domingo, 31 de diciembre de 2023

Un texto muy generacional


No se me ocurre mejor resumen del tema de esta novela, breve pero intensa, que este fragmento de la crítica de Claudia Durastanti que la editorial reproduce en la contraportada:

“La historia de una pareja como unidad atómica del mundo, una combinación de afectos y autopercepciones que habla no solo de dos personas, sino del sistema económico que las rodea, de las ciudades que habitan, de las casas que ocupan y abandonan… Con una prosa espléndida (…)”

La vida de una pareja de jóvenes en los últimos diez años más o menos. Se dedican al diseño gráfico y teletrabajan. Viven en Berlín y es en esta ciudad en la que se desarrolla lo principal de la narración en la que nos van mostrando los diferentes ambientes, siempre lo más moderno y avanzado. Se trata de un mundo y una forma de vida radicalmente diferente de la que yo conozco y seguramente por eso me ha interesado mucho la novela, a pesar de que hay multitud de términos que se utilizan de los que desconozco totalmente su significado. También es interesante lo que se cuenta de dos viajes que hacen, uno a Lisboa y otro a Sicilia.

Además de los aspectos más básicos de su vida cotidiana, se tratan temas como las redes sociales, las migraciones y los refugiados (están en 2015 cuando el máximo de llegadas a Alemania), la cocina y las nuevas formas de alimentarse, la sexualidad e incluso el sector inmobiliario.

Como se ve, un amplio abanico de temas que no por tratarse brevemente, el libro tiene solo 166 páginas, se hace de forma superficial. Es curioso que al mismo tiempo que leía este libro, leía también otro, Por qué los alemanes lo hacen mejor, en el que aparecen algunas cosas sobre Berlín y sus gentes que coinciden con las que cuenta Latronico.

Termino este comentario reproduciendo un largo fragmento que explica muy bien el sentimiento de estos jóvenes y, al mismo tiempo, una idea que tengo desde hace mucho tiempo sobre la gran diferencia de mi generación (o al menos de muchos de nosotros) con respecto a otras que han venido después: 

“Les habría gustado tener veinte años en el 68, o haberse manifestado en la caída del muro. Para las generaciones anteriores había sido mucho más fácil entender quién se era, de qué parte se estaba. Los problemas de entonces, si bien más acuciantes, parecían también más fáciles de resolver de forma clara. Hoy las opciones eran demasiadas y cada una de ellas se extendía en una selva de bifurcaciones que acababa excluyendo cualquier posibilidad de cambio drástico. El futuro más revolucionario que eran capaces de concebir era la paridad de género en los consejos de administración, los coches eléctricos, el vegetarianismo. Anna y Tom envidiaban no solo a quienes habían podido luchar por un mundo radicalmente distinto, sino incluso a quienes habían sido capaces de imaginarlo.” (p. 95-96)

Hay una buena reseña de César de Bordons en diariodesevilla.es.

 

Vincenzo Latronico, Las perfecciones. Traducción Carmen García-Beamud.

martes, 26 de diciembre de 2023

100 columnas, 100 temas



El libro forma parte de la colección Crónicas de la editorial Anagrama, una colección de la que he leído prácticamente todos los publicados últimamente porque están escritos por un conjunto de magníficos periodistas latinoamericanos como Leila Guerriero o Carlos Manuel Álvarez por citar solo a alguno. Cremisi vive entre París y Milán y ha sido directora editorial de Gallimard o Flammarion, es decir, que su dedicación principal no es el periodismo. De hecho, aunque el libro lleve en su título la palabra crónicas y esté dentro de esta colección, para mí se trata de un conjunto de columnas de opinión de las que se recogen en el libro nada menos que 100 con una extensión prácticamente igual para todas ellas de dos páginas.

Si lo comparo con los otros de la colección que he leído, sale bastante malparado porque carece del interés y la fuerza que tienen todos.

En estas 100 columnas trata, como nos podemos imaginar, una gran variedad de temas con un muy diferente interés. Así, desde el “travel retail”, ese recorrido obligatorio por el que nos obligan a transitar en los aeropuertos para ver si picamos y compramos (recorrido que, por cierto, tanto cabreo me produce cada vez que tengo que hacer), hasta un partido de fútbol entre Inglaterra e Italia para hablar del mal perder del primero, o escribir sobre un atentado en Kabul contra una escuela de niñas, o de la existencia de una abejas entrenadas para distinguir entre un Monet y un Picasso, o de las contradicciones del Parlamente europeo que aprueba que haya hamburguesas sin carne pero no yogures sin leche.

Variedad en la que apenas aparecen temas políticos, algo que es de agradecer.

Cremisi escribe bien, aunque a veces no termino de entender cuál es la posición que defiende, y tiene una amplia experiencia en algunos de los temas que trata, pero lo que me sucede con sus textos es que hace ya muchos años que no me interesan especialmente este tipo de columnas en las que apenas se puede profundizar en nada y se limitan a un par de pinceladas sobre lo tratado y, claro, si lo comparo con los otros textos de la colección queda en mal lugar.

Seguramente pueda ser interesante para los aficionados a este género. Desde luego no es mi caso. Tan es así que siendo Leila Guerrirero una de mis periodistas favoritas, de la que he leído todo lo publicado en España,  no he podido leer el libro en el que se recogen sus columnas publicadas en El País.

 

Teresa Cremisi, Crónicas del desorden. Traducción Encarna Castejón.

 

 

 

 

 

  

domingo, 24 de diciembre de 2023

Otra historia en Zanzíbar


Este es el segundo libro que leo del Premio Nobel de 2021 y me ha gustado aún más que el anterior. Gurnah es un gran contador de historias y lo hace, además, con una buena escritura.

En este caso se trata de una historia que se inicia a finales del siglo XIX y termina en los sesenta del siglo pasado. Es una historia de amores y relaciones familiares contada de una forma bastante fragmentaria y con algunas elipsis que pueden despistar en algún momento. Hay muchos personajes y todos están muy bien caracterizados, -se nota una especial preocupación del autor en este aspecto-. El libro está dividido en tres partes. En la primera, finales del XIX, utiliza la tercera persona. En las otras dos alterna con la primera. Los diferentes capítulos están encabezados por los que van a ser los principales protagonistas.

No podían faltar las referencias a la situación de Zanzíbar bajo el dominio británico. Así, por poner un ejemplo, el siguiente fragmento: 

“– Este  continente tiene el potencial necesario para convertirse en una nueva América (…), pero no mientras siga en manos de los africanos. Fijaos en esta región. Los negros se han dejado corromper por los árabes, por su religión y sus… alambicados modales. Los propios árabes tampoco dan mucho de sí. Son en su mayoría unos fanfarrones incapaces de mover un dedo salvo que les vaya la vida en ello o tengan puestos los ojos en algún botín”. (p. 111) (Dicho por Turner, el capataz de una posesión).

En la misma línea se encuentra lo narrado por uno de los protagonistas y principal narrador, Rashid, a su llegada a Londres donde padece el rechazo xenófobo de los británicos. Aquí creo que está lo más autobiográfico del libro ya que Gurnah se trasladó a esa ciudad más o menos por las mismas fechas que su personaje. Por cierto, desde entonces, unos cincuenta años,  vive en esa ciudad.

Un libro recomendable porque está muy bien contada la historia, nos pone en contacto con realidades poco conocidas y tiene un conjunto interesante de personajes.

Reproduzco a continuación el texto que ya puse en la entrada en la que comenté el anterior libro del autor.

“Un comentario sobre la traducción. Me ha sorprendido que utiliza el sistema antiguo de acentuación de pronombres y palabras monosilábicas que ha cambiado hace ya unos años. Además, hay bastantes términos en lengua imagino que suajili de los que no se explica el significado”.

 

Abdulrazak Gurnah, El desertor. Traducción Rita da Costa.

 

 

viernes, 22 de diciembre de 2023

Un año de lecturas

 

Autor del año. Donal Ryan

 

Descubrimientos. Mariana Travacio, Miguel Ángel Oeste, Viola Ardone, Amor Towles, Eva Baltasar, Núria Bendicho, Delphine de Vigan. (Sí, son muchos, pero ha sido un buen año.)

 

Periodismo. Leila Guerriero,  Los suicidas del fin del mundo, (al fin reeditado): Emmanuel Carrère, V13 Crónica judicial; Ander Izagirre Potosí; Carlos Dada, Los pliegues de la cintura; Patrick  Radden Keefe, Maleantes; Carlos Manuel Álvarez, Los intrusos. (Sí, también son muchos, y hay más,  pero es que cada año me gusta más lo que escriben los periodistas.)

 

Reincidente. Leonardo Padura (de forma intermitente), Andrea Camilleri (inagotable).

 

Recuperación. Sándor Márai, Irene Némirovsky


Originalidad. Hernán Díaz, Fortuna.


Sugerente. Alejandro  Zambra, Literatura infantil.


Duro de leer. Laura Bates, Los hombres que odian a las mujeres

 

Tochos del año. Liudmila Ulítskaya, Una carpa bajo el cielo;  Ignacio Martínez de Pisón, Castillos de fuego; Rafael Chirbes, Diarios. A ratos perdidos 5 y 6.

 

Abandonados. Tove Ditlevsen, Las caras; Mike Davis, Ciudad de cuarzo (seguramente un gran texto, pero muy difícil de seguir); Lajos Zilahy, El ángel del odio.

 

No comentados en el blog. Elizabeth Duval, Melancolía; Daniel Woodrell, Bajo la dura luz; Nick Hornby, El estado de la unión; Azahara Palomeque, Vivir peor que nuestros padres; Eva Baltasar, Mamut. (Las causas son muy variadas.)

 

Editoriales más “trabajadas”. Sajalín, Anagrama, Arpa, Capitán Swing, Libros del KO, Automática, Random House, Tusquets, Salamandra.

 

jueves, 21 de diciembre de 2023

Buen descubrimiento


Al fin leo un libro de este autor. He tenido muchas veces en las librerías sus libros en las manos y no me había decidido hasta hace poco a comprar alguno. Craso error. No solo escribe muy bien, por cierto en francés en el original, sino que destila una mala baba impresionante, al menos en este libro. No me extraña pues en los años sesenta decidió exiliarse, primero en Londres y en 1968 en París, ya que sus obras de teatro, premiadas con el Lope de Vega, no pudieron estrenarse al ser prohibidas por la censura.

En este libro cuenta la historia de “el chico”, “el joven” o “el arrodillado”, varias de las formas con las que se refiere al protagonista ya que no tiene nombre. Casado y con un hijo, trabaja en la mina en el norte de España, como hizo su padre ya fallecido, y con 23 años decide marcharse hacia el sur buscando nuevos horizontes  y una mejor calidad de vida.

A partir de ahí Gómez Arcos nos va mostrando una realidad laboral terrible. Tiene múltiples trabajos que van desde un restaurante en la costa (en un lugar que recuerda a Benidorm) a temporero o trabajador en la construcción en Andalucía, para continuar de guardaespaldas y segurata de discoteca en Madrid hasta terminar de mendigo en el Paseo de Recoletos. Trabajos todos mal pagados (de hecho en el restaurante le pagaban cada día), sin contrato ni alta en la Seguridad Social. Por ello va viviendo a salto de mata, durmiendo a veces en la calle o en una pensión gracias a una de las pocas personas positivas que encuentra en su recorrido.

El libro se inicia con él pidiendo limosna arrodillado en la calle y poco a poco el narrador va volviendo de vez en cuando hacia atrás y alternando con el relato de su historia anterior.

El autor arremete contra la situación del país. Así, por ejemplo, este fragmento sobre los padres del protagonista:

“Piensa en su padre fallecido para enriquecer a un patrono. Lo único que consiguió en la vida fue morir de silicosis. Para realizarse, la ventura de los jefes necesita el menoscabo de los subalternos.

Piensa en su madre. Boda, embarazo, viudedad precoz, pensión mínima, matarse limpiando casas para llegar a fin de mes; ésa es toda su historia, toda su gloria”. (p. 260)

También hace una crítica despiadada a la religión con ese Papa, ciego y antes encargado de un burdel, que crea una iglesia en El Olivar del Gólgota (trasunto claro de El Palmar) o con la referencia a “ese miedica polaco” como se refiere a Juan Pablo II; de la aristocracia a través de la Marquesa de Almeida que apoya al primero; o de la prensa en el siguiente fragmento: “El gustito sexual de una puta asiática, que fornica fuera del matrimonio con un ministro, interesa mucho más a los periodistas que la miseria en la que viven millones de personas”. (p. 267)

Esta referencia a Isabel Preysler no es la única ni la peor ya que en la página anterior escribe:

“También es de oro esa historia de un ministro y una asiática, medio puta, medio musa, divorciada de un cantante y de un aristócrata (ambos multimillonarios) con quienes tuvo varios hijos para asegurarse sus buenas pensiones de manutención”. (p. 261)

En definitiva, un recorrido por un país en el que a un joven le cuesta bastante poder sobrevivir y le resulta imposible enviar algo de dinero a su familia que se queda en el norte. Una visión muy negativa de esa España de los ochenta en la que a lo largo de las 300 páginas que tiene el libro no se ven apenas momentos ni personajes positivos. Un libro duro en el que se resaltan sobre todo las enormes desigualdades sociales.

Finalmente, me gustaría destacar la calidad de la escritura de Gómez Arcos.

 

Agustín Gómez Arcos, El arrodillado. Traducción Adoración Elvira Rodríguez.

 

 

miércoles, 20 de diciembre de 2023

ANDAMIO. Lo mejor del año

 

Cuando se ven tantas películas y tantas series se hace muy difícil escoger aquellas que más han gustado. En este caso, además de este criterio he utilizado el de que fuesen de géneros y procedencias lo más variados posible. Creo que lo he conseguido. Hay desde la comedia al drama pasando por el thriller, hay juicios y documentales de deportes arriesgados: Hay desde producciones estadounidenses a italianas, pasando por mexicanas, argentinas y francesas, entre otras. Creo que como se dice por aquí, me ha quedado “un bon variat”.

 

Películas

 

Modelo 77. Producción española con dirección de Alberto Rodríguez. Ha sido una sorpresa cuando la vi candidata en los premios Goya porque se me había pasado totalmente. Basada en hechos reales sucedidos en 1977 y 1978 en la cárcel Modelo de Barcelona. Funciona tanto como película de género, como thriller y como reflejo de todo un momento histórico. Muy interesante. Magnífica ambientación e interpretaciones. Una de las buenas películas españolas del año.


El alpinista. Producción estadounidense. Es un documental sobre el escalador canadiense Marc-André Leclerc, alguien que escala solo y sin ayuda de cuerdas ni ningún tipo de apoyo. Recuerda un poco el documental Free solo aunque este de Leclerc es más ambicioso y busca más la historia personal y los orígenes. Evidentemente, también hay muchas escenas de diferentes escaladas aunque él no se deja grabar o, mejor, no asciende para que lo graben porque, como afirma en la película, entonces no sería una ascensión en solitario. Hay imágenes muy impresionantes tanto de las montañas como de momentos de las escaladas en las que quien padezca de vértigo, como es mi caso, puede llegar a pasar un mal rato. Magnífico documental.


 Los reyes del mundo. Producción colombiana. Es difícil ver películas de esta procedencia y si llegan es porque, como en este caso, han estado presentes en algún festival europeo, el de San Sebastián en este caso, con el añadido de obtener la Concha de Oro. Cine social del bueno que narra la peripecia de un grupo de niños y jóvenes de la calle para llegar a un lugar en el que uno de ellos podrá recuperar una propiedad que habían devuelto a su abuela tras los acuerdos de paz. Impresionantes imágenes de las montañas de ese país e impresionante también, y dura, la historia de esos cinco chicos.


El baile de los 41. Una producción mexicana. En la época de Porfirio Díaz se produjo la detención de 41 homosexuales que tenían un club en el que se relacionaban con total libertad. De hecho eran 42 los miembros del club, pero parece ser que al que no detuvieron era yerno del propio Porfirio. La película narra la peripecia de este yerno, de cómo se casó con la hija del presidente y cómo se enamoró perdidamente de otro hombre. Muy bien contada y con una espléndida fotografía. Una película diferente.


El acusado. Una producción francesa sobre el tema de la violación. Una película realmente magnífica por  muchas razones, pero sobre todo porque expone muy bien los diferentes puntos de vista y lo hace sin ningún tipo de maniqueísmos. Tiene un guion construido al milímetro y unos discursos en el juicio que se siguen con total interés porque reflejan los diferentes puntos de vista con mucha claridad. Muy recomendable.

 

Series

  

El encargado. Serie argentina de 10 episodios de 30 minutos. Muy divertida y tocando algunos temas interesantes y con un protagonista, Guillermo Francella, que crea un verdadero personaje en ese conserje que es capaz de lo mejor y de lo peor. Variadas situaciones que recogen muy bien historias que pueden suceder. Creo que puede haber otra temporada.

Disney+

 

Happy Valley. Tercera y última temporada de esta magnífica serie británica. Tiene 6 episodios de casi una hora. Sigue la línea de las anteriores temporadas con el protagonismo absoluto de la sargento de policía de la que la actriz Sarah Lancashire hace una verdadera creación. Al igual que en las temporadas anteriores se alterna el interés de lo policial con lo humano, siendo esto mucho más importante. Han tardado varios años en hacer esta temporada final y es una pena que se termine.

Movistar

 

The architect. Miniserie noruega de 4 episodios de 20 minutos. Una demostración de cómo en poco tiempo se pueden contar bastantes cosas y todas interesantes. Una mezcla o combinación de Black Mirror, por lo distópico,  y Ken Loach, por la crítica social. Merece la pena.

Filmin

 

El cuerpo en llamas. Serie española de 8 episodios de 50 minutos. Basada en el llamado Caso de la Guàrdia Urbana, reconstruye desde la ficción lo sucedido. Un guion realmente magnífico que va mostrando, yendo hacia atrás y hacia adelante, los hechos, y unas interpretaciones muy buenas en las que destaca la protagonista Úrsula Corberó, hacen que sea una de las grandes series del año, al nivel de cualquiera de true crime de las que se hacen en Estados Unidos. Además, es muy adictiva. Altamente recomendable. (En mi caso contaba con la ventaja de que apenas sabía nada del tema).

Es interesante la sensación que queda sobre cómo están algunos cuerpos policiales (algo que se piensa pero que aquí se puede comprobar).

Netflix

 

Las gotas de Dios. Miniserie francesa de 8 episodios de 55 minutos. Basada en un manga, tiene un tema muy original como es el de que para quedarse con una herencia dos jóvenes tienen que participar en un concurso basado en el mundo del vino. Aunque no soy precisamente aficionado a ese mundo, incluso siento un cierto rechazo por él y la mucha tontería que lo rodea, la serie me ha encantado y estaba deseando ver el capítulo siguiente. Está muy bien hecha y tiene una buena creación de personajes que, además, están bien interpretados. Una de las buenas series del año.

Apple tv+

 

Las buenas madres. Miniserie italiana de 6 episodios de 55 minutos. Basada en hechos reales. Es un magnífico retrato de cómo funcionan las familias de la mafia calabresa y del papel de la mujer en ellas. Una fiscal logró que alguna mujer aceptase dar información y convertirse en testigo protegido. Tenían hijos (de ahí el título de la serie) lo que supuso importantes problemas. Muy buena serie, muy interesante y de gran intensidad emocional.

Disney+

 

Seduced: Inside NXIVM cult. Miniserie estadounidense de 4 episodios de una hora. Trata de la experiencia de India Oxenberg, hija de una actriz de Hollywood y nieta de una noble serbia, en la secta NXIVM. A lo largo de los cuatro capítulos, y utilizando como base entrevistas con India, vamos conociendo cómo logran adeptos y qué pasa luego con ellos y, sobre todo, con ellas. Hay también muchas imágenes de sesiones de la secta grabadas por miembros de la misma. Tiene la estructura típica de las series documentales que se hacen en ese país y, por lo tanto, vamos descubriendo todo paso a paso y deseando llegar al siguiente episodio. Muy interesante.

Starz

 

martes, 19 de diciembre de 2023

Mis libros del año



 

Como todos estos libros están ya comentados en  el blog, aquí solo quisiera dejar un par de ideas para luego entrar en otra forma de relacionar las lecturas.

Lo primero es que estos son los libros que por alguna razón más me han gustado sin ser, seguramente, los mejores. Unos por el impacto emocional como son los de Oeste y Ardone; otros porque están entre mis escritores preferidos como pueden ser los de Ulítskaya, Vuillard y Aldekoa; también porque me han hecho pensar y replantearme cosas como el de D’Eramo; el de Dada porque me ha llevado a conocer unas realidades que desconocía totalmente; o, simplemente, por cómo me lo he pasado leyéndolo y por lo bien que está escrito como el de Ryan; finalmente, dos por el impacto que me han causado como los de Dagerman y Armstrong.

Sea por lo que fuere, de entre los más de cien libros que he leído este año estos son los que me parece que representan mejor mis gustos, motivaciones e intereses literarios, los que más me han emocionado y, en definitiva, con los que mejor lo he pasado.

Lo segundo sería insistir en que hay muchos más con los que he disfrutado y alguno con el que he aprendido mucho, pero a la hora de elegir al final hay que eliminar. Este año, eso sí, veo que me ha salido más ficción.

A continuación quiero repetir la experiencia del año pasado con una relación desordenada de algunos libros y/o autores atendiendo a diferentes criterios.


Autor del año. Donal Ryan.

 

Descubrimientos. Mariana Travacio, Miguel Ángel Oeste, Viola Ardone, Amor Towles, Eva Baltasar, Núria Bendicho, Delphine de Vigan. (Sí, son muchos, pero ha sido un buen año.)

 

Periodismo. Leila Guerriero,  Los suicidas del fin del mundo, (al fin reeditado): Emmanuel Carrère, V13 Crónica judicial; Ander Izagirre Potosí; Carlos Dada, Los pliegues de la cintura; Patrick  Radden Keefe, Maleantes; Carlos Manuel Álvarez, Los intrusos. (Sí, también son muchos, y hay más,  pero es que cada año me gusta más lo que escriben los periodistas.)

 

Reincidente. Leonardo Padura (de forma intermitente), Andrea Camilleri (inagotable).

 

Recuperación. Sándor Márai, Irene Némirovsky.


Originalidad. Hernán Díaz, Fortuna.


Sugerente. Alejandro  Zambra, Literatura infantil.


Duro de leer. Laura Bates, Los hombres que odian a las mujeres.

 

Tochos del año. Liudmila Ulítskaya, Una carpa bajo el cielo;  Ignacio Martínez de Pisón, Castillos de fuego; Rafael Chirbes, Diarios. A ratos perdidos 5 y 6.

 

Abandonados. Tove Ditlevsen, Las caras; Mike Davis, Ciudad de cuarzo (seguramente un gran texto, pero muy difícil de seguir); Lajos Zilahy, El ángel del odio.

 

No comentados en el blog. Elizabeth Duval, Melancolía; Daniel Woodrell, Bajo la dura luz; Nick Hornby, El estado de la unión; Azahara Palomeque, Vivir peor que nuestros padres; Eva Baltasar, Mamut. (Las causas son muy variadas.)

 

 

 

lunes, 18 de diciembre de 2023

ANDAMIO

 

Una buena media en las películas con muy variadas temáticas y un documental impactante. Lo mismo pasa con las series.

Un buen final de año.

 

Películas

 

Nyad. Producción estadounidense. Cuenta la historia de una periodista deportiva que practicaba también las maratones de natación y que en 2013, a los 64 años, cruzó desde Cuba a Florida, y sin jaula para los tiburones, en 52 horas, siendo la primera mujer que hacía una hazaña así. Mezcla de vez en cuando imágenes reales. Muy entretenida y bien interpretada. (Eso sí, muy americana).

 

Última noche en Milán. Producción italiana. Es un thriller bastante bien construido en el que se muestran las malas condiciones económicas de la policía y su corrupción. Tiene un buen final. Muy entretenida. 

 

El juicio. Película documental de coproducción argentina con varios países. Recoge en tres horas las 530 que duró el juicio a la Junta militar que dio el golpe en 1976 y gobernó el país con una inmensa represión. Están muy bien escogidas las diferentes intervenciones porque además de a los testigos vemos actuar a los fiscales y, para mí casi lo más interesante, a los defensores. Es dura de ver en algunos momentos, pero muy útil para darse cuenta de hasta dónde puede llegar el ser humano.

 

Todas somos Jane. Producción estadounidense. Recrea el trabajo de un colectivo feminista, llamado Jane, que existió realmente y se dedicaba entre otras cosas a facilitar el aborto de las mujeres. Un buen guion y unas buenas interpretaciones. Interesante película.

 

Series

 

Secuestro en el aire. Serie estadounidense de 7 episodios de 45 a 50 minutos. Como avisa el título la mayor parte se desarrolla en el interior de un avión, peor está muy bien dosificada la información y la acción y mantiene la atención. Muy entretenida y con buenos giros de guion.

Apple +

 

La Mesías. Serie española de 7 episodios de más de una hora. “Los Javis”, como así se los suele mencionar, son los creadores y directores de esta serie que es una de las mejores que se han podido ver este año. Una historia, con la religión como fondo siempre y al mismo tiempo como protagonista, en la que se cuentan los avatares de una familia a lo largo de tres periodos de su vida. Tiene un guion realmente magnífico y unas interpretaciones que llaman la atención por las actuaciones de actores y actrices en los tres momentos de la narración. Quizá le pondría el pero de una cierta morosidad en algunos tramos de los últimos capítulos, pero no resta para una valoración final como la que he hecho antes.

Movistar

 

El abogado del Lincoln. Segunda temporada de esta serie estadounidense con 10 episodios de 45 minutos. Sigue, lógicamente, basada en las novelas de M. Connelly  y, como la primera, resulta muy entretenida. Una trama bien construida y escenas de juicio que tanto me gustan.

Netflix

 

Yellowstone. Quinta temporada de esta serie estadounidense con 8 episodios de 50 minutos. Siguen los problemas de los Dutton. Mucho caballo y espléndidos paisajes. Ambas cosas no suelen verse en las series. Muy entretenida y, eso sí, bastante trumpista en algunos momentos.

Sky Showtime.

 

Codename Annika. Serie finlandesa de 6 episodios de 45 minutos. Thriller sobre el blanqueo de dinero a través de las subastas de obras de arte. Un guion bastante bien urdido y buenas interpretaciones. Entretenida.

Sky Showtime.

 

Chivalry. Producción británica de 6 capítulos de 25 minutos. Comedia que se desarrolla dentro del mundo del cine de Hollywood. Los creadores son a la vez actores y productores (él es Steve Coogan). Un toque feminista. Entretenida.

Filmin

 

Darkness. Tercera y última temporada de esta serie danesa con 8 episodios de 45 minutos. Sigue en la misma línea de thriller un tanto especial porque da mucha importancia a las situaciones de los personajes y algo menos a la trama policiaca. Una fotografía que es seña de identidad y buenas interpretaciones hacen que se trate de una buena e interesante serie.

Filmin

viernes, 15 de diciembre de 2023

Fin de los diarios de un gran escritor



Dar cuenta de un libro como este de uno de mis autores favoritos, que es, además, uno de los escritores españoles más importantes de los últimos tiempos y un libro que tiene nada menos que 961 páginas, me parece una tarea fuera de mis capacidades.

Quien quiera leer una magnífica y completísima reseña lo puede hacer con la publicada por el profesor Fernando Valls  en infolibre.es. Yo me limitaré a destacar alguna de las cosas que más me han llamado la atención, y lo haré, fuera de mi costumbre habitual, en forma de frases sueltas.

Chirbes era muy radical en sus posiciones políticas tanto en contra del socialismo, siendo como era un hombre de izquierdas, (Zapatero era una especie de bestia negra) como del nacionalismo. Lo mismo le pasaba con el turismo.

Hay mucho arte en el libro, sobre todo renacentista del que se nota que sabía bastante.

Hay también, y sobre todo, mucha, muchísima literatura. Era un lector casi me atrevería a decir que compulsivo. (De hecho en los últimos dos años insiste en que lee para así ocupar el tiempo y no tener que escribir). Leía clásicos y contemporáneos indistintamente y hacía unos comentarios muy interesantes y sugerentes. Desde luego era un lector muy ecléctico.

Reproduce gran cantidad de fragmentos de libros, bastantes en francés en la época que leía mucho en ese idioma, lo que rompe algunas veces el hilo de lo que estaba contando.

Me ha encantado ver cómo le gustaban autores que son también de los que más me gustan a mí. Así: Stefan Zweig (al que dedica grandes elogios), Shalámov, Fante, Zambra, Némirovsky, Grossman o Joseph Roth, por citar solo algunos. Hablando de escritores, otra cosa que sí queda clara en los diarios son sus filias y sus fobias.

Me ha impactado ver la ansiedad que le producía la escritura de Crematorio; el rechazo que le provocaba lo que escribía; la enorme inseguridad; las dudas permanentes. Al final, se publica y todo son parabienes y críticas magníficas. Lo más curioso es que, sin embargo, apenas hay referencias a la escritura de En la orilla que ocupa buena parte de los últimos tiempos de su vida.

También llama la atención la soledad en la que vivía en Beniarbeig. Soledad me parece que autoimpuesta.

Desde luego era una persona muy intensa, al menos esta es la impresión que saco tras la lectura de los tres volúmenes de sus diarios, y también bastante hipocondríaca, más allá de las enfermedades reales que tenía.

Como decía al principio, tengo a Chirbes como de uno de mis escritores favoritos; su obra de ficción me parece espléndida. Eso me animó a leer estos diarios, un género que prácticamente no toco, lo que ha supuesto una experiencia muy enriquecedora en muchos sentidos, por un lado, porque descubres a la persona que hay detrás del autor y, por otra parte, porque hace reflexiones muy interesantes sobre muchos temas y obliga al lector a repensar algunas cosas.

Para terminar reproduzco a continuación algunos fragmentos en los que dice cosas con las que estoy algo más que de acuerdo:


“Tener la conciencia suficiente como para no quedar del todo en sus manos, valor para saber cuándo hay que decir basta para que no salte por los aires eso que no sabemos dónde está, pero reconocemos, y se llama dignidad.” (p. 264) (Sobre la eutanasia)

“La lectura como forma de alienación, o sencillamente como vagancia. Leer porque es lo más cómodo, porque no te exige a ti, sino que es trabajo que han hecho los demás.” (p. 265)

“Todo lo que leo, lo que veo, se me vuelve añoranza, melancolía. Miro los miles de libros que me rodean, la mayor parte de ellos leídos y subrayados, y lo que me llega es vacío e inutilidad. Pero no es así: esos libros han dejado huellas en mí, como yo he dejado las huellas de mis manos, de mis lápices, en ellos, aunque de todo eso tenga la sensación de que no quede gran cosa. (…)” (p.354-355)

“Haciendo zapping en televisión y oyendo los despropósitos que lanzan las emisoras fachas, me convenzo de que la derecha española pierde día a día el pudor que había guardado desde la muerte de Franco” (p. 742) (Dicho en 2010)

 

Por cierto no he dicho que el libro recoge los diarios escritos entre 2007 y 2015.

Muy recomendable e imprescindible para sus seguidores.

 

Rafael Chirbes, Diarios. A ratos perdidos 5 y 6.

  

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Un caso poco conocido


Que Sands es un magnífico investigador se comprueba leyendo cualquiera de su dos libros anteriores, tanto en Ruta de escape como en Calle Este-Oeste lo ha puesto sobradamente de manifiesto, pero es que, además, es un magnífico narrador y es capaz de contar esas investigaciones de una forma ágil haciendo que el lector se enfrasque en la lectura sin pensar en otras cosas.

Desgraciadamente no es lo que sucede con este tercer libro que leo del autor. El tema me parece muy interesante: en 1973 los habitantes de la isla de Pero Banhos, un isla situada en el Océano Índico, fueron reubicados en la isla Mauricio por necesidades estratégicas de los Estados Unidos que iban a montar una base en la isla de Diego García. A partir de ahí, tras una serie de cambios de dependencia político-administrativa que no vienen ahora a cuento, estos desplazados iniciaron un litigio que en 2108 llegó al  Tribual de La Haya, momento en el que intervino Sands como abogado de los demandantes que utilizó a uno de ellos, la señora Lisaby Elysé, como testigo.

El libro lo dedica el autor a explicar un montón de cosas sobre derecho internacional en general, y sobre este caso particular. Para ello divide el texto en cinco capítulos cada uno encabezado con una fecha: 1945, 1966, 1984, 2003 y 2019. Vemos así explicar desde la Carta del Atlántico y la creación de la O.N.U, al proceso de descolonización de los territorios británicos en el Índico, hasta concluir con el proceso del litigio antes mencionado.

En principio, todo muy interesante. Sin embargo, esta vez el autor creo que ha perdido su agilidad narrativa habitual y ha escrito un texto demasiado técnico y demasiado prolijo. Hay muchísimo derecho internacional no siempre fácil de entender e incluso de seguir a veces por la confusión, al menos a mí me ha pasado, con las fechas.

Es un libro de casi 300 páginas, con muchas informaciones interesantes y con una fuerte carga crítica a la colonización y la descolonización hecha por los británicos, pero quizá le falta cierta capacidad de síntesis y una mayor presencia de los litigantes.

Para terminar quiero destacar una idea del autor que me parece muy apropiada para la situación que se da en nuestro país:

“La sentencia vino a confirmar la importancia que puede llegar a tener la composición de la Corte Internacional, como, de hecho, la de cualquier órgano judicial”. (p. 14)


Philippe Sands, La última colonia. Traducción J. Ramos Mena.

 

 

 

 

 

lunes, 11 de diciembre de 2023

Después de siete años



Creo que sin temor a equivocarme puedo hacer dos afirmaciones sobre Barrett: que se trata de un autor poco prolífico -hace nueve años que publicó el anterior libro también de relatos-, y que es algo realmente extraño dada la calidad que tienen sus escritos.

En 2016 comenté Glanbeigh que me gustó muchísimo; le había perdido la pista lo que es lógico dado que estaba “desaparecido”.

Son ocho los relatos recogidos en esta nueva recopilación. La mayoría fueron publicados por primera vez en diferentes revistas. Se trata de un conjunto realmente magnífico.  Solo uno de ellos me ha decepcionado un poco y dos me parece que sobresalen sobre una media muy alta. Son los titulados: Quienquiera que seas, adelante y El 10, relato este con el que cierra el volumen.

Hay una gran variedad de temas y de momentos, pero creo que tienen en común algunas cosas: por un lado, todos están muy bien construidos tanto si mantienen el tiempo en el que se desarrollan como si lo alternan; por otra parte, hay una buena creación de personajes, todos pertenecientes a las clases populares y, claro, en muy diferentes situaciones vitales; finalmente, y este creo que es uno de los puntos fuertes de Barrett, hay unos diálogos muy creíbles y que reflejan bien a los distintos personajes.

Puestos a criticar algo sería que quizá en algún momento se la va la mano como por ejemplo en el siguiente fragmento:

“Bobby se fijó en la alquitranada densidad de aquella oscuridad biliosa, en la marca de espuma nacarada que lamía los ladrillos antiguos del canal a medida que el agua descendía hasta los muelles inhóspitos y el hipotético mar que había más allá”. (p.138)

Eso sí, hay que reconocer también que en la página siguiente lo corrige con este otro:

“Bobby estaba convencido de que los mejores poetas habían vivido sus vidas sin perder la furiosa insensatez, el nervio autodestructivo y la maligna ingenuidad de la adolescencia”. (p.139)

En definitiva, un libro que recomiendo lo mismo que el anterior. De nuevo hay que agradecer a una editorial como Sajalín que esté dándonos a conocer a una serie de magníficos escritores irlandeses.

 

Colin Barrett, Morriña. Traducción Ana Crespo.

 

 

domingo, 10 de diciembre de 2023

Un "variat" del autor



He leído casi todo lo publicado por Zambra. Es un escritor que me gusta porque es original y utiliza muy bien el lenguaje. Solo ha habido un libro que me decepcionó y que no he comentado en el blog. Este no pensaba comentarlo porque me da la impresión de que se publica aprovechando el tirón que tiene el autor y no por el verdadero interés de los textos.

El libro se divide en tres partes. En la primera se recogen tres conferencias que dio Zambra en 2013, 2014 y 2016 respectivamente. En la segunda unos relatos que, curiosamente, cita en las conferencias anunciando que no los publicaría. En la tercera unas reflexiones sobre la traducción, y en el fondo sobre el lenguaje, además de algunas noticias de su estancia en México y de la presencia allí de los terremotos.

Quizá el único interés de esta publicación sea ver la capacidad del autor para escribir sobre temas tan variados haciéndolo, eso sí, con su buena escritura habitual.

Me ha llamado la atención esta especie de declaración de amor a Argentina: 

“Ser argentino tiene muchas ventajas. Para qué hablar de música o de fútbol (ahora sí que me gusta). Ser argentino te permite algo muy valioso: no ser chileno. ¿Qué más se puede pedir? Acá hay educación gratuita. Y no importan los apellidos, somos todos inmigrantes. Y a nadie le parece escandaloso que cambies de opinión a cada rato. Y nadie cree en Dios, por lo tanto nadie cree en el Diablo. Y a mí no me gustan los hombres (creo), pero me reconforta saber que si me empiezan a gustar hasta me podría casar con algún chabón”. (p. 66-67) 

Y, siguiendo con ese país, esta reproducción de una frase de Borges:

“Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído”  (p. 31

En fin, un libro que se puede leer, que los muy fans a Zambra seguro que disfrutarán, pero también un libro que tampoco hubiera pasado nada si no se hubiese publicado.

 

Alejandro Zambra, Tema libre.

 

 

Novela policiaca de calidad


Son muchas las entradas en el blog dedicadas a los libros de Black (por cierto, me acabo de enterar de que este pseudónimo solo lo utiliza Banville en España). Todos suelen ser muy entretenidos y, lo que es también importante, estar muy bien escritos. Este no es una excepción.

La trama, como sucede en prácticamente todos, es relativamente simple. Una mujer aparece muerta y dictaminan que se trata de un suicidio hasta que la analiza el doctor Quirke que aprecia que puede tratarse de un asesinato. A partir de ahí se pone en marcha la policía a la búsqueda de posibles culpables.

Como decía, las tramas no son lo más relevante en las novelas policiacas de Black, pero es que en este caso lo es aún menos porque, aunque esto también es marca de la casa, aquí priman los personajes ya que como dice Laura Fernández en El Cultural, y reproduce la editorial en la solapa:

 

“Black, como Banville, como los maestros, crea personajes que no son solo personajes, que están vivos, en un mundo paralelo al nuestro, el mundo de la Literatura, con mayúsculas”.

 

En esta novela adquieren papel protagonista no solo el de siempre, Quirke, en esta con menos apariciones, sino su hija Phoebe,  los dos policías o una de las hermanas. Además, da mucha importancia a las relaciones personales.

No pueden faltar algunas alusiones a temas relevantes. Así, habla de la minoría protestante irlandesa o de la presencia de los judíos en Irlanda, perro, eso sí, falta esta vez la habitual referencia a la juventud del protagonista y los abusos de la iglesia católica.

Me ha hecho gracia la expresión: “tiene parientes en tierra firme”, dicha por un inglés para referirse a que tiene parientes en Inglaterra. Buena síntesis de una forma de pensar.

En fin, una novela muy entretenida que se lee casi de un tirón a pesar de sus 326 páginas en formato grande.

 

Benjamin Balck, Las hermanas Jacobs.  Traducción Antonia Martín.