martes, 30 de septiembre de 2014

Mankell policiaco sin Wallander



Otra novela policiaca del gran Mankell, pero esta vez sin el habitual Wallander de protagonista. A pesar de ello la novela resulta muy interesante y entretenida porque además de encontrar un buen protagonista, un policía de baja por haber sido diagnosticado con un cáncer en la lengua, la trama que organiza el autor está como es norma de la casa muy bien organizada y contada.
La primera parte de las tres que componen el libro, me ha parecido la más conseguida, aquella en la que prima la atmósfera y se van plateando los temas. La segunda recoge un elemento narrativo muy típico del autor, y que a mí me encanta, como es ir contando en paralelo la investigación policial y los movimientos  del asesino que ya se conoce. En la tercera creo que decae un tanto la obra porque hay demasiada acción. El epílogo creo sinceramente que sobra.
En definitiva, un texto típico de su autor que ya ha aparecido en el blog en la serie de mis autores favoritos. Sabe crear una historia y, sobre todo, desarrollarla sin prisa pero sin pausa y con unos personajes que siempre resultan interesantes. Eso sí, sigo echando de menos a Kurt Wallander; me ha hecho pasar tan buenos momentos que es una pena que no pueda volver a la acción.
 
Henning Mankell, El retorno del profesor de baile

domingo, 28 de septiembre de 2014

Artículos interesantes

Soledad Gallego hace un análisis bastante objetivo y acertado del fenómeno Podemos. Es la primera vez que leo algo así en El País.
 
Muy bien un par de ideas de Ramoneda sobre lo sucedido con el aborto y, sobre todo, el problema que tiene el PSOE:
 
Buen resumen y análisis de Joan J. Queralt sobre la intervención de Pujol en el Parlament.
 
Merecido homenaje de Javier Cercas a Jaume Vallcorba el fundador de Acantilado recientemente fallecido y al que yo también le estoy muy agradecido por haber hecho una ingente labor para dar a conocer a muchos grandes escritores.
 
Javier Marías aborda el tema de Cataluña sin demasiada profundidad pero con algunas afirmaciones correctas. No obstante, el tema no se puede despachar de forma tan sencilla. Desde luego, si yo fuera catalán tendría una posición distinta de la de Marías.

viernes, 26 de septiembre de 2014

ANDAMIO

Cine y televisión
 
Hace ya tiempo que no pongo nada relacionado con el tema. El último Andamio consistió en un monográfico sobre Podemos así que este será también otro monográfico.
 
Cine
 
Al haber pasado tiempo varias de las películas que mencionaré no están ya en cartel, pero las pondré porque me parecen muy recomendables.
 
 
Omar. Una estupenda película de una cinematografía tan pequeña pero tan interesante como la Palestina. Obviamente trata el tema del conflicto con Israel partiendo de una historia de amor. Es menos maniquea de lo que parecería lógico. El director tiene también otra buena película, Paradise Now.
 
Dos vidas. Película alemana ambientada en Noruega que habla de un tema bastante desconocido: las relaciones de mujeres noruegas con soldados alemanes en la guerra. Muy buena ambientación y muy bien contada la historia que, por supuesto, resulta muy interesante.
 
Las vidas de Grace. Cinta estadounidense poco habitual tanto por el tema como por la forma de contarlo. Emocionante y muy bien interpretada.
 
 
Corazón de León. Una emotiva película argentina con un tema muy original: la relación entre un hombre muy bajito y una mujer de altura normal. Tiene buenos momentos y muy buenas interpretaciones.
 
 
El niño. Una espléndida película de género de Daniel Monzón bastante insólita en el cine español como lo fue su anterior Celda 211.
 
El hombre más buscado. Una de espías a la vieja usanza pues no en balde se basa en una novela de Le Carré . Tiene además el valor añadido de la gran, y última por desgracia, interpretación de Seymour Hoffman.
 
Betibú. Entretenido y bien realizado thriller argentino.
 
Lucy. Aburrida y absurda historia de ciencia ficción que no se salva ni siquiera teniendo como protagonistas a Morgan Freeman y Scarlett Johansson.
 
Boyhood. Extraordinaria y original como no podía ser menos tratándose de Richard Linklater. El paso de la niñez a la adolescencia de un chico a lo largo de doce años. Diálogos, como es habitual en este director, con mucho contenido; escenas muy emotivas; interpretaciones espléndidas. Una película llena de vida e ideas. Con La vida de Adele, lo mejor que he visto este año.
 
Una buena colección de muy variada procedencia.
 
Series
 
En este caso el origen es muy mayoritariamente estadounidense; son con mucha diferencia los mejores y solo los británicos logran introducir algunos productos (bueno a mí me gustan también las series nórdicas pero no hay ninguna en esta entrada).
 
Veep. Esta temporada me ha resultado un tanto aburrida y creo que ha perdido gran parte de su gracia y frescura original. Además, si la junto con Boss y House of Cards, creo que perderé totalmente mi fe en la democracia estadounidense. No sé lo que pensarán los ciudadanos USA cuando vean estas series que destapan tantas corrupciones en su sistema. Desde luego aquí no es posible hacer nada parecido aunque Crematorio se acercaba algo.
 
 
The Blaklist. Una serie muy originalen la que al principio cuesta meterse, pero que poco a poco te va enganchando, eso sí, si estás dispuestos a creerte las cosas que pasan lo que no siempre es fácil. Entretenida.
 
 
Fargo. Espléndido remake de la película a lo largo de 10 capítulos. Tiene el interés y la gracia que tenía la película de los Cohen que también participan en la serie como productores.
 
The Wrong Mans. Serie británica en seis capítulos mezcla de policiaca y comedia a partir de varios malentendidos. Muy original y bastante entretenida.
 
Orange is the New Black. Serie “de cárcel” cuya primera temporada me pareció interesante y entretenida porque, además, se basa en una historia real. Sin embargo, en la segunda todo se desmadra y creo que la historia se les va de las manos a los guionistas: las presas negras son casi todas muy malas, las hispanas no les van a la zaga, de las blancas se salva alguna y los funcionarios son todos estúpidos. No sé si habrá una tercera temporada, pero sé que no la veré.
 
Como resumen de las series tengo que decir que no han sido especialmente buenas. Creo que es cierto lo que se dice de que el mejor cine que se hace hoy en USA está en las series, pero no en las que he visto últimamente salvo en Fargo.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Decepción importante




 
He leído varios libros de este autor que, además, coincide tanto por la ciudad como por la época con dos de mis escritores predilectos: Stefan Zweig y Joseph Roth. Sus libros me habían gustado y de ahí mi interés por la lectura de esta autobiografía.
La decepción ha sido total. Escrita en el segundo decenio del siglo xx, cuando Schnitzler estaba en la cincuentena,  cuenta con todo lujo de detalles (seguramente porque llevaba un diario), momentos de su vida hasta los veinticinco años que es cuando realmente empezará a dedicarse a su verdadera vocación: la escritura. El problema es que la gran cantidad de información sobre cosas irrelevantes y la acumulación de personajes hacen que resulte bastante anodina su lectura.
Hay momentos que sí me han interesado como cuando habla, demasiado poco por desgracia, del antisemitismo, teniendo en cuenta que el mundo en el que se desarrolló toda su juventud fue el de la burguesía judía de Viena. También me ha llamado la atención a gran cantidad de mujeres adúlteras que salen en el libro tanto en relciones con el propio Schnitzler como con otros amigos suyos. Asimismo me ha sorprendido la facilidad para sacar adelante los estudios de Medicina con una vida tan dedicada a la juerga y la diversión, así como la manera de enfocar su posterior práctica como médico. En general, da la impresión de haber llevado una vida bastante superficial en esos años cosa rara para quien luego va a escribir multitud de obras de teatro y narrativa.
Obviamente, el libro está bien escrito pues se trata de un buen escritor, pero, insisto, resulta tan aburrido que en varios momentos he tenido la tentación de abandonar su lectura.
 
Arthur Schnitzler, Juventud en Viena (una autobiografía)

Artículos sobre Podemos

Millán Arroyo, profesor de Sociología de la UCM, hace un buen análisis en infolibre de la equivocada estrategia del PSOE ante el auge de Podemos. Concuerda bastante al analizar A podemos con algunas cosas que he escrito últimamente en el blog.
 
Víctor Alonso escribe en eldiario.es sobre diferentes posiciones en Podemos en el tema de la forma que debe tomar la organización. Muy interesante y, sobre todo, muy bien planteadas las posiciones. Aparecen los miedos que he expresado en otro lugar.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

ANDAMIO

Lo que no es Podemos
 
Noto desde hace tiempo una gran preocupación en los medios y entre muchos comentaristas por definir a Podemos. (No incluyo aquí a los partidos políticos de, en el lenguaje de Podemos, La Casta ya que estos simplemente utilizan los calificativos para descalificar.). Seguramente esta preocupación surge por las dificultades que tienen para entender el fenómeno del surgimiento con tal fuerza de alguien que cuestiona tantas cosas hasta ahora perfectamente establecidas e inamovibles. Por ello, se han empleado expresiones muy diversas para calificar.
Voy a intentar analizar algunas de ellas para ver qué hay de verdad.
 
Es un grupo antisistema. Es una de las más queridas por determinados medios de la derecha más extrema, aquella que, precisamente, estaría más encantada con un cierto cambio de sistema. Es relativamente fácil ver que nada más alejado de la realidad que considerar a Podemos como antisistema. A veces hablan de cambio de régimen en referencia al creado por la constitución de 1978, pero incluso cuando hablan de capitalismo, no lo hacen planteando su sustitución inmediata. Además, se presentan a las elecciones, plantean reformas que por profundas que sean, no implican un cambio radical. Hasta ahora se había empleado esa expresión de antisistema para los grupos violentos principalmente opuestos a la globalización, o para determinados grupos de “okupas”. Aplicárselo a Podemos es o no entender nada del fenómeno o, en el peor de los casos, utilizarlo meramente como elemento denigrador.
En más de una ocasión he escuchado y leído de alguno de sus portavoces que el programa de Podemos son los Derechos Humanos. Lo que no parece muy antisistema.
Es cierto que en Podemos puede haber, y habrá, personas e incluso algún grupo antisistema, lo mismo que, por ejemplo, en el PP hay personas parafascistas y no por ello se califica así al partido.
 
Es un grupo de izquierda radical. Evidentemente, una vez más,  se utiliza como arma arrojadiza y, en este caso, se hace en multitud de ocasiones. Una partido o grupo de izquierda radical plantearía cosas como: hacer la Revolución (así con mayúsculas) y no simples reformas, no se presentaría a las elecciones, en su programa estarían entre las primeras medidas a tomar la nacionalización de la banca y los monopolios, considerarían a su grupo como la vanguardia del proletariado y en su funcionamiento interno tendría un carácter muy centralizado, etc. Como se puede apreciar nada que ver con las medidas que se plantean en Podemos ni, mucho menos, con el funcionamiento actual y el que se está discutiendo de cara al futuro en Podemos.
Claro que hay medidas bastante radicales en comparación con las que en este momento plantean otros grupos como puedan ser: la revisión y auditoría de la deuda, la salida de la OTAN o varias de las propuestas económicas, pero hay mucha diferencia entre eso y lo que pueda plantear la verdadera izquierda radical.
Evidentemente, como en el caso anterior, hay personas y grupos de la izquierda radical dentro de Podemos, como hay gente de la extrema derecha dentro del PP y no por eso se le califica así.
 
Es un grupo marxista. No se oye demasiado esta calificación porque no es tan descalificadora como las anteriores y las que luego comentaré. Varios de sus portavoces conocidos vienen de esa tradición y sus lecturas van en esa dirección (Perry Anderson, David Harvey, Gramsci,…). Ahora bien, son muchos los intelectuales de distintas especialidades que se reconocen deudores de muchos aspectos de la tradición marxista en la medida en que tiene elementos que ayudan a la comprensión de la realidad, sin embargo, no quiere decir que hagan suyo ni todo el aparato teórico ni, sobre todo, algunas de las consecuencia prácticas que se derivan. No deja de ser significativo en este sentido que en Podemos en lugar de hablar de “clase” se hable de “gente”(creo que este tipo de cosas es una de las que más han provocado el rechazo de alguien como Willy Toledo).
Recoger aportaciones del marxismo, sí; seguir de forma dogmática ese pensamiento, no.
 
Es un grupo bolivariano. Este es uno de los adjetivos preferidos para la descalificación. Ante el hecho evidente y reconocido por ellos de que alguno de los principales portavoces de Podemos hicieron labores de asesoramiento para el gobierno de Hugo Chávez, se coge el rábano por las hojas y se afirma que pretenden reproducir aquí lo hecho en Venezuela. Obviamente, quienes eso afirman saben perfectamente que no es así entre otras muchas razones porque son situaciones tan inmensamente diferentes que, en el caso de desearlo, tampoco sería posible. Aquí no se plantean ni las misiones de alfabetización, ni las sanitarias, ni las milicias, ni la presencia de médicos cubanos, ni…Ni tan siquiera se habla de socialismo, pero eso sería hablar de lo que es y ahora “no toca”.
En el fondo lo que está en juego aquí es la visión que desde determinados sectores en España tienen no solo de lo que está pasando en Venezuela sino en gran parte de Sudamérica. Que desde hace más de diez años, y después del domino neoliberal de los ochenta y noventa, en muchos países se hayan conformado gobiernos de izquierdas con políticas diferentes y con algunos éxitos, es algo que no pueden soportar quienes desde aquí siempre están dando lecciones a “esos tercermundistas”. (Incluyo entre los “maestros” a multitud de miembros del PSOE).
Claro que hay aspectos criticables en las medidas que se están tomando, pero lo que se hace es una descalificación total.
 
Es un grupo populista. Aquí finalmente llegamos a la favorita de todos y, desde luego, a la más utilizada desde la llegada de Pedro Sánchez a la dirección del PSOE. Eso sí, sin que por ningún lado se intente explicar qué se quiere dar a entender con el uso de un término tan complejo y que ha dado lugar a grandes debates entre intelectuales desde hace mucho.
Utilizando informaciones de un artículo de José Ignacio Torreblanca en El País, se podrían señalar algunas cosas que caracterizarían al populismo: 1. Un liderazgo carismático con relación directa y paternalista con el pueblo; 2. Hablar en nombre del pueblo no reconociendo mediaciones institucionales; 3. Buscar refundar el statu quo dominante; 4. Tener intercambio clientelar con los seguidores.
¿Alguien que siga mínimamente las intervenciones de cualquiera de los portavoces de Podemos ve reflejadas en sus palabras e ideas estas características?
Plantear medidas económicas no muy realistas en la actual situación, podría tacharse de demagógico y electoralista, pero no de populista. Y puestos a hacer demagogia, qué decir de la anunciada “reforma” fiscal del gobierno.
Calificar de La Casta a lo que consideran la oligarquía político-financiera que está gobernando desde hace más de treinta años este país puede ser discutible en términos científico y políticos, pero no es populismo porque se pretende combatirla electoralmente, esto es, a través y a partir de las instituciones democráticas.
Si en España ha habido o hay alguna forma de clientelismo, habría que fijarse en los partidos que gobiernan y han gobernado.
Y lo más importante, ¿dónde está el paternalismo en un grupo que plantea que las decisiones tiene que venir de abajo a arriba, que se moviliza por ahora a través de asambleas, que tiene como lema, me guste más o menos que eso no importa, “el empoderamiento de la gente”?
 
En fin, ni antisistema, ni izquierda radical, ni marxista, ni bolivariano, ni populista. Sin embargo, entre sus miembros hay antisistema, bolivarianos,…, claro, como no puede ser de otra forma en un grupo muy heterogéneo  que se está estructurando y definiendo en estos momentos. Por ahora solo hay borradores e inicios de debate, pero no parece que tras lo que se termine aprobando se pueda calificar de cualquiera de las formas que he venido comentando.
Podemos preocupa y da un cierto miedo porque moviliza a gente que estaba totalmente decepcionada y alejada del sistema tal y como funciona en España, porque está atrayendo a otros  que militaban en otras formaciones, porque sus actuales portavoces no pueden ser descalificados por sus actuaciones anteriores (y eso en el país del “ventilador” y del “y tú más”, desconcierta a muchos), porque en definitiva supone una crítica total a cómo está funcionado el país y sus élites dirigentes que está obteniendo cada vez mayor apoyo como se muestra encuesta tras encuesta. Por todo esto, es necesario descalificarlo utilizando para ello todos los medios que sean posibles aunque resulten tan zafios y mentirosos como los comentados en este escrito.
 

 

Gran novela sobre un tema poco conocido



“Detrás de Manolis Axiotis, el principal narrador del libro, se esconde un campesino de Asia menor que conoció los batallones de trabajo entre 1914 y 1918, que más tarde vistió el uniforme griego, que vivió el Desastre de 1922, sufrió cautiverio y conoció la cruda vida de un refugiado (…)
Ya jubilado, vino a verme un día para entregarme un cuaderno con sus recuerdos. Se había sentado pacientemente a escribir con sus pocas letras todo lo que había visto sus ojos durante más de sesenta años.
De testigos así obtuve el material que necesitaba para escribir esta novela y ello con el único objetivo de recrear un mundo que se ha perdido para siempre.”
Estas palabras de la autora en el Prólogo escrito en 1962  describen muy bien el contenido y la intención de la novela. Sioritíu, nacida en 1909 en Asia Menor, era muy pequeña cuando se desarrollaron los horribles acontecimientos que se narran, pero ha tenido que contar con muy buenos testigos porque la narración es realmente extraordinaria tanto por lo que cuenta como por la forma de hacerlo. Novela realista hasta extremos de una gran dureza y, al mismo tiempo, no exenta de cierta vena poética.
Huyendo del maniqueísmo que hubiera sido lo fácil  teniendo en cuenta el origen griego de la autora y las matanzas que se relatan por parte de los turcos, no evita mencionar, aunque sea de forma indirecta, las que perpetraron también sus compatriotas.
Una gran novela que pone en contacto con hechos que yo desde luego desconocía totalmente como son los trabajos forzados y posterior expulsión o muerte de los griegos que vivían en Asia Menor durante el imperio otomano tras la caída de este.
Resulta curioso que las dos últimas novelas que he comentado toquen temas parecidos y de la misma época: el genocidio armenio de 195  en la anterior y el Desastre griego de 1922 en esta.
 
 Didó Sotiríu, Tierras de sangre

lunes, 22 de septiembre de 2014

Entretenimiento con historia



Una anciana de 105 años decide escribir su historia desde sus primeros años en su Armenia natal pasando por su huida hacia Francia hasta París durante la Segunda Guerra Mundial, para luego aparecer por Berlín en plena Alemania nazi sirviendo a Himmler y al mismo Hitler; posteriormente llegará a Pekín en plena revolución cultural para terminar volviendo a Francia más en concreto a Marsella donde tiene su restaurante y desde donde en 2012 decide escribir estas memorias. Tres matrimonios y varios asesinatos vengando la muerte de miembros de su familia. Todo esto y mucho más sucede a lo largo de las más de 300 páginas de esta novela.
El autor cuenta la historia con gran agilidad, sin dar respiro, en capítulos cortos y siempre desde una visión con bastante humor dado el carácter de la protagonista. El problema de la novela es que partiendo de un potente y bastante trágico inicio, poco a poco va decayendo y se va deslizando hacia un territorio en el que se centra más  en contarnos algunos sucesos históricos y a dar cumplida cuenta de su, por otra parte lógica aversión, hacia Hitler, Stalin, Mao e incluso Jean Paul Sartre,que en seguir los pasos de la protagonista. Nada que objetar si no fuera porque rompe un tanto la narración y provoca escenas un tanto fuera de lugar.
No obstante, resulta una novela muy entretenida que apetece seguir leyendo para ver por dónde saldrá esa anciana tan peculiar. Además, en los primeros capítulos se habla de hechos no demasiado conocidos. Bien escrita y, sobre todo, con esa agilidad que antes decía.
Dejo un enlace con un comentario más amplio.
 
 Franz-Olivier Giesbert, La cocinera de Himmler

jueves, 18 de septiembre de 2014

Sobre el periodismo

Interesante conferencia de Ignacio Escolar sobre la situación actual del periodismo.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

El primer Carrère




Hace unos días aparecía Carrère en una nueva entrega de la serie de mis autores favoritos. Me encanta su forma de tratar literariamente asuntos reales tan diferentes como el de un asesino que mata a su familia, los padecimientos del cáncer o la biografía de un personaje ruso muy peculiar.
La editorial Anagrama ha publicado este mes dos libros muy anteriores a los que había leído. De hecho este que comento es de 1986 cuando el autor no había cumplido los treinta años. En este caso se trata de literatura sin relación con la realidad, si es que eso existe, pero en cualquier caso ficción e imaginación puestas al servicio de una historia mínima que mí me ha tenido desasosegado y nervioso durante toda la lectura.
Algunas frases de la contraportada:” He aquí una novela en la que parece que no sucede nada…Sin embargo, un centenar de páginas después, uno concluye su lectura con el estómago revuelto y un nudo en la garganta, tras un viaje alucinante y terrorífico a un infierno que uno percibe ahí, muy cerca, la alcance de la mano…”(Jean-Claude Lebrun, Révolution); o también: “Un relato entre el absurdo y el cuento filosófico, que hace reír y al mismo tiempo da miedo. ¡Dios, qué bueno es! (Jérôme Garcin)
Dejo el enlace del comentario hecho en el último Babelia.
Desde luego, recomiendo este libro, pero sobre todo, una vez más, cualquiera de este grandísimo creador.
 
Emmanuel Carrère, El bigote

Recuerdos de José



Recuerdos del amigo que se ha ido. Paseando por Mar del Plata con toda la familia y morfando sus extraordinarias pizzas en la casa de Temperley (la soda siempre a mano para mezclarla con el vino, a la italiana) malcantando algún tango de los muchos que se sabía.Recuerdos imborrables de alguien a quien he querido como un hermano.
La vida es muy dura a veces.

martes, 16 de septiembre de 2014

La ilusión de Podemos

A lo largo de los tres escritos que dedico al tema no pretendo otra cosa que dar mi particular visión de Podemos, de lo positivo y de lo discutible, de lo que me gusta y de lo que no, con la intención de animar a quien lo lea a participar en el grupo y, a quien le apetezca, a comentar y debatir en este mismo espacio.
 
 
I: el acercamiento
 
Veo muy poco la televisión; mejor dicho, prácticamente nada. Apenas unos pocos minutos cada noche después de ver el correspondiente episodio de la serie que tenga entre manos me acerco a los canales del “vino tinto” party para mantener las ideas a punto y calentitas, También un día a la semana suelo comer viendo las tertulias de Cuatro y La Sexta, Excepcionalmente, algún sábado me entretengo un rato con los “debates” de La Sexta.
Esta seguramente innecesaria introducción viene a cuento porque, a partir de un determinado momento, y a pesar del poco tiempo dedicado a la pequeña pantalla,  se me fue haciendo casi omnipresente un personaje que en un primer momento me chocó por dos razones principales: tenía coleta y no llevaba la tradicional corbata que adorna a los sesudos contertulios, pero, sobre todo, era enormemente respetuoso con los turnos de palabra lo que ya era el colmo de la novedad. Además, a medida que fui conociendo su discurso me fui convenciendo de que allí había alguien que tenía cosas que decir que se salían de las tan trilladas tanto por la derecha como por la izquierda. Daba datos bastante concluyentes, no se arredraba ante ningún comentario en contra por grosero que fuera (y los había bastante salidos de tono), tenía claro lo que quería transmitir y sabía perfectamente cómo lograrlo: con tranquilidad, de forma pedagógica y, obviamente, a veces también un tanto demagógica y machacona.
Evidentemente, estoy refiriéndome a Pablo Iglesias. Ese fue mi primer contacto con Podemos.
En las elecciones europeas voté a ERC porque pensaba que era lo que más podía molestar a La Casta, término que ya había incorporado a mi lenguaje habitual. En la misma noche electoral hubo un detalle que me llamó especialmente la atención: fue cuando el propio Iglesias al valorar los buenos resultados obtenidos por Podemos hacía referencia a que siendo muy buenos no cumplían los verdaderos deseos que eran los de ganar. Pensé que estaba surgiendo algo diferente  como creo que, visto ya desde hoy, así es.
Se ha escrito bastante intentando explicar el éxito electoral de esa nueva formación política, sin sedes, sin apenas financiación, con solo un par de portavoces mínimamente conocidos y con un mensaje que, como comentaré más adelante, no tenía demasiado en cuenta la realidad. En mi opinión la palabra que define al porqué de ese éxito es HARTAZGO. Mucha gente está harta de muchas cosas que si tuviera que resumir centraría en: la falta de democracia real y el alejamiento total de los políticos de la gente, de sus intereses y preocupaciones; la enorme cantidad de casos de corrupción ante los cuales los partidos cierran permanentemente los ojos hasta que no les queda más remedio que decir o hacer algo, siempre poco; el hecho de que al final los costes de la crisis se están cargando casi en su totalidad sobre las espaldas de los de siempre a través de la elevada cifra del paro, de las disminuciones salariales y los grandes recortes del aún poco desarrollado estado del bienestar, etc. En definitiva, y tal y como teorizan desde Podemos, el régimen fruto de la transición está agotado y hay que transformarlo de arriba abajo.
Para ello no sirven desde luego los partidos que tanto han tenido que ver en su formación y consolidación o, como en el caso de IU, que tienen vicios importantes de funcionamiento interno, además de haber demostrado su poca relevancia incluso cuando el PSOE les dejaba allanado el camino con sus sucesivos fracasos electorales.
El cambio necesario es de tal profundidad y magnitud que hacen falta nuevos instrumentos y nuevas gentes a ser posible no provenientes del régimen anterior, no contaminadas, ilusionadas y, sobre todo, con otra idea de la democracia.
Hace unas semanas Podemos abrió la posibilidad de inscribirse en la Asamblea Ciudadana sin ningún requisito y con el derecho a participar en las votaciones que en ella se planteen. Ya son más de 100.000 los inscritos entre los que me cuento.
Hace unas semanas hice una entrada en el blog en la que expresaba mi arrepentimiento por pasadas militancias y apoyos. Espero no tener que hacer otra dentro de una cierto tiempo.
 
 
II: el conocimiento
 
 
Hasta el momento son tres los documentos de Podemos que conozco: el Documento final del Programa Colaborativo, que fue con el que se presentó a las elecciones europeas, el Pre-Borrador de ponencia política y el también Pre-Borrador sobre los Principios Organizativos.
Documentos muy diferentes tanto por su contenido como por su estado de elaboración. Se podría decir que solo el primero está totalmente elaborado y aprobado, mientras que el tercero, en mi opinión el más importante, está aún en proceso si bien en el pre-borrador se atisban aspectos que, como luego se verá, me han dejado bastante preocupado y un tanto perplejo.
Hasta ahora ha sido el Programa Colaborativo el que más ha llamado la atención de quienes tiene un interés aunque sea espurio en Podemos. En él se plantean medidas, bien que pensadas en su mayoría en teoría a escala europea, en todos los órdenes y con una desigual consistencia.
Lógicamente, no se trata de hacer aquí un análisis detallado porque, además, seguramente se tendrá que reelaborar cuando se plantee un programa electoral para unas elecciones generales. Me limitaré a destacar algunas que me parecen realizables y otras que no.
Entre las primeras: la creación de una banca pública, la realización de una auditoría de la deuda, la prohibición de las puertas giratorias o la separación de los grupos financieros de los de comunicación. Sin embargo, me parecen difícilmente realizables en el momento actual y por bastante tiempo: las 35 horas, la jubilación a los 60, la Asamblea constituyente de la UE o el referéndum para la salida de la OTAN.
La sensación que saqué tras la lectura del Programa fue que se había metido todo lo que no gustaba porque, en definitiva, no se pensaba ganar y en todo caso algunas se podrían ir proponiendo en el Parlamento europeo. Ahora bien, de cara al inmediato futuro creo que se tienen que presentar programas con medidas realizables y, en consecuencia, con el firme compromiso de ponerlas en marcha ya que si no estaríamos como siempre hasta ahora, un programa muy bonito pero sin que luego se lleve a la práctica o, peor aún, se haga todo lo contrario. Y esto no es solo algo que pueda hacer la derecha. (En este sentido me ha defraudado bastante la entrevista en El Mundo con Nacho Álvarez presentado como el “economista de referencia” de Pablo Iglesias).
De la ponencia política cabe destacar que es un buen texto y una buena llamada de atención; una especie de ahora o nunca. Y creo que efectivamente será difícil volver a encontrar unas condiciones más favorables para llegar a tener suficiente peso institucional e iniciar transformaciones significativas.
El documento que más me preocupa es, como decía antes, el de organización. Si Podemos tiene alguna característica relevante es precisamente la idea de que el poder esté muy repartido y siempre vaya de abajo a arriba; que existan todo tipo de controles y que no se produzca la profesionalización en la política. Medidas reformistas las pueden llegar a tomar diferentes tipos de partidos de los ya existentes, pero que esas medidas hayan sido elaboradas, aprobadas y controlada su ejecución desde el conjunto de los ciudadanos creo que es la novedad principal que aporta Podemos. Esto es, la democratización del poder a través de la participación mientras que el documento que comento deja demasiados flecos abiertos al control desde la cúpula. Solo un par de ejemplos (para una crítica más detallada me remito al artículo de Antonio Elorza que citaré más adelante): el excesivo poder que acumula el portavoz y la necesidad de un 30% de los inscritos para poder convocar un referéndum revocatorio.
Soy consciente de la gran dificultad que supone en una sociedad desarrollada y con más de 40 millones de habitantes lograr aunar el carácter asambleario con la eficacia, pero ahí creo que está el quid de la cuestión y el gran reto para Podemos.
Volveré en la tercera parte sobre algunos aspectos de estos temas.
Para finalizar esta entrega sobre el conocimiento de lo que plantea Podemos me ha parecido una buena idea dejar constancia de una serie de “Materiales para el debate o el cabreo”, que de todo hay aunque he evitado los medios más extremos en sus críticas. Me parece que otra de las características de un grupo como Podemos es que tiene que ser capaz de asumir las críticas vengan de donde vengan cuando estén razonadas y hechas con respeto. No hay muchas en lo que enlazo a continuación, para sí alguna.

Tres profesores universitarios han escrito artículos en El País.

Antonio Elorza le ha dedicado ya cuatro columnas, una por mes,  a Podemos, más en concreto, a su portavoz más conocido y compañero suyo  de trabajo, Pablo Iglesias. Las tres  primeras, La ola y La irresistible ascensión de P.I. (sic) y Una nueva democracia, eran más un exabrupto que otra cosa; en la cuarta, Podemos: el ascenso al poder, a pesar de que no puede evitar un final desagradable, hace un análisis que en grandes líneas comparto sobre el documento de organización que se ha puesto a debate en Podemos.

Santos Juliá a propósito de sendos libros de Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias en Gente será, mas gente empoderada, aprovecha para criticar las ideas sobre todo del segundo, algo perfectamente legítimo, pero termina la reseña comparando Podemos con el nazismo en un salto sin red que como historiador serio que es no debería haber dado.

Para completar los artículos aparecidos en El País pondré Todos eran populistas de Félix Ovejero, en el que habiendo algunas cosas interesantes, sin embargo  no tiene recato en utilizar expresiones como “sociología de asamblea” o “trovos maoístas” en velada alusión a Podemos.


También en eldiario.es han aparecido varios artículos interesantes.

Una entrevista con John Holloway en la que en el fondo se está planteando el dilema ya tradicional de reforma o revolución y en el que habla tanto de Syriza como de Podemos.

Javier Gallego en Todos los caminos llevan a Podemos alerta precisamente sobre la gran ilusión que se está generando con Podemos y los peligros consiguientes.

En ¿De qué habla Podemos? Mario París hace un breve y curioso estudio de qué temas trata y cuáles no.

Rafael Reig es bastante crítico en A los círculos de Podemos y termina concluyendo que él prefiere seguir votando a IU.

Luis Roca Jusmet escribe ¿Por qué Podemos? en rebelion.org con el que estoy bastante de acuerdo. Hace un breve análisis del momento político y da un par de sugerencias interesantes para Podemos. 
Como se ve hay un poco de todo y eso que se trata de una mínima muestra de los centenares de textos que se han escrito.
No quisiera concluir esta segunda entrega sin mencionar los libros que han publicado personajes que son un poco la imagen de Podemos y que ya han recibido el correspondiente comentario en el blog al que remito si alguien tiene interés. Son:

Pablo Iglesias y NEGA LCDM, Abajo el régimen, Icaria

VVAA coordinado por John Müller, #Podemos. Deconstruyendo a Pablo Iglesias, Deusto

Jacobo Rivero, Conversación con Pablo Iglesias, Turpial

Juan Carlos Monedero, Curso urgente de política para gente decente, Seix Barral


De alguno de ellos son estas frases que destaco porque me han llamado la atención y pueden resultar útiles para entender algunos aspectos de Podemos. Evidentemente, los responsables son sus autores y no son resultado de ningún acuerdo de la organización.


De Juan Carlos Monedero:


“Para tanto roto no hay alternativa probada ni pensada. Pese a la dureza de la crisis y su carácter civilizatorio –se están socavando las bases de nuestra civilización-, no hay revolución en el horizonte.”

“La posición emancipatoria ante la crisis de civilización no puede ser meramente racional. También reclama su contenido emocional.”

“Las luchas de ayer son los derechos de hoy. La falta de acción colectiva hoy es el retroceso de mañana.”

“Solo la emoción puede romper la clausura del pensamiento lograda por la sobreinformación, el afán consumista, el miedo al futuro, la negación del pasado y la zozobra ante la incertidumbre y el castigo.”

“Hemos llegado hasta aquí como especie cooperando pero llevamos cuarenta años –los que coinciden con el modelo neoliberal- negando esta cooperación (…)


De Pablo Iglesias


 “Podemos busca ser eso, la política en manos de la gente normal. Podemos busca una representación transversal, más allá de etiquetas”.

“(…) y no reconocer la habilidad de un adversario es el mayor error que se puede cometer en política. (…) uno de los grandes errores de la extrema izquierda, y que es la mejor prueba de su mediocridad en España, es no saber mirar más allá de su ombligo y reconocer que fuera de sus parámetros ideológicos puede haber inteligencia”.

“La corrupción convertida en forma de gobierno ante os ojos de los españoles que la sufren y visualizan cada día, no como un problema de manzanas podridas, sino como una forma de organización del poder en este país”.

“Que el principal fracaso de estos partidos, y esto ocurre en los partidos de izquierdas principalmente, es que han dejado de ser espacios de participación política de la gente y, bueno, se han convertido en máquinas que sirven para presentarse a las elecciones”.

“Hacen falta movimientos sociales, hace falta poder en los barrios, en los centros de trabajo, en los pueblos, en las ciudades, que articule el control democrático, y después la representación política puede ser un instrumento más de eso, lo que no puede significar una política de cheques en blanco”. (48)

“Pero nosotros hemos decidido llamarnos Podemos, que es una acción…” (

“(…) el programa de Podemos es básicamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.

“(…) yo creo que en política hay que ser laicos: Ser laico significa decir que lo que está bien, está bien, y lo que está mal, está mal. Y esa especie como de patriotismo de los símbolos y de patriotismo de los mitos y de los santos políticos… “

“¿Qué quiere decir que el sistema político se ha berlusconizado? Que se trata de un sistema formalmente democrático y sustancialmente corrupto; un sistema de oligarcas y mafiosos protegidos, con una magistratura sumisa y con un buen número de medios y periodistas serviles, dispuestos a todo con tal de defender y justificar a los que les dan de comer”.
 
 
III: expectativas
 
Desde las elecciones europeas hasta hoy, Podemos no ha dejado de incrementar, según las encuestas, el número de posibles votantes. Está a punto de superar al PSOE, según algunas ya lo ha hecho, y deja a IU reducida a una mínima representación. Evidentemente, no está muy claro el valor que puedan tener ya que puede haber manipulaciones interesadas, pero algo debe de estar pasando cuando desde casi todos los medios se ataca cada vez con mayor virulencia a esta formación.
De alguna manera se está visualizando la idea, ya comentada, lanzada por Pablo iglesias tras el éxito en las europeas sobre que eso solo era el comienzo y que el objetivo final era alcanzar el gobierno.
A Podemos se le presentan en estos momentos muchos retos y también muchos riesgos. Para hacerlos frente creo que dispone de varios elementos que le dan fortaleza, pero también otros que le pueden debilitar.
La principal fortaleza de Podemos es la ilusión con que tanta gente está participando más o menos activamente en su construcción. También, obviamente, el no contar entre sus principales portavoces con nadie del régimen anterior y, por lo tanto, estar libre de contaminaciones. Además, aún no ha tenido que definirse ante muchos problemas a veces utilizando el argumento, lógico y  lícito por otra parte, de que todavía no se había tratado en la organización y, por lo tanto, no había una postura “oficial”. Otro elemento que fortalece a la organización, aunque sea bien ajeno a ella, es el hundimiento del que hasta ahora era el partido de la izquierda.
Al mismo tiempo existen varias debilidades importantes. La primera sería estar creando y desarrollando la organización casi al mismo tiempo en que habrá que preparar procesos electorales en los que no se puede fallar. La segunda sería tener que dar la batalla política con la inmensa mayoría de los medios de comunicación  no solo en contra sino, como ya se puede apreciar, con verdaderas campañas de desprestigio tanto de sus ideas como, sobre todo, de sus actuales líderes. Una tercera debilidad, que al mismo tiempo se puede interpretar como fortaleza, es una cierta indefinición ideológica fruto de alguna manera del novedoso empleo del término “gente” huyendo de otros como clase y también un cierto desmarque con respecto al término izquierda. No se ha producido aún, pero no tardará mucho en aparecer la que me parece puede convertirse en la principal debilidad: la política de alianzas pre o pos electorales. Hoy por hoy no parece previsible poder acceder a ninguna institución de gobierno desde esta organización sin pactos con otras formaciones y eso generará tanto tensiones internas como con otras organizaciones políticas.
El abanico de fortalezas y debilidades es más amplio, pero creo que es suficiente con las enunciadas para hacerse una idea.
Para finalizar esta serie de escritos me gustaría dejar constancia de cuáles son mis deseos, es decir, qué es lo que pediría a una formación como Podemos.
En primer lugar, que la democracia no sea, una vez más, una palabra hueca y utilizada como arma arrojadiza. Que haya, por tanto, una participación real dentro de la organización y que las reformas que esta haga, en el hipotético caso de tocar poder, vayan siempre encaminadas en esa dirección. En este sentido hay algunos temas especialmente importantes: que los cargos, a cualquier nivel, tengan una duración determinada; que siempre haya controles y división de poderes; que sea fácil proceder a destituciones cuando se demuestren actitudes antidemocráticas.
En segundo lugar, que se actúe con realismo a corto y medio plazo porque como decía el bueno de Keynes “a largo plazo todos estaremos muertos” y que se evite, transformando un tanto el dicho popular, que “el bosque no nos deje ver los árboles”. Dicho de otra forma: que la palabra revolución no ofusque las mentes y que buscando la utopía se dejen de hacer cosas importantes hoy para la vida de la gente.
En tercer lugar, en ese actuar ya, que se aumenten los derechos colectivos pero sin olvidar nunca la necesaria ampliación y tutela de los derechos individuales (en este sentido soy especialmente sensible al derecho a una muerte digna y, por lo tanto, a la eutanasia activa y el suicidio asistido).
Finalmente, algo difícil de explicar con pocas palabras: que se tenga siempre en cuenta la situación internacional, incluso me atrevería a mencionar algo tan desprestigiado hoy como el internacionalismo. En este sentido, creo que hace falta un debate en profundidad sobre la globalización y sus efectos que se salga de los clichés habitualmente utilizados por la izquierda.
En el fondo, se trata nada más, pero también nada menos, que de actuar, como en todos los aspectos de la vida,  con sentido (común) y sensibilidad (social e individual).
Estamos ante una oportunidad histórica que si se desaprovecha, puede dejar tan maltrecha a la gente que busca el progreso, que se pueden tardar muchos años en recuperar la ilusión.


Esta palabra, ilusión, con la que he encabezado estos escritos, tiene un doble y muy diferente sentido: si por un lado se trata de la esperanza por conseguir algo deseado, por el otro puede ser también una representación sin verdadera realidad o un engaño de los sentidos. Con el deseo de que lo que ahora empieza no termine siendo ese engaño y un mal sueño, para todos: Salud.
 
 
 
 
 

lunes, 15 de septiembre de 2014

Sorprendente una vez más Paul Theroux



Theroux es el escritor anglosajón que más he leído. De hecho aparecerá muy pronto en la serie de mis autores favoritos. Es casi el único que desde que empecé a leerle hace muchos años ha sido capaz de mantener mi atención y sorprenderme cada vez.
Esta vez se inventa una historia en el continente africano realmente original y absorbente. A lo largo de su lectura me han venido a la cabeza desde El ángel exterminador de Buñuel a Kafka, pasando por Apocalipsis Now. Una historia fascinante por lo sorprendente. Dura y políticamente bastante incorrecta. Solo le pondría la pega del final que, obviamente, no cuento.
Extraordinariamente bien construida, avanzando paso a paso sin que se pierdan la tensión y el interés, nos va conduciendo hasta zonas apartadas de la civilización donde reinan otros valores.
De pasada hay alguna crítica para las ONG, el tratamiento de las enfermedades, los poderes públicos de los países donde se desarrolla, pero lo importante es la desasosegante historia de ese Ellis Hock que buscando una segunda oportunidad se tendrá que enfrentar a un mundo desconocido y agresivo.
Muy recomendable. Se sale de lo habitual en el tipo de historias que se cuentan en las novelas. Es Theroux en estado puro.
 
Paul Theroux, En Lower River

domingo, 14 de septiembre de 2014

La ilusión de Podemos III: expectativas

Desde las elecciones europeas hasta hoy, Podemos no ha dejado de incrementar, según las encuestas, el número de posibles votantes. Está a punto de superar al PSOE, según algunas ya lo ha hecho, y deja a IU reducida a una mínima representación. Evidentemente, no está muy claro el valor que puedan tener ya que puede haber manipulaciones interesadas, pero algo debe de estar pasando cuando desde casi todos los medios se ataca cada vez con mayor virulencia a esta formación.
De alguna manera se está visualizando la idea, ya comentada, lanzada por Pablo iglesias tras el éxito en las europeas sobre que eso solo era el comienzo y que el objetivo final era alcanzar el gobierno.
A Podemos se le presentan en estos momentos muchos retos y también muchos riesgos. Para hacerlos frente creo que dispone de varios elementos que le dan fortaleza, pero también otros que le pueden debilitar.
La principal fortaleza de Podemos es la ilusión con que tanta gente está participando más o menos activamente en su construcción. También, obviamente, el no contar entre sus principales portavoces con nadie del régimen anterior y, por lo tanto, estar libre de contaminaciones. Además, aún no ha tenido que definirse ante muchos problemas a veces utilizando el argumento, lógico y  lícito por otra parte, de que todavía no se había tratado en la organización y, por lo tanto, no había una postura “oficial”. Otro elemento que fortalece a la organización, aunque sea bien ajeno a ella, es el hundimiento del que hasta ahora era el partido de la izquierda.
Al mismo tiempo existen varias debilidades importantes. La primera sería estar creando y desarrollando la organización casi al mismo tiempo en que habrá que preparar procesos electorales en los que no se puede fallar. La segunda sería tener que dar la batalla política con la inmensa mayoría de los medios de comunicación  no solo en contra sino, como ya se puede apreciar, con verdaderas campañas de desprestigio tanto de sus ideas como, sobre todo, de sus actuales líderes. Una tercera debilidad, que al mismo tiempo se puede interpretar como fortaleza, es una cierta indefinición ideológica fruto de alguna manera del novedoso empleo del término “gente” huyendo de otros como clase y también un cierto desmarque con respecto al término izquierda. No se ha producido aún, pero no tardará mucho en aparecer la que me parece puede convertirse en la principal debilidad: la política de alianzas pre o pos electorales. Hoy por hoy no parece previsible poder acceder a ninguna institución de gobierno desde esta organización sin pactos con otras formaciones y eso generará tanto tensiones internas como con otras organizaciones políticas.
El abanico de fortalezas y debilidades es más amplio, pero creo que es suficiente con las enunciadas para hacerse una idea.
Para finalizar esta serie de escritos me gustaría dejar constancia de cuáles son mis deseos, es decir, qué es lo que pediría a una formación como Podemos.
En primer lugar, que la democracia no sea, una vez más, una palabra hueca y utilizada como arma arrojadiza. Que haya, por tanto, una participación real dentro de la organización y que las reformas que esta haga, en el hipotético caso de tocar poder, vayan siempre encaminadas en esa dirección. En este sentido hay algunos temas especialmente importantes: que los cargos, a cualquier nivel, tengan una duración determinada; que siempre haya controles y división de poderes; que sea fácil proceder a destituciones cuando se demuestren actitudes antidemocráticas.
En segundo lugar, que se actúe con realismo a corto y medio plazo porque como decía el bueno de Keynes “a largo plazo todos estaremos muertos” y que se evite, transformando un tanto el dicho popular, que “el bosque no nos deje ver los árboles”. Dicho de otra forma: que la palabra revolución no ofusque las mentes y que buscando la utopía se dejen de hacer cosas importantes hoy para la vida de la gente.
En tercer lugar, en ese actuar ya, que se aumenten los derechos colectivos pero sin olvidar nunca la necesaria ampliación y tutela de los derechos individuales (en este sentido soy especialmente sensible al derecho a una muerte digna y, por lo tanto, a la eutanasia activa y el suicidio asistido).
Finalmente, algo difícil de explicar con pocas palabras: que se tenga siempre en cuenta la situación internacional, incluso me atrevería a mencionar algo tan desprestigiado hoy como el internacionalismo. En este sentido, creo que hace falta un debate en profundidad sobre la globalización y sus efectos que se salga de los clichés habitualmente utilizados por la izquierda.
En el fondo, se trata nada más, pero también nada menos, que de actuar, como en todos los aspectos de la vida,  con sentido (común) y sensibilidad (social e individual).
Estamos ante una oportunidad histórica que si se desaprovecha, puede dejar tan maltrecha a la gente que busca el progreso, que se pueden tardar muchos años en recuperar la ilusión.


Esta palabra, ilusión, con la que he encabezado estos escritos, tiene un doble y muy diferente sentido: si por un lado se trata de la esperanza por conseguir algo deseado, por el otro puede ser también una representación sin verdadera realidad o un engaño de los sentidos. Con el deseo de que lo que ahora empieza no termine siendo ese engaño y un mal sueño, para todos: Salud.