Mostrando entradas con la etiqueta Juan Carlos Monedero. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juan Carlos Monedero. Mostrar todas las entradas

domingo, 20 de septiembre de 2015

Artículos interesantes

El predominio de las elecciones en Cataluña es total y, al mismo tiempo, los argumentos de los diferentes articulistas son prácticamente iguales y a estas alturas tan oídos que carecen de interés, por eso he elegido dos artículos al margen de la política y otros dos bien diferentes que tratan de Podemos.
 
Carlos Boyero habla de cine, series y libros. Estoy de acuerdo en casi todo lo que comenta. (El País)

Pongo este artículo de Alex Grijelmo porque, a pesar de no ser aficionado al deporte, tengo que oír muchas veces esas expresiones absurdas y generalmente incorrectas. Ha reunido una buena porción de ellas. (El País)

Larguísima y muy interesante entrevista con Juan Carlos Monedero. (ctxt)

Curioso análisis el de Félix Ovejero sobre Podemos principalmente en la parte en que critica su falta de antinacionalismo. (Además de profesor de universidad como aparece en el artículo es uno de los fundadores de Ciudadanos.) (El País)

jueves, 9 de julio de 2015

Una visión de la Transición muy diferente




 
Llevaba bastante tiempo con ganas de leer este libro que tiene un título tan sugerente. No me ha defraudado. Más allá de los desacuerdos que pueda suscitar, y alguno mencionaré, este combativo texto tiene las suficientes ideas e interpretaciones como para replantearse muchas de las concepciones que se tienen sobre ese período tan intenso e interesante de nuestra reciente historia. Además, el interés aumenta si, como es mi caso, se ha tenido alguna participación en la política del momento.
A lo largo de los 11 capítulos de que consta el libro, Monedero va criticando no tanto lo que sucedió, que a veces también, sino sobre todo la visión que se ha dado tanto por parte de sus protagonistas como de los intelectuales que la han estudiado. Una visión que, según el autor, peca de muy optimista al exagerar los méritos de quienes la hicieron y que no pone el foco en todos los que tuvieron participación en el proceso.
El siguiente texto resume muy bien esta idea que es el núcleo del pensamiento del autor:
 
“No se trata de pensar que otra generación lo hubiera hecho mejor. Ni siquiera que, por criticar aquel proceso, quien hace el reproche gane en moral a los criticados. Se trata de sacar de su ensimismamiento a quienes, de tanto repetirlo, terminaron creyéndose su propia mentira. Lo reprochable no es la impotencia de la época, sino la falta de honestidad de sus voceros. Lo deshonesto es no afirmar: “Hicimos lo que pudimos, lo que nos dejaron, lo que nos atrevimos”. Esconderlo tras un arrogante: “Nos corresponde la mayor hazaña democrática de la historia de España”. No se trata de reprochar a nadie que fuera cobarde. Se trata de reprocharle que diga que fue un héroe. Una Transición perfecta que no deja entender una democracia tan imperfecta”. (p.25)
 
 
o también este otro en el que incluye un matiz final importante:
 
“Ese fin principal es el que llevó a que la transición fuera concebida como un proceso de transacción entre élites, ajeno a las reivindicaciones  más transformadoras nacidas de la oposición a la dictadura que, por otro lado, no pudieron reunir fuerzas suficientes como para imponer sus puntos de vista rupturistas”. (p.226)
 
Monedero utiliza una escritura muy directa con muchos párrafos que son verdaderas “tormentas de ideas”, repletos de críticas y reflexiones que obligan a leerlos un par de veces para no perderse cosas fundamentales.
Una crítica que le haría es que  se nota que varios capítulos no están escritos para el libro sino que, como en los agradecimientos finales aparece, proceden de escritos previos, lo que implica alguna reiteración y un evidente cambio de estilo. Incluso me atrevería a decir que alguna contradicción, aunque tendría que hacer una lectura más reposada para señalarla.
 
Algunos desacuerdos.
La presentación que hace de la “reconciliación” entre Santiago Carrillo y Manuel Gutiérrez Mellado, página 32, me parece bastante injusta para el segundo sobre todo teniendo en cuenta el papel del primero en la guerra (al margen de si tuvo o no que ver con la matanza de Paracuellos).
La idea de que la transición “la trajeron las luchas populares obreras en busca de mejoras laborales, las luchas culturales, (…) las luchas religiosas, (…) las huelgas universitarias", etc. (p.50)  no creo que refleje la realidad de aquellos momentos. Aún recuerdo una manifestación, obviamente prohibida,  en Cibeles para pedir “amnistía y libertad” en la que en los diferentes saltos participamos un número bastante escaso de manifestantes(se habló de unos 8.000). Creo que esta idea no concuerda con otra que también he señalado de una transición hecha desde arriba como un pacto entre élites.
Finalmente, me llama la atención otra idea que resumo: A la izquierda del PSOE no solo estuvo el PCE sino otra izquierda que “si bien es cierto que defendía referencias que vistas desde hoy parecen marcianas –Albania, las revolución cultural china, la URSS de Stalin-“, realizó un esfuerzo a la hora de acorralar al régimen franquista  que fue despreciado por la democracia española. Realmente hay que decir que también parecían marcianas para la inmensa mayoría en aquellos momentos y que su papel tuvo una importancia muy relativa. En este sentido es una casualidad que en El País de hoy aparezca una entrevista con los principales dirigentes de esa izquierda radical en la que, hablando de Podemos, critican la idea que desde ese partido se está dando de la Transición, en la  que precisamente Monedero es el máximo responsable y exponente. A este respecto comentan:
 
“Sanromá y Sauquillo les reprochan su visión de la Transición: “No han estudiado nuestra experiencia y no la valoran. Es verdad que Suárez tomó la iniciativa de la reforma ante una izquierda dividida, pero la Constitución fue más lejos de lo que la derecha pretendía. Tuvo que compartirla, aunque luego no ha ido más allá de lo que podía. Las grandes movilizaciones, animadas por nosotros, fueron decisivas para ese logro histórico. En 1974 y 1975 crecíamos más rápido que el PCE. Discrepamos de la versión rosa de la Transición. También jugamos un papel en la denuncia del golpismo”. Sauquillo destaca cómo aquella izquierda “se jugó la vida en una etapa muy difícil e impulsó el cambio. No se puede hacer tabla rasa. Nosotros respetamos el sufrimiento de la generación de nuestros padres”.
Podemos, en la lupa de la izquierda radical antifranquista, El País, 9 de julio de 2105)
 
Finalmente, las palabras con las que acaba el libro: “Si queremos construir una democracia avanzada –que es otro nombre para decir socialismo-, no empecemos por buscar un partido, ganar concejales o negociar puestos (cosas, qué duda cabe, importantes), sino que primero hemos de evocar  en los hombres y las mujeres el anhelo por la emancipación. Por eso leemos el pasado con ojos más limpios,” (p.261), creo que ayudan a entender el porqué dejó Monedero la dirección de Podemos.
En un texto tan combativo y comprometido, Monedero “pisa muchos callos” (Joaquín Leguina, Santos Juliá o Felipe González entre otros), pero tengo que reconocer que comparto su opinión en la mayoría de los casos.
Un libro muy recomendable para todos los interesados en la historia y, sobre todo, en la política actual. Tiene momentos espléndidamente escritos que alterna con otros mejorables, pero siempre, en cada página, hay ideas, reflexiones y comentarios para el debate y el pensamiento. Seguramente no es toda la verdad, ni creo que el autor lo pretenda, pero sí que se acerca bastante a una interpretación mejor de lo que sucedió en esa época.
 

 
 
 Juan Carlos Monedero, La Transición contada a nuestros padres. Nocturno de la democracia española

jueves, 7 de mayo de 2015

Conversación con Monedero




Ha coincidido la publicación del libro, y mi lectura,  con la salida de Monedero de la dirección de Podemos, y en esta larga conversación con Ramón Lobo creo que están algunas de las claves de esa salida que queda prácticamente anunciada en el Epílogo del propio Monedero.
El libro resulta enormemente clarificador sobre el protagonista y muy interesante para quien está interesado en la política en general y en Podemos en particular.
A partir de las preguntas de Lobo se va organizando una conversación sobre la mayoría de los temas que uno se puede imaginar tratados unas veces desde el punto de vista teórico y otras desde el práctico (o desde la acción para ser más precisos).
A mí me han interesado especialmente cosas como, por citar solo algunas: sus diferencias con Iglesias, sus militancias en el PSOE e IU, su opinión sobre el tándem González-Guerra (en este caso, lo reconozco,  he disfrutado con su certera y un  tanto sarcástica visión), la buena síntesis que hace sobre la evolución del capitalismo, el resumen que hace sobre la situación en Sudamérica, su matizada visión sobre la Transición,…
En general, casi todo lo que dice Monedero, y muchas de las interpelaciones de Lobo, me han interesado y me han hecho reflexionar e incluso debatir con ambos. Estoy en bastante sintonía con lo que afirman salvo en cosas muy puntuales y, tengo que decir que quizá lo que más me ha sorprendido es ver a un Monedero más moderado de lo que aparenta a veces y, desde luego, de lo que dicen de él muchos medios de comunicación. Esta sorpresa no debería haberla tenido pues he leído su Curso urgente de política para gente decente donde explicaba muy bien sus posiciones, pero es tal la cantidad de cosas que se llegan a oír que terminan haciendo mella.

Como muestra de alguna de las cosas que dice, y que a mí me parecen de las más relevantes, dejo unas cuantas frases con mi comentario:

 

 “Mientras sigamos delegando la política, es imposible que las cosas importantes cambien.” (p.93)
(Evidentemente, creo que por aquí surge una de las grandes discrepancias con la dirección de Podemos y en la que tiene toda la razón Monedero.)

 
“Creo que la crítica es el pulmón de oxígeno de cualquier vida en común.” (p.173)
(Desde luego, para mí, esta tendría que ser lo primero que diferenciase a Podemos del resto de los partidos.)

 
“(…) tenemos que salir de la teología política en España, que ha afectado a la derecha –que se cree la esencia de España y considera a los demás antiespaña-, pero también ha afectado a las fuerzas políticas críticas, que prefieren ser una secta sin capacidad de gobernar pero poseedora de la verdad, sin posibilidad de incidir en ningún tipo de cambio.” (p.175)
(Esta crítica a un cierto infantilismo izquierdista para algunos no casará con algunas opiniones que ha expresado estos últimos días.)

 
“Si en esta fase de transición los que estamos indignados con nuestra casta política no fuésemos capaces de sustituirlos, tendríamos que asumir que carecemos de la fuerza suficiente y que los gobernantes se parecen a nuestra sociedad.” (p.181)
(Aquí seguramente habría que recordar al autor de la frase y a muchos otros que algo así pasó en la famosa Transición.)

 
En definitiva, un libro lleno de sugerencias, reflexiones más o menos profundas según el tema, y la suficiente información para conocer a una persona que ha sido centro de atención durante mucho tiempo en los últimos meses. Con alguna de las cosas que dice no hará seguramente demasiados amigos, pero tengo que reconocer que a mí me ha convencido en lo fundamental.

 
Ramón Lobo, Conversación con Juan Carlos Monedero

jueves, 11 de diciembre de 2014

Clarificador y sugerente




 
Hasta ahora los libros publicados sobre el fenómeno Podemos tenían como único protagonista a Pablo Iglesias. Me han resultado útiles para empezar a entender el origen y parte del proyecto, pero quedaban muchas preguntas sin responder y muchos asuntos sin tratar. Para  cubrir este hueco aparece este nuevo libro sobre el tema con muchas novedades ya que en él escriben o son entrevistados los principales creadores de Podemos.
El libro se puede dividir en dos partes que no tienen por qué coincidir con la división hecha por los autores. En la primera, se describen con bastante detalle los orígenes del grupo y su articulación en torno a ese curioso programa de televisión que es La Tuerka. Se cuentan las diferentes vicisitudes, cómo fue pasando de un canal a otro y quiénes formaron parte del proyecto. Es interesante y da una idea de lo que vendría después. La segunda parte la componen las entrevistas realizadas por los autores a Íñigo Errejón, Carolina Bescansa y Pablo Iglesias, más un Epílogo de Juan Carlos Monedero. Como se ve, están los principales dirigentes de la actual fuerza política recientemente constituida en partido.
Es en esta parte en la que está lo más sustancioso y novedoso del libro sobre todo en la intervención de Bescansa. Realiza un espléndido análisis sociológico sobre por qué surge Podemos, cuáles son los problemas a los que tiene que dar solución y da interesantes informaciones sobre la campaña de las elecciones europeas. “Nosotros en Podemos no nos hemos inventado nada. Sencillamente lo que ocurre es que llevamos mucho tiempo estudiando lo que pasa” (Bescansa, p.126).  Y se nota que desde luego ella ha estudiado y de qué manera. Además, tiene la inmensa ventaja que es capaz de explicar muy bien lo que expone, que no solo lo hace perfectamente entendible sino que te lleva a identificarte con las conclusiones. Sin embargo, la entrevista con Errejón, que me parece lo segundo más interesante del libro, tiene el inconveniente de que, siendo alguien al que siempre se le entiende muy bien, no termina de explicar con total claridad los pre4supuestos ideológicos de los que parten y la lectura se hace por momentos un tanto farragosa. No obstante, hay elementos más que sobrados para la reflexión y el debate.
La entrevista con Iglesias está bien pero no aporta casi nada nuevo quizá porque es el que más ha intervenido públicamente; y el texto de Monedero interesante y muy en su línea de polemista furibundo.
De un libro como este se podría escribir mucho porque hay muchas informaciones, reflexiones y temas conflictivos, pero lo único que me queda por decir aquí es que lo mejor es leerlo lo que recomiendo a cualquiera interesado por la marcha del país. Si es partidario de Podemos disfrutará, y si no también porque encontrará elementos para criticar con conocimiento de causa.
 
Ana Domínguez y Luis Giménez, Claro que Podemos. De La Tuerka a la esperanza del cambio en España

domingo, 19 de octubre de 2014

Artículos interesantes

Por lo novedoso pongo esta nada menos que Cuarta página que El País "deja" para que Juan Carlos Monedero y Jesús Montero expliquen algo de lo que pretenden Podemos.

Pablo Pascual González hace una defensa cerrada del proceso venezolano en Diario Público. Como no es algo habitual lo pongo aquí.

Javier Gallego escribe en eldiario.es con mucha mala leche y muy acertadamente sobre cómo el PP sobrevive a todo lo que le echen
 
Buen análisis el que hace el sociólogo Ignacio Urquizu en El País sobre el éxito de Podemos. Eso sí, contiene la ya clásica afirmación de que se trata de un grupo populista porque "dice lo que la gente quiere oír". Si fuese el único que lo hace, ¿no tendría ya el 60% en las encuestas?, pero ¿acaso no lo hacen todos antes de las elecciones? Además, los "populismos" sudamericanos están renovando sus resultados elección tras elección, ¿no será porque además de decir lo que la gente quiere oír, hacen lo que la gente necesita?
 ¿No será también que Iglesias, Errejón o Bescansa tienen mucha mayor credibilidad que Sánchez, Cepeda o Carmona?
 
Editorial de El País. Una muestra más de cómo no se debe criticar. Luego dicen que Podemos no acepta las críticas, pero es que de repente la mayoría dan un salto y dejan los clásicos calificativos y ya está.

viernes, 8 de agosto de 2014

Sugerente e irregular



Sigo con la lectura de textos relacionados de una u otra forma con Podemos. En este caso se trata de algo más elaborado, completo y complejo.
A lo largo de los nueve capítulos en que se divide el libro Monedero va desgranando una crítica contundente y exhaustiva de  nuestro sistema político y dejando a la vista las enormes carencias que tiene para ser considerado una democracia de verdad.
El problema del libro es que los capítulos son muy diferentes en interés y, sobre todo, en la forma en que están tratados los temas. Así, desde el complejo y difícil capítulo 2 con muchas alusiones científicas, al excesivo esquematismo, con varias listas de defectos,  del 5 o los muy literarios 1 y 9.
En cualquier caso, hay multitud de sugerencias, de temas para pensar y debatir, algunas (pocas) propuestas y, en definitiva, un trabajo bastante consistente de análisis crítico de nuestra realidad. Aunque, como siempre pasa en estos casos, haya más críticas que propuestas, estas tendrán que ir apareciendo poco a poco en función de las necesidades y como consecuencia de esas críticas.
Algunas cosas más concretas sobre el texto.
Me ha llamado la atención la visión política que da de la última película de James Bond o de El rey león. Seguramente tendrá algo de razón.
También me ha gustado la idea del “pesimismo esperanzado” y la de la necesidad de la emoción y no solo de la razón para acometer una transformación social.
No me gustan sin embargo algunas exageraciones como la del último texto de los que pongo a continuación y que la fuerte carga crítica pueda llevar a cierta desmotivación y desmovilización que es, obviamente, lo contrario de lo que desearía el autor.
Desde luego es un libro muy recomendable para quienes quieran participar en la construcción de un sistema diferente y mejor para este país.
Para terminar dejo unas cuantas frases que creo que dan una idea de por dónde van algunas ideas de Monedero.
 
“Para tanto roto no hay alternativa probada ni pensada. Pese a la dureza de la crisis y su carácter civilizatorio –se están socavando las bases de nuestra civilización-, no hay revolución en el horizonte.” (p.53)
 
“La posición emancipatoria ante la crisis de civilización no puede ser meramente racional. También reclama su contenido emocional.” (p.54)
 
“Las luchas de ayer son los derechos de hoy. La falta de acción colectiva hoy es el retroceso de mañana.”(p.104)
 
“Solo la emoción puede romper la clausura del pensamiento lograda por la sobreinformación, el afán consumista, el miedo al futuro, la negación del pasado y la zozobra ante la incertidumbre y el castigo.” (p.224)
 
“Hemos llegado hasta aquí como especie cooperando pero llevamos cuarenta años –los que coinciden con el modelo neoliberal- negando esta cooperación (…) (p.65)

Dejo también una par de enlaces con comentarios sobre el libro: uno de Francisco Vélez y otro de Nicanor Tishler. Se puede leer además la crítica de Santos Juliá tanto a este como, sobre todo, a la conversación de iglesias con Jacobo Rivero que he puesto en la entrada de ese libro.
 
Juan Carlos Monedero,  Curso urgente de política para gente decente