martes, 25 de abril de 2023

La Cultura de la Cancelación



Tras la lectura de este libro me queda una sensación ambivalente. Por un lado, me parece un libro muy interesante, que trata un tema muy actual y que me ha hecho plantearme algunos temas, pero, por otro lado, tengo la impresión de que exagera las cosas en varios aspectos y, sobre todo, que hace una crítica feroz de colectivos que solo he podido intuir o imaginar porque no sé a qué o quién se refiere al hablar de “izquierda posmoderna” o quiénes son los progresistas que defienden un “capitalismo moralista”.

Explico ambos temas.

El libro está dividido en cuatro capítulos titulados de forma que no deja lugar a dudas sobre su contenido. Así: 1. El nuevo macartismo: la Cultura de la Cancelación. 2. Quema de brujas en el siglo XXI. 3. Soy una víctima, luego existo. 4. A por el fin de la Cultura de la Cancelación.

Este concepto, Cultura de la Cancelación, que es el eje del libro y lo atraviesa en todos sus apartados, es lo que me ha resultado más interesante y clarificador. Lo había oído muchas veces, pero no tenía un verdadero conocimiento hasta la lectura del libro. Aquí tengo que hacer una aclaración personal: soy un defensor de lo “políticamente correcto”, no sé si por la edad, 74, por la formación, por el carácter, o por lo que sea, pero eso no me impide aceptar que otros actúen de forma “políticamente incorrecta” sin pedir por ello que tengan que ser cancelados. Leyendo el texto he sacado la impresión de que algo así no le parece a la autora muy factible o, dicho de otra forma, que para defender la libertad de expresión hay que defender lo “políticamente incorrecto”. Desde luego en mi caso no se cumple a pesar de que, al menos en las redes sociales, esta incorrección la defienden sobre todo perfiles de la extrema derecha.

Domingo utiliza para ilustrar sus argumentos ejemplos en su mayor parte sacados de los Estados Unidos y pocos de nuestro país e incluso uno de estos, referido al uso por Elvira Lindo en su día de “el Imbécil” para uno de sus personajes”, basado en una suposición. Aclara que lo que pasa allí termina pasando aquí. Puede que tenga razón, pero llevamos ya bastante tiempo con esa cultura allí y apenas hay ejemplos aquí, teniendo en cuenta, además, lo rápido que todo se contagia hoy gracias en parte al influjo de las redes sociales.

Este libro en varios momentos me ha recordado alguno de los análisis y argumentos del libro La trampa de la diversidad de Daniel Bernabé. Por ejemplo en los dos fragmentos que reproduzco a continuación:

 

“Y así, casi sin darnos cuenta, saltamos de la política a los sentimientos, no a los derechos, y también casi sin darnos cuenta los progresistas ya no creen en la política de verdad y pasan también a darle prioridad a lo sentido, “tan solo se dedican a ser testigos del sufrimiento. El culto al sufrimiento, la debilidad y la vulnerabilidad se han convertido en algo fundamental para la identidad política progresista contemporánea”, explica Nagle. En definitiva, acaban instalados en lo que se ha dado en llamar una especie de capitalismo moralista, oculta tras una falsa socialdemocracia”. (p. 82)

 

“(…) hemos de plantearnos qué ha pasado para que desde la izquierda, que antes trataba de integrar a todos los colectivos y de garantizar que no hubiera diferencias entre ellos, hoy baste con ser o sentirse de un colectivo minoritario para conseguir una visibilidad y un poder muy por encima de la representación real e, incluso, la autoridad moral para excluir al resto.  ¿Es esa la izquierda que queremos”. (p. 134)

 

Creo que aquí se alude sin nombrarlo al colectivo LGTBI y me atrevería a afirmar que más específicamente al representado por la T. Domingo es una feminista militante del grupo que no acepta el hecho de que las “mujeres trans” sean realmente mujeres.

Aquí tengo que volver a hacer una aclaración personal. Escucho a menudo el programa que tiene en Radio5 Paco Tomás dedicado al mundo LGTBIplus. Me cuesta entender muchos de los conceptos que en él se utilizan; de hecho algunos no los entiendo, pero acepto que existan y que quieran tener sus derechos. Soy de otra época y no puedo pretender que el mundo siga siendo como era antes.

Volviendo al libro, en lo que se dice de nuestro país las referencias son en su mayor parte a este colectivo que, es cierto, tiene una presencia pública considerable y que, también seguramente, son quienes más propugnan algunas cancelaciones, pero si esto es así hay que decirlo, porque si se utilizan términos como los de “izquierda posmoderna”, la realidad queda difuminada y ocultada.

En fin, estamos ante temas complejos y por eso me parece interesante que se escriban estos libros y que personas que conocen los temas más en profundidad reflexionen sobre ellos facilitando así que otros también podamos hacerlo.

 

Carmen Domingo, #Cancelado. El nuevo Macartismo.

 

lunes, 24 de abril de 2023

Los inicios de un gran escritora



En el año 2021, entre agosto y octubre, leí los tres libros publicados de esta magnífica escritora mexicana. Esto da una idea del impacto que me causó ya la primera lectura. Imagino que no fui el único, ni mucho menos, al que le sucedió lo mismo como indica de forma clara el hecho de que ahora se edite la primera novela que escribió.

En esta primera obra ya están las principales características de la escritura de Melchor que enunciaré con frases de los fragmentos de críticas que la editorial reproduce en la solapa. Así: “El uso del lenguaje que hace Melchor es lo más notable de su arte”. “Una evidente capacidad fabuladora, pero, sobre todo, una vocación de estilo que sabe ponerse al servicio de aquello que se cuenta.” “Al estremecimiento de los personajes sigue el estremecimiento del lector”.

Lenguaje, creación de personajes, creatividad, etc., puesto todo al servicio de unas historias que llegan y que conmueven.

En este caso son cuatro los jóvenes protagonistas formados por dos parejas de amigos. Dos, Andrik y Zahir, recogidos de la calle por su “tía” Idalia. El primero dedicado a la prostitución. Los otros dos, Vinicio y Pachi, en mejor situación pues el primero está a punto de ir a la universidad y el segundo tiene trabajo, mujer e hija. Todos viven en un puerto y cerca del mar y en todos está también siempre cercana la violencia, algún aspecto de la marginalidad, las dudas sobre el futuro y todos arrastran algún momento dramático en su historia.

Ahora bien, lo que da mayor valor a lo que cuenta Melchor, siendo esto importante, es la forma de hacerlo, su estilo y su lenguaje. Tengo que reconocer que hay momentos en los que me ha costado entender algunos fragmentos pues, aunque soy un lector habitual de libros escritos en Cuba, Perú, Argentina o Colombia, nunca me he enfrentado a un habla coloquial tan difícil como la mexicana. Un ejemplo de este tipo de fragmento y otro a continuación del estilo: 

-        Y pues, ahí estuvimos un rato, en las bancas de acá mero abajo. La gorda se puso bella con unas caguamas, pa’l susto, dijo, y poco a poco la flota fue regresando. Él Chagüis llegó madreado, contando que al Pepín, el sobrino de Briseño, el de la carnicería, lo apañaron los tiras y se lo llevaron a los separos.” (p. 113) 

-        El que me hizo esto – dijo, y señaló su boca con la misma mano que sostenía el cigarro. Una mota de ceniza cayó sobre su camisa- . Fue un pinche chamaquito con una caguama. Un pinche escuincle ñengo como de doce años. Estaba yo en la costera, chupando con unos valedores, ya sabes, cada quien en su pedo, cada quien escuchando su música, u de pronto a un cuate que estaba ahí al lado se le botó la canica y nos armó la bronca. Ya os íbamos a dar el tiro cuando de la nada llega esta pinche chamaquito loco que nadie había visto y que le revienta la botella en la cara a mi vale, y luego se me fue encima a mí con el pico.” (p 224)

 

Un libro que al margen de estas pequeñas dificultades se disfruta de principio a fin. Evidentemente, tengo la impresión de que al tratarse de un primer trabajo está menos depurado que los libros posteriores. De hecho es bastante más extenso y, creo, que le sobra alguna página sobre todo en la parte central, pero sigue siendo tan recomendable como los otros.

Melchor es una gran escritora y espero que pronto aparezca un nuevo texto suyo.

Hay una muy buena y completa reseña de Karen Mercado en criticismo.com.

 

Fernanda Melchor, Falsa liebre.

 

 

 

 

jueves, 20 de abril de 2023

ANDAMIO

 

A pesar de la menor variedad de procedencias de lo habitual, sí son variados y mucho los temas. En las películas predominan las basadas en hechos reales. Las series van del western a los “vampiros”.

 

 

Películas

 

Las nadadoras. Producción británica basada en hechos reales. Dos jóvenes huyen de Siria por la guerra ya que quieren participar en las olimpiadas representando a su país en natación. La película narra la odisea por la que tienen que pasar hasta llegar a Alemania, que es su destino. Es interesante porque vemos cómo fue en esa época, 2014-2015, el éxodo de varias zonas del mundo hacia Europa, primero a Turquía y a partir de ahí Lesbos, Serbia, Hungría, Austria y Alemania. Tiene el valor testimonial y está bastante bien hecha aunque alguna interpretación es muy mejorable.

 

El estrangulador de Boston. Producción estadounidense basada en hechos reales. A principios de los sesenta hubo una serie de asesinatos en serie en esa ciudad. Una joven periodista inicia la investigación a la que se unirá más tarde otra con más experiencia. La película cuenta dicha investigación. Está muy bien ambientada e interpretada y el guion también está bien construido por lo que resulta muy entretenida y mejor de lo esperado. 

 

Air. Producción estadounidense. Realmente es un curso rápido de cómo funcionan algunas cosas en ese país y del porqué tienen tanto éxito económico. Muy buen guion y buenas interpretaciones para una película muy entretenida que hace que se pase tan rápido que te gustaría que te contasen más cosas. Estupenda para ver con los hijos.

 

Los pasajeros de la noche. Producción francesa. Se desarrolla en la primera mitad de los ochenta aunque podría ser hoy porque lo que cuenta es intemporal: las relaciones en una familia recién separado el matrimonio y en el que la mujer, la verdadera protagonista de la película, empieza a trabajar en un programa nocturno en la radio. Magnífica interpretación de Ginsburg en una película centrada en ella y que toca diversos aspectos siempre de forma sugerente.


Las tres muertes de Marisela Escobedo. Documental de producción mexicana. Rubí, la hija de Marisela, se casó y tuvo una niña con un joven que no gustaba a su familia. Poco después este se la llevó y la asesinó. El documental cuenta, a partir de entrevistas con los hijos de Marisela, abogados y algún periodista, junto con muchas imágenes de los diferentes momentos, la lucha de la madre para encontrar al asesino y llevarlo a los tribunales y, tras su absolución, posterior condena en la revisión y desaparición, la búsqueda para que pudiera cumplir la condena. Muy bien hecho dejando al descubierto las enormes carencias, o algo más, del sistema judicial, policial y político de ese país.

Netflix

 

 

Series

 

Yellowstone. Serie estadounidense de 9 episodios de 55 minutos. En el estado de Montana una familia tiene un rancho de enormes dimensiones que hace frontera con una reserva india y que es codiciada por una empresa para construir desde un hotel a un casino. Tiene prácticamente la estructura, los personajes y el desarrollo de un western aunque suceda en el mundo actual. Tiene demasiados tópicos tanto entre los personajes como en algunos diálogos, pero la verdad es que es muy entretenida y tiene también unos paisajes realmente espectaculares. La serie completa tiene cinco temporadas.

SkyShowtime

 

Fleishman en apuros. Miniserie estadounidense de 8 episodios de 50 minutos (los dos últimos de más de una hora). Basada en una novela cuyo autor es quien ha escrito el guion para la serie lo que hace que en muchos momentos resulte quizá excesivamente literaria. Es una buena serie aunque hay algunos momentos en que resulta demasiado premiosa en su desarrollo. Desde luego tiene muy buenos diálogos e interpretaciones; eso sí, quienes pasamos hace mucho tiempo la crisis de los cuarenta quizá nos sentimos menos concernidos.

Disney+

 

Ted Lasso. Segunda temporada de esta serie británica de 8 episodios de 30 minutos. Continúa la misma línea de la anterior aunque quizá con menos gracia. Sigue el buenismo, lo que tampoco está mal tal y como va el mundo. Muy útil porque se puede ver en familia

Apple tv+

 

Sospechoso (The suspect). Miniserie británica de 5 episodios de 45 minutos. Es un thriller basado en una novela. Bastante entretenido aunque no aporta novedad ninguna al género y resulta relativamente previsible. Me han gustado mucho las imágenes aéreas que ofrece de Londres y de Liverpool.

M+

 

Post mortem: Nadie  muere en Skarnes. Serie noruega de seis episodios de 45 minutos. Se anuncia como thriller, pero lo es solo al comienzo porque realmente se trata de una comedia de humor negro, tanto que los protagonistas son los miembros de una familia dueña de la funeraria en un pequeño pueblo. Tiene momentos muy conseguidos y otros en los que desfallece un poco. No está mal y, desde luego, es bastante original.

Netflix

 

martes, 18 de abril de 2023

Inagotable


Desde luego la capacidad de trabajo y la creatividad de esta escritora francesa fue absolutamente increíble. Nacida en 1903 en Kiev, se trasladó con su familia a París en 1919 y terminó asesinada en Auschwitz en 1942, es decir, que tuvo menos de veinte años para escribir, quizá algo menos pues lo hacía en francés. Pues bien, este libro hace el número diecisiete de los traducidos desde que la misma editorial Salamandra, que ha publicado todos sus libros en España, publicó la afamada Suite francesa, y me imagino que aún pueden quedar otros, sobre todo teniendo en cuenta la calidad de este Dos.

Tiene Némirovsky muchas virtudes literarias y no es la menor el ser una gran contadora de historias, una gran narradora. Tiene imaginación, sabe crear personajes llamativos, construye buenos diálogos y en sus historias siempre suele haber, sea como trasfondo o en primer plano, temas interesantes.

En esta novela son varios los temas que se tratan: el amor, el matrimonio, las relaciones entre padres e hijos, la madurez o la vejez.

Para ello se sirve fundamentalmente de los miembros de dos familias: los padres, que no mantienen demasiado buenas relaciones entre sí,  y sus  hijos que, junto con algunos otros amigos, irán tejiendo diferentes relaciones a lo largo de la novela.

De los temas que antes enumeraba es quizá el del matrimonio el que sale peor parado. Un fragmento puede servir de ejemplo:

 

“Hasta entonces él y su esposa no habían conocido la maldición congénita del matrimonio: las peleas sin motivo que estallan repentinamente, como una tormenta en pleno verano, y que, raras al principio y motivo de vergüenza para los dos cónyuges, acaban ocupando el tiempo y la mente de ambos y produciéndoles un oscuro placer”. (p. 22)

 

Pero más allá de esto, incluso aquellos que logran mantenerse no solo tienen conflictos como los del fragmento, sino que suele haber un tercero o tercera en discordia. Está claro que la autora no tiene una visión muy optimista sobre esta institución.

La novela, publicada en 1936, transcurre durante los años veinte pues se inicia en la inmediata posguerra, 1919, y termina en 1931. Sin embargo no hay en ella ninguna referencia a los “felices” veinte si bien se puede deducir  por las ganas que tenían los jóvenes de fiesta y diversión.

En la novela hay varios momentos en los que la narradora reflexiona sobre distintos aspectos de forma un tanto pesimista a veces como en el siguiente fragmento dedicado a la vejez:

 

“Todo adulto (…). Cuando llega a viejo, pese a las consoladoras ficciones del amor filial y conyugal, sabe a ciencia cierta, y cada día con más claridad, que su dominio sobre esos corazones se debilita, que ya no le quieren, que lo compadecen, que lo respetan y lo soportan, pero su presencia, su existencia, ya no es necesaria para nadie”. (p. 165)

 

Hacía tiempo que no leía una novela de Némirovsky (creo que he leído todo lo traducido) y, sinceramente, he pasado un buen rato y me he llevado también algún disgusto como la lectura del fragmento anterior. En cualquier caso, sigo recomendando la obra de esta escritora que no sabemos hasta dónde podría haber llegado de no haber tenido tan terrible final.

 

Irène Némirovsky, Dos. Traducción José Antonio Soriano Marco.

 

 

viernes, 14 de abril de 2023

Gran descubrimiento


“Un canto maravilloso sobre la condición femenina, pero quizá pensado para los hombres. Intenso, emocionante, irónico y dramático (…). Uno de esos libros que, cuando los terminas, te dejan una sensación de plenitud y vacío a la vez”.

 

Este fragmento de la crítica hecha en Il Cittadino que la editorial reproduce en la solapa es un gran resumen de lo que como lector he experimentado con la lectura de este libro. Nada más terminarlo he escrito a la librería en la que compro para que me pidan la otra novela que se ha publicado de esta escritora napolitana que parece ser que tuvo un gran éxito.

El tema fundamental del libro, basado en hechos reales, es como poco a poco a partir de los años sesenta se empezó a romper con la tradición e incluso la ley que obligaba a la mujer objeto de abusos a casarse con el abusador. Eso es lo que hace Oliva, la protagonista absoluta de la novela y al mismo tiempo su narradora salvo en la última parte.

La novela está dividida en cuatro partes. Las tres primeras se desarrollan en 1960 y la cuarta en 1981.

En la primera se hace una presentación de los principales personajes y se refleja cuál era el ambiente en el pueblo de Sicilia en el que se desarrolla y el papel que tenían reservado las mujeres. Oliva, que apenas tiene dieciséis años, cuenta también cosas de su niñez.  La segunda está dedicada a explicar cómo va aumentando la tensión a raíz de algo que pasó con Paternò, el joven que abusa de ella. La familia encuentra la salida de casarla con un ciego de una de las mejores familias de la localidad. La tercera es, en mi opinión, la más completa porque se muestran las diferentes posturas. Hay una entrevista con el comisario de policía en la que este manifiesta qué es lo que hay y otra con Calò, el padre comunista de su mejor amiga y uno de los grandes personajes de la novela, que le plantea lo que se puede cambiar. En la cuarta parte, que como decía antes se desarrolla en 1981, los narradores son Oliva y su padre alternándose en los diferentes capítulos con la nota original de iniciar cada uno con la frase o la idea con la que termina el anterior. En esta parte vemos cómo han ido evolucionando las diferentes historias.

No suelo escribir en mis comentarios demasiado sobre el contenido del libro, pero esta vez me ha parecido que era bueno hacerlo así.

Evidentemente, en literatura es importante lo que se cuenta pero, sobre todo, cómo se hace y aquí hay que decir que Ardona escribe muy bien y ha construido un elenco de personajes realmente magnífico en los que yo destacaría: el padre, con unas actitudes difíciles de mantener en ese ambiente; Calò, el comunista que hace reuniones para intentar cambiar la mentalidad tan atrasada de la gente; la amiga Liliana, hija de Calò, que apoya a Oliva en todo momento y, lógicamente, Oliva un personaje femenino plenamente logrado.

Gracias a estos personajes Ardone logra transmitir esa intensidad y emoción que dice el fragmento citado al inicio del comentario.

Solo queda recomendarlo encarecidamente. Yo ya lo he puesto en la lista de los mejores libros del año y eso que la competencia por ahora es muy grande.

 

Viola Ardone, La decisión. Traducción Maria Borri.

 

 

miércoles, 12 de abril de 2023

Buen descubrimiento



Al leer este libro me encuentro en una situación un tanto peculiar. He leído en poco tiempo varios libros de diferentes escritores y escritoras que tratan un tema al menos en parte muy similar: el de lo mal que lo pasaron los autores en los momentos cruciales de la infancia y juventud. Evidentemente, no siempre fue por las mismas razones aunque sí que hay algunos aspectos que suelen tener en común. El hecho de haber hecho esas lecturas me lleva a que lo que cuenta Louis me resulte casi familiar.

Así, una abuelo que maltrata a la abuela y se marcha cuando el padre del protagonista, el propio autor, tiene cinco años; un padre y un hermano violentos cuando beben; una hermana que sufre la violencia del novio; una madre que lo fue con solo diecisiete años, que ejerce poco su papel de madre y que tiene ataques de ira; una situación económica bastante precaria, llena de escaseces hasta en la alimentación. En fin, todo un conjunto de problemas a los que se une el hecho de la homosexualidad de Bellegueule -verdadero nombre del autor antes de cambiarlo al actual-,  algo que en esos ambientes no deja de ser una situación atípica y abierta a que sufra todo tipo de atropellos incluida la violencia (esos dos “compañeros” de colegio que le esperan cada día, por ejemplo).

De todo esto habla este libro que Louis publicó con solo veintiún años y que seguro que debió de suponer una auténtica liberación.

Estoy seguro de que si lo hubiese leído en 2015, cuando se publicó en España, me habría impactado y de qué manera, pero tal y como decía antes “llueve sobre mojado” y aunque evidentemente impactan las situaciones por las que tuvo que pasar, no lo hacen de la misma manera que, por ejemplo, lo hubiesen hecho en el caso de no haber leído hace poco el libro de Miguel Ángel Oeste.

Es un libro duro y bien escrito en el que hay poco espacio para la relajación Me ha gustado especialmente la forma de introducir las intervenciones de los diferentes personajes haciéndolo en cursiva dentro de un fragmento, y utilizando un lenguaje algo diferente al del narrador.

Desde otro punto de vista hay una fuerte carga crítica contra el racismo en general y de su padre en particular; y contra la xenofobia también general y de sus padres en particular.

Un libro recomendable del que deben abstenerse todos aquellos que rechacen la llamada “literatura del yo”.

Se acaba de traducir el último libro del autor que ha sido, precisamente, lo que me ha llevado a leer este que ya estaba en casa. Creo que habrá que seguir indagando en las historias que cuenta porque seguro que no les falta interés ni intensidad.

Hay una extensa y muy buena reseña en larutadeloslibros.wordpress.com.

 

Édouard Louis, Para acabar con Eddy Bellegueule. Traducción María Teresa Gallego Urrutia.

 

 

sábado, 8 de abril de 2023

Cómo nos dominan



Este periodista, que estudió Física y Sociología y que yo desconocía aunque ya había sido traducido al menos una vez, ha escrito un libro muy interesante como se puede ver ya desde el subtítulo.

Enuncia ya en el Prólogo su objetivo: 

“La tesis que pretendo demostrar es precisamente que en los últimos cincuenta años se ha completado una gigantesca revolución de los ricos contra los pobres, de los amos contra los súbditos, de los dominadores contra los dominados. Una revolución que se ha producidos sin que nos diéramos cuenta, una revolución invisible, (…)” (p. 9) 

A partir de ahí dedica los 14 capítulos en los que ha dividido el texto a analizar cómo se ha producido esa revolución, quiénes la han lleva a cabo y cuáles han sido, y siguen siendo, sus fuentes de financiación.

En los primeros capítulos analiza de forma muy pormenorizada, creo que a veces excesiva, las distintas fundaciones que se fueron creando tras la Segunda Guerra Mundial sobre todo a partir de los setenta y cómo desde ellas se fueron impulsando los diferentes Think tanks que tenían que llevar a cabo la guerra o la batalla cultural.

En los siguientes capítulos muestra cómo se ha hecho esto en temas como: la justicia, la educación, la política, la economía, el medioambiente, etc. Muchos de los ejemplos que aparecen podemos encontrarlos también en nuestro país.

Evidentemente, todo lo que describe y analiza es muy interesante, pero me gustaría destacar algunas cosas que me parecen novedosas. Así: la idea del capital humano en el sentido de que todos lo tenemos y por lo tanto todos somos capitalistas que competimos entre nosotros; la religión como una inversión del creyente que explica que crezcan más las más exigentes en el sacrificio; la compraventa de niños como la mejor forma de adopción; cómo se usa y abusa de las matemáticas en la economía para oscurecer la realidad; la utilización de la deuda en general y de la universitaria en particular como mecanismo de control (aquí da cifras que son realmente espectaculares) o, para no ser demasiado exhaustivo la explicación de cómo el neoliberalismo ha adoptado de sus adversarios dos ideas clave como son el papel decisivo del poder judicial y la importancia crucial de la ideología.

Como se puede apreciar, trata todo un conjunto de temas fundamentales para entender cómo se está transformando el mundo y quiénes dirigen esa transformación. Ahora bien, no deja de resultar curioso que, siendo uno de los objetivos del neoliberalismo llegar a un estado mínimo, haya sucedido lo que enuncia aquí d’Eramo:

“(…) toda la contrarrevolución neolib se libró para conseguir que el Estado fuera más frugal, para “matar de hambre a la fiera”. El resultado, sin embargo, es sorprendente: tras 50 años de neoliberalismo desenfrenado, el resultado es que el Estado es más importante que nunca.

(…)

Son los Estados, y no los mercados, los que gestionan las recesiones, las pandemias y las crisis sociales.” (p. 220-221)

El problema, como sucede siempre con estos libros tal y como he dicho ya muchas veces comentando libros con análisis magníficos de la realidad, es que no ofrecen no digo ya soluciones, sino ni tan siquiera apuntes de por dónde hay que ir para combatir esta revolución o contrarrevolución. En este caso no se va más allá de bienintencionadas expresiones como la siguiente:

“(…) la política emancipadora nos pide que destruyamos la apariencia de todo “orden natural”, que revelemos que lo que se presenta como necesario e inevitable no es más que mera contingencia y, al mismo tiempo, que lo que se presenta como imposible se revela accesible. Es decir, que esforzarse por cambiar el mundo no es fútil.” (p. 131-132)

O como la ya manida insistencia en el papel clave de la educación tanto secundaria como universitaria. Este es quizá el gran déficit de un libro que, por otro lado, me parece una buena aportación al conocimiento de la realidad. El problema es que este tipo de lecturas puede resultar un tanto desmovilizador ante la magnitud del poder al que nos enfrentamos, un poder que cuenta, además, con medios económicos y de todo tipo prácticamente inagotables.

Nota (poco importante): Hay un error en alguna de las cifras que se dan en la página 62.

Marco d’Eramo, Dominio. La guerra invisible de los poderosos contra los súbditos. Traducción: Carlos Gumpert.

 

 

jueves, 6 de abril de 2023

Francia en Viernam



Creo que Vuillard se está convirtiendo en uno de los grandes escritores franceses del momento y eso que la competencia es muy grande en ese país. He leído casi todo lo que se ha traducido y  tengo la sensación de que va depurando y mejorando su estilo en cada libro. Elige unos temas siempre interesantes, pero es que, además, el tratamiento que les da es realmente magnífico.

Este libro está dedicado a la presencia francesa en Vietnam, la Cochinchina que tantas veces escuché mencionar en mi infancia como algo tan lejano que allí te mandaban cuando querían quitarte de en medio. Quizá tendría que decir que más que a la presencia, a la salida de esa colonia después de la famosa batalla de Dien Bien Phu. Para ello describe los problemas en Francia para elegir dirigentes y militares que se hicieran cargo de ese territorio y también para que la Asamblea aprobase las diferentes medidas.

Hay momentos en el libro que son realmente muy brillantes como, por ejemplo, un debate parlamentario en el que destaca la presentación que hace de los distintos intervinientes; también es muy buena, además de muy significativa, la entrevista que hacen en la televisión estadounidense a un general francés.

Desde luego, y como no podía faltar en un libro del autor, hay que destacar la crítica, a veces brutal, que hace de los políticos, los empresarios y, sobre todo, de los banqueros. Las diferentes batallas que se mencionan están en función de un interés económico: carbón, oro, etc.

Al decir los políticos no me refiero solo a los franceses porque también hay páginas dedicados a los estadounidenses. Así, por ejemplo, cuando está narrando lo sucedido en el Congo con Patrice Lumumba escribe lo siguiente:

 

 “(…)  si de verdad queremos saber lo que es el espanto, tendríamos que penetrar en silencio en el despacho en el que conferencian Eisenhower y Dulles, tendríamos que escondernos debajo de las alfombras de Sullivan & Cromwell y oír lo que se dice entre bastidores, sorprender lo que se comentan tranquilamente los hermanos Dulles, oírlos hablar a su aire, sin pudor (…)” (p. 125)

Hasta ahora solo he hablado del contenido, pero Vuillard destaca también, y mucho, por su escritura directa, sin concesiones, una escritura en la que cada frase tiene sentido y dice mucho, en la que se nota que hay un enorme trabajo de depuración del lenguaje y de revisión de lo escrito. Desde luego es una forma de escribir que me encanta porque, además, le permite contarnos muchísimas cosas en apenas 175 páginas.

Una escritura de la que en un fragmento de los que la editorial ha elegido para la solapa se dice:

 

«Una serie de escenas entretejidas por una escritura brillante. Bajo la pluma de Éric Vuillard, los personajes históricos son seres de carne y hueso; los oímos respirar, los vemos sudar.» Pierre Assouline

Y más en general estos dos fragmentos:

«Vuillard no escribe sobre la historia, sino que va con ella. Acompaña al pasado como se hace con un moribundo, pero sin absolverlo. Un arte grandioso.» Laurent Lemire, Livres Hebdo

«Doscientas páginas apretadas como puños listos para golpear. En cada uno de sus libros, Éric Vuillard escenifica un episodio de esta eterna guerra de los poderosos contra los débiles, a veces con énfasis, siempre con una ira fría y metódica.» Elisabeth Philippe, L'Obs

En fin, un libro magnífico absolutamente recomendable como lo son todos los que se han publicado hasta ahora.


Éric Vuillard, Una salida honrosa. Traducción Juan Manuel Salmerón Arjona.

 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 3 de abril de 2023

En la Irlanda rural


Este es el segundo libro que leo de Ryan y me vuelve a pasar lo mismo que ya me pasó hace dos años con el anterior: me cuesta mucho comentarlo, como me cuesta comentar este tipo de novelas. Menos mal que hay gente que  lo hace y muy bien como luego diré.

En poco tiempo he visto un par de películas irlandesas que se desarrollan en el mundo rural y, por lo tanto, estoy dispuesto a entrar fácilmente en ese mundo, en el que se desarrolla esta novela.

Es una novela de personajes: un matrimonio, Paddy y Kit, de sesentones; su hija Moll, una joven que en un determinado momento se va sin avisar y no volverá hasta cinco años después; su “novio” Alexander; Joshua, el hijo de ambos;  los Jackman, vecinos para los que trabaja Paddy y algunos más de menor importancia. Con ellos y a lo largo de las cinco partes en que divide el texto, Ryan nos irá mostrando sobre todo lo que significan el amor y el cariño.

La novela se inicia en la primera mitad de los setenta del siglo pasado, pero luego en posteriores capítulos el tiempo será posterior para al final volver al principio.

No se deben contar muchas más cosas porque la novela tiene sus sorpresas.

Por si todo esto fuera poco, está lo que dice Raúl Jiménez en su magnífica y muy recomendable reseña en indienauta.com:

 

Además, la prosa de Donal Ryan es particularmente bella en Flores extrañas, belleza perfectamente trasladada por la traducción de Ana Crespo. Rica sin caer en la floritura o el regodeo al describir el glauco paisaje. Meditabunda sin ceder al sopor de una excesiva languidez. Superando los evidentes riesgos de convertirse en un relato sentimentaloide o «en sepia». Capaz de adentrarse por bosques y senderos para servir de marco pastoril donde la vida transcurre en toda su gracia y pesar”.

 

Porque, efectivamente, la espléndida escritura de Ryan es una de las claves de esta novela que fue considerada la mejor obra de ficción del 2020 en los Irish Book Awards. Y lo es porque a través de ella muestra su enorme sensibilidad, logra una magnífica ambientación y, por otro lado, la mayoría de las veces sugiere más que muestra.

En fin, solo queda recomendar su lectura como ya hice con Un año en la vida de Johnsey Cunliffe. Son libros para paladear poco a poco, historias que se desarrollan de forma tranquila, pero que tienen mucho fondo; en las que no hay grandes tragedias, pero en las que fluye la vida y algunos de sus problemas.

Si ya he alabado muchas veces a la editorial Sajalín por su colección Al margen, hoy toca hacerlo por la colección Sajalín en la que también está publicando obras muy interesantes y de gran calidad (por ejemplo, entre otros, todos los libros de Ryan).

 

Donal Ryan, Flores extrañas. Traducción Ana Crespo.