viernes, 30 de septiembre de 2011

Mis autores favoritos XI: E.M.Cioran

Efectivamente, aunque parezca raro por lo que ha aparecido hasta ahora en esta sección, se trata del filósofo Emile Cioran. Nacido en 1911 Rumanía se trasladó pronto a París donde vivió la mayor parte de su vida. Desde 1949 escribió en francés y renunció a su nacionalidad rumana.
En la segunda mitad de los noventa leí los libros que aparecen a continuación y también Breviario de podredumbre que no he encontrado. Como se ve, los títulos de todos ellos son una verdadera incitación a su lectura. Otros que no he leído también como por ejemplo, El libro de los engaños o Desgarradura. A raíz de una terapia que hice por aquellos años, el terapeuta me recomendó abandonar la lectura de este autor y, la verdad, es que apenas he ojeado después alguno de estos libros que en su día leí con verdadero interés y “placer”. Cioran, que ha sido catalogado de nihilista pero que yo creo que es algo más y a su vez menos, reflexiona sobre todos los temas aunque siente predilección por: el tiempo, la historia, el amor, el arte, la religión, la soledad, etc. Como se ve trascendentes e interesantes todos. Además, tiene para mí la ventaja de que suele hacerlo en la mayoría de sus textos con frases cortas, directas, rotundas, que fomentan en el que las lee la necesidad de pensar e incluso plantearse las mismas reflexiones.
En fin, un autor que fue muy importante para mí en aquellos años y que me hizo disfrutar de otro tipo de lectura.







El blues del autobús


Libro exclusivamente para aficionados al jazz. Recoge momentos de diversas giras de Marsalis por Estados Unidos entre 1989 y 1994. Hay reflexiones interesantes del propio Marsalis y resulta curioso conocer la forma de viajar en autobús del septeto. La parte que escribe el periodista Carl Vigeland es más tediosa y solo se salvan algunas informaciones sobre relaciones familiares de los componentes del grupo, organización de los conciertos,etc. No soy seguidor de Wynton Marsalis y, por lo tanto, mi interés se ha centrado en lo que es propiamente una gira de este tipo y, como decía, algunas ideas del trompetista. Es una pena que en una bibliografía tan reducida en castellano como es la dedicada al mundo del jazz, se traduzcan estos libros bastante intrascendentes y no otros seguramente mucho mejores.

Wynton Marsali y Carl Vigelnad, El jazz en el agridulce blues de la vida.

jueves, 29 de septiembre de 2011

ANDAMIO

Preguntas

¿Por qué en Murcia y Valencia apenas si se habla de recortes cuando son dos de las comunidades más endeudadas? ¿Será acaso porque no tienen “herencia recibida”?
Castilla León deja de pagar también el gasto farmacéutico, ¿gestionaron mal el presupuesto?
En Cataluña se está recortando en sanidad y, ahora, se retrasan pagos en residencias de tercera edad y de discapacitados, ¿no hay otros conceptos o partidas de gasto para hacer frente a los problemas de tesorería?
El señor Barreda, ¿se ha percatado del desastre en que ha dejado las cuentas de su comunidad?
El candidato Rubalcaba afirma que la respuesta ante el impuesto del patrimonio diferencia a la derecha de la izquierda, ¿acaso no sabe que lo puso en marcha un gobierno de derechas, Adolfo Suárez, y lo suspendió otro de izquierdas, Zapatero?
Al President de la Generalitat señor Mas acostumbran a llamarle en las radios y televisiones “Ártur” en lugar de “Artúr”. ¿No es una falta de respeto por una de las lenguas del país equivocarse por no tomarse la molestia de informarse?. Eso no sucede con nombres o apellidos extranjeros. Y luego se extrañan de que tanta gente en Cataluña quiera desvincularse.
Por cierto, y a todo esto, ¿Rajoy?

Domingo, misa de 12 en la parroquia de Cristo Rey del barrio de Argüelles en Madrid, escasísima asistencia (no llega a cien personas), edad media muy por encima de los setenta, las únicas personas de menor edad son los inmigrantes acompañantes de algunos mayores o una familia también de inmigrantes, ¿cómo puede ser que la Iglesia tenga tanta fuerza cuando sus fieles no cumplen ni siquiera los mandamientos “fáciles”?


Urbanidad


¿Cuándo llegará a este país la urbanidad? Algunos ejemplos vividos recientemente que me llevan a la pregunta:
-Un ciudadano que se corta las uñas con el cortaúñas tradicional, ¡en su asiento del autobús! (Sucedió en Madrid. En el asiento contiguo viajaba otra persona. Nadie dijo nada.)
-A punto de ser atropellados por una bicicleta que circulaba a alta velocidad por la acera en la calle Aragón.
-Zona de arena para niños del parque del barrio: un señor que está leyendo tranquilamente el periódico y que debe de tener algún problema, escupe sin rubor en la arena; otros dejan que los perros sueltos se paseen por la zona (he de advertir que la zona de arena ocupa una veinteava parte como mucho de un parque que tiene una enorme extensión para que paseen los perros); en otra zona con el suelo preparado para los niños, algunos días aparece lleno de cáscaras de pipas de girasol; en la única zona de sombra del parque resulta peligroso sentarse o tumbarse porque te puedes llevar un recuerdo marrón también de perro,…
-Un par de energúmenos de unos 13 años persiguen y cogen a una paloma coja en la plaza de España. Objetivo, ¿?
-Si conduciendo por la autopista pretendes dejar, no la distancia reglamentaria, no, sino una mínima distancia de seguridad, te encontrarás con el típico listo que te adelantará por la derecha porque quiere llegar a su destino por lo menos 10 segundos antes.
-Los vecinos tienen una peculiar forma de cerrar su puerta: golpean fuerte hasta que lo consiguen. Nosotros introducimos la llave y así quitamos el resbalón. “Maneras de vivir”.


-Etc, etc, etc,.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Sobre el 15M

Gran artículo sobre el 15M de un auténtico especialista. Debería leerlo gente como Esperanza Aguirre a ver si al fin entiende algo de lo que pasa.

martes, 27 de septiembre de 2011

ANDAMIO

La política me parece muy tonta, muy simple: exige que uno piense que tiene la razón y que el contrario está equivocado.. (…) Soy una rara mezcla: alguien lleno de opiniones políticas que al mismo tiempo tiene muy poco respeto intelectual por la práctica de la política.
Jonathan Franzen, El País Semanal, 18.9.2011

Los que malgobiernan nuestros asuntos acallarán nuestra crítica pretendiendo que ellos mismos tienen datos que no están disponibles para el resto de nosotros. Y sé que es fatal retarles en su propio terreno. Nuestra mejor arma contra ellos no es acumular hechos, de los cuales ellos son los verdaderos gestores, sino pasión.
Chinua Achebe, Termiteros de la sabana


La política y los políticos.

Vaya por delante un declaración previa: soy demócrata, creo que la democracia es, hoy por hoy, el mejor y el único método de gobierno y de resolución de los conflictos, pero también creo que la democracia tal y como está actualmente precisa de una serie de modificaciones que la hagan mejor, más participativa, más cercana al ciudadano, en una palabra, más real y menos formal. No es ahora mi intención entrar en el tema de las modificaciones que podrían y/o deberían hacerse para lograr esa mejora. El movimiento del 15M ya está haciendo propuestas en ese sentido. Lo que pretendo hacer a continuación es analizar cuál es la situación de nuestros políticos, de nuestra “clase” política y ver algunos de los muchos vicios de que adolecen.
La inmensa mayoría de los políticos que tienen intervenciones públicas y, desde luego, los de los principales partidos de gobierno sea a nivel estatal o autonómico suelen poseer una gran parte, si no todas, las características que pondré a continuación.
En primer lugar, “al enemigo ni agua”. Es prácticamente imposible escuchar del oponente político que algo esté bien hecho. No hay tregua, no hay descanso en esa campaña electoral permanente que parece nuestra política. La cantidad de ejemplos es tan inmensa que no hace falta poner ninguno.
En segundo lugar, la bíblica, “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio” o la actual y más prosaica,”y tú más”. De nuevo los ejemplos se pueden encontrar con abrir cualquier día cualquier diario o cualquier noticiario de televisión. A mí me parece la característica más común a todos.
En tercer lugar, “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Existe el voto cada cuatro años y, como se trata de un sistema de democracia representativa, durante ese período los elegidos actuarán en nombre de los electores. Tal y como se aplica esta máxima, los políticos consideran menores de edad a los ciudadanos. El ejemplo más reciente ha sido la modificación de la Constitución consensuada por los dos partidos mayoritarios, sin que nos haya comunicado nadie cuál es la causa de la urgencia. (Se habla de una “recomendación” de Angela Merkel para tranquilizar a los mercados, pero…)
En cuarto lugar, “los trapos sucios se lavan en casa”. El debate en el seno de los partidos ha desaparecido y solamente reaparece en los casos de fuerte crisis interna generalmente después de un fracaso electoral, así que ni siquiera se lavan dentro de casa. Ni que decir tiene que hacia fuera todos tienen la misma voz; aquí la existencia del famoso “argumentario” provocaría risa si no fuese algo tan representativo de la poca capacidad y personalidad de nuestros políticos. Produce lástima escuchar a uno tras otro utilizar el mismo argumento prácticamente con las mismas palabras, teniendo en cuenta que son personas a las que se les supone un nivel determinado.
En quinto lugar, “estoy al servicio de… (mi partido, los ciudadanos, etc.)”. Éste es otro de los grandes tópicos y, seguramente, es lo que creen de buena fe la mayoría de los que se dedican a la política, pero también es lo que no hacen muchos de ellos. No hay que acudir a los ejemplos de corrupción para comprobarlo al ser un caso extremo y no generalizado, basta con observar las luchas por figurar en las listas electorales o en determinado puesto de ellas, o la contradicción flagrante, en que tantas y tantas veces incurren, entre lo que dicen que van a hacer y lo que luego hacen, esto es, en la falta de respeto al votante mostrándole un programa que se queda en eso. En muchos casos parecen que la política está a su servicio.
En sexto lugar, la política como profesión. Tiene que ver con lo apuntado en el apartado anterior pero ahora sin miedo a la generalización. No creo que haya que dar ejemplos de tantos y tantos que llevan años dedicados a las tareas de diputado, concejal, alcalde,…A la mayoría se les ha olvidado a qué se dedicaban anteriormente. En los inicios de la Transición se dedicó a la política un conjunto de ciudadanos con gran preparación y poco a poco la fueron abandonando. Desde entonces no ha hecho más que bajar el nivel de preparación. No sé si ésta será la causa del crecimiento constante del número de asesores. El corolario de esta profesionalización es el carácter, e incluso la conciencia, de grupo que en el fondo tienen la mayoría de los que se dedican a la política. Sin ello no serían explicables casos como, por ejemplo, subidas de sueldos recientes que apenas han sido denunciadas.
En séptimo lugar, lo que he oído a Carlos Carnicero denominar como la “demoscracia”, esto es, gobernar a golpe de encuestas y no según el programa presentado o la ideología.

En fin, la lista se podría alargar con más características comunes y con muchos ejemplos demostrativos de cada una de ellas. Dejo al lector que elija las que le parezcan mejores.
Sé que habrá quien, siendo de izquierdas, haga el reproche de que alguna de estas cosas si no se hacen se da una ventaja a la derecha. No sé, porque no pertenezco a esa tradición, lo que dirá una persona de derechas; sí digo que desde la izquierda hay que denunciar permanentemente el tipo de actitudes que he reflejado en el escrito y hay que hacerlo porque, al menos hasta hace poco, la izquierda pretendía tener otra forma de actuar.

Por cierto, la mayor parte de lo dicho puede aplicarse a todo ese conjunto de periodistas, profesores, escritores, etc, que ejerciendo de tertulianos hacen las modernas funciones de “intelectual orgánico” del gobierno o la oposición.

Linda Wallander como protagonista


Creo que penúltima aproximación de Mankell a su protagonista indiscutible, Kurt Wallander. En este caso, otorga el papel protagonista a su hija Linda que ha entrado en el cuerpo de policía y está a punto de cubrir su plaza en la misma comisaría que el padre. Novela desigual y menor sobre todo para los que, como es mi caso, somos grandes aficionados al personaje de siempre. Por otro lado, la trama está un poco cogida con alfileres y tiene menos interés que en anteriores ocasiones. Es novedosa la idea de ver a Wallander -incluso en acción- a través de los ojos de su hija, pero es una pena que una de las últimas apariciones del gran Kurt sea en un papel de secundario. No obstante, la novela se lee con la facilidad e interés.

Henning Mankell, Antes de que hiele

lunes, 26 de septiembre de 2011

domingo, 25 de septiembre de 2011

Sobre educación

Buen artículo de Santos Juliá sobre la educación y lo que está pasando en Madrid, y otro sobre la enseñanza pública por alguien que da clase en la concertada.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Dios no es bueno


Mantengo en la portada el título del libro ya que me parece enormemente sugerente. Aún lo es más el subtítulo: Alegato contra la religión, pues de eso se trata, de disparar en todas las direcciones, sobre todas las religiones, sobre cualquier aspecto de ellas, y todo con un gran conocimiento de lo que está hablando. Hay una cierta preferencia por el catolicismo y el islam, pero tiene su lógica: son las más extendidas y, esto lo digo yo, las más terribles.
A lo largo de los diferentes capítulos va abordando desde el Antiguo y el Nuevo Testamento, hasta el Corán pasando por los milagros, el abuso de menores, y un largo etcétera. Libro erudito que reconozco que me ha costado seguir a veces, pero que para los no creyentes, ateos o agnósticos resulta fundamental. El autor demuestra su fama de gran polemista y no le importa con quién se mete.
En la misma línea he leído en poco tiempo: Las religiones asesinas de Élie Barnavi, Probablemente Dios no existe de G.García Voltà y J.Carles Marset y Tratado de ateología de Michel Onfry, pero éste de Hitchens es más completo.

Christopher Hitchens, Dios no es bueno. Alegato contra la religión.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Otra interesante novela de Achebe


Tercer libro que leo de Achebe en el último año y como los otros dos me ha resultado muy interesante. En este caso se trata ya del funcionamiento del país (Kanga en la ficción; Nigeria seguramente en el modelo real) con gobiernos autóctonos y de las peripecias de tres personajes: dos cercanos al poder y un tercero más rebelde con él. Al mismo tiempo son amigos y comparten su gusto por la escritura.
La obra me ha parecido un tanto desigual en su desarrollo. Un principio un tanto titubeante, una parte central de gran fuerza narrativa y un final que, creo, podría haberse ahorrado.
Si toda la obra de Achebe tiene un fuerte componente político, en ésta está más acentuado si cabe. Valga una cita como muestra: "Los que malgobiernan nuestros asuntos acallarán nuestra crítica pretendiendo que ellos mismos tienen datos que no están disponibles para el resto de nosotros. Y sé que es fatal retarles en su propio terreno. Nuestra mejor arma contra ellos no es acumular hechos, de los cuales ellos son los verdaderos gestores, sino pasión". Por cierto, perfectamente aplicable a los momentos actuales en España (reforma de la Constitución mediante).
Recomendable como el resto de la obra de este autor que tiene además la virtud de enseñarnos cosas de ese continente tan desconocido.

Chinua Achebe, Termiteros de la sabana

domingo, 18 de septiembre de 2011

La gestión de la crisis

Muy buen artículo de Josep Ramoneda sobre Zapatero y la crisis

sábado, 17 de septiembre de 2011

Dos viñetas sobre la crisis

Como sucede a menudo, dos viñetas dicen mucho en poco espacio.


Más sobre la crisis

Interesante visión de la crisis por parte de dos economistas que culpan a la política.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Una novela, o novelas, diferente


Me ha impresionado esta novela, o novelas, pues se trata de tres novelas cortas que realmente consituyen una misma obra. La autora, de origen húngaro aunque escribía en francés por haberse exiliado en Suiza tras el fracaso de la revolución de 1956, las escribió entre 1986 y 1991. Desde el punto de vista formal son un tanto diferentes. La primera, El gran cuaderno, está escrita de una forma que a mí me parece espectacular: cortante, directa, con frases rotundas, de tal manera que algunos episodios dramáticos no lo parecen por la propia forma de contarlos. Las otras dos novelas tienen una escritura más "tradicional" aunque, sobre todo la tercera, en su contenido es realmente original y va dando constantes sorpresas al lector.
Un libro de esos que no cae fácilmente en las manos y que tengo que recomendar fervientemente. Una muestra también de que no voy descaminado cuando estoy recuperando tanta lectura de la literatura centroeuropea en general y húngara en particular. Son otras historias.
Acabo de ver que la autora falleció el pasado mes de julio y deja una obra escasa en cantidad.

Agota Kristof, Claus y Lucas.

Gran serie de televisión.

Si la primera temporada de Tremé me encantó, lo que llevo visto de la segunda me está pareciendo aún mejor y con el añadido de mayor participación de la parte musical. Para los aficionados a la música en general y al jazz en particular es insustituible.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

El Holocausto desde otra perspectiva


Libro de historia, de una historia dura y difícil de tragar en muchos momentos. El autor no ahorra minuciosidad en ninguno de los aspectos que trata. Como reza su subtítulo, se hace una reconstrucción bastante detallada de las diferentes acciones que tuvo que acometer el Batallón 101 de la Policía de Orden en la Polonia ocupada casi siempre en relación con la aniquilación de los judíos. Al principio mediante el fusilamiento, para poco a poco irse dedicando a llenar trenes para enviarlos a los campos de exterminio. La información se basa en las actas policiales y judiciales de los años sesenta y, por lo tanto, tiene que tratarlas con sumo cuidado para evitar reconstruciones interesadas. Hay que reconocer que el historiador británico es un buen exponente de esa gran escuela de profesionales.
Al libro le sobra, en mi opinión, información y le falta más análisis del porqué fue posible una brutalidad de tal tamaño. A ello se dedican tres capítulos en tres momentos distintos y se aportan interesantes versiones, pero es tal el horror que a uno le gustaría mayor profundización.
Hay que advertir que es de esos libros que en algunos momentos dan ganas de cerrar y respirar profundamente para poder continuar.
Para hacerse una idea de la magnitud del horror, reproduzco unas cifras que aparecen en una anexo final: 38000 judíos ejecutados entre julio de 1942 y noviembre de 1943 y 43000 deportados a Treblinka en prácticamente el mismo período.




Christopher R.Browning, Aquellos hombres grises. El Batallón 101 y la Solución Final en Polonia.

martes, 13 de septiembre de 2011

Espléndida novela con Vietnam de fondo


Hace un mes reflejaba aquí el comentario del primer libro que leía de O'Brien y ya anunciaba la próxima adquisición y lectura de otros. Éste es el primero de ellos y desde luego no me ha defraudado, bien al contrario, me parece una muy buena novela en varios sentidos: dos protagonistas interesantes (un político fracasado y su mujer), una trama inteligentemente llevada, una estructura original en la que aparecen incluso citas de otros autores (hasta una de El Quijote), junto a hipótesis sobre lo que les haya podido pasar a los protagonistas, dos niveles en el tiempo de los que, el que se refiere a la guerra de Vietnam es extraordinariamente interesante con referencias a la matanza de My Lai citando testimonios reales. Como se ve, se trata de un libro con diferentes lecturas que atrapa desde el primer momento y ofrece instantes de gran emoción y otros de gran dureza.
Un libro que colabora a mi reconciliación con la literatura anglosajona.

Tin O'Brien, En el lago de los bosques.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

ANDAMIO

Las 20 horas lectivas.

Esperanza Aguirre: “20 horas es menos de lo que trabajan la mayoría de los madrileños” (o algo así).
Ana Botella: “en el ayuntamiento los funcionarios trabajan más de esas horas” (o algo así)
La consejera de educación de la Comunidad de Madrid: “ los ochenta millones que supone de ahorro esa medida los emplearemos en…” (o algo así).
Las dos primeras, o tienen el mismo conocimiento que el consejero de trasportes de la misma comunidad -sí aquel para el que no existía el metrobus-, o tienen la misma capacidad de manipulación que su televisión, Telemadrid para más señas.
Saben, o al menos deberían saber, que la jornada laboral de un funcionario, y los profesores afectados lo son, es de 37 horas y media. El reparto varía de una comunidad a otra, pero suele suponer estar en el centro de trabajo de 27 a 30 horas quedando el resto para preparar las clases, corregir exámenes o trabajos, etc, lo que normalmente se hace mucho mejor en la tranquilidad de la casa particular. Por lo tanto, tanto doña Esperanza como doña Ana mienten, que es algo muy malo para gente tan religiosa como ellas, o acaso no conocen la verdad, lo que es muy malo para gente con los relevantes cargos que ocupan. Por cierto, esto me sugiere una pregunta, ¿ganan ambas más que la mayoría de los madrileños? Y en el hipotético caso de que la respuesta fuese afirmativa, ¿lo merecen visto lo visto?
Sinceramente, no creo que la ampliación de dos horas en el horario lectivo de los profesores vaya a llevar a la hecatombe que algunos están vaticinando: mala preparación de las clases, escasa atención a las tutorías,…Eso sí, va a afectar seguro a su moral laboral y a su consideración social (¡los jefes acusando a sus empleados ante la opinión pública de que trabajan poco!) Además, y con un afán de colaborar con la administración madrileña, los ochenta millones mencionados por la consejera se podían haber obtenido de otras fuentes. Como muestra un botón: el presupuesto de Telemadrid para el 2010 era de 81 millones de euros. Y ¿hay algo más irrelevante y que sobre que ese canal de televisión? Solamente puedo disfrutarlo un fin de semana al mes en mi tradicional visita a esa ciudad que me vio nacer y constato: es lo más tendencioso que he visto nunca en lo que a televisión pública refiere. (Reconozco que no he visto Canalsur)
No me extraña que uno de las consignas escuchadas estos días sea :” Nos sobra esperanza y nos falta ilusión”. Yo por mi parte me estoy planteando si creerme definitivamente la anécdota de Esperanza Aguirre y Sara Mago.


Rubalcaba y los euros.

Escuché a Rubalcaba el otro día en la radio y realizaba una serie de cálculos que resumo en lo que recuerdo. La reaparición del impuesto sobre el patrimonio unida a la creación de un nuevo impuesto sobre los bancos, pueden suponer un aumento de los ingresos de unos 2500 millones, 1500 por el primero y1000 por el otro. Esa cifra se dedicaría completamente a la creación de empleo. La desaparición de las diputaciones supondría por su parte una reducción de los gastos de 1000 millones.
Como se ve un total de 3500 millones de euros, cifra semejante a la que está subastando el gobierno de deuda pública en las últimas semanas.
Aquí me vuelve a pasar lo que comentaba antes sobre Esperanza y Ana, espero que perdonen las confianzas, o sabe perfectamente que está diciendo algo bastante irrelevante para la situación de la economía española y, por lo tanto, practicando la demagogia de forma descarada o, y no creo que sea el caso, desconoce las cifras de nuestro desastre.


José Blanco y la estabilidad.

Nuestro siempre alabado Pepiño acaba de hacer un descubrimiento descomunal, de gran trascendencia para el futuro, de gran impacto económico y social: la necesidad del equilibrio presupuestario y que, además, quede reflejado en un artículo de la Constitución para evitar que alguien se lo pueda llegar a saltar.
Evidentemente, el equilibrio presupuestario a medio plazo es una sana medida de política económica o, dicho de otra manera, es una forma de mantener una economía con buena salud. Implica endeudarse cuando sea necesario por la mala situación económica con el compromiso de ir devolviendo las deudas ahorrando en los buenos momentos. Esto es lo que hace cualquier familia y cualquiera que tenga dos dedos de frente “económica”.
¿Cuál es entonces el problema `para que se monte este follón en estos momentos? La primera noticia que se tuvo era que se pretendía constitucionalizar el déficit cero, esto es, no el equilibrio a medio plazo sino la imposibilidad de hacer presupuestos desequilibrados. Se trata de una antigua aspiración de todo el pensamiento neoliberal desde los años ochenta. Para el neoliberalismo el estado es algo casi superfluo y, en todo caso, su actuación debe tener un carácter subsidiario, así que cuanto menos gaste mejor porque queda para que lo gaste la “iniciativa” privada que siempre lo hará con un mejor criterio económico. De eso se trataba en un primer momento aunque luego haya habido presiones para que no quedase de esa manera que sería difícilmente digerible. Aún así ha quedado el miedo a que se haga cualquier referencia al tema por lo peligroso que pueda ser para el futuro. En el fondo, lo que se discute es el espíritu de lo que se plantea más que la letra concreta; el miedo es hasta qué punto tendremos que llegar para cumplir con lo que “los mercados” nos piden.

Dejo para otra ocasión hablar un poco sobre la evolución histórica de la deuda en España y otros países que creo que es útil para entender aún menos lo que está pasando.

Algunas de las últimas citas registradas

Que las nuevas generaciones estaban asfixiadas, eso es innegable, pero semejante comprobación también significaba que el país entero estaba asfixiado. Porque los jóvenes suelen ser los pulmones de la comunidad. Y si esos pulmones respiran mal, debido a que el sistema es asfixiante, todo el organismo social se va llenando de odios y otras impurezas.

Mario Benedetti, Daniel Viglietti, desalambrando


Porque la verdad histórica como tal es un concepto bastante convencional, algo como una maleta de doble fondo en la que, al pasar por un control de aduanas, se ven unas cosas, mientras que por debajo de ellas que ocultas otras.

Angel Wagenstein, Adiós, Shanghai


-Es decir, que su dios no es único, ¿no es así?
El rabino se puso a pensar y al cabo de un rato respondió con cierta tristeza:
-Para serle franco, ya no me consta. ¿Pero en qué son peores los chinos que nosotros?¿O, digamos, los hindúes o los polinesios?¿Por qué sus dioses serán falsos y sólo el nuestro, auténtico y único? El de ustedes, po0r lo menos no es tan solitario, tiene un hijo…La gente tiene necesidad de creer. Dejemos que lo haga como le plazca y donde le placa: Y si esto alivia sus sufrimientos, ¿por qué privarla de este último refugio de la fe?

Angel Wagenstein, Adiós, Shanghai


Esa gente convierte a Dios en un ídolo al que lo sacrifica todo, hasta su propio entendimiento. Los ortodoxos-también los de otras religiones- me dan la impresión de ser personas que no reaccionan ante la vida, que están muertas por dentro y se entregan al pétreo dogma; están completamente anquilosadas.

Fred Wander, La buena vida o de la serenidad ante el horror

Memorias muy desiguales


No es la primera vez que tengo esta experiencia: leer unas memorias de un autor del que no he leído nada de su obra. En este caso, además, no conocía nada de él ni de su obra (de hecho, que yo sepa, solo existe otro pequeño libro traducido). Lo que me impulsó a su compra y posterior lectura fue, por un lado, lo que de él se dice en la solapa y la contraportada y, por otro, una cierta confianza en la editorial.
El libro me ha resultado muy desigual en cuanto al interés despertado. Me han atraído las historias sobre los campos de internamiento en Francia, distintas vicisitudes en la RDA y sus reflexiones sobre el socialismo real, su historia de amor,…pero, al mismo tiempo, me han sobrado otras muchas historias y reflexiones. Creo que son unas memorias a las que les falta un objetivo, esto es, saber qué se quiere contar y por qué.
Warden escribe y narra bien, pero carece de garra salvo en la parte correspondiente a la muerte de su mujer e incluso aquí con matices.
Un libro que ofrece más desde su mismo título de lo que luego llega a dar.

Fred Wander, La buena vida o de la serenidad ante el horror

martes, 6 de septiembre de 2011

ANDAMIO

Voy a poner a continuación tres notas sobre el mismo tema, Zapatero y la reforma constitucional. La primera y con mucho la peor está escrita por mí. Llevaba unos días con ella cuando aparecieron la de Ramoneda y Millás que me parecieron, sobre todo la segunda, espléndidas y así las he compartido en facebook y en el blog. No obstante, me ha apetecido publicarlas también aquí. Creo que se trata de tres visiones críticas aunque no siempre con el mismo enfoque.





El “sacrificio” de Zapatero

Dijo en su día el presidente José Luis Rodríguez Zapatero que estaba dispuesto a sacrificarse por el bien del país. Desde entonces no ha hecho más que aplicar toda medida que le recomendaban desde “Europa” y va a terminar sacrificándonos a todos.
La penúltima ha sido la idea de introducir en la Constitución la “estabilidad presupuestaria”. En un primer momento, y ésta parece que era la idea original, se trataría de constitucionalizar el déficit cero, esto es, sacrificar- asesinar más bien diría yo- a John Maynard Keynes, quien ya fue apuñalado en los ochenta por Milton Friedman desde la teoría y Margaret Thatcher o Ronald Reagan en la práctica, aunque con posterioridad pudo curarse de las heridas. Ahora, sin embargo, el nuevo ataque parece peor al provenir de gentes que siempre la habían defendido y protegido. Keynes ha sido seguramente la persona más influyente en la historia europea de la segunda mitad del siglo XX. Sin su Teoría General la posguerra hubiese discurrido por unos derroteros bien distintos y fue seguida, además, tanto por los socialdemócratas como por los critianodemócratas. De las últimas negociaciones se desprende que en la Constitución no se hablará de déficit cero sino que se dejarán las cifras para una posterior ley orgánica. Eso sí, abierto el melón nunca se sabe que puede pasar finalmente.
Otro sacrificio, o sacrificado en este caso, será Alfredo Pérez Rubalcaba al que la medida anunciada por Zapatero sin previo aviso, consulta, aprobación interna ni nada que se le parezca, pilló con el paso cambiado pues no hace mucho se había opuesto a algo parecido planteado por Mariano Rajoy. Ahora, claro está, apoya sin fisuras la medida y le parece que la estabilidad presupuestaria es una gran conquista social. Una muestra más de cómo funciona nuestra clase política que, cada vez más, se está convirtiendo de verdad en una “clase” con todo lo que esto significa de intereses y comportamientos comunes.
Otro sacrificado, en este caso colectivo, será probablemente el PSOE. Si ya estaba bastante tocado por la política económica, social, laboral, etc. del gobierno, a partir del enfrentamiento interno que se está produciendo la fractura puede ser importante, lo que unido al más que previsible desastre electoral, puede acabar con su casi desaparición. Ninguna pena al respecto. Un partido, ¡de izquierdas?, en el que desde hace años ha desaparecido el debate interno, en el que su secretario general actúa prácticamente como un déspota y ni siquiera ilustrado, que aplica una política criticada por el PP desde la ¡izquierda! El problema será reconstruir un grupo que tenga la socialdemocracia como bandera, pues será muy necesaria en el futuro la existencia de un grupo con esa idea política.




Josep Ramoneda, La puntilla, El País 4.9.2011


"Muy amenazada debe estar la familia de Zapatero para que el presidente se vea obligado a tomar las decisiones que toma". Me lo dijo una señora de cierta edad. Y la anécdota me parece un buen reflejo del desconcierto con que mucha gente -especialmente las personas que cuando llegó le vieron como una esperanza- sigue la agonía del presidente. La propuesta de reforma de la Constitución es un gesto típico del estilo Zapatero, que se basa en la convicción de que la política es impacto comunicacional. Antes de mayo de 2010, esta idea del ejercicio del poder venía acompañada de la ilusión de que, lanzado un mensaje, todo lo demás se daba por añadidura y siempre para bien, por la creencia en una presunta tendencia natural a que las cosas caigan del buen lado. En mayo de 2010, el presidente descubrió que el happy end no existe. Y el método del impacto comunicacional adquirió dimensión dramática, como respuesta al pánico.
La propuesta de reforma de la Constitución responde a este estilo. Vamos a provocar un gran ruido en la escena pública, los mercados se calmarán y los ciudadanos se resignarán porque comprenden que la situación es límite. A estas alturas, Zapatero ya debería saber lo efímeros que son los efectos de los impactos comunicacionales. Entre otras cosas, porque generalmente son medidas más espectaculares que efectivas. Estamos hablando de una reforma de la Constitución para fijar un límite al déficit público -no al gasto, como algunos parecen confundir-, cuyas cifras se establecerán por ley orgánica y podrán ser modificadas posteriormente. El objetivo de la norma no se alcanzará hasta 2020. Y no hay previsto ningún instrumento que permita obligar o sancionar al que no la cumpla.
Es dudoso que una modificación tan vaporosa pueda contentar a alguien y es complicado defenderla a la vista de los destrozos que ha provocado: aumentar la desazón de la ciudadanía; arruinar las ya escasas expectativas electorales del PSOE; evidenciar el espíritu gregario de sus diputados -ahora le llaman responsabilidad-, y abrir una nueva fase conflictiva en el Estado de las autonomías. Es difícil entender la urgencia de una reforma que deja todas las concreciones pendientes de una ley orgánica que sí puede esperar. Es difícil justificar que se salte la consulta a la ciudadanía en un país que ha hecho de la reforma de la Constitución algo extremadamente excepcional. Pero los dirigentes políticos sospechan que el referéndum daría expresión al malestar de la ciudadanía y no quieren arriesgarse. Con la reforma que proponen no se puede decir que PSOE y PP aumenten su prestigio: están declarando públicamente que no se fían de ellos mismos. No se sienten capaces de garantizar que gestionarán con prudencia si no se lo exige la ley. Y después nos piden que les tengamos confianza para gobernar.
Con todo, este desgraciado episodio, penúltimo eslabón de la agonía de Zapatero, tiene también sus aspectos positivos. Primero: se ha acabado el tiempo de los eufemismos. Ya no hay siquiera el esfuerzo de revestir con tópicos ideológicos la cruda realidad de la impotencia de los Gobiernos. Tanto Zapatero como Alonso lo han dicho sin ambages: "Es la opción más suave para calmar a los mercados", es "para intentar salvar a España de la presión de los mercados". Segundo: se ha roto el tabú de la reforma constitucional. Adiós al discurso que presentaba cualquier intento de renovar la Constitución como un atentado a la estabilidad democrática. Ahora ya sabemos que si PP y PSOE se lo proponen la Constitución se cambia y además a la carrera, sin espacio para la deliberación pública. Se ha abierto una espita para todos aquellos que piensan (o que pensamos) que a la Constitución ya le toca un baldeo. La vida política se reactivaría si florecieran las propuestas. Aunque no ignoro que el pacto PSOE-PP lleva incorporado un candado para cerrar la Constitución a cualquier otra iniciativa.
La despedida de Zapatero tiene algo de trágica. Es fiel reflejo de su trayectoria: incapaz de preñar de sentido a la cosa pública, su aventura se ha convertido en la historia de un bluff comunicacional. La evolución de su rictus da para una tesis doctoral. La reforma constitucional es la última vuelta de tuerca a un fracaso: aumenta la desconfianza y el escepticismo de los ciudadanos y deja a la izquierda desmantelada ideológicamente, escorando de modo peligroso el sistema político hacia la derecha. Llegó prometiendo cambiar España y, como ocurre casi siempre, el mundo le ha cambiado a él. La reforma ha sido la puntilla que Zapatero se ha dado a sí mismo y a su partido.







Juan José Millás, Otoño caliente, El País 2.9.2011

Es muy de agradecer que los mercados hayan dado a Zapatero órdenes tajantes de adelantar las elecciones. De otro modo, y en vista de la pericia que está demostrando en la marcha atrás, podría cargarse las leyes relacionadas con la igualdad y los derechos civiles que él mismo impulsó durante la primera legislatura. Resulta impresionante la velocidad a la que conduce la locomotora en dirección contraria a sí mismo. Aspiraba a ser un presidente borgiano y ha devenido en un converso radical, de los que se comen a los caníbales. Si antes le molestaba que los poderosos votaran todos los días del año, ahora le irrita que no lo hagan cada hora. Pero él está dispuesto a enmendar ese error de la naturaleza, le va a hacer a Rajoy el programa de siete legislaturas, para que no tenga necesidad de salir del letargo que se le atribuye. Ha dejado sin espacio a los partidarios de la derecha económica y a los de la extrema derecha financiera. Y para que quede claro quién manda aquí, gobierne quien gobierne, comunica sus decisiones al líder del PP antes que a los órganos del PSOE y que al mismísimo Rubalcaba, cuyo pragmatismo felipista, en tal situación, parece un realismo de provincias. En todo esto hay muy poco Borges y mucho Lazarillo de Tormes, o sea, más picaresca española que metafísica rioplatense. Y democracia cero, claro, lo llaman democracia y no lo es. Menos mal, ya decimos, que los mercados, como los ricos franceses, tienen su sensibilidad y le han dado órdenes de dejar de romper piernas, que se estaba pasando. En todo caso, ha puesto contra las cuerdas a su propio partido, a IU, a los sindicatos y al 15-M, que están lógicamente a cinco minutos de tomar la calle. Esto es lo que se llama no decepcionar al respetable. En otras palabras, una biografía, literalmente hablando, de la hostia. El otoño caliente está servido.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Sobre Zapatero, la Constitución y esas cosas

Un gran artículo de Juan José Millás y otro que no está mal de Josep Ramoneda.
Realmente vaya final político el de Jose Luis Rodríguez Zapatero. A este paso va a lograr algo raro en España: la unanimidad.

Sobre la visita papal.

Impresionante artículo de Javier Marías sobre el tema. Creo que no se puede escribir algo mejor y con lo que esté más de acuerdo.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Benedetti y Viglietti para nostálgicos y...


Este es un libro para: sesentones nostálgicos, rojos peligrosos, revolucionarios (todavía), jóvenes sesentayochistas de hoy (que algunos quedan o han surgido),…Desde luego no es un libro para todo el mundo.
En la primera parte Benedetti hace un breve repaso a la reciente historia de Uruguay, para centrarse luego en tres entrevistas con el propio Daniel Viglietti, una del año 1973 y las otras dos más actuales (del 2005) pero en las que se repasa toda la trayectoria musical y, en parte, vital del cantante. En el resto de la obra se recogen textos de muchas de sus canciones, una interesante galería de fotos, una relación de libros y artículos de prensa sobre la obra de Viglietti, para terminar con un conjunto de opiniones sobre él. En definitiva, un libro bastante completo e inusual sobre la obra de un cantante de esas características.
A mí la lectura reconozco que me ha removido por dentro y me ha hecho recordar aquella época en el Madrid de los setenta en el que había hasta cuatro “Peñas”, esto es, locales que con ese nombre se dedicaban a la música sudamericana, además de quizás el local más famoso, “Tolderías”, en los aledaños del Viaducto. En ellos tuve ocasión de conocer a un montón de autores y de aprender un conjunto de canciones entre ellas varias del propio Daniel Viglietti como: A desalambrar, Canción para mi América, Canción del hombre nuevo, Milonga de andar lejos, etc. Toda una época en la que era “feliz e indocumentado”, seguramente más lo segundo que lo primero. Abstenerse de su lectura gentes que no sean del tipo mencionado antes.




Mario Benedetti, Daniel Viglietti, desalambrando

jueves, 1 de septiembre de 2011

Adictiva novela


Si me sorprendió su primera novela traducida, El Pentateuco de Isaac, en ésta escrita en el 2004 desarrolla toda su capacidad de invención y de tratamiento de una historia real, el exilio de judíos en la ciudad de Shangai, a la manera clásica. En muchos momentos parece que estemos asistiendo a un película de los años cuarenta. De hecho el autor, judío y búlgaro para más señas, ha desarrollado su carrera sobre todo como guionista y realizador cinematográfico. Novela emotiva por momentos, intrigante en otros y siempre atrayente. Sus personajes, en gran parte extraídos de personas reales, son de lo mejor de la obra; perfilados con pocos detalles pero con reacciones lógicas y verosímiles.
Dos partes bastante diferenciadas: la primera, en el Berlín de antes de la guerra y la segunda, en Shangai. Ambas igualmente apasionantes.
Absolutamente recomendable: muy entretenida, instructiva, emotiva...

Angel Wagenstein, Adiós, Shanghai.