad sobre una embarazada.
El malo como bestia. Pero como bestia humana.” (p. 16)

El primer fragmento es con el que abre el Prólogo y el segundo el que lo cierra.
El libro recoge catorce perfiles de “malos” muy variados tanto por su procedencia geográfica, así: Argentina, Venezuela, Panamá, El Salvador, Brasil, México, Perú, Colombia y Chile; como el tipo de su maldad, así: descuartizadores, violadores, caníbales, asesinos, ladrones de niños, torturadores, etc. y tanto civiles como militares o policías o paramilitares. Además, tres son mujeres. 
Se trata de un texto no siempre fácil de leer. Su dureza hace que en algunos momentos haya que respirar profundamente para coger aliento por los temas y las descripciones que se hacen: cómo se deshacen de cadáveres, perros que violan entrenados por una mujer, torturas de todo tipo tanto por represores como por pandilleros y, en general, el uso sistemático de la violencia. Sin embargo, junto a ello hay muchos momentos conmovedores sobre todo cuando se cuentan detalles de la infancia y juventud de los protagonistas que, como se puede suponer, no fueron momentos especialmente gratos ni alegres para muchos de ellos; no se pretende por eso justificar sus comportamientos, pero sí acercarse algo a una mínima explicación. Hay mucha miseria tanto material como humana en los orígenes de esa maldad, aunque no en todos los casos pues también hay algunos que proceden de la clase media y tuvieron la posibilidad de estudiar y formarse dentro de un ámbito familiar normal.
Los reportajes están escritos en 2014, el libro se publicó en Chile en 2015, pero lo que en ellos se cuenta abarca períodos mucho más largos según los casos. La inmensa mayoría estaban vivos cuando se escribieron aunque muy pronto fue asesinado uno y, por alguna búsqueda que he hecho luego en internet, hay algún otro que ha muerto con posterioridad.
Es casi imposible destacar alguno de los reportajes. Todos tiene gran interés y todos están muy bien escritos. Quizá por mi desconocimiento del tema y porque explican muchas cosas, a mí hay tres que me han llamado más la atención: el de las maras salvadoreñas, el que habla de la situación en la mayoría de las cárceles venezolanas y el dedicado a los paramilitares colombianos.
Al finalizar la lectura se da uno cuenta de que cada uno de los relatos podría muy bien dar lugar a una película e incluso a una serie de televisión. Todos tienen gran fuerza, interés humano y unos protagonistas reales que sería difícil encontrar tan bien caracterizados en una novela.
Desde luego, no solo creo que es un libro muy recomendable, sino que se trata de una lectura tremendamente adictiva y apasionante en la línea de la mejor literatura. De él dice Gabriel Ruiz Ortega en su reseña en leeporgusto.com:

“Pues bien, hace más de un mes leí un libro que bien puedo calificar de histórico y que todo amante de la buena lectura está en la obligación moral de leer. Histórico no solo para los entusiastas de la crónica y los perfiles, sino también para los acostumbrados a leer ficción, que, dicho sea, no sería pernicioso que le den tregua a ese apego, porque estos catorce perfiles que integran Los malos (UDP, 2015), es, por donde se le mire, una obra maestra. Una experiencia literaria total, a secas.”
(Los subrayados en el original).

Leila Guerriero (Ed.), Los malos.


sábado, 25 de abril de 2020

Buen descubrimiento de autor noruego




Desde hace un tiempo la literatura noruega ha aparecido en nuestras librerías más allá de la novela negra y con bastante éxito, pues además de que se están editando casi todos los libros de su premio Nobel Knut Hamsun, alguno de los cuales ya ha sido comentado en este blog, tenemos el fenómeno literario que supone la peculiar y muy extensa obra de Karl Ove Knausgard que se ha convertido en un verdadero éxito de ventas. Seguramente siguiendo esta estela se está publicando la trilogía Cerco de este doctor en Historia, dramaturgo y músico de rock al que alguno considera una especie de anti-Knausgard, lo que no puedo ni confirmar ni desmentir porque no he leído ninguno de sus libros.
Sea como fuere, Tiller es un escritor muy interesante, tanto por el fondo como por la forma que tiene de contar las historias.
David, el protagonista del libro aunque como tal no aparezca en ningún momento, ha perdido la memoria y se pide a familiares y amigos que le ayuden a recuperar lo que puedan a través de la correspondencia. En este primer volumen, son su amigo Jon, con el que mantuvo una relación homosexual de joven; su padrastro Arvid y su amiga Silje, que fue también su novia durante un tiempo, los encargados de ir escribiendo a David contándole cosas principalmente de su época juvenil.
Tiller organiza el libro de tal manera que lo hacen uno detrás de otro en las tres partes en que lo divide y, además, va alternando en cada una de las partes las cartas que envían a David con momentos en los que cuentan cosas y monologan sobre su vida actual (en 2006). Aunque dicho así parece una obra compleja y difícil de seguir, no lo es porque ajusta muy bien las informaciones y titula los capítulos para que el lector no se pierda en ningún momento.
El sentido de todo lo resume muy bien Óscar Brox en su reseña en diarios.detour.es:

“Tiller se vale de sus personajes para conformar un paisaje, el de la Noruega de principios de los 80, marcado por los problemas de identidad sexual, la convivencia monoparental, los hogares adoptivos y las crisis que en algún momento sacuden a la adolescencia. Y para ello deja que, en forma de carta o de correo electrónico, sus protagonistas aborden a tumba abierta aquellos sentimientos que en el pasado se cubrieron de titubeos, tentativas frustradas y callejones sin salida.”

Me parece un libro muy interesante y recomendable por diferentes razones. Por un lado, esa reconstrucción de aspectos de la vida del protagonista está muy bien planteada ya que, además, muestra mucho también de quien le está ayudando a la recuperación de los recuerdos. Por otra parte, Tiller describe muy bien las actitudes e intenta profundizar bastante en los motivos y en las características psicológicas de sus personajes. Es también un buen constructor de unos diálogos que resultan creíbles. Finalmente, aunque no sea una novela propiamente perspectivista sí que hay varios momentos en los que esto aparece.
Obviamente, en un libro que al final se compone de seis partes distintas -tres personajes con dos narraciones cada uno-, es lógico que unas resulten más atractivas que otras. Así, a mí me ha gustado especialmente la parte dedicada a Arvid y bastante menos la que tiene como protagonista a Silje en la que, además, introduce un cambio en la forma de contarle a David los recuerdos que me parece poco acertado.
Seguramente en mi elección de Arvid tiene que ver que termina su presencia activa en la novela con el siguiente fragmento en el que dirigiéndose a David le dice:

“Me gusta pensar que el día que beses a tu mujer y la trates bien será un eco de cuando yo besaba a mamá y la trataba bien, y me gusta pensar que el día que arropes a tus hijos y les des un delicado beso de buenas noches, será un eco de las muestras de cariño que mamá y yo te dábamos antes de mandarte a la cama. Así es como tengo la esperanza de seguir viviendo en este mundo, a través de las muestras de cariño que os di a ti y a otros; cualquier otra cosa que pueda quedar de mí me resulta indiferente.” (p.212)
(Puede que tenga mucho que ver también el tener la sensibilidad a flor de piel con este confinamiento)

Un autor al que merece la pena seguir y de hecho ya tengo el segundo libro pendiente porque fue el primero que me compré sin saber que era el segundo de una trilogía.
Además de la ya citada, hay otra buena y completa reseña de Marc Peig en unlibroaldia.com.

Carl Frode Tiller, Cerco. Traducción Cristina Gómez-Baggethun.


miércoles, 22 de abril de 2020

Recuperando la obra periodística de Roth




Hace diez años iniciaba la serie del blog que titulé “Mis autores favoritos” precisamente con Joseph Roth. De ahí la alegría que me llevé cuando vi este nuevo libro en las estanterías de la librería ya que hace varios años que no salía ninguna novedad de la ingente obra del autor.
Se trata de una colección de 64 artículos seleccionados de los años veinte principalmente aunque los seis últimos sean de los treinta e incluso hay uno con la II Guerra Mundial ya iniciada.
Están agrupados por los temas en los que se centran. Así: Alemania, Bocetos, Austria y otros lugares, URSS, Albania, Hoteles, Los placeres y las penas y Final (aquí están los de los años treinta). Como se ve por la clasificación, aunque todos están escritos desde diversos lugares a los que viajó Roth, en unos escribe sobre el país y en otros se centra más en aspectos de la vida cotidiana más “universales”.
Obviamente, en un conjunto tan extenso hay un poco de todo si bien tiene en común la buena escritura de que siempre hace gala Roth y su gran capacidad de observación. También en algunos destila la fina ironía de la que era capaz e incluso un cierto sentido del humor.
Valgan los dos fragmentos siguientes como ejemplos de su forma de escribir y de ese humor que apreciará, sobre todo quien, como es mi caso, haya tenido ocasión de viajar en trenes expreso en la España de los sesenta: 

“Durante el día ese estrecho espacio es vergonzosamente ruidoso e indigno. De noche, sin embargo, infunde algo parecido al respeto: así de sagrada luce la pobreza al dormir. Todos los rostros expresan el auténtico patetismo de la ingenuidad, todos son como puertas abiertas a través de las que pueden verse almas inmaculadas y claras. Manos confusas tratan de ahuyentar las molestas luces de las lámparas como si de moscas se tratara.” (p. 132)

“El tren expreso es un lugar sofocante, lleno de ronquidos de pasajeros cualquiera, que no parecen en absoluto aventureros ni huelen a misterio, sino a los bocadillos que llevan envueltos en papel grasiento; son pasajeros que exhiben todos los signos de su lamentable humanidad en el estrecho compartimento donde se amontonan, y si alguien se asoma en busca de lugar lo miran de tal modo que sale despavorido.” (p. 252)

Por otro lado, no puede faltar en un texto del autor alguna referencia al imperio perdido ya que siempre fue un firme partidario y siempre defendió las ventajas que había tenido en una zona tan conflictiva de Europa. Así:

“El gélido sol de los Habsburgo desaparecía, pero al menos había sido un sol.” (p. 114)

(Resulta gracioso que en España fue Berlanga quien en varias de sus películas introdujese alguna frase en boca de sus personajes en las que echaba de menos el Imperio Austro-Húngaro).
Es difícil destacar artículos en un conjunto tan extenso y variopinto, pero sí puedo decir que me han llamado la atención por diferentes motivos los siguientes: Uno de 1924 en los que hace referencia a la esvástica y al auge del nacionalismo; el magnífico y tremendamente original “boceto” que hace sobre un payaso; La California polaca que dedica al petróleo en esa región y que es uno de los más extensos con 7 páginas; todos los que escribe sobre Albania, algunos muy duros y otros, como el dedicado al ejército de ese país que luego generaliza a los ejércitos en general, muy divertidos; también son especialmente buenos los que escribe sobre los viajes en tren de los que ya he dejado muestra en los dos fragmentos que he reproducido, a lo que tengo que añadir el titulado El “Romanticismo” del viaje, título pleno de ironía y, finalmente, destacaría en el que habla de Goebbels y la prensa.
Sin embargo, me han defraudado un tanto los que están incluidos en el apartado dedicado a la URSS porque están centrados en un viaje al sur y me hubiera gustado más ver sus observaciones sobre otras partes del país.
En fin, un libro muy recomendable para un lector interesado en el buen periodismo y en los temas que he comentado que se tratan y un libro que hará las delicias de los múltiples seguidores de este gran escritor.
  
Joseph Roth, Años de hotel. Postales de la Europa de entreguerras. Traducción  Miguel Sáenz.




lunes, 20 de abril de 2020

Sobre la influencia familiar




Comenzaré el comentario diciendo que siento por la autora gran afecto seguramente debido a que la escucho bastante por la radio y, sobre todo, porque la conocí cuando hacía el papel de Manolito Gafotas en el programa que dirigía Fernando G. Delgado, un personaje con el que me pasé ratos que aún recuerdo. Luego leí los libros que, estando bien, ya no eran lo mismo porque les faltaba la vida que le imprimía Elvira Lindo.
Desde entonces he seguido su carrera como escritora más en la prensa que en los libros. Ahora recuerdo de hace tiempo El otro barrio y, muy reciente, 30 Maneras de quitarse el sombrero, libro por el que le estaré eternamente agradeció ya que me llevó a la lectura de autoras como Lucia Berlin o Vivian Gornick que aunque la conocía no me había animado a leerlas hasta que vi el retrato que hacía Lindo en ese libro.
Pero vayamos con el que hoy toca comentar. Al terminar su lectura salgo con la impresión de que Lindo ha debido de respirar profundamente al finalizarlo. No me atrevo a decir que de alguna manera se ha psicoanalizado en él porque por lo que cuenta ya lo ha hecho con una profesional, pero desde luego algo hay de eso.
El libro se divide en ocho capítulos casi todos ellos monográficos en el sentido de que tiene como protagonista principal a una persona sea su padre, su abuela, su madre, la chica de servicio, o una situación como por ejemplo el que dedica a su estancia en el colegio en Mallorca.
Estamos ante un libro de ficción, pero de lo que ahora llaman “ficción del yo”. La mayor parte de lo que cuenta tiene toda la pinta de ser real o al menos de que así le parezca a la autora.
Aunque se ha vendido de alguna manera como una historia de la problemática relación entre sus padres, a mí me parece sobre todo que lo que cuenta es la historia de su padre, personaje central, no solo por el espacio que le dedica, sino sobre todo por la importancia que por lo que se cuenta debió de tener en la vida de la autora.
Así, en la mezcla de reseña y entrevista que hace Nuria Escur en lavanguarfia.com, aparece esta frase de Lindo entrecomillada:

“Creo que cuando mi padre observara que los lectores lo están comprendiendo y que acaban amándolo a pesar de sus defectos tomaría la delantera en la promoción del libro, compraría una caja de ejemplares y los firmaría él mismo, en calidad de protagonista de la historia”.

Además de este protagonismo paterno, también tiene un gran protagonismo la madre, pero creo que a otro nivel. Me ha parecido especialmente bueno el segundo capítulo en el que hace un magnífico retrato de su abuela “mala” que resulta hasta divertido. También está muy bien el que dedica a su estancia en el colegio en Mallorca, ese Madre Alberta del que le quedan buenos recuerdos y que, para algunos que vivimos en la isla, genera un cierto rechazo.
A lo largo de todo el libro, además de lo que cuenta es interesante el estilo pues como se afirma en la contraportada: “Como si de una composición musical se tratara, cada capítulo es una demostración de gran técnica puesta al servicio del puro placer de narrar las luces y las sombras de un pasado…”. Va utilizando las diferentes personas y perspectivas según el personaje y el tema, a veces mezclándolas en el mismo capítulo.
En definitiva, un libro muy interesante que lleva al lector a interrogarse por algunos comportamientos en otros momentos de su vida, que muestra a una escritora capaz de mostrarse tal como es y sin miedo a manifestar algunas debilidades y, todo ello, escrito con la habilidad característica en la autora y una buena utilización del lenguaje. Además, un texto que emociona en muchos momentos y que, a gente de mi edad, trae recuerdos muy variados.
Desde luego es un libro muy recomendable para cualquier tipo de lector y edad.
Además de la reseña citada hay una interesante entrevista con Marta Ailouti en elcultural.com.

Elvira Lindo, A corazón abierto.

martes, 14 de abril de 2020

Un clásico ruso del siglo XX



Lo primero que llama la atención es que se trate de la primera traducción directa del ruso a partir de la edición fijada por el hijo del autor. Un libro tan conocido por sí mismo y también, por qué no decirlo, por la famosa versión cinematográfica que se hizo en los años sesenta, es muy raro que no haya tenido hasta el 2010 una traducción directa de su versión original. En todo caso, bienvenida sea sobre todo si, como es el caso, se le encarga a una de las mejores traductoras del ruso que existen en la actualidad.
Pasternak dividió la novela en dos libros y cada libro en siete partes el primero y diez el segundo. El primer libro abarca el período que va desde 1903 hasta el triunfo de la revolución más o menos. En él conocemos a los dos protagonistas por separado y diferentes momentos de sus vidas: El matrimonio de Yura, el doctor, con Tonia,  y el de Lara con Pasha de los que saldrán un hijo y una hija respectivamente. Finaliza con el larguísimo viaje en tren de la familia Zhivago huyendo de la miseria que padecen en Moscú. El segundo libro se desarrolla casi exclusivamente más allá de los Urales, en pueblos de Siberia y en el contexto de la guerra civil entre rojos y blancos. Yura será apresado y actuará como médico entre los partisanos refugiados en el bosque. Enfermo es liberado y será Lara quien lo cuide y con la que mantendrá, al fin, una relación.
Este podría ser un resumen muy sucinto de los principales momentos de la historia, pero esta es mucho más porque a lo largo de todo el libro van apareciendo como  telón de fondo o como protagonistas los sucesos políticos que convirtieron a Rusia en un país distinto. A través de ellos Pasternak va mostrando su posición y cómo esta fue variando según se iba desarrollando el proceso desde una postura más o menos favorable, hasta otra claramente crítica con el poder que se estaba consolidando.
Un buen ejemplo serían estos fragmentos:

”Por lo que he podido observar, cada instauración de este joven poder pasa por varias etapas. Al principio fue el triunfo de la razón, el espíritu crítico, la lucha contra los prejuicios.
Después llega el segundo período: Predominan las fuerzas oscuras de “los que se adhieren”, de los falsos simpatizantes. Crecen las sospechas, las delaciones, las intrigas, el odio.” (p. 550)

“Pero de las garras del antiguo régimen cayó bajo el yugo aún más opresivo del superestado revolucionario. Por eso el campo se agita y no encuentra paz en ninguna parte.” (p. 303)


Y sobre los enfrentamientos de la guerra civil:


“La barbarie de blancos y rojos rivalizaba en crueldad, incrementándose ora de una parte, ora de la otra, como reacción recíproca.” (p. 504)

Yo no hablaría de un libro estrictamente político, pero sí de un libro en el que los sucesos históricos juegan un importante papel a través de lo que dicen y viven sus dos protagonistas, pero también de la aparición de un conjunto de personajes que reflejan las diferentes formas de entender la revolución. Personajes muy relevantes en la historia aunque a veces aparezcan poco en la novela.
Tenía verdadero interés desde hace tiempo en leer este libro. Recordaba vagamente la película que me pareció en su día bastante pastelón, pero que me lo está pareciendo menos ahora que estoy volviendo a verla. A pesar de ese interés, me costó bastante entrar en la historia. Hasta pasadas más o menos las 100 primeras páginas tuve dudas sobre si continuar; por un lado me costaba seguir a los personajes (es muy de agradecer la lista de nombres recogida al final sin la cual no hubiese sido capaz de enterarme) y, por otro lado, me costaba seguir la escritura de Pasternak por sus excesivas descripciones y un lirismo de la naturaleza que no terminaba de pillar.
Sin embargo, poco a poco me fui metiendo en la historia y, sobre todo en el segundo libro, y he terminado disfrutando mucho de la lectura. Reconozco que lo que más me ha gustado es la parte más melodramática, que será seguramente la que menos me guste de la película. Creo que en ella Pasternak se deja llevar más por sus sentimientos y construye muy bien algunas escenas.
Desde luego se entiende muy bien que fuese un libro prohibido en su día en la URSS y también su éxito en occidente. No sé si es un libro para obtener el premio Nobel, a mí me gustó infinitamente más Vida y destino de Grossman, pero sí que es un buen libro de lectura para el gran público.
Una magnífica traducción, como siempre tratándose de Rebón, con las notas justas y necesarias para ayudar a un mejor comprensión del texto. Una lástima que en la de la página 644 se haya colado un “onceavo” patriarca que tanto daño hace a la vista. En este caso ha contado con la colaboración de Ferran Mateo para la traducción de los poemas.
Un libro que creo que hay que leer aunque solo sea por lo que significó a mediados del siglo pasado.
Hay una larga y muy completa reseña de ChristopherDomínguez Michael en letraslibres.com.

Borís Pasternak, Doctor Zhivago. Traducción Marta Rebón. Traducción de los poemas Marta Rebón y Ferran Mateo.

lunes, 13 de abril de 2020

ANDAMIO


Predominio total de las series y, dentro de ellas, de las producciones británicas. Hay muy buen material tanto en películas como en series que vienen muy bien para estos días que a veces se hacen un poco largos.


Películas


 La trinchera infinita. Decía en  la anterior entrega, al comentar la película de Amenábar, que quería ver las nominadas para los premios Goya ya que apenas veo cine español. Si la de Amenábar no me gustó especialmente, tengo que decir que esta sí me ha parecido una buena, e incluso muy buena, película. Cine arriesgado por el tema, los topos tras la guerra civil española, y la duración, hora y media. Para ello hay que contar con un buen guion y unos intérpretes que sean capaces de transmitir diferentes estados de ánimo y mostrar el paso del tiempo (más de treinta años). Esta película cuenta con ambas cosas además de con una magnífica dirección y por ello me parece que merece la pena verla.

Aute Retrato. Un gran documento sobre uno de los mejores compositores e intérpretes de los últimos cincuenta años. El documental se centra también bastante en su faceta de pintor y, en el fondo, de artista total, que yo conocía bastante poco y que tengo que reconocer que me interesa menos. Aute me ha hecho disfrutar muchísimo con sus canciones y por eso le estaré eternamente agradecido. Me pasa lo mismo que con Serrat o Sabina cada uno con su estilo y personalidad. No obstante, el documental me ha dejado cierto mal sabor de boca debido, seguramente, a verlos a todos tan mayores lo que significa que yo también lo estoy. Somos de la misma generación y estamos desapareciendo poco a poco.

Memories of murder. Thriller surcoreano del director de Parásitos. Es una película de 2003 y la acción se desarrolla en 1986. En una pequeña población alejada de Seúl se producen una serie de asesinatos de jóvenes que la policía investiga. Está basada en hechos reales aunque dudo que alguno de los personajes que aparecen pueda parecerse a un policía real. Muy bien realizada y con momentos realmente espléndidos de buen cine.


Series


Cobra. Miniserie británica de seis episodios de unos 45 minutos cada uno. Al principio se trata de la reacción del gobierno ante la amenaza de una tormenta solar y puede parecer algo de ciencia ficción, pero enseguida se centra en los problemas que se generan en el país y en los problemas, familiares y personales de los principales responsables. Resulta entretenida aunque está llena de tópicos y algunas situaciones son un tanto exageradas. Lo más curioso es que hay muchos momentos y problemas que se asemejan bastante a lo que está pasando con el covid-19 y la respuesta que se le está dando en diferentes países.

MotherFatherSon. Serie británica de seis episodios de una hora cada uno. Se trata de un drama familiar con trasfondo político y del mundo del periodismo. Muy entretenida e interesante  con algunos capítulos que son especialmente buenos gracias a un guion muy trabajado y a unas buenas interpretaciones. Es la primera vez que veo a Richard Gere en una serie y no lo hace mal. Deja el final abierto a una próxima temporada que podría centrarse más en los temas del periodismo y la política.

State of play. Otra miniserie británica de seis episodios esta vez de una hora cada uno. Es de 2003 y la vi hace cinco años, pero, claro, con mi memoria me ha parecido como nueva. Esto no es extraño porque hace poco me pasó con otra que había visto hacía año y medio. Esta que comento tiene un magnífico guion y unas buenas interpretaciones. Es un thriller que se desarrolla en el mundo de la política y del periodismo con lo que los ingredientes son muy interesantes. Entretenimiento del bueno.

Vota Juan. He visto dos capítulos de los ocho que tiene la serie. No he podido seguir con esa caricatura hecha sin ninguna gracia y con unas interpretaciones penosas. Los mismos gestos, las mismas expresiones, las mimas escenas, repetido todo hasta la saciedad. Penoso, y hay una segunda temporada lo que quiere decir que ha tenido éxito.

Derry girls. Segunda temporada de esta serie británica de seis episodios. En la misma línea que la primera tiene los mejores momentos cuando toca los temas religiosos y políticos. Desenfadada y entretenida.

Una confesión. Miniserie británica que consta de seis episodios de unos 45 minutos. Está basada en hechos reales (al final nos muestran fotografías de los protagonistas) y tiene la particularidad de que el tema principal es el tratamiento que se debe dar en las detenciones de sospechosos. Un buen guion que, eso sí, toma partido por una de las posibles posturas gracias al tratamiento que hace de los distintos personajes. Entretenida e interesante.

El jurado. Miniserie belga de diez capítulos de unos 45 minutos cada uno. Original planteamiento de un tema bastante visto ya en cine. Además, conocemos un sistema judicial distinto de lo que solemos ver habitualmente y que tiene particularidades curiosas en el desarrollo de los juicios. No se centra exclusivamente en el juicio sino que ofrece la visión de la personalidad y problemas de algunos de los jurados. Tiene un buen guion y ambientación. Muy entretenida e interesante. Una demostración de que se puede hacer buen cine, buenas series, desde cinematografías no muy conocidas. De hecho esta la segunda buena serie que vemos de la televisión belga de Flandes.

Unorthodox. Miniserie de producción alemana de cuatro capítulos de casi una hora de duración. Basada en el libro de Deborah Feldman, retrata la comunidad hasídica de Williamsburg en Brooklin. La joven, de 19 años, huye de la comunidad y se dirige a Berlín donde está su madre que también se fue en su día expulsada por la comunidad. La mayor parte de la historia se desarrolla en la comunidad mostrando cómo funciona y la enorme ritualización y control de la vida en ella. Es muy interesante. Basta que diga que he visto la mayor parte en versión original en yiddish ya que solo está doblada, en la copia que yo he visto, los momentos en los que hablan en inglés. Desde luego es un magnífico ejemplo del daño que hacen las religiones, sobre todo algunas, a los seres humanos.

Sobre la oligarquía en España




Vaya por delante mi respeto hacia el autor por el valiente trabajo que está haciendo desvelando las intrigas y los entresijos de la extrema derecha tanto española como europea. No debe de resultar fácil ni especialmente gratificante por lo peligroso, de hecho veo en twitter muchas manifestaciones de odio hacia él cada vez que aparece en algún medio.
En este libro se ha dedicado a recopilar información sobre el origen de muchas de las grandes empresas españolas y, sobre todo, del comportamiento que tuvieron en la época del dictador aprovechándose de su cercanía al poder e incluso del apoyo que prestaron durante la guerra civil al bando rebelde. Además, sigue en muchos casos su desarrollo ya en la democracia contando cómo han ido pasando a sus descendientes.
El libro está dividido en 13 capítulos que se centran en diferentes empresas o sectores. Así, tenemos capítulos dedicados a Gas Natural, Iberdrola, Acciona, OHL y ACS, etc., y otros a la banca o las petroleras.
Previamente dedica dos, que para mí han sido los más interesantes, a la desfranquización ausente o a la desnazificación en Alemania.
Maestre usa abundante documentación de lo que deja una buena muestra en los anexos que incorpora al final del libro y también bastante bibliografía entre la que me ha sorprendido no ver los trabajos muy relacionados con el planteamiento del libro que llevaron a cabo en su día, y que se publicaron, de gente como Juan Muñoz, Santiago Roldán y José Luis García Delgado, tanto a nivel individual como los que hicieron agrupados bajo el seudónimo de Arturo López Muñoz. Creo que es de lo mejor que se ha escrito sobre la oligarquía española.
Para mi gusto el libro de Maestre adolece por un lado de un exceso de información sobre los matrimonios de los vástagos de esa oligarquía de la que, obviamente, pasan a formar parte y, por otro lado, de la carencia de alguna información más precisa sobre los privilegios de los que se aprovecharon. En el tema de esos matrimonios el libro a veces parece la revista Hola y, desde luego, recuerda la política matrimonial de las familias reales.
Hay que tener en cuenta que toda oligarquía que se precie tiene concomitancias con el poder político. Evidentemente en el franquismo era más fácil porque, además, también era más opaco, pero ahora mismo también se está produciendo. Y no me refiero a los casos de corrupción propiamente dicha, ni siquiera al tráfico de influencias sino a la información privilegiada con la que es suficiente en muchos casos.
El libro de Maestre deja al descubierto las miserias de muchos de los miembros de esa oligarquía y, algo muy interesante, los orígenes dudosos de más de una empresa relacionada con los nazis que se refugiaron en España tras la derrota alemana en la guerra.
Maestre escribe con soltura y hace relativamente ágil la lectura de un tema bastante espeso en sí mismo. Utiliza la ironía y la mala leche en muchos momentos, algo de agradecer cuando se habla de un mundo tan alejado en sus formas de vida y relación del común de los mortales.
Un buen libro porque además trata un tema bastante abandonado últimamente.
Hay una interesante entrevista de Alfredo Pascual con el autor en elconfidencial.com.

Nota personal. Me ha encantado ver la referencia que hace Maestre en la página 158 a la presencia dentro de la delegación falangista que fue al congreso nazi de junio de 1937 de Carmen de Icaza. También la foto reproducida en la página 255 en la que esta aparece. La participación en esa delegación yo la conocía por mi madre que fue secretaria de la escritora tanto en su época de Auxilio Social como, posteriormente, cuando se dedicó a la escritura. De hecho me queda la duda de si también la acompañaba en ese viaje porque alguna vez se refirió a una estancia en Berlín que nunca me creí porque era en una época en que la cabeza no la tenía ya al cien por cien.

Antonio Maestre, Franquismo S.A.


miércoles, 8 de abril de 2020

Citas últimas lecturas



Lectura, libros


“Como tantísimos lectores, como casi todos diría yo, excepto las jovencísimas generaciones, soy adicto al libro como objeto, a la composición bien hecha, al papel, a todos los tópicos reales que se han dicho. Soy un adicto al libro tradicional.
Jorge Herralde, Un día en la vida de un editor y otras informaciones fundamentales


“A mí me gusta oler los libros, tenerlos en casa. Es como si tuvieras tu vida, tu memoria reunida. No sé tener esos sentimientos en una aparato electrónico.” (Ramón Lobo en una entrevista con Herralde)
Jorge Herralde, Un día en la vida de un editor y otras informaciones fundamentales


Con la lectura aprendemos a descifrar el mundo y también a nosotros mismos, ya que, como escribió Emilio Lledó, los libros nos leen. Diría que la lectura ha sido mi única patria, mi única nación, por utilizar palabras tan manoseadas. Podría aventurar, abusando quizá de la metáfora, que la lectura es como una nación de naciones: la nación de los libros, la nación de las librerías y la nación de la prensa, obligadas a negociar entre sí con las lógicas tensiones, pero de forma endiabladamente armónica (aunque sabemos  que Disneylandia solo existe en Hollywood).
Jorge Herralde, Un día en la vida de un editor y otras informaciones fundamentales


Vejez


(…) uno de los síntomas más notables del inicio de la vejez es que las cenas concluyan con creciente frecuencia a las doce o a la una de la noche.
(Antes ha hecho referencia a cómo antes terminaban al amanecer.)
Esther Tusquets, Confesiones de una editora poca mentirosa



Ira


A veces cuando alguien experimenta la ira, todo parece evidente y sencillo. La ira implanta orden, nos muestra el mundo de una forma claramente resumida; con la ira recuperamos también el don de la clarividencia, tan difícil de alcanzar en otros estados.
Olga Tokarczuk, Sobre los huesos de los muertos



Información


Los periódicos buscan que entremos en un permanente estado de desasosiego para dirigir nuestras emociones lejos de aquello hacia lo que realmente deberían encaminarse.
Olga Tokarczuk, Sobre los huesos de los muertos

martes, 7 de abril de 2020

Análisis de Sendero Luminoso



Leí este libro cuando se publicó por primera vez en 2007. Lógicamente no está comentado en el blog porque lo comencé en 2009, pero sí hay una referencia a lo bueno que me pareció en el comentario a otro libro del mismo autor. Lo compré el otro día –ha sido reeditado en 2017-, porque con el confinamiento, como no se puede acudir a las librerías, apetece mirar en las virtuales y poder hacerse con algunos ejemplares. El libro me sonaba, pero tampoco estaba seguro de haberlo leído y tanto el tema como el autor me interesan mucho.
Vaya por delante que me parece un libro realmente magnífico. Roncagliolo es un gran escritor y aquí demuestra que también es un buen periodista, tanto por la gente a la que logra entrevistar, como por la capacidad de resistirse al discurso fácil antiterrorista sin más matices.
El texto está dividido en tres partes. En la primera, La escuela del terror, cuenta los orígenes del Abimael Guzmán y del grupo que dirigió. En la segunda, La guerra, como indica el título se centra en las principales acciones de Sendero Luminoso y también en las reacciones que suscitó. En la tercera, La cárcel, es en la que más analiza el fenómeno que supuso ese grupo terrorista.
El libro tiene dos aspectos que destacan. Por un lado, a pesar de las dificultades para obtener información sobre un dirigente y un grupo tan hermético, a partir de una serie de entrevistas tanto con el abogado de Guzmán como con dos de las mujeres de su entorno, logra informaciones interesantes. En el mismo sentido son muy clarificadoras las entrevistas que realiza a quien estaba al mando del GEIN (Grupo Especial de Inteligencia), que es quien cambia el método de persecución de Sendero Luminoso, y al capitán de la DINOES (Dirección Nacional de Operativos Especiales), que fue el grupo encargado del aniquilamiento final. También habla con gente “normal” sobre las actitudes que tuvieron con la población los miembros de Sendero Luminoso Y aquí deja una buena reflexión:

“A veces tengo la impresión de ser un turista en el infierno. Sus ocupantes me hablan, pero saben que me voy a ir, que este infierno no es mío, que los dejaré a ellos ahí y haré mi nota de prensa al respecto.” (p. 162)

El otro aspecto destacable es la calidad del libro. Roncagliolo me parece una magnífico escritor –de hecho he leído casi todo lo que ha publicado-, y aquí lo demuestra sobradamente. El libro está escrito con una gran agilidad a pesar de que el tema se podría haber hecho un tanto farragoso si se hubiera dedicado a analizar la ideología de Guzmán, para lo que sí tenía mucha información, sin embargo, se centra en lo fundamental, da de forma muy clara las informaciones precisas para entender lo que se puede llegar a entender de comportamientos tan extremos, y evita siempre entrar en lo más morboso, que lo hay.
En otro orden de cosas, no teme aludir al tipo de represión tan brutal e indiferenciada que se hizo por parte del ejército y la policía. Un ejemplo de esto puede ser el siguiente fragmento:

“La Comisión de la Verdad sostiene que la cifra de muertos y desaparecidos en conflicto supera los 69.000, y que casi  la mitad de ellos fue víctima de las fuerzas armadas. Pero si algo tienen en común las víctimas, no es que fueran senderistas o militares, sino que eran pobres.” (p. 167)

Quizá esa pobreza pueda explicar cómo los soldados, de tan humilde extracción como los campesinos que mataban, pudieran cumplir las órdenes que les llegaban de quienes no eran precisamente pobres. Roncagliolo cuenta algunas actuaciones que ponen los pelos de punta porque las hacen quienes se supone que tienen que mantener el orden cumpliendo la legalidad.
Muy interesante me ha parecido la referencia al papel que jugó el famoso  Vladimiro Montesinos en los Acuerdos de Paz.
Un libro muy recomendable para quienes estén interesados en fenómenos como el de Sendero Luminoso y, más en general, para quienes quieran disfrutar leyendo un libro muy bien escrito.
También es muy recomendable ver alguno de los documentales que se han hecho sobre el tema, especialmente alguno que muestra la actividad de los senderistas en la cárcel ya que resulta cuanto menos sorprendente.

Santiago Roncagliolo, La cuarta espada. La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso.





viernes, 3 de abril de 2020

Otro libro interesante de Ginzburg




Otra buena colección de textos de esta magnífica y siempre sugerente escritora italiana. En este caso son once escritos de dos épocas bastante diferentes en el tiempo y el espacio. La mayoría son de la inmediata posguerra y de los inicios de los años cincuenta y están escritos en diferentes lugares de Italia, y junto a ellos hay tres escritos en Londres en 1960 y 1961 que, para mí, son además de los mejores del libro.
En estos textos hay, como sucede a menudo con Ginzburg, bastantes elementos autobiográficos, muchas interesantes descripciones y, desde luego, reflexiones muy jugosas.
En el primer escrito, Invierno en los Abruzos, narra su destierro en un pueblo de esa zona montañosa. Aunque está escrito con apenas 28 años aparecen ya dos características de su obra: la capacidad evocadora y de síntesis.
En Amigo hace un magnífico retrato parece ser que de Cesare Pavese.
Muy curiosos son los tres textos que dedica a su estancia en Inglaterra con jugosas y a veces muy críticas descripciones. Así, por ejemplo, su visión de la, para ella, superficialidad inglesa:

“De hecho no hay nada más triste en el mundo que una conversación inglesa, siempre pendiente de no rozar nada esencial, de quedarse en la superficie. Para no ofender al prójimo, penetrando en su intimidad, la conversación inglesa zumba en torno a temas sumamente aburridos para todos, con tal de que no revistan peligro.” (p. 43)

O el gran sentido del humor con el que trata la comida que se hace en ese país.
También reflexiona sobre la escritura en Mi oficio, donde dice cosas como:

“Porque la belleza poética es un conjunto de crueldad, de soberbia, de ironía, de ternura carnal, de fantasía y de memoria, de claridad y de oscuridad, y si no conseguimos obtener todo esto junto, nuestro resultado es pobre, precario y escasamente vital.
(…)
Porque este oficio no es nunca un consuelo o una distracción, No es una compañía. Este oficio es un amo, un amo capaz de azotarnos hasta hacernos sangrar, un amo que grita y condena,” (p. 101)

No obstante, si tuviera que quedarme con uno, lo haría con el que da título al libro que empieza con un fragmento tan hermoso y aleccionador como el que reproduzco:

“Por lo que respecta a la educación de los hijos, creo que no hay que enseñarles las pequeñas virtudes, sino las grandes. No el ahorro, sino la generosidad y la indiferencia hacia el dinero; no la prudencia, sino el coraje y el desprecio por el peligro; no la astucia, sino la franqueza y el amor por la verdad; no la diplomacia, sino el amor al prójimo y la abnegación; no el deseo de éxito, sino el deseo de ser y de saber.” (p. 145)

Y todo el resto de este texto que cierra el libro está dedicado a la educación de los hijos. Como yo estoy en la fase de tener que educar a un hijo de 10 años, me ha resultado tremendamente sugerente y aunque me ha reafirmado en algunas de las cosas que hago, también me ha hecho dudar y criticar otras.
Así pues, estamos ante otro libro de Ginzburg muy recomendable porque, además, es una escritora a la que da gusto leer por la forma que tiene de contar las cosas.

Natalia Ginzburg, Las pequeñas virtudes. Traducción Celia Filipetto.