miércoles, 18 de julio de 2018

Un Enquist muy diferente



Como ya he dicho comentando otro de sus libros, conocí a Enquist al leer su magnífica autobiografía y después estoy leyendo los distintos libros que se han publicado. No es un orden de lectura habitual, al menos en mi caso, pero ha venido así; me impactó tanto su historia personal y su forma de contarla que he querido conocer sus historias. Hasta ahora unas me han gustado mucho y otras no tanto. Es un escritor bastante innovador en las formas y no siempre me ha resultado fácil seguirlo.
En este caso, sin embargo, Enquist cuenta una historia a la manera más tradicional casi me atrevería a decir que del siglo XIX. Se trata de la revolución que puso en marcha el prusiano Johann Friedrich Struensee,  médico de cámara del rey danés Cristián VII, que convertido en su valido, y  en el escaso periodo de dos años, aprobó más de 600 medidas de reforma del país en una línea ilustrada.
Valga como muestra el siguiente fragmento:

“- Lo “real” esta semana –empezó a decir lentamente- consiste en la abolición de la ley de infidelidad, así como la reducción de las pensiones superfluas a los funcionarios, la prohibición de la tortura, estoy preparando la transición de las aduanas de Ödersund de las arcas del rey a las del Estado, la instauración de fondos de ayuda para hijos ilegítimos, que podrán ser bautizados, y…” (p 242)

Enquist desarrolla los cuatro años en los que Struensee estuvo cerca del rey que, por otra parte, era un enfermo mental (se habla de que padecía esquizofrenia). En la novela son muy importantes una serie de personajes que Rafael Narbona caracteriza perfectamente en su reseña en elcultural.com:

“Entre los aciertos del texto, hay que mencionar la capacidad de infundir vida a los personajes. Cristián VII es un personaje patético, que confunde la realidad con la ficción, un verdadero Hamlet (no hay que olvidar que los hechos discurren en Dinamarca), incapaz de decidir entre sus obligaciones políticas y sus juegos con un perrillo y un esclavo negro. Su esposa, la “puta inglesa”, vive el deseo sexual como un desafío a las convenciones, sin dejarse intimidar por las ideas de culpa y pecado. Struensee es un joven idealista, pero carente de determinación. Guldberg, que lidera la conspiración palatina, encuentra en la piedad religiosa un desagüe a su sexualidad reprimida.”

Con estos personajes principales junto con otros importantes secundarios, el autor consigue que nos situemos en esa época de finales del siglo XVIII y que disfrutemos con una historia de luchas por el poder y de resentimientos y ambiciones propios realmente de cualquier época.
Enquist demuestra una vez más su maestría como escritor y deja un texto absolutamente recomendable incluso para los que, como es mi caso, no les guste demasiado la novela histórica porque esta solo lo es en apariencia.


Per Olov Enquist, La visita el médico de cámara. Traducción Martin Lexell y Cristina Cerezo.

lunes, 16 de julio de 2018

Diatriba contra todo y contra todos



Habla Daniel Ruiz, discípulo y colaborador del autor, en el Prólogo de:
“(…) la irresistible verborrea de Rubiales…” (p.11) Y es que, efectivamente, es algo que se aprecia desde las primeras líneas de un libro que si tuviese 150 páginas en lugar de las 356 que tiene, hasta podría recomendarse por algunas cosas que ahora comentaré.
El libro es una verdadera diatriba contra todos los políticos y casi todos los periodistas desde una óptica “libertaria”, concepto que, aunque no lo aclare el autor, usa en el sentido que se le da en Estados Unidos. Todo lo que hacen los primeros es el terreno para que haya un gobierno mundial de los poderosos, y los segundos colaboran en ello al no realizar la verdadera función de la prensa que es la crítica del poder.
Algunos fragmentos donde aparecen estas ideas son:

“La gran invasión de Europa por oleadas de refugiados que se produjo en septiembre de 2015. (…) Son muchos los estudiosos y analistas que creen que aquella fue una operación diseñada por el poder mundial para acelerar la islamización de Europa y su rápida descristianización, dos traumas que justificarán en su momento la irrupción necesaria del gobierno mundial “salvador”” (p. 286)

 “El apocalipsis del Estado único ya se acerca a saltos.” (p. 261)

“La destrucción de las naciones para que los poderosos puedan controlar el mundo es el gran objetivo de los que están mandando desde el principio de los tiempos.” (p. 61-62)

 “Muchos creen que los grandes culpables de la ruina de la democracia y de la injusticia en nuestro mundo son los políticos, pero es probable que los periodistas, al traicionar a los ciudadanos y a la verdad, sean más culpables todavía.” (p 166-167)

Además de esta idea que recorre todo el libro y que se repite incansablemente, Rubiales tiene aciertos en muchas de las críticas concretas que hace tanto a políticos como a medios. Así, por ejemplo:

“Los medios se han transformado en el arma más poderosa del siglo y el instrumento clave para generar consenso. Sin su participación no habrían sido posibles cambios como las privatizaciones, el acoso y derribo a los sindicatos, la pérdida de derechos, la bajada de impuestos a los más ricos, los descensos en el poder adquisitivo de los salarios, los recortes en servicios fundamentales, el endeudamiento de los gobiernos, el avance imparable de la corrupción y los paquetes legislativos que han permitido que los poderosos puedan acumular poder y riqueza sin obstáculos.” (p 172)
Al mismo tiempo es capaz de plantear ideas tan fuera de tono y de realidad como la siguiente sobre la enseñanza:

“Ese enfrentamiento que conlleva destrucción, es de una especial importancia en la enseñanza, donde se procura enseñar a los estudiantes, desde niños, que la única autoridad estable y confiable es el Estado, para lo cual enfrentan a los alumnos con los profesores, a los profesores con los padres, a los padres con los hijos y a todos contra toda autoridad que no sea la del poder estatal. De ese modo se destruye todo, desde el orden hasta la seguridad, la certeza y los valores, creándose un vacío que solo puede ocupar el Estado.” (p 226)

Tampoco esta otra sobre la elite española tiene desperdicio:
  
“La virtud no es precisamente uno de los rasgos dominante del grupo, sorprendentemente minado por la corrupción, el abuso de poder, el consumo de drogas, el sexo, en sus modalidades más exóticas y extremas, y otras muchas perversiones.” (p. 78-79)

Eso sí, menos mal que hay gente vigilante como el propio autor ya que sin complejos ni falsa modestia afirma:

“Este libro proporciona la lente que el mundo necesita para ver el monstruo que se aproxima.” (p. 302)

Creo que con estas citas se ve claramente por dónde va el libro y su autor que, por otra parte, es un escritor bastante prolífico ya que este es el tercer libro sobre el mismo tema.
No entraré en la crítica sobre los elementos ideológicos del libro porque, como decía antes, junto a algunos aciertos se aprecia una verdadera paranoia y un odio al Estado a pesar de que en el fondo se le está pidiendo que cumpla muchas funciones. Sin embargo, sí hay algunas cosas que se pueden comentar en forma crítica. Así: páginas y páginas echando pestes de políticos y periodistas sin dar nombre de ninguno, y en las escasas ocasiones que hace referencia a un medio, en los comentarios de sobremesa que hacemos en mi casa sobre el tema somos más profundos; repite constantemente las mismas ideas y hasta los mismos ejemplos, algunos los he visto hasta cuatro veces; destila verdadero odio al nacionalismo catalán del que afirma: “Los independentistas ocultan su alma nazi, que les llevó a cometer fechorías como el adoctrinamiento de niños y jóvenes en las escuelas, el acoso a los que se sentían españoles, la tergiversación de la Historia y el más siniestro fomento del odio antiespañol y …” (p. 33); finalmente, el apocalipsis que pronostica y las teorías conspirativas que menciona hacen que no se le pueda tomar demasiado en serio, desde luego no tanto como él se toma a sí mismo.


Francisco Rubiales Moreno, Hienas y buitres. Periodismo y relaciones pervertidas con el poder.

miércoles, 11 de julio de 2018

Política y medios de comunicación



Que en los medios de comunicación se libra una de las principales batallas políticas de nuestro tiempo creo que está fuera de toda duda. Es más, la política hoy se hace fundamentalmente en y por los medios, por eso resulta muy adecuado e interesante que un político como del Olmo, que además es Secretario de Comunicación de Podemos, se dedique a resumir cuáles son los principales aspectos de la importancia e influencia de los medios.
El libro está dividido en cuatro partes, Cuadernos, en la terminología del autor. En el primero, Los amos de la verdad, analiza sobre todo la prensa. Para quien conozca los trabajos de Pascual Serrano, el análisis le resultará no solo conocido sino idéntico; de hecho del Olmo lo cita en más de una ocasión.
En la segunda parte explica de forma muy clara esos conceptos que vemos manejar permanentemente como: agenda oculta, el marco  y el storytelling.
La tercera está centrada en las imágenes y aquí dedica mucho espacio a explicar el porqué  y el para qué del Tramabús.
Finalmente, la cuarta, para mí la más novedosa porque trata los temas que menos conozco, está dedicada a analizar la política en las redes sociales.
En todos los apartados utiliza a la hora de poner ejemplos lo sucedido con Podemos lo que hace el texto aún más interesante. Uno de esos ejemplos es el caso del famoso piso de Ramón Espinar. Aquí del Olmo hace el análisis que se hizo mayoritario en la organización en el sentido de que era una campaña contra Iglesias en la persona de uno de sus seguidores que se presentaba a dirigir el partido en Madrid. Recuerdo perfectamente que hubo quienes en ese momento hicimos un análisis bien diferente planteando que, en el fondo, esa campaña aparentemente proErrejón lo que pretendía era precisamente lo contrario, esto es, que ganase Espinar.
Del Olmo menciona algunos nombres de medios (el grupo Prisa lógicamente se lleva la palma), pero apenas el de algún periodista; de hecho, solo recuerdo haber visto el del ínclito Eduardo Inda, verdadera bestia negra de Podemos. Bueno, una bestia sin más, pero con unos encajes muy grandes con los poderes ocultos del estado.
Decía antes que el tema de las redes sociales me había parecido el más novedoso. Dentro de él destaco la siguiente reflexión porque me parece muy acertada:

“El objetivo era sortear un obstáculo que existe en la red social. Los individuos que se unen en una causa no desarrollan ningún nosotros. Y aquí está el reto de los partidos: generar identidades compartidas entre los y las activistas de las redes sociales. La comunicación en las redes debilita la comunidad, favorece el individualismo, no aglutina voluntades. En las relaciones que se establecen en la red social no predomina la solidaridad, sino el narcisismo y el ego. Y, al ser una máquina de alimentar y agrandar el ego, se convierte en la herramienta más adecuada para los políticos tradicionales, no para una política dirigida al cambio social.” (p. 192)

Un libro que se lee fácilmente y que trata temas que interesan a todo el que está preocupado por la información y la comunicación. Eso sí, tras su lectura la sensación que queda es que no son muchas las posibilidades de cambiar las cosas. Como se suele decir: “Ya está todo el pescado vendido”. Bueno, pensemos, y esperemos,  que no sea todo.

Juanma del Olmo. La política por otros medios.

lunes, 9 de julio de 2018

Más literatura húngara



Dentro del grupo de escritores centroeuropeos tengo una especial predilección por los escritores húngaros. He leído a bastantes y hasta ahora ninguno me ha decepcionado. Son buenos escribiendo, suelen contar historias interesantes, son reflexivos y, eso sí, suelen adolecer de un cierto pesimismo que, dicho sea de paso, no me disgusta.
De Szép leí hace unos meses un libro en el que de forma autobiográfica recoge sus experiencias como judío represaliado durante la guerra.
El que ahora comento también tiene bastante de autobiográfico aunque con un contenido bien distinto. Un escritor de cuarenta y siete años cuenta dos historias de amor y, sobre todo, reflexiona sobre muchos aspectos de la vida. Como dice Alejandro Gándara en el Prólogo:

“La obra que el lector tiene ahora entre sus manos no es un retrato del autor, es más que eso: es una auscultación silenciosa, casi clínica, de su sensibilidad ante las cosas y las gentes del mundo, sin diagnóstico, sin pesimismo, sin alarde emocional.” (p. IX)

Esas reflexiones son lo más interesante de un libro que, por otra parte, resulta bastante irregular porque esas historias de amor, si es que así se les puede catalogar, son demasiado superficiales o yo diría que incluso frívolas. Sin embargo, el libro gana cuando Szép se dedica a escribir sobre temas tan concretos como: la vejez (con alusiones a las arrugas y las verrugas), la enfermedad,  el porqué de los diferentes gustos y, por encima de todas, las dificultades de la escritura sobre la que afirma:
“Cuánto sufro con esta obra, qué desesperación cada mañana cuando me siento a escribirla, con el peso del folletín de la tarde en mente, como quien siente en el cerebro una bala no extraída; aún  no tengo ni idea del folletín, lo tendré que escribir a todo correr porque es el pan de mi madre y de mi hermana viuda.” (p. 117-118)

Otro tema que aparece de forma recurrente a lo largo del libro es la carencia de dinero y la acumulación de deudas, de tal forma que cuando se estrena una obra de teatro suya no cobra porque la misma empresa lo dedica a pagar a sus acreedores.

Otro ejemplo de sus reflexiones puede ser esta sobre el teléfono que me ha resultado conocida:

 “Hay gente dotada para el teléfono. Nacen dotados para el teléfono como otros para el piano. Yo no toco bien el teléfono. Hablo en la oscuridad, en el vacío, me pierdo. Digo medias frases. La sombra de lo que quisiera decir.” (p. 29)

Muchas de las cosas que dice, teniendo en cuenta que el libro está escrito en el primer tercio del siglo pasado, se podrían decir hoy también, pero lo haría alguien de sesenta y siete años y no de los cuarenta y siete del protagonista lo que demuestra de forma muy clara el gran cambio que se ha producido a lo largo del siglo en la vivencia de la edad.
En fin, otro buen ejemplo de la literatura húngara aunque menos potente de lo habitual.

Erno Szép, La manzana de Adán. Traducción Mária Szijj y José Miguel González Trevejo.

domingo, 8 de julio de 2018

Artículos interesantes

Hacía tiempo que no ponía esta entrada por diferentes razones. Sin que hayan desaparecido algunas, vuelvo a las andadas.

Buena entrevista de Neus Tomàs con John Carlin. Hablan de casi todo y es interesante la visión de alguien de fuera sobre los temas de aquí. (eldiario.es)

Elisa Beni explica bastante bien los riesgos que tiene el PP en su actual momento. (eldiario.es)

Miguel Urbán y Fernando Luengo escriben un texto corto y muy concreto sobre la concentración del poder en Europa. (infolibre.es)

viernes, 6 de julio de 2018

ANDAMIO


Nueva entrega de lo visto en series y películas. Esta vez hay un predominio claro de los productos estadounidenses.


Películas


El fútbol o yo. Comedia argentina que tiene algún buen momento pero que resulta un tanto repetitiva y a partir de la mitad se convierte en una especia de melodrama bastante aburrido.


Molly’s Game. Película escrita y dirigida por Aaron Sorkin; con eso está dicho casi todo. Diálogos largos bien construidos y dichos a toda velocidad, un buen guion y un buen entretenimiento. Quizá le sobra algo de metraje porque, sobre todo en el tremo final, hay escenas un tanto premiosas en las que, eso sí, aclara un poco los porqués de la protagonista.


The disaster artist. Original película sobre la gestación y filmación de The room, “la peor película de la historia”. Como se puede ver al final, se reproducen escenas idénticas y Franco habla de la misma forma que el creador de la película. En el fondo se trata de un homenaje. Entretenida y muy curiosa. 


The party. Curiosa y original película de Sally Potter. Un único decorado y unos magníficos actores para un guion muy trabajado. Se critica casi todo y resulta divertida con un logrado humor negro.


Series


Cardinal. Serie canadiense de seis episodios que de no saber su origen se podría pensar perfectamente que es una serie nórdica. Los paisajes nevados, el guion, alguna escena de violencia y el protagonista recuerdan mucho esas series. Entretenida y bastante bien construida.
La segunda temporada es bastante más floja. Demasiado lenta, un tanto deslavazada y no muy verosímil.


Manhunt: Unabomber. Serie norteamericana en ocho capítulos basada en hechos reales. Muy interesante el tema –alguien que enviaba bombas por correo como denuncia de la sociedad industrial dominada por la tecnología- y, sobre todo, muy bien construido el guion utilizando tres momentos temporales de forma muy efectiva y sin que provoque la confusión en el espectador. También resulta muy entretenida.


The Marvelous Mrs Maisel. Comedia norteamericana en la que una joven casada y con dos hijos se dedica por la noche a hacer monólogos en clubes de poca categoría. Algo bastante típico tratándose de humor es que es judía.  Son ocho capítulos bastante entretenidos y, sobre todo, magníficamente ambientados pues se desarrollan en 1958. Espero que haya una segunda temporada.


 Cormoran Strike. Serie británica que tiene como protagonista a un investigador privado. Son tres temporadas cortas, de dos o tres episodios cada una,  que se corresponden con tres novelas de J.K.Rowling. Buena ambientación y creación del personaje protagonista, pero no demasiado interesante el desarrollo.

miércoles, 4 de julio de 2018

Oportuna reedición



Me imagino que  el éxito el año pasado del libro de Mairal  La uruguaya (comentada también en el blog) es lo que ha llevado a la misma editorial a reeditar esta novela que ganó en 1998 el Premio Clarín otorgado por un jurado en el que estaban nada menos que Bioy Casares, Roa Bastos y Cabrera Infante. El libro fue también llevado al cine en 2001.
Nada de lo anterior es fruto de la casualidad porque estamos ante un magnífico escritor capaz de contar historias interesantes y divertidas con gran agilidad narrativa y un buen uso del lenguaje.
Reproduzco dos fragmentos del comentario que hizo Javier Calvo en Babelia cuando se publicó por primera vez el libro y que tomo de pedromairal.blogspot.com:

“Mairal es sutilmente surreal: véanse los episodios de la anciana que ve la tele como un artificio casi religioso, el taxista que enloquece en plena carrera o la transformación simbólica del protagonista en espantapájaros en la fiesta gay. El resto del tiempo, Mairal es un analista mordaz de las costumbres de su sociedad, incluyendo rasgos locales que conectan su discurso con la tradición argentina.”

Y más adelante.

“Su discurso recuerda la novelística de Osvaldo Soriano, por su énfasis en los diálogos, el humor y el ritmo de la prosa, y por la parodia de elementos de novela de carretera…”

Me ha llamado la atención esta comparación con Soriano porque es un autor que me ha hecho pasar muy buenos momentos, pero no había caído en que, efectivamente, Mairal lo recuerda en esos aspectos.
Uno de los elementos que hace que esta novela sea tan buena es la magnífica construcción de los personajes con los que se va encontrando el protagonista en su viaje a Buenos Aires. Los hay de todo tipo, desde gente solidaria como el barquero, los vaqueros o el paraguayo que le ayuda en un camión, hasta los que le roban  como sucede con dos soldados o le golpean como el productor de cine porno. (Es curioso que sean soldados los que roban y paraguayo uno de los que mejor se portan con él).
Una novela que se lee de un tirón y que apetecería que durase un poco más aunque seguramente dura lo que tiene que durar. Absolutamente recomendable.
Espero que la editorial se anime a publicar algún texto más del autor.



Pedro Mairal, Una noche con Sabrina Love

martes, 3 de julio de 2018

Un buen escritor flamenco


De un tiempo a esta parte es cada vez más frecuente encontrarse con libros que novelan aspectos de la realidad o, como en este caso, la biografía de algún personaje. A Hertmans le entregó su abuelo antes de morir unos cuadernos en los que contaba su vida. Al pricipio decide no leerlos, pero cuando al fin lo hace pasados muchos años, lo que encuentra le motiva para escribir este libro que como dice la editorial en la contraportada: “Lo que el lector tiene entre las manos son unas memorias que se leen como una novela, o, si se prefiere, una novela que reconstruye una vida real”.
El libro se divide en tres partes muy diferentes. En la primera, la más extensa, el autor cuenta los primeros años de la vida de su abuelo y de sus antepasados. La profesión de pintor de frescos del padre del abuelo le da pie para hablar mucho de arte (de hecho Hertmans fue profesor de la Academia de Bellas Artes de Gante). Además de hablar del Gante de su abuelo habla también del propio del autor lo que resulta muy interesante.
La segunda parte está escrita en primera persona y consiste en la reproducción muy bien editada  de las memorias del abuelo durante la Primera Guerra Mundial. Aunque he leído ya varios libros con ese tema y desde una perspectiva parecida, no dejan de impresionarme las cosas que se cuentan. Además, Hertmans ha hecho una gran labor y las descripciones son magníficas y no se oculta lo más desagradable dejando escenas de gran crudeza. Lo más sorprendente –pero esto me suele pasar con muchos libros de memorias-, es que el abuelo las escribe con setenta años y sin embargo son enormemente precisas en los detalles tanto de los hechos como de los lugares.
En la tercera parte se vuelve a la tercera persona y se cuentan aspectos de la vida posterior. En este sentido llama mucho la atención su segundo matrimonio con la hermana mayor de su primera esposa tras la muerte de esta y algunos detalles que se dan de esta relación. Muy interesante resulta lo que escribe sobre la faceta de pintor del abuelo y también las fotos de alguno de sus cuadros.
He contado bastante del contenido del libro, algo que no suelo hacer habitualmente, porque es una de las claves de su interés. También hay que decir que está magníficamente escrito por quien parece ser uno de los grandes escritores belgas de la actualidad. Además el libro ha obtenido numerosos galardones.
Hertmans es un escritor de Flandes que escribe en flamenco. Me ha llamado la atención la siguiente descripción que hace el abuelo de la situación de los soldados, por soldados y por flamencos.

“Cuanto mayor era el sacrificio humano, más insoportable resultaba el desdén de los oficiales francófonos, las vejaciones públicas y el trato discriminatorio a los soldados flamencos. (…)
Mientras nosotros pasábamos días enteros al aire libre con gruesos gorros de montaña y botas destrozadas envueltas en trapos de franela, frotándonos los brazos y apretándonos unos contra otros para no morir de frío y que no se nos cayeran los dedos por congelación, los oficiales charlaban cómodamente sentados en granjas con buenas chimeneas.” (p. 279)

No sé si como he leído en algún comentario este libro se convertirá en un clásico, pero sí que es desde luego de lectura muy recomendable aunque en la primera parte hay algunos momentos en los que me ha costado avanzar.

Stefan Hertmans, Guerra y trementina. Traducción Gonzalo Fernández

lunes, 2 de julio de 2018

Otro ejemplo de buen periodismo



Estamos ante otro magnífico ejemplo de periodismo del bueno. Hay que agradecer otra vez a la editorial Península que siga publicando libros de gente joven como Aldekoa, Ayestaran, Vicente, y no tan joven como Lobo; periodistas que son capaces de comunicar de una forma clara y con buena escritura lo que sucede en otras partes del mundo.
En este caso y como indica el título se trata de China. Vicente llegó en 2002 y pronto se convirtió en corresponsal de TV3 durante más de una década. Tuvo por tanto ocasión de asistir a muchas de las grandes transformaciones que se han producido en ese inmenso país.
En este libro no se trata de explicar técnicamente y con el empleo masivo de datos los grandes  cambios que se han producido en todos los sectores de la sociedad china, para ello ya existen suficientes libros en el mercado. Lo que pretende el autor es dar su visión personal de lo sucedido para lo que utiliza sobre todo sus propias experiencias. Así, escribe sobre la contaminación, el control policial (aquí hay muchos momentos curiosos de sus relaciones con la policía), el secuestro de niños, la familia, la vivienda, la religión oficial y un largo etcétera. Para ello en los 24 capítulos en que ha dividido el libro va yendo de adelante hacia atrás y viceversa porque lo importante es el tema y no el momento.
En general, se muestra bastante crítico con lo que ve y suele destacar los aspectos más negativos como pueden ser entre otras: la multitud de prácticas alimentarias irregulares, los graves problemas de la contaminación por el uso masivo del carbón o la utilización de los manicomios para reprimir a los que hacen peticiones a los gobiernos.
Me ha llamado la atención el hecho de que fuera detenido por la policía en más de una docena de ocasiones aunque logró siempre salir más o menos bien librado.
No obstante lo dicho, Vicente ha formado familia en China y eso ya indica que no todo lo que ha visto y vivido ha sido tan negativo.
En un libro tan extenso, tiene 420 páginas, hay un poco de todo y solo me ha sobrado quizá la excesiva extensión de algunos momentos porque por lo general el espacio está muy bien ajustado a la importancia de lo que cuenta.
Se lee con mucho interés y está escrito con la agilidad propia de un buen periodista. Muy recomendable.
Para finalizar me gustaría destacar dos ideas que me ha parecido que reflejan bien dos aspectos importantes:

“Culturalmente, la china es una sociedad adicta al dinero. (…) No acabas de adaptarte a China hasta que has aprendido a contar el dinero como lo hacen ellos y a manosear los billetes para comprobar si alguno es falso.” (p. 164)

“Creo que Occidente no podrá deshacerse nunca de una visión a menudo injusta de los muchos méritos de la gestión china, por el simple hecho de que, para nosotros, es una dictadura. Y, frente a eso, no solemos admitir matices. Y al mismo tiempo creo que los chinos nunca acabarán de entender o admitir que hay valores que no son occidentales, sino universales.” (p. 374)

Sergi Vicente. China Fast Foward. Traducción Agnès González. (El original del autor está en catalán).