jueves, 27 de enero de 2022

La actualización del nacionalismo español



Conocí este libro a través de un breve fragmento de una entrevista en la radio con el autor. Me pareció muy interesante su planteamiento y, una vez leído, me atrevería a afirmar que es uno de esos libros de lectura casi obligatoria, una descripción muy exhaustiva del fenómeno que se anuncia en el título junto con muchos elementos de análisis de lo que significa hoy el nacionalismo y, sobre todo, de su utilización política.

La lástima es que está publicado por una editorial de Gijón que tiene el mérito de ponerlo a nuestro alcance pero que, al mismo tiempo, no tiene una gran distribución. De hecho a mí me costó bastante conseguirlo.

Batalla es licenciado en Historia “pero ha venido desempeñándose como periodista y corrector de estilo” tal y como se dice en la solapa del libro. Lo comento porque ambos aspectos de su formación y trabajo se notan en el texto. Por un lado, profundiza mucho, a veces incluso demasiado, en algunos temas históricos contraponiendo hechos a algunas afirmaciones de “aficionados” que pontifican sobre ellos y, por otro lado, escribe de forma clara, con un buen uso del lenguaje y con la fluidez suficiente para hacer que el libro se lea con gusto.

Creo que en estos dos fragmentos del Exordio inicial están las claves del porqué del libro:

 

“Las naciones existen ciertamente y con vigor, como bien saben en Belfast o Sarajevo, pero solo en la medida en que nos las han contado y nos las hemos creído”.(p. 23)

“En fechas más recientes, en la historiografía sobre nacionalismo, de la nación ya interesa menos el qué (y/o cuándo) es una nación que el cómo es vivida, el discurso de  nación de las élites políticas y culturales cede paso al de la experiencia de la gente corriente…”. (p. 24)

 

De ahí se deduce que lo importante es por una parte el relato (dichoso término tan de moda en todo) que se hace y, por otra, llegar a la experiencia, es decir, al sentimiento de la gente.

A partir de estas ideas Batalla dedica las más de 400 páginas del libro a describir, con ejemplos de todo tipo, y analizar cómo se está fomentando modernamente el nacionalismo español desde un variado y amplio conjunto de instituciones, medios de comunicación, editoriales, partidos políticos, intelectuales, etc. También menciona como desencadenantes dos momentos clave para que ese fomento se acentúe y generalice que son: el triunfo en el mundial de fútbol de Sudáfrica de 2010  y luego en dos Eurocopas, y el proceso soberanista catalán.

El autor ha dividido el libro  en siete grandes apartados que centra principal aunque no exclusivamente en un tipo de temas. Así: el fútbol y la prensa deportiva; la pintura histórica con la figura de Ferrer Dalmau a la cabeza; la aportación de algunos intelectuales con Gustavo Bueno como principal protagonista; la eclosión y el éxito de ventas de los libros sobre el Imperio para “combatir” la Leyenda Negra, aquí lógicamente aparece la figura de Elvira Roca; el gran desarrollo y también éxito de ventas de la novela histórica con multitud de nombres más o menos conocidos; las series de televisión y la gastronomía; y, finalmente, las banderas aquí con unas espléndidas páginas dedicadas al rojipardismo.

Como se puede apreciar, es un abanico que abarca prácticamente todos los aspectos en los que se puede desarrollar y transmitir la idea, y sobre todo el sentimiento, nacionalista español.

Además, Batalla aun centrado en este nacionalismo en varias ocasiones aprovecha y habla también de otros y de otros momentos de la historia para contextualizar mejor lo que está contando.

De un libro así todo se aprovecha incluso aquello que se conoce algo mejor. En mi caso tengo que decir que me ha sorprendido la cantidad de libros dedicados a la novela histórica que se publican. Como asiduo visitante de librerías, seguramente por el tipo de las que visito, desconocía que pudiera haber tal cantidad. Desde otro punto de vista me ha encantado el palo que da a la generación de la Transición (a pesar de que formo parte de ella o, quizá, precisamente por eso) y el magnífico cierre del libro con el epígrafe dedicado a “La izquierda Viriato”.

Un libro en el que critica a Pérez Reverte, se habla del gol de Iniesta, se ejemplifica con anuncios como el de los Conguitos o uno de Campofrío o en el que se defiende la paella de chorizo tiene que ser siempre un libro que despierte el interés.

Además, el autor demuestra con creces que conoce los temas que trata, que los ha estudiado y trabajado y, como ya he comentado, que sabe contarlos muy bien.

Quisiera cerrar este comentario con una cita de uno de los historiadores que más me han enseñado desde hace muchísimos años, Eric Hobsbawm, cita que comparto plenamente:

 

“Lo que hace el deporte –escribía- “un medio tan singularmente eficaz para inculcar sentimientos nacionales, en todo caso para los varones, es la facilidad con que hasta los individuos menos políticos o públicos pueden identificarse con la nación tal como la simbolizan personas jóvenes que hacen de modo estupendo lo que prácticamente todo hombre quiere o ha querido hacer bien alguna vez en su vida”. (p. 44)

 

Hay una completísima y muy larga entrevista de Víctor Muiña Fano con el autor en lasoga.org en la que se tratan muchos de los temas del libro con bastante profundidad.

 

Pablo Batalla Cueto, Los nuevos odres del nacionalismo español

martes, 25 de enero de 2022

Muy buen inicio



El año pasado fue un año  en el que descubrí a varias magníficas escritoras algunas, como por ejemplo Andrea Abreu, muy jóvenes. Este año parece que comienza de la misma manera incluso extremando la juventud ya que Duval tiene apenas 21 años y este es, además, su ¡cuarto! libro publicado aunque, eso sí, su primera novela.

El libro, dividido en cinco capítulos que llevan como título cinco de los pecados capitales, tiene dos componentes fundamentales. Por un lado, la descripción y en parte el análisis de dos “okupaciones”, una en el antiguo cine Odeón por unos grupos de extrema izquierda, y la otra en los locales del extinto NO-DO por grupos de extrema derecha. Los primeros con el objetivo principal de organizar actividades culturales para la comunidad de la zona, y los segundos para organizar el reparto de alimentos y ropa a los necesitados del barrio siempre que sean españoles. El segundo componente clave de la novela es la relación entre Ramiro y Santiago, que están entre los que lideran cada uno de los grupos. La mayor extensión en espacio de la novela se la lleva el tema de los grupos, pero la mayor intensidad la alcanza cuando se centra en esa relación homosexual entre dos personas de ideologías tan opuestas.

Hay que reconocer que Duval ha conseguido algo bastante difícil como es evitar caer en el fácil maniqueísmo de presentar a los “buenos” contra los “malos” y, aunque es cierto que entre los ocupantes del local del NO-DO sí hay los típicos personajes de esa extrema derecha violenta y totalitaria, también hay otros que están preocupados por la situación de la gente, si bien todos coinciden en el rechazo de la inmigración.

También es interesante cómo ha planteado los orígenes familiares de los dos protagonistas. Ramiro, hijo de un funcionario de la Agencia Tributaria y de una profesora, mientras que Santiago, el de extrema derecha,  lo es de un basurero y de una madre ausente.

Más allá de estos contenidos y de que se trata de una obra en la que además de pasar cosas hay mucho análisis y crítica detrás, la novela está muy bien escrita y con una gran fluidez. Hay momentos especialmente logrados como la narración de las manifestaciones convocadas por ambos grupos que terminan chocando o la relación entre los dos protagonistas.

Duval tiene un excelente dominio del lenguaje y un gran conocimiento de los típicos temas de discusión dentro de la izquierda (no en vano es licenciada en Filosofía). Ahora bien, ambas virtudes se pueden convertir en pequeños defectos en algunos momentos en los que el lenguaje es demasiado barroco o el debate ideológico prima sobre la historia concreta.

Desde luego es un gran inicio y no creo que tarde mucho tiempo en ofrecernos otra buena obra narrativa.

Por cierto, la novela se enmarca dentro de una serie, Episodios Nacionales, que está publicando la editorial Lengua de Trapo de la que habrá que leer algún texto más porque tiene muy buena pinta.

Hay una entrevista muy interesante de Daniel Arjona a la autora en elconfidencial.com en la que se plantean con mucho detenimiento los problemas ideológicos que aparecen en la novela. Es muy recomendable.

 

Elizabeth Duval, Madrid será la tumba.

 

 

jueves, 20 de enero de 2022

Un merecido homenaje


Hay que reconocer a los autores (por cierto que ella es nieta de Fernán Gómez) así como a la editorial la magnífica idea de un libro como este sobre uno de los personajes importantes del mundo cultural de la segunda mitad del siglo pasado.

Para dar una visión lo más completa posible de su vida y su obra, tal y como reza el subtítulo, han seleccionado un conjunto de textos de Fernán Gómez de muy variada procedencia y los han ido intercalando con un criterio muy interesante y acertado.

Bajo el epígrafe “Vida de Fernando” hacen un recorrido sobre los principales momentos de su vida. Es la parte más memorialística del libro. Junto a estos textos introducen otros sacados de su obra de ficción o ensayística que hacen referencia a alguno de los aspectos que han sido mencionados en la parte autobiográfica. Además, se suele ilustrar todo ello con fotografías del autor en las diferentes épocas, fotografías que pueden ser tanto de carácter personal como, a partir de un determinado momento, de su actividad profesional e incluso con fotogramas de alguna de sus películas. También, para tener una visión lo más completa posible, se incluyen de vez en cuando breves fragmentos de entrevistas que le han realizado en radio, televisión, revistas o en libros dedicados a él por completo, entrevistas en las que se ha buscado destacar su faceta más humana y sus opiniones sobre algunos temas.

De esta forma, a través de las 543 páginas del libro se llega a conocer bastante bien a la persona y también al personaje.

Evidentemente, para leer un libro así yo diría que es bastante conveniente conocer al menos una parte de la obra, cosa no muy difícil ya que estamos ante alguien que empezó como actor, pero que pronto pudo dirigir películas, escribir obras de teatro que se representaron algunas con tanto éxito como, por ejemplo, Las bicicletas son para el verano, y, además, sobre todo en los ochenta y noventa, libros de ficción, memorias y algún ensayo.

Yo tengo que reconocer que es alguien que me caía muy bien, incluso por alguno de sus exabruptos, y del que he visto bastantes películas, obras de teatro y leído alguno de sus libros. Además, he compartido barrio, Chamberí, al que por cierto se dedican una líneas en el libro que no conocía y me parece que dan en el clavo de cómo era el barrio hace muchísimos años, y también el sistema educativo puesto que estudió en los maristas aunque no en el mismo colegio que yo.

En un libro de estas características es difícil destacar algo, pero de entre los innumerables textos que se reproducen hay dos que me han parecido especialmente interesantes: los que dedica a los autógrafos y a las entregas de premios. Al mismo tiempo, sí echo en falta algo más sobre su proclamado anarquismo ya que, tal y como aparece reflejado en el libro, se destaca casi exclusivamente su aspecto más individualista.

Para terminar el comentario reproduzco dos fragmentos que me parecen muy representativos de su forma de entender la vida: 

“Nosotros los cómicos, los actores, los infames, etc., hemos llevado una vida mucho más libre, mucho más gozosa, mucho más feliz que la mayoría de los mortales. Con nuestros deseos, nuestras pasiones, con nuestras manías, con nuestros celos, con nuestros cotilleos, hemos saltado a la torera desde los siglos de los siglos las barreras de terror impuestas por ese “no se sabe quién”. De verdad, sin jactancia: lo hemos pasado bastante mejor que los demás”. (p. 153)

“Pienso que los actores, lo mismo los de cine que los de teatro, han estado siempre un poco marginados de la sociedad. Pero a mí esa sociedad me parece mal, y por tanto el hecho de la marginación de esa sociedad me parece bien”. (p. 393)

(Entrevista en RNE en 1976 con José María Íñigo)

 

Creo que, con la advertencia que hacía antes, es un libro muy recomendable. Yo he disfrutado mucho con su lectura, sobre todo con lo que aparece bajo el epígrafe de “Vida de Fernando” porque, además, en muchos momentos según lo leía me parecía escuchar al propio Fernán Gómez con esa peculiar voz y forma de hablar.

Hay que destacar también la magnífica edición y todo el material gráfico que se ha incorporado.

 

Helena de Llanos y Jorge de Cascante (edición y textos), El libro de Fernando Fernán Gómez. Antología polifacética de obra y vida.

 

martes, 18 de enero de 2022

Completando la lectura de la obra del autor

 

Creo que con la lectura de este libro casi completo la totalidad de la obra del autor publicada en España. Esto ya quiere decir algo de lo mucho que me gusta tanto por los temas que elige como por la forma de tratarlos. Solo hay un libro que me decepcionó y que, de hecho, no pude terminar a pesar de que cuenta con magníficas críticas.

Esta “historia secreta” es en el fondo una magnífica historia de aventuras. El protagonista, José Altamirano, la narra en primera persona y tiene la forma de unas memorias o confesiones en las que pone al lector como jurado y que dirige en muchos momentos a Eloísa.

El texto está dividido en tres grandes apartados y cada uno de ellos en otras tres partes. En el primero se centra bastante en la figura de su padre, Miguel, progresista, anticlerical, masón, excomulgado, etc. También hay muchos detalles de la política colombiana con sus correspondientes golpes de estado. El segundo, que transcurre en los años ochenta del siglo XIX,  está dedicado fundamentalmente al tema del canal de Panamá y los conflictos económicos y políticos que suscitó. Finalmente, en el tercero vemos como esos conflictos llevarán a la creación de un estado independiente tras una guerra civil.

En este brevísimo resumen me he centrado mucho en los aspectos más políticos porque Vásquez también les dedica bastante espacio, pero no quisiera olvidarme de la aparición en varios momentos nada menos que de Josep Conrad al que José le encarga la redacción de su historia. Creo que aquí el autor quiere dar un homenaje al escritor polaco-británico porque es un tanto marginal a la historia que cuenta, una historia en la que tiene un papel predominante la complicada y violenta política colombiana, los problemas que hubo para construir un canal que tan importante ha sido posteriormente y en la que no falta alguna alusión al periodismo mentiroso a través de Miguel que se dedicará a escribir en un Bulletin en el que se reciben sobornos para publicar algunas informaciones.

Además del interés que pueda despertar lo narrado, un aspecto fundamental en los libros de este escritor es su magnífica escritura, un lenguaje muy cuidado y una gran claridad y agilidad narrativa.

Para terminar, reproduzco un fragmento en el que se ve cómo se dirige a los lectores y en el que da una visión bastante negativa del país:

 

“Lectores del Jurado: ignoro quién habrá sido el primero en comparar la historia con un teatro (no me corresponde a mí esa distinción), pero una cosa es segura: ese espíritu lúcido no conocía el espíritu tragicómico de nuestra rama colombiana, creación de dramaturgos mediocres, fabricación de escenógrafos chapuceros, producción de empresarios inescrupulosos. Colombia es una obra en cinco actos que alguien trató de escribir en versos clásicos pero que resultó compuesta en prosa grosera, representada por actores de ademanes exagerados y pésima dicción…” (p. 37)

 

En definitiva, otro buen libro de un gran escritor.

Hay una buena reseña de Santien unlibroaldia.blogspot.com.

 

Juan Gabriel Vásquez, Historia secreta de Costaguana.

 

viernes, 14 de enero de 2022

La xenofobia como obsesión

Tras leer hace muy poco Eva y las fieras, la última novela de este escritor colombiano hasta ese momento desconocido para mí, me puse a buscar su obra anterior y encontré dos, uno que gano el Premio Herralde de Novela en 2010 y esta que ahora comento.

Es absolutamente diferente a la ya leída. Si aquella se basaba en hechos reales, en esta aunque sí aparecen unos hechos que tuvieron lugar en París, la historia no tiene nada de real en los hechos si bien sí refleja una forma de pensar de mucha gente. Además, si en la anterior aparecían bastantes personajes y alternaba espacios y momentos temporales, en esta hay un protagonismo casi exclusivo de un personaje tremendamente obsesivo y xenófobo, tanto que controla el tiempo permanentemente y lo mismo hace con sus vecinos, sobre todo con una familia de paraguayos.

La mayor parte de la novela describe las obsesiones y las fobias contra árabes, negros, sudamericanos, etc. A partir de un momento determinado se centra en la relación que establece con Irina, la hija de la familia de paraguayos, con la que se había ido obsesionando. Este cambio de perspectiva lleva aparejado también un cierto cambio en los temas de la narración que pasan a centrarse en la pareja y, sobre todo, en su relación física.

Todo esto está narrado por el protagonista que se lo cuenta a Eva, su hermana muerta. Un protagonista que, además,  está preparando alguna acción en línea con sus obsesiones.

A pesar de ser una novela relativamente corta, tiene 190 páginas, creo que la podría haber acortado un poco porque hay una cierta reiteración tanto en sus obsesiones como en algunos momentos de la relación con Irina. (Curiosamente en mi comentario a su otra novela decía que la podía haber alargado un poco más).

En todo caso es una historia inquietante, bastante absorbente y aleccionadora (nadie está libre de alguna tendencia xenófoba).

Hay una buena reseña de RicardoBaixeras en elperiodico.com

 

Antonio Ungar, Mírame.

 

 

martes, 11 de enero de 2022

Una realidad poco conocida


En mi caso lo habitual es que si leo un libro del que luego hacen la película vaya a verla. Esta es una de las pocas veces que recuerde en las que ha sucedido al revés. Me gustó mucho la película y cuando la vi reconozco que desconocía la existencia del libro de Bruder. Soy bastante seguidor de la editorial que lo ha publicado -en este blog hay una buena muestra de sus libros-, sin embargo se me había pasado este. Fue un buen amigo el que me recomendó su lectura aunque hubiese visto la película. Tenía mucha razón porque en el libro hay un mayor análisis y crítica de lo que está sucediendo en ese país.

La autora estuvo tres años y recorrió 24.000 kilómetros acompañando a gente que vive practicando el nomadismo en diferentes tipos de vehículos. En los agradecimientos al final del libro habla de “un par de centenares que le brindaron su tiempo”.

Esta gente queda más o menos descrita ya desde el Prefacio en las siguientes frases:

Se autodenominan simplemente “personas sin casa”, “sin una vivienda fija”.

Por su aspecto y sus ideas, son mayoritariamente gente de clase media.

Para llenar el estómago y el depósito de gasolina, trabajan duramente largas jornadas en pesadas tareas manuales.

Siguen adelante reconfortados por una certeza.

Un aparcamiento es el único espacio libre y gratuito que aún queda en Estados Unidos”. (p. 9 y 10)

Faltaría añadir que son muy mayoritariamente blancos y que hay una gran cantidad de mujeres, de hecho la autora se centra mucho en la historia de Linda May, una mujer a la que ve trabajar como anfitriona de campamentos o en el “equipo de campistas” de Amazon, pero alguien que ha sido también dependienta en una tienda, cigarrera, o camarera de casino. Es la gran protagonista del libro y con ella vamos recorriendo diversos trabajos, por lo general duros y mal remunerados, y asistiendo a las curiosas reuniones, las Rubber Tramp Rendezvous, que tienen lugar en diferentes zonas sobre todo de Arizona (aprovechando su invierno más templado) a las que acuden decenas o centenares de personas que tienen el nomadismo como forma de vida. Estas reuniones permiten a Bruder, y por lo tanto a nosotros,  entrar en contacto con muchas y variadas personalidades.

No lo he dicho antes y hay que remarcarlo: muchos de los nómadas son jubilados y jubiladas a las que no les da la pensión para mantener una vivienda, personas a veces con más de setenta años que hacen trabajos bastante penosos. Ya se mostraba en la película algo de esta realidad, pero en el libro se dedican muchas páginas a describir el trabajo que hacen en almacenes de Amazon -un trabajo temporal muy típico para los nómadas-,  unos almacenes que llegan a tener el tamaño de hasta 19 campos de fútbol y en los que estas personas trabajan caminando, sobre suelos de cemento, en largas jornadas que llegan, como en uno de los que tuvo Linda, a ser desde las 18 horas hasta las 4,30 de la madrugada con dos pausas de descanso de 15 minutos y otra de 30 para comer algo.

Además de los jubilados, abunda la gente que ha perdido la casa por diferentes razones (una habitual fue la caída del precio de la vivienda por la crisis de 2008 y el no poder seguir pagando la hipoteca) y también hay algún separado que tiene que pasar la pensión a su exmujer.

He mencionado ya a la empresa Amazon y es que aparece muchas veces a lo largo del texto porque es un negocio que necesita gente en épocas determinadas del año y el nomadismo se adapta muy bien a eso. Como ya se ha visto por el caso antes expuesto no sale muy bien parada, pero tampoco lo hace cuando, después de ser denunciada por problemas en la espalda debido al exceso de peso transportado o por la existencia de descargas estáticas, las inspecciones de trabajo le dan la razón a la empresa.

En fin, es un libro del que se podría escribir largo y tendido porque no es sino una buena muestra de los enormes fallos del sistema económico y social en el que vivimos. Tiene además la ventaja de que habla de la gente concreta que lo padece.

Para terminar quiero dejar constancia de un par de visiones de dos personas que viven de ese nomadismo. La primera es una cita del blog de LaVonne y la segunda de una entrada del Facebook de Linda May:


“Encontré a mi gente: un conjunto variopinto de seres inadaptados que me rodearon de cariño y aceptación. Cuando digo inadaptados no quiero decir perdedores ni desertores. Eran todas y todos ellos ciudadanos estadounidenses capaces, compasivos, trabajadores, a quienes se les había caído la venda de los ojos. Tras una vida dedicada a perseguir “el sueño americano”, habían llegado a la conclusión de que todo eso solo era una gran estafa” (p. 197)

“Nuestra economía se sostiene sobre la espalda de gente esclava que mantenemos retenida en otros países, como China, India, México, cualquier país del tercer mundo con una fuerza de trabajo barata, donde no tengamos que verla mientras podemos disfrutar, en cambio, del producto de su trabajo. Esta empresa estadounidense (se refiere a Amazon) es probablemente la mayor propietaria de esclavos del mundo.

Después de enviar este mensaje añadió: Radical, lo sé, pero es lo que me viene a la cabeza cuando estoy en el trabajo. En ese almacén no hay nada que valga la pena. Esclaviza a los compradores que usan sus tarjetas de crédito para comprar esas porquerías. Los obliga a trabajar en empleos que detestan para pagar sus deudas. Es francamente deprimente estar aquí.” (p. 304)

Finalmente, en el siguiente fragmento Bruder sintetiza muy bien de qué va el tema:

 “Durante ese tiempo también había explorado los medios de comunicación -electrónicos, en papel impreso, radio y televisión- en busca de cualquier información relativa a esa subcultura. Buena parte de lo que había encontrado presentaba ese estilo de vida como una opción placentera o a veces incluso como una afición extravagante, y no como una estrategia de supervivencia en una época en que el aumento de su precio está expulsando de las viviendas tradicionales a un segmento de la población estadounidense que a la vez tiene dificultades para ganar un salario digno.” (p, 213) 

A pesar de lo extenso que me ha quedado el comentario, soy consciente de que me dejo muchas cosas fuera, pero sobre todo de que no he dicho nada de la multitud de sensaciones y reflexiones que su lectura provoca. Es uno de esos libros que no se olvidan fácilmente. Ahora tengo que volver a ver la película y ver si reconozco a algunos de los nómadas que aparecen.

Hay una magnífica y muy completa reseña de Juanjo Villalba en smoda.elpais.com.

 

Jessica Bruder. País nómada. Supervivientes del siglo XXI. Traducción Mireia Bofill Abelló.

 

 

 

lunes, 10 de enero de 2022

ANDAMIO

 

Está muy reciente la anterior entrada sobre el tema, pero es que las vacaciones dejan más tiempo libre al resto de la familia.

Una vez más hay mucha variedad en los temas de las películas y un par de ellas francamente interesantes. Exactamente igual pasa con las series.

 

Películas

 

No mires arriba. La película estadounidense más comentada y criticada en los últimos tiempos. Yo creo que las críticas en parte se deben a su duración quizá excesiva (dos horas y media). Como yo la he visto en un par de sesiones ese “defecto” no lo he apreciado tanto.  Es una parodia satírica muy efectiva sobre diferentes aspectos de nuestra sociedad. Salen muy malparados los políticos (la Streep es una especie de Trump femenina), los medios (la televisión sobre todo con su búsqueda del espectáculo por encima de todo), las redes sociales, etc. Solo se salvan los científicos y es inevitable no ver una relación con la pandemia que nos asola. Cuenta además con varias magníficas interpretaciones.

 

El espía inglés (The Courier). Película británica que narra unos hechos reales que sucedieron a principios de los sesenta del siglo pasado en plena guerra fría. Un comerciante inglés fue utilizado por el MI5 y la CIA como correo con un ruso que enviaba información relevante como, por ejemplo, los emplazamientos previstos para los misiles en Cuba. La película es un tanto lenta y no tiene un gran interés quitando el tramo final. Se deja ver, pero en ese género hay demasiados buenos ejemplos para comparar.

 

Being the Ricardos. Película estadounidense con guion y dirección de Aaron Sorkin sobre una época de la vida de la actriz y figura de la televisión Lucille Ball. No sé muy bien qué, pero le falta algo para terminar de llegar al espectador y eso que cuenta con dos buenas interpretaciones tanto de Nicole Kidman como de Javier Bardem. Es entretenida, pero no pasa de ahí a pesar de que hay elementos que podían haber dado más juego como, por ejemplo, el tema de las acusaciones de comunista.

 

The Card Counter (El contador de cartas). Coproducción británico- norteamericana. Un drama oscuro con momentos interesantes y otros en los que, no sé si por la premiosidad, se hace bastante pesada. Un protagonista que parece querer redimirse de un pasado poco edificante en Irak y un joven con el que hacerlo. Tiene muy buenas críticas, pero a ratos me ha parecido reiterativa y aburrida.

 

Baghdad in my shadow. Una coproducción básicamente británica que cuenta una historia de iraquíes que viven en Londres. Aunque hay un asesinato y una investigación policial, esto no es más que algo accesorio porque lo importante está en los personajes y los temas que trata: la homosexualidad y cómo es (mal)vista  incluso por gente progresista, el islamismo extremo, la adaptación de los emigrantes, etc. Aquí está lo mejor de la película que, como se dice en algunas críticas, es cierto que resulta un tanto desigual y deslavazada, pero que en conjunto resulta interesante y muestra realidades poco conocidas.

 

Better days. Película producida en Hong Kong sobre el tema del acoso escolar y algo más. Magníficamente dirigida e interpretada consigue meterte en la historia y las dos horas y cuarto de duración pasan volando.

Se desarrolla en un ambiente bastante marginal de jóvenes sin estructura familiar, pero con una chica protagonista que quiere pasar con buen número el durísimo examen de selectividad. Tiene momentos muy duros y otros muy emotivos. Una magnífica película.

 

Series

 

Laëtitia o el fin de los hombres. Miniserie francesa de seis episodios de algo menos de una hora. Basada en los hechos reales que investigó y narró Ivan Jablonka en el libro del mismo título. Este libro lo he puesto en mi lista de los mejores del año. La serie reproduce con bastante fidelidad lo narrado en el libro y, por lo tanto, es una serie no tanto sobre un asesinato sino sobre la situación de unas niñas, y luego unas jóvenes, que sufrieron el abandono de su madre, que era maltratada por el padre, y luego también fueron maltratadas y abusadas. También el asesino tiene una historia llena de abandonos y maltratos. Dura de ver en muchos momentos, pero muy interesante.

 

Home before dark. Serie estadounidense de 10 episodios sobre los 45 minutos. Está basado en el libro de una periodista y se nota en el tratamiento que se da a los personajes. Aunque hay un asesinato actual y la desaparición de un niño hace más de 30 años, la serie no es un thriller porque lo relevante son las relaciones en la familia protagonista y entre el padre, que vuelve al pueblo después de más de 30 años,  y sus amistades. El protagonismo total lo tiene una niña de nueve años que considerándose periodista lleva toda la investigación de ambos casos. Es muy entretenida y tiene la enorme ventaja de que es una serie para ver en familia, de hecho quien más la ha disfrutado ha sido mi hijo que tiene 12 años.

 

Angela Black. Miniserie británico-australiana de 6 episodios de unos 45 minutos. Un drama con algún elemento de thriller aunque predomina lo primero. Violencia de género y después intento de apartar a los hijos de la madre. Buenas interpretaciones y un guion con sorpresas bien traídas.

 

Cruel summer. Serie estadounidense de 10 capítulos sobre los 40 minutos. La historia se desarrolla alternando tres momentos temporales diferentes: 1993, 1994 y 1995 que quedan siempre muy claros tanto por el look de los protagonistas como por la fotografía. En el verano del primer año desaparece por ser secuestrada una joven que estudiaba en el instituto de una pequeña población de Texas. En 1994 es rescatada por la policía. Pasado un cierto tiempo acusa a otra estudiante de saber que estaba secuestrada y no habérselo comunicado a nadie. En 1995 habrá un juicio pues esta la denuncia por mentirosa. Más allá de la anécdota, lo mejor de la serie es, aparte del magnífico guion y lo bien desarrollado que está todo lo relativo a los diferentes momentos temporales, todos los aspectos de las relaciones de amistad y las relaciones familiares de las protagonistas. Una serie muy recomendable.

Tropezando otra vez en el quinto libro



Hace unos días tachaba en este blog de decepcionante el último libro de Patrick Deville, un autor cuyos cuatro libros anteriores me habían encantado. Ahora tengo que comentar también el quinto libro que leo de Echenoz y decir ya de entrada que no me ha gustado absolutamente nada.

Dice la editorial en la contraportada: “Es un antihéroe de manual (se refiere al Fulmard que da título al libro). Pero Gérard no es el único personaje estrambótico de esta novela. Tenemos también a un político que frecuenta prostíbulos y mira fotos subidas de tono de la hija de su esposa; a una mujer que se autosecuestra para darse publicidad; a un psiquiatra de dudosa ética; a un taxista que recoge a un tipo herido de bala y se queja de que le está manchando el asiento, y hasta un tiburón particularmente voraz y un satélite soviético asesino…

 (…) Jean Echenoz , ingenioso deconstructor (…) se sumerge aquí en la novela policiaca y nos ofrece un noir delirante…”

Todo es verdad y seguramente por ello no me ha gustado el libro sobre todo por ese carácter delirante que, efectivamente, tiene. Creo que estamos ante uno de esos textos que si el lector se deja llevar por la historia puede disfrutar y llegar a reírse de las barbaridades que hacen los variopintos personajes que Echenoz pone en acción y que, por cierto, son muchos más de los citados en la contraportada, pero si no es así, si, como ha sido mi caso, todo te parece un disparate y no llegas a interesarte en ningún momento por lo que está sucediendo, el libro te puede llegar a parecer un auténtico bodrio aunque, eso sí, muy bien escrito.

Claro que ha habido momentos que me han gustado como los que dedica a la crítica de algunos programas de la televisión, o alguno de los muchos en los que se ve la lucha por el poder en el partido político o, sobre todo, las primeras páginas en las que el "detective" protagonista, escribiendo en primera persona, recuerda mucho a los detectives clásicos del género, pero el resto...

Estoy convencido de que Echenoz se lo ha pasado estupendamente escribiendo este libro y que, además, se lo puede permitir por edad y por su bagaje literario. Ahora solo espero que vuelva a la senda que a mí me ha gustado tanto.

Hay una entrevista muy completa sobre el libro y los personajes con Xavi Ayén en lavanguardia.com.

 

 

Jean Echenoz, Vida de Gérard Fulmard. Traducción Javier Albiñana

viernes, 7 de enero de 2022

Su única novela


Esta es la única novela que escribió Lemebel que aparece en la solapa como escritor, activista y artista. También tiene un libro de relatos y varios de crónicas. Yo lo desconocía totalmente aunque este libro, por ejemplo, lo publicó en su día, 2001, la editorial Anagrama. Fue Brenda Navarro a quien escuché recomendarlo en un programa de radio ante la petición de un oyente que quería libros de autores sudamericanos que diesen mucha importancia al lenguaje.

Efectivamente, una de las grandes virtudes de este texto es el magnífico uso que hace del lenguaje pues como se afirma en el blog leeresvivirdosveces.com: “La verdad es que lo mejor del libro es el autor. Su estilo barroco, recargado, culto, con una imaginería y una riqueza lingüística excepcionales, provocador, irreverente, sarcástico, es absorbente. Leerlo es un placer, las palabras fluyen y se van trasladando a un óleo en el que de forma plástica y visual vas viendo perfectamente lo que está pasando”.

Ahora bien, hay también otros aspectos del libro que hacen de él un texto absolutamente recomendable. Me refiero a los temas que aborda y a la forma de hacerlo. La historia cuenta la preparación de un atentado en 1986 al dictador chileno Pinochet. En él está involucrado un joven estudiante, Carlos, que inicia una relación con La Loca del Frente, un homosexual que le cede su casa, porque está profundamente enamorada (el autor usa el femenino con este personaje), para que guarde lo que quiera sin preguntar de qué cosas se trata. Esta relación está magistralmente retratada por Lemebel, con una gran delicadeza hacia ambos personajes.

Al mismo tiempo nos muestra en varias escenas a la mujer del dictador, Lucía, cuya preocupación fundamental es adquirir modelitos y a un Pinochet que tiene más que sueños, auténticas pesadillas.

Como se afirma muy atinadamente en la contraportada, el libro “entrelaza militancia política y disidencia sexual, escritura y oralidad, alta cultura y cultura popular”. Todo ello en una gran combinación de momentos, muchos de ellos entrañables que hacen que sea difícil abandonar la lectura y que se eche de menos que la historia continúe (el libro tiene apenas 203 páginas) aunque hay que reconocer que dura lo que tiene que durar.

Como decía antes, es un libro muy recomendable y ya lo he marcado como candidato a una de mis mejores lecturas de 2022.

Ahora solo queda esperar la anunciada publicación por la misma editorial, Las afueras, de una antología de sus crónicas que seguro que no tienen desperdicio.

Pedro Lemebel, Tengo miedo torero.

 

jueves, 6 de enero de 2022

Obra póstuma de un buen escritor



Con este libro completo la lectura de la obra de Haruf traducida hasta ahora. Fue el último que escribió y de hecho se publicó póstumamente.

Puede que tenga algo de carácter autobiográfico pues es la historia de la relación entre dos personas mayores que estando muy solas deciden, a propuesta de ella, compartir conversaciones y confidencias durmiendo juntos sin que eso suponga, al menos en principio, ir más allá en su relación.

El libro tiene las características habituales de la escritura de Haruf: sencillez, claridad, agilidad narrativa y muy buenos diálogos. Desde otro punto de vista también tiene su habitual tratamiento de personajes que son siempre seres de carne y hueso.

La obra se desarrolla, como no podía ser de otra manera, en ese Holt de su creación en el que esta vez critica muy duramente el cotilleo sobre la relación de esa pareja y la presión social (se llegan a producir llamadas a la hija de él, que ni siquiera vive en el pueblo, para que intervenga) ya que algunos la consideran un escándalo.

El libro trata esa relación y las conversaciones que mantienen en las que irán tratando diferentes momentos de la vida de ambos.

Novela típica de un autor que me ha hecho disfrutar mucho con unos libros que, sin aportar ninguna novedad a la literatura, sí acercan al lector a unos ambientes y unos personajes muy identificables y con los que se puede sentir cierta empatía.

Hay una versión cinematográfica con Jane Fonda y Robert Redford como protagonistas que, lógicamente, tendré que ver.

Solo me queda recomendar la lectura de cualquiera de los libros de este autor. A mí es un tipo de lectura que me tranquiliza.

Hay una buena y completa reseña de Marc Peig en unlibroaldia.blogsopt.com.

 

Kent Haruf, Nosotros en la noche. Traducción Cruz Rodríguez Juiz.

 

 

 


sábado, 1 de enero de 2022

Gran debut


Es una buena forma de empezar el año en el blog hacerlo con la primera novela de una escritora mexicana, máxime teniendo en cuenta que quizá mi mayor descubrimiento literario del año anterior fue Fernanda Melchor, nacida el mismo año y en el mismo país. Seguramente tiene mucho que ver la situación de México con el contenido y la forma de narrarlo de ambas autoras.

Navarro cuenta una historia a través de la narración en primera persona de dos mujeres. Una que sufre el secuestro en el parque de su hijo de tres años. La otra es precisamente la secuestradora. El libro se divide en tres partes y en cada una de ellas asistimos a la narración separada de ambas mujeres, narración en la que el lenguaje es muy importante ya que  vemos cómo a través de él se manifiesta la diferencia social entre ambas. Este es uno de los grandes aciertos de la novela y es, desde luego, algo que caracteriza a muchos de los textos que estoy leyendo últimamente de jóvenes escritoras, su cuidada y precisa utilización del lenguaje

El libro tiene apenas 160 páginas, pero en ellas la autora es capaz de hablar sobre violencia de género, relaciones amorosas, desigualdades sociales, maternidad como deseo o también como rechazo, aborto, incesto, desapariciones, etc. Hay hasta una alusión a ETA y otra al episodio de Casas Viejas que tuvo lugar en los años treinta en España. Quizá tenga razón Juan G.B. al afirmar, en su magnífica reseña en unlibroaldia.blogspot.com, que seguramente es demasiado para introducir en un texto de ese tamaño, pero hay que reconocer que, aunque pueda sobrar alguna referencia, la autora trata todos los temas de forma muy oportuna.

Además de la relevancia de los temas mencionados, la novela está muy bien escrita, con una gran precisión en el lenguaje, unos personajes muy bien perfilados, dos narradoras muy bien definidas, en definitiva, una magnífica primera novela de una autora que seguramente nos volverá a dar buenos momentos de lectura.

Por cierto, conocí a Navarro escuchando un programa de radio en el que recomendaba libros según peticiones de los oyentes. Precisamente el libro que empezaré hoy es uno de los que recomendó.

Para más y mejor información remito a la reseña citada y a la entrevista con Cristina Bazán en efeminista.com.

 

Brenda Navarro, Casas vacías.