viernes, 30 de enero de 2015

Artículos interesantes

Estupendo escrito de Fernando Vallespín comentando en libro de Piketty y poniéndolo en el contexto de los estudios de los expertos. (El País)
 
 
Ignacio Urquizu achaca a la socialdemocracia su falta de audacia y creatividad a la hora de enfrentarse a la crisis y de ahí su caída en picado. Los dos ejemplos que pone, la renta básica universal o la reestructuración de la deuda me parece curioso que lo haga quien está tan crítico con Podemos. (El País)
 
Creo que Isaac Rosa tiene razón cuando pide aclaraciones (esta vez a miembros de Podemos). Buen ejercicio sería el de la lupa. (eldiario.es)

Para entender mejor el Oriente Próximo


 
Un interesante e iluminador libro sobre la situación en Oriente Próximo. Hace tiempo que dejé de leer en los periódicos la información internacional. Cada vez la entendía menos y, además, solo se habla de los conflictos cuando están en plena ebullición y luego se olvidan con lo que cada vez es más difícil entender las cosas. Por eso, porque cada vez estoy menos enterado de lo que pasa, encontrarse con un libro como este resulta especialmente útil
A lo largo de sus nueve capítulos y un epílogo, Cockburn, desde luego un grandísimo reportero, va desgranando los diferentes elementos que componen el auténtico rompecabezas que es esa parte del mundo. Aunque el tema central sea el ISIS, da tanta o más importancia aún a los intereses que se están ventilando y las implicaciones de los diferentes países. Arabia Saudí y los emiratos del Golfo, Estados Unidos, Turquía, Rusia, Irán, etc. aparecen con sus respectivas responsabilidades en el origen y el mantenimiento de los diferentes conflictos en Siria e Irak. De hecho califica de padres adoptivos de ISIS a los dos primeros junto con Turquía (página 45), al igual que pone Pakistán (más bien a su ISI, servicio de inteligencia) y Arabia Saudí como promotores de Al Qaeda (página 62).
En fin, un libro bastante clarificador sobre lo que sucede en esa zona del mundo tan conflictiva y de tanta importancia geoestratégica.
No obstante me gustaría también comentar un par de cosas que he echado en falta: Como realmente se trata de artículos previamente publicados, hubiera sido útil poner la fecha de su publicación original; además, creo que una aclaración y explicación sobre las diferencias entre los diferentes grupos sunitas hubiera facilitado mucho la lectura en algunos momentos; y, finalmente, y esto es más un tema editorial, la traducción es manifiestamente mejorable.
Sea como sea, un libro absolutamente recomendable porque su autor demuestra un gran conocimiento del tema, lo explica con gran claridad y mantiene opiniones tan contundentes como esta:
 
“La “guerra contra el terrorismo”, por la cual se han limitado las libertades civiles y se han gastado cientos de miles de millones de dólares, ha fracasado miserablemente”. (p.47)
 
Patrick Cockburn, ISIS. El retorno de la yihad

 

martes, 27 de enero de 2015

Un mamotreto que merece la pena



Con este curioso título y los dos aclaratorios subtítulos se presenta este monumental estudio de un escritor cuyos libros siempre tienen grandes dimensiones. A lo largo de 800 páginas Morán va describiendo, analizando y sobre todo criticando los diferentes momentos y autores que han tenido algo que ver con el desarrollo de la cultura letrada en España en el período considerado.
Es un libro fundamentalmente  sobre escritores, pero también aparecen políticos y en alguna ocasión pintores, arquitectos y músicos. Destaca el autor por muchas cosas: por su gran conocimiento del tema; por la capacidad para expresar muy bien lo que quiere decir yendo además muy directamente al grano; porque tanto sus filias, pocas, como sus fobias, bastantes más, quedan perfectamente claras, y así entre las primeras Luis Martín Santos, Max Aub o Manuel Sacristán, y entre las fobias destacarían Pedro Laín Entralgo, Julián Marías o Francisco Umbral y un larguísimo etcétera.
Tengo que decir que a mí el libro me ha tenido enganchado varios días y un montón de horas Creo que lo mismo le puede pasar a la gente de mi generación que se haya interesado por la lectura y por la política puesto que gran parte de lo contado lo hemos vivido de alguna manera.
Una de las cosas que me han llamado la atención es la preocupación de Morán por dejar bien clara la ascendencia primero falangista, luego socialista o comunista o anarquista, de muchos escritores e intelectuales para en algunos casos terminar abrazando hoy posiciones ultraconservadoras. Lo digo porque en mi caso también ha habido una evolución característica. Empecé siendo falangista “revolucionario”, en el FES, (eso sí, esa militancia duró casi exclusivamente el verano de 1969), luego me convertí en un cristiano de base para poco a poco ir abandonando la fe y terminar afiliándome, en 1975, al PSOE, que abandoné en 1983 para convertirme en un “anarquista de peluquería” (o librería que para el caso es lo mismo) y, muy recientemente, inscribirme en Podemos.
Quizá el momento del libro que con más atención he leído es aquél en el que habla de la multitud de revistas que surgieron a finales de los sesenta y en los setenta. Fui lector empedernido de muchas de ellas y suscriptor de algunas. Y hoy, echando la vista atrás con un poco de ira, me arrepiento bastante de haber perdido tanto el tiempo leyendo según qué cosas y según qué autores (por poner solo un ejemplo, ese Leguina intelectual cuasi revolucionario). No es el caso de Tuñón de Lara o Haro Tecglen de los que, por cierto, me he quedado con las ganas de que Morán contase alguna cosa más pues no salen muy bien parados aunque no lo explique.
Por otra parte, el capítulo que más me ha emocionado ha sido el dedicado a la figura y la obra de Max Aub. De hecho he adquirido ante mí mismo el compromiso de releer algunos de sus Campos y esas memorias que tanto tiempo llevan esperando en el estante de libros pendientes.
Realmente del libro de Morán se pueden escribir muchas páginas, pero como sabe quien se acerca a este blog, me gusta que los comentarios sean lo más sintéticos posible.
Para ir terminando, dos textos: el final del estupendo comentario de Bernabé Sarabia en elcultural.es y otro del libro de Morán como ejemplo de uno de los muchos “retratos” que aparecen en el libro.
 
“Para bien o para mal la sinceridad, la potencia, la capacidad de transgredir y de no someterse a lo que se da por supuesto dan a estas páginas de Gregorio Morán una capacidad de atracción que el lector, aunque discrepe, siente de principio a fin”.
 
 “De todos ellos era Fernando (Fernández) Savater el intelectual mediático por excelencia, el hijo del notario de los Fierro, el que Jesús Aguirre, cura, había descubierto –siempre Jesús, alerta y presente- para Taurus. Su tránsito del anarquismo de peluquería al socialismo de subvención, pasando por la audacia abertzale del 78, cuando escribía en las páginas de Egin burlándose de la Constitución, constituyó un espectáculo que tenía algo de divertido y hasta de brillante”. (p.785)
 
Ahora sí que, como final, dos enlaces: una interesante entrevista con el autor y otra con su editor ambas en el diario.es. No lo he mencionado en ningún momento pero este libro arrastra una fuerte polémica ya que estaba prevista su publicación por la editorial Crítica del grupo Planeta que se negó por…(las explicaciones en las entrevistas). Acabo de leer el comentario de Suso de Toro que me parece magnífico y con el que estoy muy de acuerdo.
 
 
Gregorio Morán, El cura y los mandarines. Historia no oficial del Bosque de los Letrados. Cultura y política en España 1962-1996

domingo, 25 de enero de 2015

Artículos interesantes

Una entrega sin ningún artículo político en sentido estricto y, desde luego, sin Podemos. Cuatro buenas reflexiones sobre aspectos preocupantes de la realidad.
 
Bien Carlos Boyero comparando El francotirador y la entrada de la policía en un desahucio.(El País)

Espléndido alegato de Elvira Lindo a partir de la emisión del documental Ciutat morta (El País)
 
Vargas Llosa escribe sobre Francia y los atentados. Me parece un artículo muy bueno y con el que comparto casi todos sus ideas. (El País)

Defensa de la humanización del análisis económico por Soledad Gallego. Interesante tema.  (El País)

viernes, 23 de enero de 2015

Precindible estudio sobre Zweig



Hace poco comentaba una biografía breve de Zweig escrita por este mismo autor que me gustó porque era concreta, hablaba de su vida y también de su obra y, en última instancia, pretendía dar pistas sobre el porqué del suicidio de Zweig.
Sin embargo, en este caso, Lafaye se ha limitado a recoger un conjunto de textos con la visión que Zweig tenía del judaísmo y del mundo judío en general. Digo que se ha limitado porque apenas los comenta y, además, cuando lo hace no aclara nada sino que, muy al contrario, termina oscureciendo lo que decía Zweig. En los textos, no siempre claramente fechados y de los que, por otra parte, falta la correspondiente referencia de su origen, aparece un Zweig más vacilante en sus opiniones de lo que yo había leído hasta ahora, esto es, no solo defiende el supranacionalismo y universalismo del judaísmo, sino que también apunta en algún texto a la necesidad de una patria judía en Palestina.
En fin, un librito de poco más de 100 páginas que no aporta gran cosa al conocimiento del autor, pero en el que los muy forofos de Zweig siempre encontrarán algún apunte de interés.
 
Jean-Jacques Lafaye, Zweig y el candelabro. Destino y judaísmo

miércoles, 21 de enero de 2015

El mundo del cine visto por Scott Fitzgerald


 
Hace bastantes años que leí las dos principales obras de Fitzgerald que, tengo que reconocerlo, no me impresionaron tanto como había oído decir. Acaban de hacer una nueva traducción de esta que comento y por eso la he adquirido y leído. Me ha gustado mucho sobre todo en las partes en las que el protagonista, productor de cine, está trabajando seleccionando y criticando guiones y escenas; me parece una certera visión de lo que era el cine en aquella época. Recientemente he leído un libro de Bukowski sobre el mismo tema pero enfocado desde la perspectiva del guionista; entre ambos se obtiene una idea bastante completa de cómo funcionaban los estudios cinematográficos. Sin embargo, hay un aspecto de la novela que no me ha llamado la atención y es el tratamiento que da a la, o las, relaciones amorosas del protagonista. Puede ser que, al tratarse de una obra inacabada y pendiente de varias revisiones, el autor hubiese cambiado cosas, pero tal y como está lo publicado, insisto, no me ha gustado demasiado.
Creo que en el estupendo Epílogo hecho por la traductora, Dolors Ortega, hay un texto que explica mucho mejor de lo que yo podría hacerlo elementos claves de la novela; comentario con el que estoy totalmente de acuerdo:
 
“Fitzgerald quería dotar a su novela de un título que nos hiciera pensar en una película. Y así lo hizo. Logró escribir una novela que describe el mundo del cine desde dentro y desde fuera, a modo de película, con una mirada compartida con Cecilia y un rico universo sensorial. La plasticidad de su narrativa, la poética de sus descripciones y la construcción climática de la narración envuelven al lector, que mantiene la tensión de la lectura saboreando cada una de las escenas que el texto le regla, aun siendo consciente de enfrentarse a una obra inacabada sin un desenlace desarrollado”. (p.229-230)
 
Una obra muy recomendable aunque es una pena que no la  terminase porque estoy seguro de que sería aún mejor. Por cierto, hay versión cinematográfica que espero ver pronto pues es nada menos que de Elia Kazan con De Niro y Nicholson.
 
Francis Scott Fitzgerald, El último magnate

lunes, 19 de enero de 2015

Dos buenas series de televisión

Totalmente diferentes, pero ambas muy entretenidas. Un melodrama con todos los ingredientes del género y una protagonista muy especial, y la quinta temporada de Homeland que, aunque ha bajado bastante en interés, sigue teniendo momentos muy conseguidos.

domingo, 18 de enero de 2015

Artículos interesantes

Isaac Rosa relaciona el asunto Tania Sánchez con el miedo al cambio en Madrid. Interesante.(el diario.es)
 
Carlos Elordi hace un buen resumen de lo sucedido en la política en las dos últimas semanas y ceo que acierta bastante en sus conclusiones. (eldiario.es)
 
El interesante comentario de Soledad Gallego trata de algo que a mí también me sorprende y hace tiempo que me preocupa: la total desaparición pública de los sindicatos en esta crisis.(El País)
 
El escrito de Javier Marías tendré que leerlo más veces porque en primera lectura me chirrían demasiadas cosas. Termino con la impresión de que es muy simplista y pone todo en el mismo saco, pero, insisto, es solo una lectura apresurada. En cualquier caso, y por eso lo recomiendo, es interesante. (El País)
 
Buena crítica de Jesús Maraña a la idea de "yo o el caos". (infolibre.es)

viernes, 16 de enero de 2015

Citas últimas lecturas

 
Religión
 
-Soy fiel  a mi religión- sentenció Turqui.
-Tanto como yo a mi no religión.
(Es Jean Genet quien contesta)
Mohamed Chukri, Jean Genet en Tánger
 
 
Revolución
 
La culpa de los revolucionarios franceses no es pues haberse embriagado de sangre, sino de palabras sangrientas; cometieron la necedad, únicamente para entusiasmar al pueblo y certificarse a sí mismos su propio radicalismo, de crear un argot que goteaba sangre (…)
Stefan Zweig, Fouché. Retrato de un hombre político
 
 
Poder
 
Porque ¡mirada de medusa del poder! Quien le haya mirado una vez al rostro ya no puede apartar la vista de él, queda hechizado y cautivo. Quien ha ejercido alguna vez la embriaguez de gobernar y mandar, ya no puede privarse de ella.
Stefan Zweig, Fouché. Retrato de un hombre político
 
 
Pesimismo
 
Así que adquirí muy pronto una certeza que había de acompañarme todos los días de mi vida: el pesimista solo puede recibir buenas noticias.
Lucien Jerphagnon, Elogio del pesimismo. Cualquier tiempo pasado fue mejor
 
Pesimismo
 
“El hombre es un lobo para el hombre”, dijo Plauto. ¡Cuántas veces no lo habremos repetido! Sin embargo, cuando veo esas películas que muestran en directo la vida de los lobos, esos documentales que siguen tan de cerca el comportamiento de sus jaurías, no puedo evitar preguntarme qué tenía Plauto contra esos pobres animales.
Lucien Jerphagnon, Elogio del pesimismo. Cualquier tiempo pasado fue mejor
 
 
Dios
 
Si observamos cómo a lo largo de los siglos los hombres se han matado unos a otros en nombre de sus religiones –cada una de ellas única y verdadera-sólo podemos pensar que Dios tiene suerte de ser espíritu puro: así no hay manera de achacarle las atrocidades de sus representantes.
Lucien Jerphagnon, Elogio del pesimismo. Cualquier tiempo pasado fue mejor

jueves, 15 de enero de 2015

Novela hecha de fragmentos



“Y esta suplantación, la vida escrita, aunque poco fiel, es la vida que he elegido. Pocas veces me he sentido tan feliz como escribiendo esto que no ha sido sancionado por la crítica, que no sé escribir correctamente, que no sé si es poesía ni novela ni autobiografía. Ni mentira ni verdad. “
(El narrador, de nombre Carlos Pardo, en p.97-98)
 
Ayala-Dip, dice al final de su comentario en Babelia: “Carlos Pardo ha escrito una brillante novela a la altura de nuestros días. Y, sobre todo, a la altura de las nuevas exigencias que la novela como género todavía tiene obligación de plantearse.”
 
Partiré de estos dos textos para mi comentario. Efectivamente, no se sabe muy bien qué es el libro aunque desde luego no se trata de poesía. Me parece estupenda la confesión del ¿autor? de que se siente feliz escribiendo, lo entiendo perfectamente. También que no sepa tampoco de qué se trata. A mí me ha pasado un tanto de lo mismo. Al final del libro, Pardo, ahora sí como autor del libro, en los agradecimientos habla de la publicación previa de algunos capítulos del libro. Esa es la impresión que yo al menos he sacado tras la lectura: que se trata de una serie de escritos, con los mismos personajes y diferentes aunque muy parecidas situaciones, hechos por el autor y ahora reunidos con la intercalación de un, para mí, inexplicable capítulo sobre las andanzas del joven Johann Sebastian Bach que, además, da título al libro. En algunos momentos me ha interesado lo que me contaba, pero han sido pocos. También me parecen muy impostadas algunas “demostraciones culturales”.
Sobre las exigencias que plantea el crítico Ayala-Dip, creo que en un año en que se han publicado novelas como las de Chirbes, Marías y Cercas, las exigencias están más que satisfechas. No quiero decir que no se pueda innovar (en este blog y hace bien poco ha escrito muy favorablemente sobre un autor francés, Mauvignier, bastante innovador  y otro, Carrére, que no la va a la zaga), ahora bien, “si hay que innovar, se innova, pero innovar por innovar” (y perdón por el chiste fácil)
No me ha gustado el libro y de verdad que lo siento porque me encanta descubrir autores a los que seguir y con los que disfrutar.
 
Carlos Pardo, El viaje a pie de Johann Sebastian

 

 

 

miércoles, 14 de enero de 2015

Otra vez Romain Gary




 
Hacía tiempo que no se publicaba nada de Gary, un escritor que, cuando lo conocí, me puse a leer todo lo publicado en España. La que comento no es, desde luego, su mejor novela e incluso quizá no sea una buena novela, pero he disfrutado mucho con su lectura que he hecho de “dos tirones”.
Parece ser que tiene bastantes componentes autobiográficos. La escribió muy al final de su vida y, dicen, que a lo mejor ayuda a entender su suicidio.
Si el lector está en la edad del protagonista (59 años) o, como es mi caso, superior, creo que disfrutará más con la lectura y, por qué no decirlo, también pasará algún mal rato. Hay varios capítulos en los que no he tenido más remedio que sonreír; son aquellos en los que Jacques acude a los médicos para explicar sus problemas de disfunción sexual (la novela está escrita en 1975 y no existía la Viagra);  los diálogos entre el protagonista y los doctores son un verdadero tratado sobre la decadencia “masculina”. Este es el tema central de la novela aunque también lo son el amor y, de forma un tanto lateral pero también con cierta relevancia, la crisis económica de esos años.
Gary pone al servicio de su  historia esa forma de narrar tan clara y contundente típica de su literatura. Un verdadero personaje tanto en su trayectoria vital como en la literaria.
Recomendable para varones en o cerca de la “tercera edad”
Dejo el enlace  al comentario hecho por Rafael Conte a una edición anterior (de 2006).
 
Romain Gary, Próxima estación: final de trayecto

martes, 13 de enero de 2015

Descubriendo a un premio Nobel



 
Últimamente y en más de una ocasión me he encontrado  con referencias a Hamsum en las que se hablaba de su influencia en escritores de la talla de Thomas Mann, Herman Hesse o Stefan Zweig entre otros. A partir de ahí me entraron ganas de conocer la obra de este noruego premiado con el Nobel de literatura en 1920.
He comenzado por una de sus novelas más famosas y, creo, que la primera de su  producción pues fue escrita en 1890.
Realmente me ha impresionado. Una novela de cuyo protagonista no conocemos ni el nombre ni la edad ni lo anterior de su vida; en la que no hay una historia propiamente dicha ni una trama, es decir, todo bastante inusual para una obra del siglo XIX y de ahí imagino  la “modernidad” con la que se suelen referir al autor.
La soledad en una gran ciudad, Christiania como se llamaba entonces la actual Oslo, que el protagonista recorre permanentemente; su dedicación en exclusiva a la escritura y la imposibilidad de subsistir lo que hace que el tema recurrente a lo largo de toda la novela sea, como indica el título, el hambre; el mantenimiento a pesar de todo de su dignidad, etc. son algunos de los temas de una obra que de alguna manera hipnotiza y hace que estés deseando continuar su lectura.
Un descubrimiento que seguro tendrá continuación con otras obras de Hamsum.
Del prólogo de los traductores extraigo dos frases que resumen muy bien aspectos de la obra.
 
“Hambre es como una pieza musical, con variaciones sobre el mismo tema. Consta de cuatro “movimientos”, y en todos se repite la misma historia, las mismas sensaciones, los mismos encuentros. La obsesión del protagonista se refleja también en la forma del relato, tan obsesiva y reiterativa que el lector también llega a obsesionarse”. (p.15-16)
 
“(…) otro rasgo sobresaliente en Hambre: sus estremecedoras descripciones del proceso de creación artística; primero de sus inmensas penas y torturas cuando las palabras no le vienen, y luego de la embriagadora felicidad cuando llega “el momento”.” (p.15)
 
Knut Hamsum, Hambre

 

lunes, 12 de enero de 2015

Curioso testimonio de los campos



Se editan por primera vez en castellano estos recuerdos de una niña de diez años escritos muy poco después de ser rescatada en 1943 del campo de concentración. Hablan de la situación de la ciudad de Lviv, del gueto y del posterior campo de concentración y, quizá lo más relevante del escrito, es que lo hace de una manera muy descriptiva, casi como si de un informe se tratara y, también, en un lenguaje y con una facilidad narrativa aparentemente impropias para una persona tan joven.
Constan de algo más de 6o páginas que se leen con interés aunque aportan poco al conocimiento de un tema del que se han publicado ya multitud de testimonios muy valiosos.
Sí tienen más interés los prólogos y las explicaciones tanto del traductor como de la persona que preparó la edición. También el epílogo de la propia Janina que vive en Israel y tiene una visión interesante de lo que hace el gobierno de su país.
 
Janina Hescheles, Con los ojos de una niña de doce años

domingo, 11 de enero de 2015

Artículos interesantes

Esta semana los artículos son monotemáticos, pero no deja de tener interés por las distintas aportaciones dentro de una línea de pensamiento bastante homogénea.

José Luis Pardo escribe sobre religión y razón a raíz de los atentados de París. Me gusta lo de que solo es serio aquello de lo que nos podemos reír. (El País)

Ignacio Escolar defiende que la blasfemia no debe ser delito. (eldiario.es)

Muy buen escrito de Elvira lindo sobre  los atentados aportando, además, una cita espléndida de una escritora marroquí. (El País)

Soledad Gallego insiste en una idea que siempre me ha parecido crucial: son las personas las que merecen respeto, no las creencias.(El País)

Javier Marías escribe, ¡al fin!, de literatura a raíz del aniversario de la publicación de La verdad sobre el caso Savolta. Muy interesante. (El País)

El profesor argentino Atilio Borón ofrece una visión más completa y comprometida sobre el tema del terrorismo que tiene, lógicamente, elementos discutibles, pero la ventaja de intentar profundizar en el fenómeno.

jueves, 8 de enero de 2015

Sobre el suicidio de Zweig


 
 
Curioso librito que descubrí hace unos días en una librería. Su autor es un psiquiatra brasileño que lo escribió tras la muerte de Zweig, el 22 de febrero de 1942, y lo publicó en mayo del mismo año, es decir, que se puso a ello nada más conocer el fallecimiento.
Dedica un primer capítulo a describir los principales componentes del carácter ciclotímico que era, según él, el que correspondía a Zweig, para luego analizar algo de su vida y obra en el segundo y dedicar  el tercero íntegramente a tratar de buscar las causas del suicidio que serían, según sus propias palabras:
 
“Ni la guerra, ni el empobrecimiento relativo, ni el exilio, ni la persecución racial fueron causa eficiente del gesto suicida de Stefan Zweig. Tal gesto, eso sí, fue efecto de un estado psíquico anormal, que era una posibilidad completamente concebible ateniéndonos a su disposición temperamental”. (p.96)
 
“Un suicidio melancólico, de víctima de una depresión climatérica, agravada por factores reactivos externos de la más alta significación psicológica”. (p.98)
 
Utiliza a lo largo del texto un peculiar lenguaje sobre todo teniendo en cuenta que lo escribe con 34 años.
Son interesantes los dos apéndices que acompañan la edición pues se trata de la Declaración que dejó escrita Zweig y de la carta a Friderike, su primera mujer, que, aunque se trata de textos ya publicados y conocidos, no dejan de impactar al lector. También hay un útil Epílogo de los editores.
En fin, un librito que puede resultar interesante para los seguidores del gran escritor austríaco, pero que tampoco aporta grandes cosas para un mejor conocimiento de su vida y obra.
 
Cláudio de Araújo Lima, Ascensión y caída de Stefan Zweig

miércoles, 7 de enero de 2015

Gran biografía política



Para algunos seguidores de la obra de Zweig, este destaca sobre todo en el ámbito de la biografía. De las grandes biografías que escribió esta es la primera que leo y desde luego me ha dejado totalmente sorprendido. No sé cuánto pueda haber de invención en lo escrito. Pero si no es cierto podría perfectamente serlo tal y como va contando la historia Zweig. Él mismo reconoce que se basa en una biografía ya publicada.
Desde las primeras líneas se aprecia el característico estilo narrativo del autor y también enseguida empiezan a aparecer sus apreciaciones psicológicas sobre los personajes.
A través de la peripecia política de Fouché y de la multitud de cargos que ocupó, asistimos a una narración de los  momentos clave tanto de la revolución francesa como del período napoleónico. Están todos los protagonistas de la época desde Robespierre, Marat  o Barras hasta el mismo Napoleón o Luis XVIII. Y siempre en primera línea y con un protagonismo que yo calificaría de exhaustivo, Joseph Fouché luego convertido en duque de Otranto.
Un libro extraordinariamente bien narrado; una historia muy interesante; un personaje fuera de lo normal y del que desde luego yo tenía una idea muy vaga y diferente de la verdadera importancia que tuvo; un texto que presupone algunos conocimientos previos de historia o, mejor dicho, que se disfruta más si se tienen esos conocimientos; en fin, un libro que se lee casi de un tirón como si de una buena novela se tratase.
Absolutamente recomendable.
Zweig aprovecha, como suele hacer en este tipo de escritos, para dejar constancia expresa de sus opiniones, en este caso políticas. Dejo a continuación dos ejemplos de ello:
 
“Pero ya se sabe que a lo largo de la Historia este jamás de los reyes, de los políticos y generales, es casi siempre el primer paso para una capitulación”. (p.254)
“Una vez más, se ha demostrado cierta la sabia frase de Mirabeau (que sigue siendo válida para os socialistas de hoy) de que los jacobinos, al llegar a ministros, ya no son ministros jacobinos…” (p.112)
 
 Stefan Zweig, Fouché. Retrato de un hombre político

 

domingo, 4 de enero de 2015

Artículos interesantes

Casi un manifiesto el escrito de Josep Ramoneda. Lo firmo sin ninguna enmienda. (El País)

Soledad Gallego plantea bien el tema de Grecia.(El País)

Sobre literatura escribe, una vez más con interés, Javier Cercas. (El País)

Ignacio Sánchez Cuenca analiza el crecimiento de la desigualdad en 2014 y las consecuencias que tendrá. (Infolibre.es)

jueves, 1 de enero de 2015

Gran serie sobre periodismo



Desgraciadamente con el episodio 6º de la tercera temporada termina esta gran serie que, para los aficionados a la información y al periodismo, ha sido una serie casi de culto. Monólogos y diálogos de una calidad difícil de ver en las series, temas conflictivos muy bien tratados, lo justo de relaciones personales (que es seguramente lo más flojo de la serie), unas interpretaciones generalmente muy buenas, en fin, unos guiones trabajados, interesantes y en muchos momentos emocionantes. Una lástima que termine.

Magnífico inicio de 2015




 
Si bueno fue el final del año, tampoco está mal iniciar 2015 con este libro. Mujica hace mucho tiempo que me ha interesado como personaje. Hasta ahora solo le conocía por un par de documentales y ya me impresionaba su forma de entender las cosas. El libro no ha hecho sino reafirmarme en lo que pensaba.
El periodista que lo ha escrito ha utilizado una forma que me ha parecido muy original pues va entretejiendo el texto con sus apreciaciones y las del propio Mujica sin que estas aparezcan entrecomilladlas, aunque sí deben de ser literales.
Tiene una pequeña parte de biografía de infancia y juventud hasta llegar a su época de militancia en los tupamaros que abarca una parte sustancial del libro, y donde se van mezclando las informaciones del periodista con las valoraciones, aportaciones e interpretaciones del protagonista. A mí es la parte que me resulta más interesante ya que, como me pasa con los montoneros argentinos, los movimientos guerrilleros de los sesenta y setenta me parecen un tema apasionante.
Así pues, a lo largo del libro Mujica va desgranando muchos elementos de su forma de pensar entre los que destaco por haberme llamado especialmente la atención los siguientes: su verdadera pasión por la naturaleza hasta el punto de considerarse casi panteísta, la insistencia en la necesidad para la izquierda de aprender gestión (hay que tener en cuenta que el libro es de 1999, esto es, muy lejos aún de aspirar a la presidencia), sus críticas al Parlamento o mejor al trabajo, escaso, de los parlamentarios para el sueldo que cobran, su insistencia en que la acción de los tupamaros era defensiva ante lo que se venía cuando el periodista le presenta documentos que afirman otra cosa, y, sobre todo, su heterodoxia y su libertad de pensamiento.
Un libro, pues, muy recomendable para comprender a este político diferente en tantos aspectos. Solo un par de cosas no me han gustado de la edición: por un lado, al ser el sistema político uruguayo tan distinto del español, hubiera sido útil una mínima aclaración pues algunos de sus aspectos son difíciles de comprender y, por otra parte, la actualización que se hace para hablar de sus años de presidente son casi ilegibles por la cantidad de siglas e informaciones prolijas que, sin conocer el contexto, tampoco se comprenden. Obviamente ambas cosas, que podrían mejorarse en otra edición, no quitan interés ni valor al libro.
Dejo a continuación tres textos que reflejan de alguna manera esa heterodoxia mencionada:
 
“No estoy hablando de llegar a revoluciones socialistas, estoy hablando de tener un país un poco más decente. Que es previo a cualquier otra cosa”. (p.187)
 
“Me he dedicado a detectar algunos tipos, quizás una docena, que piensan en la derecha. Es que hay unos cuantos muy lúcidos. Y yo me dedico a seguirlos porque son tipos con los cuales aprendo”. (p.216)
 
 “Tenemos que inventar otros métodos para que la gente participe y empiece a construir. Hay que aventar la idea de que venga el partido que venga el gobierno va a instrumentar todo y va a darnos las soluciones. ¡La pindonga! La solución hay que ganarla. Si no cambia el hombre no cambia nada”. (p.221)
 
 
Miguel Ángel Campodónico, Mujica