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lunes, 9 de abril de 2018

Frustración ante un clásico




Solo he leído, y hace mucho tiempo, un breve opúsculo de Bábel. No conozco su obra y de su vida apenas el hecho de que fue ejecutado en la época estalinista.
Este libro que ahora comento dice la editorial en la contraportada que se ha convertido en un “clásico universal” y es un poco la idea que yo tenía de él. De hecho un escritor, Juan Madrid, dijo en el programa de televisión Página Dos hace unas semanas que para él había sido un texto decisivo para dedicarse a la escritura y había supuesto también un gran aprendizaje.
No es la primera vez que me pasa, aunque tampoco sea habitual, que un libro precedido de tanta fama no me gusta.
El conjunto de relatos que lo forma, cerca de los cuarenta en esta edición, me ha resultado tremendamente desigual y junto a algunos como La carta, de una gran dureza y en el que emplea un curioso lenguaje; el espléndido Shaska Cristo;  y La sal, también de una gran dureza por el tema de las violaciones que de algún modo parecen casi justificadas como algo normal; junto a estos, como decía, hay muchos más en los que he sido incapaz de entrar.
La mayoría son relatos muy cortos, a veces de una sola página, y generalmente de tres o cuatro, de tal manera que apenas quedan esbozadas las historias y los personajes aunque, eso sí, hay algunos que aparecen en varios de los relatos. Se desarrollan durante el período de la guerra civil y más en concreto en la lucha contra el ejército polaco. El protagonista de casi todos es el propio escritor aunque no se diga muchas veces de forma explícita. Junto a él los judíos y los cosacos.
Es bastante habitual que el relato comience con una historia (por ejemplo hablando de un carro que lleva incorporada una ametralladora) y termine con otra (en el citado, con la presencia de los judíos en el ejército). Bábel usa un lenguaje directo,  “económico” y muy alusivo y se aprecia un gran cuidado con la escritura. El problema, o al menos lo que lo ha sido para mí, es la dificultad de entrar en las historias  a pesar de desarrollarse en unos momentos de tanta tensión emocional. No sé cuál puede ser la razón, pero tengo que reconocer que más de uno lo he leído sin prestar demasiada atención a lo que estaba en las páginas. 
Hay una reseña con otra visión de Juan G.B. en unlibroaldia.blogspot.com.


Isaak Bábel, Caballería Roja. Traducción Ricardo San Vicente.