domingo, 30 de abril de 2017

Artículos interesantes

Elisa Beni escribe sobre el sistema judicial y cómo se ha ido  reformando  con los años e incrementando el control político. (eldiario.es)

Mireia Sentis da un buen repaso a libros y películas sobre la cultura negra. (elpais.com)

"¿Qué fue de quienes creímos en la Transición?" por Jesús Lòpez-Medel. (ctxt.es)

viernes, 28 de abril de 2017

Sobre el lenguaje de los políticos y más



Estamos ante un extenso libro, más de 400 páginas en formato grande, sobre el lenguaje de los políticos y también el que están adoptando los medios. En un texto tan extenso, quizá demasiado, y con un tema tan interesante, hay análisis bastante profundos, pero también a veces se cuentan cosas que no tienen tanto interés. No obstante, la mayor parte de sus doce capítulos se leen con mucha atención y hacen reflexionar y cuestionar algunas ideas preconcebidas así como también confirmar otras.
Por sus páginas aparecen los principales políticos británicos y estadounidenses de los últimos tiempos como: M.Thatcher, R.Reagan, B.Obama, T.Blair o D.Trump. También alguno de otra procedencia como es el caso de S.Berlusconi. En general, las apariciones son para criticar alguno de sus mensajes si bien unos salen mejor parados que otros.
Hay también bastantes alusiones al periodismo a lo largo del libro, desde un capítulo completo, el 5, dedicado al tema, hasta varios comentarios del autor explicando alguna de sus actuaciones tanto en la BBC como en el New York Times.
Incluso dedica  un capítulo a hablar de la retórica en el mundo griego y su evolución posterior.
Me gustaría destacar ahora un conjunto de citas que creo que resultan especialmente interesantes  y alguna incluso muy adecuada para analizar el panorama en nuestro país.
Una crítica bastante fuerte, pero también bastante acertada sobre el discurso de los políticos:

“(…) algunas de las tendencias más inquietantes del discurso político contemporáneo. Consigue su impacto rechazando toda complejidad, condicionalidad o incertidumbre. Exagera hasta el extremo para expresar su idea. Se basa en la presunción de una mala fe incorregible por parte de su blanco político. No acepta la responsabilidad de explicarle nada a nadie, y en lugar de eso trata los hechos como materia opinable. Rechaza la posibilidad siquiera de un debate racional entre las partes. Con un lenguaje así, no es de extrañar que tantos ciudadanos asqueados den la espalda a la política.” (p. 31)

Una referencia a internet y los medios digitales que cualquiera que entre en ellos puede comprobar a diario:

“(…) el lenguaje del odio desatado (y a menudo anónimo) que han permitido las plataformas digitales ha perjudicado el discurso público de otras maneras. A menudo provoca una respuesta equivalente y contraria, de manera que un debate entero degenera en vitriolo. Además, establece un nuevo y siniestro estándar para la expresión de opiniones contundentes, al que algunos políticos y comentaristas se adaptan de buena gana.” (p. 154)

Dos reflexiones que se pueden discutir y matizar, pero que plantean dos interesantes debates:

“También debemos ser cautos antes de suponer que la mejor política es aquella que tiene vocación consensual y talante dócil. A menudo, la obstinación y una sonora determinación de hacerse oír son el único modo de lograr que se acepten nuevas y valientes ideas políticas. La pasión y el debate encendido pueden ser indicadores de una democracia sana, y no solo de una enferma.” (p.25)

“Para una opinión pública enfadada, lo que resultaba atractivo no era necesariamente el radicalismo de las políticas como tal, ni siquiera su posición en el espectro de la derecha o la izquierda, sino el modo en que el radicalismo del orador indicaba una ruptura completa con el statu quo.” (p. 204)  (Lo dice tras referirse a Corbyn y Trump.)

Una idea que el año pasado estuvo cada día en los debates dentro de Podemos:

“Está claro que hay que hacer lo suficiente para mantener a los tuyos motivados y unidos, pero ellos no son tu público principal; por lo menos si lo que quieres es llegar al poder.” (p.376)

¿Autocrítica?

“La auténtica incógnita sobre buena parte del periodismo a la vieja usanza no es si puede sobrevivir como profesión, sino si merece hacerlo… y si alguien lo echaría de menos en caso de desaparecer.” (p.389)

Yo sí que lo echaría de menos.
En fin, como se puede ver hay un montón de temas interesantes a lo largo del libro y, además, están expuestos con gran agilidad y claridad. Un libro muy recomendable.
Hay una buena entrevista de Héctor G. Barnés en elconfidencial.com.


Mark Thompson, Sin palabras. ¿Qué ha pasado con el lenguaje de la política? Traducción Gabriel Dols Gallado.

jueves, 27 de abril de 2017

Entrega número veinticinco de Montalbano




Este es el volumen veinticinco de la serie que Camilleri dedica al comisario Montalbano y también hace el número veinticinco en mis lecturas de la serie.
Con Camilleri me pasa algo parecido a lo que me sucede con Benjamin Black, que no me pierdo ninguno de sus libros aunque no me interesa especialmente la trama que montan a pesar de tratarse del género de novela policíaca. Con grandes diferencias entre ellos, cada uno tiene aspectos que los hacen atrayentes. En Camilleri creo que es el humor a través de unos personajes bastante simples pero que dan mucho juego y la gran capacidad para elaborar diálogos. Además, claro, de su faceta gastronómica. Por el contrario, en Black predomina la seriedad y la clave son unos personajes bastante complejos y unas atmósferas muy bien logradas. En el fondo, es la gran diferencia entre escribir desde y sobre Sicilia o hacerlo desde y sobre Irlanda, fundamentalmente en y sobre Dublín.
Camilleri ni engaña ni sorprende y menos en esta última novela. Están todos los personajes y actuando como siempre lo han hecho: Catarella y sus errores idiomáticos; Mimì Augello y su faceta de mujeriego; Fazio y su capacidad de investigar; Livia y su relación tan particular con Salvo; un conjunto de sospechosos y sospechosas entre los que destaca, como suele suceder en sus últimas novelas, más de una guapa mujer a la que el autor dedica detalladas descripciones; Enzo y su magnífica trattoria e, inevitablemente, un muerto. Por supuesto, no faltan los típicos salmonetes de roca y otra multitud de buenísimos platos así como algunas críticas puntuales, aspecto que al igual que en Back no puede faltar en un libro de Camilleri,  que en este caso se dedican a la burocracia y a la actitud ante los inmigrantes.
Con todos estos ingredientes el autor elabora un texto de algo más de doscientas páginas, extensión también muy habitual en los libros de esta serie, muy entretenido y divertido que se lee prácticamente de un tirón aunque, evidentemente, no deje luego un recuerdo especial.
Ahora a esperar el próximo pues, a pesar de sus más de noventa años y su adicción al tabaco, parece que este escritor está dispuesto a morir tecleando; y bien que hace y sus lectores le agradecemos.



Andrea Camilleri, Un nido de víboras. Traducción Carlos Mayor

martes, 25 de abril de 2017

Relatos con supervivientes del Holocausto



La literatura sobre el Holocausto es inmensa, tanto la escrita por sus protagonistas en forma de memorias o recuerdos, como la basada en investigaciones hechas por los especialistas;  sin embargo, no es tan grande la cantidad de obras de creación escritas por supervivientes o, al menos, yo no la conozco.
Este conjunto de seis relatos se debe, precisamente, a una superviviente, en concreto a una escritora polaca que pasó por varios campos de concentración. Tras la guerra emigró a Canadá lugar en el que se desarrollan la mayoría de los relatos recogidos en este libro. El original estaba escrito en yiddish y fue traducido al inglés por su hija que es, además, la autora del Prólogo a esta edición en castellano.. La versión que se ha publicado en España está traducida de esta lengua.
Como indica su título, los relatos tienen como protagonistas a supervivientes y narran entre otras cosas sus problemas de adaptación no solo a una nueva realidad y un nuevo país, sino también a unas nuevas vivencias. Hay referencias a la soledad, la frustración, la infelicidad, la espera, etc.
Son relatos de muy diferente longitud. A mí particularmente el que más me ha gustado e interesado es La venganza de Edgia que es también el más largo (más de setenta páginas). Su protagonista es una mujer que fue kapo en un campo y cuya única buena acción fue salvar a otra mujer, la Edgia del título. Ambas se encuentran en Canadá y, como se dice en el Prólogo el relato es: “la crónica por aceptar el pasado y aceptarse una a otra.. Nos obliga a considerar el significado de lo que es ser una víctima y los duraderos efectos que la experiencia del Holocausto ha tenido sobre la psique de los supervivientes.” (p. 10)
Precisamente en este relato creo recordar que es en el único en el que se habla directamente de los campos, pues al estar escrito en primera persona por la que había sido kapo hay descripciones  como la siguiente:

“Las demás prisioneras me hacían la pelota. Si decía una palabra amable era música para sus oídos. Las hacía sentirse más seguras con respecto a las siguientes horas de sus vidas. Se peleaban para decidir quién debía lavar mi ropa interior y limpiar mis zapatos. Temblaban ante cada movimiento desdeñoso de mi mano, y leían e interpretaban ansiosamente cada expresión de mi rostro. Si antes de la guerra me ruborizaba al oír un lenguaje que fuera remotamente osado, me volví claramente prolífica en la invención de entradas para un diccionario de obscenidades. Si antes de la guerra hablaba el polaco con los tonos más elegantes y refinados, en el campo sentía un placer salvaje despotricando como una perra. Y, si había pensado que mis manos solo se habían creado para la ternura y las caricias, ahora las tenía cerradas en puños como rocas, para golpear mejor las espaldas encorvadas y esqueléticas. Y todo eso lo hice con placer, con un deleite genuinamente sensual, como en una orgía.” (p. 89)

Aunque es un poco extensa creo que la cita merece la pena por el tipo de personalidad que refleja.
Un libro recomendable que nos pone en contacto con una buena escritora y con unos temas complejos. Ahora solo queda esperar que se publique su obra maestra, El árbol de la vida.


Java Rosenfarb, Supervivientes. Traducción de Daniel Gascón

lunes, 17 de abril de 2017

Pequeña decepción



Hacía mucho tiempo que no veía un nuevo  libro de Claudel en las librerías. Hasta ahora había leído los traducidos porque es uno de esos autores que muestran una gran sensibilidad en sus historias y con sus personajes. Sin embargo, en este caso no me ha gustado tanto como en los anteriores. También derrocha sensibilidad, pero no he terminado de entrar en esta historia sobre el amor y la muerte.
Las críticas que reproduce la editorial en la solapa son, lógicamente, muy favorables como por ejemplo esta en La Presse: “Philippe Claudel firma una novela vibrante –de hecho, muy vibrante- sobre el tema de la muerte.”
A mí, y ahí está el problema, no me ha resultado así. Claro que tiene momentos de gran intensidad; la visita del protagonista a su madre en la residencia es quizá el mejor momento de la novela o al menos el que más me ha llegado, aunque en ello seguramente influye mi propia historia.
El libro está, eso sí, muy bien escrito como no podía ser menos tratándose de Claudel, pero creo que está demasiado descompensado en su diferentes historias sin que llegue a mostrar una unidad de propósito o intención. Así, por ejemplo, no he terminado de entender las dos relaciones que mantiene el protagonista. Por cierto que al principio me parecía una obra de lo que ahora llaman faction, tan típica de algunos escritores franceses, pero al final no sé si se trata de eso o no.
Aunque no es lo habitual en este escritor, apunta alguna crítica como esta referida al uso de las imágenes en la televisión:

“El realizador de la televisión italiana había puesto en práctica ese tipo de gramática. El drama real no era suficiente. Había que escenificarlo por medio de los encuadres, los valores de los planos elegidos y la ordenación de los planos para exacerbar el horror y, sin duda, hacerlo más consumible para el espectador, que ya no puede ver el mundo, emocionarse, conmoverse, sin los estereotipos que le ofrecen las imágenes de ficción desde hace décadas y que han modelado su cerebro y su sensibilidad.” (p. 148) (Se está refiriendo a las imágenes de una patera en el Mediterráneo.)

Seguiré buscando libros de Claudel a pesar de esta pequeña decepción. El listón estaba muy alto y el autor quizá está ahora más dedicado al cine, como su protagonista, que a la escritura.




Philippe Claudel, Bajo el árbol de los toraya. Traducción José Antonio Soriano Marco.

viernes, 14 de abril de 2017

Sigo disfrutando con Natalia Ginzburg



Desde que hace poco descubrí la obra de Ginzburg, no dejo pasar mucho tiempo sin leer alguno de sus libros. Ya tengo varios en el estante de pendientes de lectura sabiendo que me proporcionarán momentos muy gratificantes, pero también que hay que dosificarlos.
Este que ahora comento, escrito en 1973, vuelve a ser una lectura muy adictiva. Con su prosa sencilla, pero tremendamente eficaz nos va mostrando un conjunto de relaciones familiares frustradas en su mayoría y unos personajes que difícilmente logran salir de la soledad.
Dos fragmentos lo pueden ejemplificar muy bien:

“No es que el dinero te vaya a resolver nada estando como estás sola, despistada, vagabunda y a la deriva. Pero todos nosotros en alguna zona de nuestro ser andamos algo desorientados y a la deriva y nos sentimos a veces fuertemente atraídos por el vagabundeo y por el deseo de no respirar otra cosa más que la propia soledad.” (p. 190)

“Se encuentra en una situación desesperada, sin encontrar un sitio para vivir y sin tener nada en el mundo, excepto un quimono negro con girasoles, un  abrigo de visón y un niño. Pero tengo la impresión de que todos nos las arreglamos con un arte especial para meternos en callejones sin salida, de los que nadie va a ser capaz de sacarnos, y que no nos permiten andar ni para adelante ni para atrás.” (p. 164)

Es una novela construida en lo fundamental a base de la correspondencia entre varios miembros de la familia a partir de la marcha de Miguel, el único hijo varón, a Inglaterra, pero también hay otros pasajes en los que la narradora nos pone en situación y describe otras situaciones.
No solo no hay personajes felices, es que ni tan siquiera parece que puedan acercarse a serlo. Por ejemplo, Miguel conoce a una norteamericana en Inglaterra y se casa con ella, pero un amigo le escribe a la hermana:

“A los ocho días de casados, el matrimonio ya se había hecho polvo. Durante ocho días, parece ser que fueron felices.” (p. 213-214)

Sin embargo, no es una novela dura o que muestre conflictos y enfrentamientos irresolubles; es un retrato de la vida de unas personas desde la cotidianidad más normal.
La grandeza de esta escritora creo que la resume muy bien la frase de Elena Hevia en El Periódico que la editorial ha puesto en la faja que acompaña a esta edición:

“Es difícil hacerse con el secreto de la prodigiosa prosa de esta mujer. Sus textos funcionan a base de acumulación, como una letanía. Y de pronto, se produce el milagro, en la sencillez se abre el abismo, el lector cae dentro de la herida abierta, sorprendido, conmovido.”

Libro absolutamente recomendable como cualquiera de los de esta gran escritora. Además, cuenta con la traducción nada menos que de Carmen Martín Gaite.
Hay una buena reseña en unlibroaldia.blogspot.com



Natalia Ginzburg, Querido Miguel. Traducción Carmen Martín Gaite.

miércoles, 12 de abril de 2017

Una buena continuación



Parece que la editorial Libros del Astroide tiene la intención de reeditar la obra de este escritor (antes la había editado Destino). Los amantes de la literatura centroeuropea estamos de enhorabuena pues varias editoriales españolas están poniendo a nuestro alcance lo mejor de esa literatura en la primera mitad del siglo pasado.
Hace unos meses reseñaba el primer libro que leía de Perutz y titulaba la entrada como “Un buen descubrimiento”. Ahora tengo que decir que estoy ante una buena continuación. Si el anterior era un conjunto de relatos que se desarrollaban en los siglos XVI y XVII en el barrio judío de Praga, este es casi una novela de género que se desarrolla en Viena en 1909.
Novela policiaca, pero sin policías ni detectives privados, todo lo más un ingeniero que elabora algunas hipótesis y trata de comprobarlas. ¡Ah!, claro, y un muerto o, según se mire, más de uno. Me ahorraré hablar de la trama y de los personajes  de la novela pues Manuel Hidalgo lo hace de manera magistral en su reseña de elcultural.com.
La novela tiene un inicio espectacular que recuerda de alguna forma a la mejor Agatha Christie; un muerto en extrañas condiciones  y un misterio. A partir de ahí avanzará la intriga que el autor sabe graduar de forma magistral moviendo muy bien los hilos de la historia. Eso sí, tengo que reconocer que, de no haber sido por el magnífico final (del que obviamente no se puede adelantar nada), el regusto que me habría dejado la novela sería seguramente muy distinto.
Libro muy entretenido y magníficamente escrito y traducido. Ahora a esperar que esta u otra editorial siga reeditando libros de este autor.


Leo Perutz, El maestro del juicio final. Traducción Jordi Ibáñez

martes, 11 de abril de 2017

Sigue la publicación de la obra de Bove




Quinto libro de Bove traducido y quinto leído. En muy poco tiempo se están publicando los libros de este gran escritor francés, desaparecido en 1945, lo que significa que está teniendo una buena acogida, algo nada extraño por lo original de su obra y su estilo.
Esta que comento hoy es quizá la que menos me ha gustado porque, aunque tiene las características típicas del autor y la historia que cuenta sea lo menos importante, me ha parecido que en este caso la historia es demasiado simple y poco creíble.
No obstante, como dice Jaime Fernández en el blog enlenguapropia.wordpress.com:

“La prosa de Bove, tejida con frases cortas, de una claridad y sencillez pasmosas, obra el prodigio de estimular la atención embotada por la costumbre. Por ello después de la lectura de alguna de sus historias el lector regresa al mundo real más rico en vida y en sensaciones que antes de leerla y con la sensibilidad más despierta.”
 Es decir, que incluso un texto en mi opinión inferior a otros que he leído siempre aporta cosas porque como dice Pierre Michon en una cita que reproduzco de la página web de la editorial:
“Nada es más simple que una historia de Emmanuel Bove. Y nada es más aterrador. La experiencia de la lectura de Bove es única.”Le Monde.

Libro recomendable como todos los de este autor que además suele gozar de unas magníficas traducciones. Por cierto, en este caso, no sé si por estar en el original o es cosa de las traductoras, me parece que hay un abuso de las comas lo que hace que  a veces el texto quede demasiado fragmentado por las constantes “interrupciones” de ese signo de puntuación.



Emmanuel Bove, Armand,.Traducción Mª Teresa Gallego y Amaya García Gallego.

lunes, 10 de abril de 2017

Por otra forma de narrar



Desconocía la existencia de este director de cine británico que por los problemas en su país terminó rodando en Estados Unidos, Suecia o Francia. No había oído hablar de ninguna de sus películas ni de sus planteamientos. De hecho cuando compré este libro pensaba que era un análisis de la crisis actual de los medios de comunicación. Estaba equivocado al menos en parte.
El texto de Watkins es una verdadera diatriba contra el sistema en general, y contra todo lo que se refiera a los medios de comunicación en particular.
Watkins utiliza dos conceptos que repite incesantemente a lo largo del libro que son: el Reloj Universal y La Monoforma. Con ellos pretende describir cuál es la situación de todos los medios (MMA). De manera muy sintética se podrían resumir en: la homogeneización y uniformización que está produciendo la globalización y la existencia de una sola forma de narrar y montar siguiendo el modelo hollywoodiense. A partir de ahí hace una crítica demoledora de todo lo que se produce en cine y televisión insistiendo también en otra idea muy recurrente a lo largo de todo el texto que es la de la necesaria participación del público en el acto de la creación. Así:

“No solo es posible establecer una relación creativa y democrática con el público, sino que es además condición indispensable para que puedan surgir nuevas formas y procesos cinematográficos.” (p. 127)

Además, plantea la necesidad primordial de crear nuevas formas independientemente de los contenidos que se quieran abordar:

“Sin embargo, tal y como ya he subrayado, en muchos sentidos la crisis de los medios nace de esta contradicción: si no somos capaces de ir más allá del contenido para abordar decididamente el debate sobre las formas y los procesos jerárquicos que reproducimos, y a través de los cuales presentamos al público las voces alternativas, ¿en qué nos distinguimos de los MMA? (p. 138) (Subrayados en el original)

En varios momentos hace alusión a algunos elementos de esa nueva narrativa aunque creo que lo mejor es ver alguna de sus películas o de sus cortos para entenderlo mejor. Espero poder hacerlo próximamente.
Evidentemente, todo su mensaje tiene un marcado contenido político aunque eso sí sin una tendencia claramente marcada (parece más bien libertario). Así, por ejemplo:

“Si realmente estamos dispuestos a tomarnos en serio las advertencias sobre la devastación del medio ambiente a escala planetaria, sobre la brecha cada vez mayor que separa a ricos y pobres, sobre la nueva fase de la carrera armamentística (con el desarrollo por parte del Pentágono de una nueva generación de armas, que incluye gigantescos drones hipersónicos y bombas lanzadas desde el espacio –“bombardeo cinético”-, que permitiría a Estados Unidos aniquilar a sus enemigos a la velocidad de la luz sin salir de su territorio)…, tenemos que volver a pensar, simultáneamente, qué uso hacemos de los medios de masas en general y de la televisión, el cine comercial y la radio en particular.” (.p 157-158) (Subrayado en el original)

A mí particularmente me han resultado muy interesantes las críticas que hace a la información en la televisión que, además, comparto en su totalidad. El ejemplo que pone con la cobertura del 11 de septiembre está muy bien traído.
En general es un libro con buenas aportaciones para la reflexión, pero que tiene el defecto de, por un lado, insistir demasiadas veces en las mismas ideas machacando en exceso con los conceptos que mencionaba antes y,  por otro lado, no ofrecer demasiados ejemplos de materiales hechos con otra forma alternativa. También creo que exagera en algunas de las críticas porque llega a dar la impresión de que para él la única creación válida es aquella que tenga como objetivo el cambio social.
Se puede leer un comentario muy favorable, y con el mismo grado de radicalidad, en cinesinautor.blogspot.com




Peter Watkins, La crisis de los medios. Traducción Emilio Ayllón.

domingo, 9 de abril de 2017

Artículos interesantes.

Esta semana se da un fenómeno poco habitual y es la presencia exclusiva de artículos de elpais.com, pero se justifica perfectamente por los temas que abordan.

Luis Montes hace una defensa de la eutanasia y lde a necesidad de tener una ley de una vez por todas.

Antonio Muñoz Molina escribe sobre un gran novelista estadounidense como fue James Baldwin.

Soledad Gallego hace una buena reflexión sobre cómo se dejan  de lado temas muy importantes.


viernes, 7 de abril de 2017

El poder en España desde la Transición



Juste ha escrito un libro muy necesario sobre todo por la cantidad de referencias que se han hecho últimamente a este IBEX 35 relacionándolo con su apoyo a diferentes partidos y con su posible financiación.
El libro es, como indica su subtítulo, un repaso por la historia del poder, y de los poderosos, en los últimos cuarenta años. Es un texto muy desmoralizador aunque no creo que sea esa precisamente la pretensión del autor. Y es desmoralizador porque tras su lectura la sensación que queda es la dificultad, por no hablar de la imposibilidad, de provocar cambio alguno en ese poder, ni en su estructura, su funcionamiento o  su composición.
El libro se divide en cuatro capítulos que se corresponden con las cuatro presidencias que ha habido en esos años. (Queda fuera por su escaso tiempo de gobierno la de Calvo Sotelo.) En dos de ellos aparecen Aznar y Zapatero en el título, pero llama la atención que en el primero no sea González sino Solchaga el que lo haga y es que, además de crearse el IBEX en su época ministerial, para Juste es uno de los principales creadores del grupo de poder. De esta manera cierra el primer capítulo:

“Si acercamos la lupa al cuadrilátero, veremos como fue también la victoria de un modus operandi del grupo que ganó la carrera que se asentó en la triple alianza entre el Ministerio de Economía y sus asociados (el cuerpo de economistas, inspectores de Hacienda y el Banco de España), la gran banca, y el padrinazgo de la gran familia del tardofranquismo: el clan de las Dehesillas. Carlos Solchaga, superministro del OPSOE y patriarca del grupo, consiguió imponer su modelo, que simplificó en una regla básica que transmitió a Conde: “Los partidos no valen para nada”. Y tiene razón, pues, a diferencia de González y el PSOE, los burócratas nunca pierden elecciones.” (p. 124) (Este clan estaba compuesto por lo que luego se llamaría la beautiful people y por  representantes del antiguo régimen).

A lo largo de los capítulos del libro el autor va dando una información muy detallada de muchas de las empresas que forman parte del IBEX 35 y de sus consejeros y presidentes. Aquí reside uno de los dos problemas que en mi opinión tiene el libro, esto es, su prolijidad que hace que de alguna manera “tantos árboles no dejen, a veces,  ver el bosque”. Es cierto que Juste hace de vez en cuando interesantes análisis y valoraciones, pero ese exceso de información hace que la lectura resulte por momentos pesada y farragosa. El otro problema es, en esta misma línea, lo poco claro que quedan algunos de los tecnicismos que emplea sobre todo al hablar de los temas financieros. Intenta aclararlos en notas a pie de página con las definiciones “oficiales”, pero creo que así resultan aún más confusos.
Evidentemente, al margen de estos aspectos que critico, se trata de un libro fundamental para entender el país y cómo se constituye y funciona el poder dentro de él. Eso sí, pienso que no se ha hecho la mejor edición posible porque algunas de las cosas que he comentado pueden echar para atrás a más de un lector. Da la impresión de que se ha corrido para tenerlo listo en un momento que pudiera interesar. Así, por ejemplo, aparecen también algunos errores fácilmente subsanables como: hablar de la “carrera de los Jerónimos” (p. 222); decir que algo que pasó en 1979 lo hizo 19 años antes que en 1988 (p. 226); mencionar el mapa que viene a continuación y no haber ninguno (p. 189) o que el 10 de octubre de 1929 ya existía el IBEX 35 (p.228). Errores irrelevantes, pero síntoma de falta de correcciones necesarias. También habría sido muy necesario un apéndice con la bibliografía esencial porque, en un libro de estas características, no basta con los citados en las notas a pie de página.
En cualquier caso se trata de un libro totalmente recomendable aunque pueda suponer esa desmoralización que mencionaba antes. A fin de cuentas también existe el “optimismo de la voluntad”. Además, aunque solo sea por ver el retrato que sale de Solchaga y de Aznar (y su clan) ya merecería la pena. (Una curiosidad: Solchaga fue profesor mío en la facultad de Económicas el curso 1971-72.)
Tras la publicación del libro Juste ha dado numerosas entrevistas entre las que yo destacaría por su interés la publicada en elconfidencial.com.


Rubén Juste, IBEX 35. Una historia herética del poder en España

miércoles, 5 de abril de 2017

Sigo con la tetralogía



Hace unos meses me llevé una gran sorpresa al leer el primer volumen de esta tetralogía. Sinceramente, no creía que un libro así pudiera gustarme y no solo me gustó, sino que me predispuso para leer los siguientes.
Este segundo me ha hecho disfrutar tanto o más que el anterior. La historia de las dos protagonistas y del espléndido conjunto de secundarios que ha creado Ferrante te tiene atrapado desde la primera página y desde esa impresionante descripción de la noche de bodas de Lila, una de las dos protagonistas.
Como el anterior, y como sucederá en los cuatro títulos, la historia está narrada por Elena, la otra protagonista que en dos momentos diferentes se describe así:

“Empecé a cuestionarme a mí misma, había caído en un error, me había hecho ilusiones. ¿Cómo era posible que yo, bajita, demasiado rellena, gafuda, yo voluntariosa pero no inteligente, yo que me fingía culta, informada, cuando en realidad no lo era, hubiese llegado a pensar que le gustaría aunque no fuera más que durante unas vacaciones? (p. 278)

“A clase iba con una bata negra carente de toda gracia; ¿qué esperaba la profesora que hubiese debajo de aquella bata, vestidos y ropa interior como la suya? Había carencias, había miseria, mala educación. Tenía un solo par de zapatos muy gastados. El único vestido que me parecía bueno era el que me había puesto para la boda de Lila, pero hacía calor, estaba bien para el mes de marzo, no para finales de mayo.” (p. 175)

Es decir, da una visión bastante penosa de sí misma aunque luego la realidad termine siendo bastante menos dura con ella.
No voy a contar más de la historia. En el blog devoradoradelibros.com se hace una reseña muy completa y un estupendo análisis de los personajes y sus relaciones.
Sí quiero resaltar otros dos aspectos de la novela; para ello utilizaré dos fragmentos de sendos blogs que me parece que los  resumen muy bien:

“El estilo de Elena Ferrante es preciso y compone con él una prosa envolvente e intensa, que por momentos se vuelve casi lírica, con la que vuelve a hacer gala del dominio del ritmo narrativo armando una novela pausada cuya lectura no se puede abandonar y ofreciendo una narración donde no sobra ni falta ni una sola palabra, ni una sola coma, mientras paseamos, casi sin darnos cuenta, por todo lo que de complejo tienen la vida y el crecimiento.” En  entremislibrosyo.blogspot.com

“Las novelas de las dos amigas tienen la intriga de un thriller, la trama de un culebrón, el contexto sociopolítico de una novela realista y unos pasajes alucinados propios de la literatura fantástica.” Brenda Otero, elpais.com

Efectivamente, ese carácter envolvente de su estilo y una prosa tremendamente eficaz me parecen muy importantes para atrapar al lector. Además, aunque a veces está en el filo de la navaja del culebrón e incluso de la novela rosa, lo salva muy bien por la fuerza que da a sus personajes y lo creíble de las situaciones en que los pone.
Absolutamente recomendable aunque sé que habrá gente a la que no le guste ni le interese nada esta historia. Reconozco que yo tuve que quitarme de la cabeza más de un cliché para leer el primero. Hoy lo agradezco.



Elena Ferrante, Un mal nombre. Traducción Celia Filipetto

martes, 4 de abril de 2017

Citas últimas lecturas



Mujer

“Soy una mujer. La ley es sabia. Dice que el lugar de una mujer está junto al hombre al que pertenece. No tiene ninguna obligación de regresar a su país. Ya sabe adónde pertenece.”
Stefan Zweig, Clarissa



Edad, vejez

Me contó que tenía noventa y siete años. “¿Sabe, joven? La gente me dice: ”No me gustaría vivir tanto tiempo, tener noventa y siete años”. Pero todos cambian de opinión en cuanto cumplen noventa y seis”, me dijo.
Benjamin Black, Las sombras de Quirke



Nación, identidad

La frase: “Estoy orgulloso de ser alemán”, o esta otra: “Estoy orgulloso de ser judío”, me suenan a la misma insensatez que si alguien dijera: “Estoy orgulloso de tener los ojos castaños.”
Ernst Toller, Una juventud en Alemania



Profesor


Las clases particulares terminaron siendo un suplicio; a Misi se le secaba la garganta de tanto preguntar. Profesor nato, prefería instintivamente formular veinte mil preguntas a dar una explicación: quería que el alumno dedujera por sí solo la lógica del lenguaje.
Zsigmond Móriz, Sé bueno hasta la muerte



Mujer

Cuanto más estudia una muchacha peor le va porque solo crecen sus expectativas y, en el fondo, no va a llegar a nada…
Zsigmond Móriz, Sé bueno hasta la muerte



Religión

Los habitantes de la tierra se dividen en dos,
 Los que tiene cerebro pero no religión,
Y los que tienen religión pero no cerebro.”
El poeta Abul-Ala al-Maari citado en

Amin Maalouf, Las cruzadas vistas por los árabes

domingo, 2 de abril de 2017

Artículos interesantes

Una semana más estoy encantado de poder seleccionar un conjunto de artículos e informaciones sobre temas variados olvidando un poco la política. Es mucho más interesante y seguro que mucho más productivo.


Álvaro P. Ruiz de Elvira ofrece una amplia panorámica de las series que se estrenarán este mes. (elpais.com)

Buena entrevista de Miguel Carrión con Ann Pettifor, experta en bancos y deuda soberana. (eldiario.es)

Un fragmento del libro de Michael Booth sobre los países escandinavos. Desde luego es para comprárselo y leerlo.(eldiario.es)

Miguel Pasquau escribe como en él es habitual un buen artículo en este caso sobre el discruso de Susana Díaz. (ctxt.es)