domingo, 31 de enero de 2016

Artículos interesantes

Buen análisis de Soledad Gallego y, desde luego, muy alejado del que se hace en su periódico. (El País)

Carlos Boyero arremete contra Corcuera como lo haría yo; al menos así me sentí y pensé cuando le oí la conversación de la que habla Boyero.(El País)

Buen artículo de Luis García Montero. Comparto lo que dice. (infolibre.es)

Para desengrasar de tanta política es bueno leer un artículo muy completo de Berna González Harbour sobre la novela negra. (Babelia)

jueves, 28 de enero de 2016

Otro libro necesario





Tras la lectura del libro de Owen Jones que ayer comentaba en el blog, mi visión un tanto pesimista y desde luego indignada del mundo se completa con este librito de la novelista y activista social india.
Reconozco mi desconocimiento enciclopédico de la situación de la India. Si sobre China he podido leer varios libros desde que iniciaron el proceso de apertura y conversión al capitalismo, no ha sido así para el caso de este otro inmenso país. Con este librito de Roy se puede decir que tomo contacto y quedo muy desagradablemente sorprendido.
En la sección primera, que constituye la mayor parte del libro, la autora arremete contra la clase dirigente de su país con multitud de ejemplos tanto de la economía como de la política y de la situación social. Desde los obscenos exhibicionismos de riqueza como este : “Yo ya había leído sobre esta vivienda, la más cara que se haya construido jamás, que cuenta con veintisiete plantas, tres helipuertos, nueve ascensores, jardines colgantes, salones de baile, gimnasios, seis plantas de aparcamiento y seiscientos sirvientes.” (p.17), a los suicidios de miles de campesinos por la pérdida de sus tierras para entregárselas a las grandes corporaciones, pasando por la corrupción generalizada en el país en la que incluye a gran parte de las miles de ONG existentes. Utilizando sus propias palabras:
“(…) podría pensar que estas instituciones –las corporaciones, los medios y las ONG- tendrían que estar incluidas en la jurisdicción de un proyecto de ley Lokpal (una ley anticorrupción). Por el contrario, la ley propuesta los deja fuera por completo.
De esta forma (…) han conseguido irse de rositas de una manera muy inteligente. Lo que es peor, al demonizar solo al Gobierno, se han construido un púlpito desde el que hacer llamamientos a que el Estado se retire aún más de la esfera pública y a que se aplique a una segunda ronda de reformas: Más privatizaciones, más acceso a las infraestructuras y a los recursos públicos de la India. Puede que en breve la corrupción corporativa se haga legal y se le cambie el nombre por el de tasa Lobbing.” (p.67)
En la sección segunda, se centra exclusivamente en lo que sucede en el estado de Cachemira donde hay estacionados 600.000 soldados indios para una población de 10 millones de habitantes. Lo que ya da una ligera idea de por dónde va el tema.

Dos espléndidos y muy completos comentarios, el de Varun M. Nayar en Babelia y el de Víctor Lenore en El Confidencial, me permiten simplemente recomendar vivamente la lectura de este texto de poco más de 100 páginas y, cómo no, agradecer a la editorial Capitán Swing la publicación de textos como este o como el de Owen Jones comentado ayer. Aunque no está muy de moda el término, ambos sirven para tomar conciencia de en qué mundo vivimos.


Arundhati Roy, Espectros del capitalismo

miércoles, 27 de enero de 2016

Un libro necesario




“La demonización de la clase trabajadora es un modo implacablemente racional de justificar un sistema irracional. Demonízala, ignora sus preocupaciones y racionaliza una distribución enormemente desigual de la riqueza y el poder como justo reflejo de la valía y capacidades personales. Pero esta demonización tiene un fin aún más pernicioso. Se aplica una doctrina de responsabilidad personal a toda la gama de problemas sociales que afectan a ciertas comunidades de clase trabajadora, ya sea la pobreza, el paro o la delincuencia. En la Gran Bretaña rota, las víctimas solo pueden culparse a sí mismas.” (p.222)

Creo que en esta extensa cita queda muy bien reflejada y resumida la principal idea que recorre este magnífico libro de análisis, denuncia y combate.
Si en El Establishment arremete contra la clase dirigente británica por apropiarse de todo el poder, en este su primer libro la crítica va dirigida también sobre ese mismo grupo pero desde otra perspectiva: la ridiculización y marginación de un grupo, los llamados chavs,  proveniente de una clase obrera previamente derrotada.
A explicar esa derrota dedica los capítulos centrales del libro en los que analiza tanto la época de M.Thatcher y sus políticas privatizadoras e individualizadoras, como la de lo que él llama el neolaborismo de T. Blair hasta llegar al actual gobierno de D.Cameron. En ellos pasa revista a lo que ha sucedido con la vivienda, la educación, la desindustrialización, etc., hasta convertir zonas del país en verdaderos desiertos de trabajo en los que mucha gente malvive gracias a las ayudas sociales que, por otra parte, están en pleno retroceso. Estos capítulos me han parecido lo mejor del libro porque aunque trata temas que son más conocidos, lo hace de una manera tan clara y directa que merece mucho la pena la insistencia.
Los capítulos 1º y 4º los dedica a tratar de forma más específica el tema de los chavs como tales. En concreto en el cuarto muestra, a través de textos tanto de medios escritos como audiovisuales, la ridiculización e incluso el odio de clase que se manifiesta hacia los así definidos y catalogados. Es un verdadero muestrario de barbaridades que manifiestan las enormes diferencias de clase y el clasismo, tanto de la clase alta como sobre todo de la media, existente en la sociedad británica. Evidentemente, en España también hay clasismo y tanto los epítetos de “choni” como el de “poligonero” se pueden acercar al concepto del de chav, pero yo no aprecio aquí ese desprecio tan exacerbado.
En los otros capítulos profundiza en algunos de los temas: la educación, la inmigración la caracterización actual de la clase obrera, etc., pero a veces incurre en excesivas repeticiones de una misma idea aunque no por ello dejan de ser interesantes.
Desde un punto de vista más personal me gustaría hacer unos comentarios.
En primer lugar, leer un libro como este ayuda a comprender el porqué el mejor y casi único cine social que se hace en Europa es el británico.
En segundo lugar, ver lo que ha sucedido con el sindicalismo y sus efectos en Gran Bretaña me ha hecho reflexionar sobre mi postura tan antisindical fruto de experiencias pasadas. Claro que precisamente hoy se me hace más difícil al ver a Fernández Toxo y a Méndez con la patronal estudiando la mejor forma de que haya estabilidad política.
Finalmente, y la más importante, dice Owen en la página 21:
“Todos somos prisioneros de nuestra clase, pero eso no significa que tengamos que ser prisioneros de nuestros prejuicios de clase.”
Y tengo que reconocer que ahí ha puesto el dedo en la llaga. Mientras leía el libro me he preguntado en varias ocasiones cuáles eran mis prejuicios de clase y cuál sería la mejor manera de eliminarlos. Y en eso estoy.
Un gran libro magníficamente escrito. Citando en los momentos precisos y adecuados tanto de la prensa como de las entrevistas realizadas por el autor a un conjunto de personas de variada procedencia tanto ideológica como social. Un texto comprometido como comprometido está Jones en la política tanto británica como europea.
Solo una pega: en la conclusión y, como suele pasar en este tipo de libros, a la hora de plantear alternativas resulta poco claro y concreto.
Sobre la traducción solo comentar que, siendo bastante buena, incurre en el error de usar el billón en el sentido anglosajón con lo que algunas cantidades resultan muy desorbitadas.
Un libro no solo recomendable, sino indispensable.
Una buena reseña de Patricia Tubella en El País.




Owen Jones, Chavs: La demonización de la clase obrera

martes, 26 de enero de 2016

Curiosa y divertida historia




Tengo desde hace tiempo entre los libros pendientes uno de Székely, Tentación, que siempre me ha asustado un poco por su tamaño (casi 800 páginas en edición de bolsillo), además de que desconocía totalmente al autor. Creo que ahora ya no tardaré mucho en leerlo.
Este escritor húngaro que huyó de su país cuando el gobierno cayó en manos de Horthy, terminó ganando un Oscar de Hollywood por un guion y luego, en los años cuarenta, escribió esta novela corta y la antes mencionada.
Ha sido un verdadero placer leer esta original y curiosa obra llena de momentos un tanto absurdos y estrafalarios, pero tan bien contados y con tanto sentido del humor que te los terminas creyendo y, sobre todo, disfrutando con ellos.
Como no podía ser de otra manera, tiene también una galería de personajes muy peculiar entre los que destaca ese protagonista, Svoboda, capaz de comentar al volver de su estancia en un campo de concentración nazi que ha estado muy bien porque tenía comida y cama gratis y, además, ha hecho unos ahorros realizando su trabajo y el de otros que no podían.
Por el ambiente en el que se desarrolla y por algunos momentos me ha recordado la novela Trenes rigurosamente vigilados de Bohumil Hrabal, pero me ha gustado bastante más la de Székely.
Ahora habrá que darle una oportunidad a Tentación.
Una buena reseña con una amplia información sobre la vida del autor en lalibreriadejavier.

János Székely, Los infortunios de Svoboda

domingo, 24 de enero de 2016

Dos grandes asesinos: Stalin y Hitler





 “En la historia de las Tierras de sangre, la Operación Barbarroja marca el principio de una tercera etapa. En la primera (1933-1938), la Unión Soviética llevó a cabo casi todas las masacres; en la segunda, durante la alianza germano-soviética (1939-1941), las matanzas estuvieron equilibradas. Entre 1941 y 1945, los alemanes fueron responsables de casi todos los asesinatos políticos.” (p.193)

El libro se dedica a realizar un estudio muy exhaustivo de esas tres etapas en la zona que el autor llama así que es, más o menos, la comprendida por los tres estados bálticos, la mayor parte de Polonia más  Bielorrusia y Ucrania. Digo exhaustivo porque, a lo largo de sus casi 500 páginas densamente editadas, va desgranando por zonas y épocas los asesinatos directos -por balas o gases-, e indirectos -por hambre- perpetrados por los dos regímenes más ignominiosos del siglo xx.
No ahorra  Snyder las alusiones a los aspectos más duros de lo que sucedió; sirve de ejemplo este fragmento:

“Algunos padres y madres mataban a sus hijos y se los comían, y en tales casos los niños eran sin duda las víctimas. Pero otros padres les pedían a sus hijos que se alimentaran de ellos si morían. Más de un niño ucraniano tuvo que decirle a su hermana o hermano: “Madre dice que si muere nos la comamos.” Eso era previsión y amor.” (p.81)

Hay algunos mucho peores, pero me resultó difícil leerlos así que prefiero no transcribirlos.
Se reproduce en una faja puesta por la editorial la siguiente opinión de Tony Judt: “Tierras de sangre es el libro más importante publicado en las últimas décadas sobre los métodos y los motivos de los regímenes asesinos.” Y Judt era un gran especialista en la zona.
Por mi parte solo añadir alguna cosa puntual. Me ha chocado la gran cantidad de cifras exactas de muertos que, aunque el autor ha consultado muchos archivos, no parece lógico que sobre todo algunas se puedan dar con esa exactitud. Siguiendo con las cifras, quizá hay un exceso de información en el caso de la represiones antikulaks y antipolacas que lleva a que se dificulte un tanto la lectura y se haga en esa parte un poco tediosa.
No obstante, me parece un texto fundamental para el tema y el periodo. No siempre resulta fácil de leer por la brutalidad de lo que se cuenta y por esa cierta reiteración de las informaciones, pero se trata de un gran libro en el que he aprendido un montón de cosas y que me ha hecho reflexionar sobre otras tantas.
Se acaba de publicar la traducción de otro libro de Snyder, Tierra negra, dedicado específicamente al asesinato de los judíos, aspecto que en el que comento ocupa un espacio relativamente pequeño.
Dos buenos comentarios sobre el libro son: el de Jorge M. Reverte y el de Juan Avilés.



Timothy Snyder, Tierras de sangre. Europa entre Hitler y Stalin

Artículos interesantes

Esta semana como no podía ser de otra forma la inmensa mayoría de los escritos van de los mismo. En mi opinión los más sugerentes son los que menciono a continuación. En los cuatro hay críticas para todo el mundo que en general comparto incluidas las que se hacen a Podemos.

Soledad Gallego analiza y critica sobre todo las tácticas de Rajoy y Sánchez. (El País)

El análisis de Josep Ramoneda es más amplio y me parece también muy interesante. (El País)

Ana R. Cañil entra más en el interior del PSOE con análisis y críticas que comparto en lo fundamental. (eldiario.es)

Luis García Montero hace una defensa del pacto por un gobierno del cambio no ahorrando críticas a ninguno de los protagonistas. Me ha gustado mucho. (infolibre.es)

jueves, 21 de enero de 2016

Puro entretenimiento




Después de una temporada de lecturas bastante “duras” necesitaba algo más relajado y para eso nada mejor que los libros de Black. En este caso se trata del cuarto de la serie que tiene como protagonista al médico forense Quirke.
Sigue los pasos de los anteriores con esos protagonistas problemáticos, infelices y con secretos en el pasado tan característicos en los libros de esta serie; también la crítica más o menos abierta a la religión católica o el abuso de las drogas legales que, en este caso, es el tabaco y no el alcohol tan presente en la tercera entrega. Sin embargo, hay dos aspectos que son un tanto diferentes y que marcan bastante la narración; por un lado, la historia se desarrolla en un verano caluroso y luminoso (¡en Irlanda!)  que contrasta con la oscuridad y el clima de las anteriores y, por otro lado, hay un claro predominio del diálogo no muy habitual en Black.
Así pues, en lo fundamental no se sale de la línea marcada en la serie aunque a mí me ha gustado menos que los anteriores quizá porque da más importancia a la investigación del asesinato que, si bien tiene que tenerla porque se trata de una novela de género, queda muy por encima  del elemento que diferencia a este autor: las relaciones entre los personajes. En este sentido, hay un par de escenas que a mí me han chirriado y me han parecido muy mal desarrolladas con unos diálogos un tanto anticuados.
Novela entretenida como todas las de la serie, pero que me ha parecido menos trabajada y peor escrita de lo que es habitual en este autor.
Un comentario más completo en elcultural.com.


Benjamin Black, Muerte en verano

miércoles, 20 de enero de 2016

Despedida de Chirbes


Es el último escrito de Chirbes aunque parece ser que lo empezó hace veinte años. Como he comentado en otras entradas del blog comentando sus anteriores novelas, Chirbes es uno de mis escritores favoritos y creo que uno de los mejores en castellano de los últimos treinta años.
En esta novela corta, 153 páginas, se aleja de los temas que había venido tratando en sus más recientes escritos y deja, por lo tanto, de reflejar aspectos de nuestra sociedad. Una historia de amor y de desamor, encuentros y desencuentros familiares, la enfermedad “vergonzante o la importancia de las diferencias culturales y sociales para el amor, son los temas que desarrolla en esta novela.
Como sucede siempre con este autor, además del interés que pueden despertar sus temas, lo más importante, lo que le hace diferente y superior a la mayoría de los que escriben en castellano, es la forma de tratarlos, su estilo tan característico del que es una buena muestra el capítulo con el que abre este libro que me parece lo mejor de esta, por otra parte, espléndida despedida.
Recojo dos fragmentos de sendas reseñas que explican mucho mejor lo que quiero decir:

“Uno lee este libro sobrecogido; asiste a los encuentros y desencuentros como si se estuviera allí mismo, en el escenario donde comen, aman, pasean, se emborrachan, madrugan, se enfadan, se extrañan. El lector es testigo mudo y voraz de lo que acontece. Como si fuese un cámara que filmara todas las escenas de la novela. Y luego, cuando abandona la lectura, la película le persigue, las imágenes le asaltan, y le acompañan.” Manu Llorente, elmundo.es

“Otros elementos reflejan al Chirbes más reciente, si bien se encuentran en toda su escritura: el control férreo de la ambigüedad moral, la sutileza con que gradúa la información, la precisión del engranaje narrativo, en el que un dato apuntado fugazmente adquirirá luego importancia capital, el balance entre expresividad sobria y descarnada.”
Domingo Ródenas, elperiodico.com

Un libro que no solo recomiendo por su calidad, sino porque puede servir también, al menos así ha sido en mi caso, de una especie de despedida de un magnífico escritor aunque, eso sí, de los escritores siempre se despide uno relativamente porque se pueden releer, y yo lo haré con toda seguridad, cualquiera de sus libros.
En cualquier caso, gracias Rafael Chirbes.

Rafael Chirbes, Paris-Austerlitz


lunes, 18 de enero de 2016

Efectos de la bomba en Hiroshima




“Más que una novela sobre la bomba, Lluvia negra es un libro sobre la “enfermedad de la radiación”. No caben en ella comentarios geopolíticos, discursos sobre la humanidad y sus chacales, reflexiones sobre el fin de la historia o el fin del mundo.
Lluvia negra responde a una sola pregunta: ¿qué ocurrió con quienes contemplaron el estallido y luego tuvieron que continuar con sus vidas?
 En otras palabras: qué significó no haber muerto. O morir poco a poco.”
Estas palabras de Jorge Volpi en el Prólogo resumen muy bien cuál es el contenido y la intención de la novela.
Se dice en la contraportada que el libro está basado en documentos históricos y en entrevistas y diarios de víctimas y es que, efectivamente, aunque el libro tenga el aspecto de una novela en la medida en que hay unos protagonistas, un matrimonio y su sobrina, y una pequeña historia, lo fundamental, lo que ocupa la mayor parte del texto, es la reproducción de los diarios del tío y la sobrina, así como algunos textos sobre la alimentación en aquellos momentos de guerra y destrucción e incluso sobre la evolución de la “enfermedad de la radiación” en Yasuko, la sobrina.
Con esos materiales Ibuse  va relatando cómo quedaron tanto las personas como los edificios, infraestructuras, etc. Abundan las descripciones y no omite, aunque es verdad que tampoco se explaya, lo aspectos más morbosos (gusanos saliendo de los cuerpos, intestinos por los suelos…). Quizá en el exceso de descripciones radica lo que me parece lo menos conseguido de un libro que, por otra parte, se lee con verdadero interés por lo bien que está escrito y porque es un tema del que yo al menos no conocía otros textos. Ese exceso hace que el libro dé a veces de una cierta sensación de frialdad por la acumulación de casos y la forma de tratarlos por parte del autor.
En este sentido esperaba más de esta novela y en la parte central tengo que reconocer que a veces he desconectado un tanto.
Dejo el enlace a un comentario más completo y positivo.



Masuji Ibuse, Lluvia negra

domingo, 17 de enero de 2016

Premio Herralde de 2006




Es la tercera novela que leo de este buen escritor venezolano, pero es la primera que se publicó en España al obtener el premio Herralde de novela en 2006. Actualmente su última obra, Patria o muerte, está teniendo bastante éxito.
Las tres versan sobre  temas muy diferentes como diferente es también la forma de tratarlos. En este caso la enfermedad es la gran protagonista, tanto la real, a partir del cáncer que tiene el padre del personaje principal –el médico Andrés Miranda-, como la ficticia de uno de sus pacientes que, además, termina trasladando su hipocondría a la enfermera del médico a través de un procedimiento que es uno de los hallazgos de la novela: la correspondencia que se establece entre ambos.
Novela muy bien escrita, como es habitual en Barrera, y muy concentrada en los temas que quiere tratar. Con un cierto sentido del humor y de la ternura, pero sobre todo con un par de momentos muy emocionantes que a mí me han tenido con el corazón encogido y con un nudo en la garganta.
Al mismo tiempo, el autor aprovecha para hablar sobre las diferencias sociales a partir del personaje de la mujer que asiste a su padre, de nombre Merny porque sus padres se llamaban Mercedes y Nicolás,  que me parece realmente muy conseguido.
Aprovecha también Barrera para introducir algunas interesantes citas entre otros de Joseph Roth o Chéjov y esta de Julio Ramón Ribeyro que me gusta especialmente:

“El dolor físico es el gran regulador de nuestras pasiones y ambiciones. Su presencia neutraliza de inmediato todo otro deseo que no sea la desaparición del dolor.  Esa vida que recusamos porque nos parece chata, injusta, mediocre o absurda cobra de inmediato un valor inapreciable: la aceptamos en bloque, con todos sus defectos, con tal de que se nos dé sin su forma de vileza más baja que es el dolor.” (p.148)

Novela corta, 168 páginas, pero intensa. Recomendable.
Dejo el enlace a una curiosa reseña hecha en su momento en una revista venezolana.


Alberto Barrera Tyszka, La enfermedad

Artículos interesantes

Reseña de un libro reciente del profesor Carlos Taibo sobre el TTIP en el que lo crítica fuertemente. (eldiario.es)

Hay dos artículos que van en la misma dirección al tratar el tema de la jornada de constitución del Congreso: el de Javier Valenzuela (ctxt) y el de ïñigo Errejón (El País).  El de este último me parece especialmente importante.

Tras leer los anteriores, viene bien leer el de Luis Arroyo quien, siendo un buen analista de la comunicación, creo que se ve traicionado por su apoyo a Sánchez. y escribe de una forma poco habitual en él. (infolibre.es)

Josep Ramoneda hace un buen análisis de lo sucedido en el Congreso desde una perspectiva algo distinta a la de los dos artículos que antes mencionaba. (El País)

Joan B. Culla hace un buen y diferente análisis de lo ocurrido en Cataluña. (El País)

miércoles, 13 de enero de 2016

Novela en la Alemania de 1933



Desconocía totalmente al autor cuando cogí el libro en la librería porque me llamó la atención la portada. Luego me gustó, además del tema, la idea de que estaba escrito en 1934 al mismo tiempo que los hechos que narraba.
Tengo que reconocer que me costó un poco entrar en la novela y que cuando llevaba unas cuarenta páginas estuve a punto de abandonarla. Demasiados personajes, una forma de contar un tanto peculiar, etc.; sin embargo, decidí darle una oportunidad y ha sido un acierto pleno.
El libro cuenta los avatares de una familia de la burguesía judía a lo largo más o menos del año 1933, es decir, cuando el nacionalsocialismo estaba en su máximo crecimiento y Hitler llegó a canciller. El retrato que hace me parece realmente magnífico. Los diferentes miembros de la familia representan visiones muy logradas de lo que fueron las diferentes respuestas que dieron los miembros de la comunidad judía en los primeros momentos: desde quien se puso en marcha para irse a Palestina, hasta quien decidió marcharse a Suiza, pasando por quien intentó mantener el negocio familiar negociando con otra empresa de dueño alemán “puro”.
Resulta enormemente interesante  el conjunto de personajes que el autor creó para contar su historia. Además de la familia protagonista compuesta por tres hermanos, una hermana y varios hijos, son también muy relevantes figuras como el director del instituto donde estudian algunos de los hijos, el nuevo profesor de lengua que ejemplifica muy bien lo que era la ideología nazi, el vendedor también judío de la tienda de muebles de la familia, etc. Todos tiene un gran papel en el libro y todos están magníficamente conseguidos.
Al interés por la historia que, insisto, tiene además el valor de estar siendo contada al mismo tiempo que sucedía, se une la espléndida forma de narrar de este autor. La historia va transcurriendo sin ninguna pausa y todo lo que va sucediendo entra dentro de una lógica y queda perfectamente explicada hasta aquello que pueda resultar más chocante.
Pondré dos fragmentos que reflejan muy bien dos ideas recurrentes en el libro: lo que significaba el nazismo, por un lado y, por otro, cómo los judíos alemanes se consideraban tan alemanes como los no judíos (esta idea es muy corriente leerla también en los escritos de S.Zweig y de muchos otros escritores judíos):ES13 2095 0334 8091 1443 8757 ES13 2095 0334 8091 1443 8757 ES13 2095 0334 8091 1443 8757

“Puedo entender, señor director –prosiguió-, por qué ha enfrentado al gran rey con su contrario (se refiere a Federico el Grande y Voltaire cuyos bustos están en el despacho del director del instituto). Aquí el hombre espiritual en toda su grandeza, allí la bestia en toda su miseria. La dignidad del hombre alemán resalta precisamente por el contraste.” (p.59)

“Hacía pocos meses nadie dudaba de su germanidad. Él mismo se sentía alemán en un sentido más profundo que la mayoría de sus compañeros. Estaba lleno de música alemana, de palabras alemanas, de pensamientos alemanes, de paisaje alemán. Nunca en los diecisiete años de su vida había visto, oído, sentido otra cosa. Y ahora, de pronto, le decían que no formaba parte de eso, que era diferente por naturaleza. ¿Cómo? ¿Por qué?¿Quién era alemán, si él no lo era? (p.195)

En definitiva, un libro que me ha sorprendido y me ha parecido realmente magnífico, y  que recomiendo encarecidamente a quienes estén interesados en el tema y a quienes disfruten con las historias bien contadas, con sencillez y cuidando a los personajes.


Lion Feuchtwanger, Los hermanos Oppermann


martes, 12 de enero de 2016

Más Richard Ford



Tras reencontrar a Ford en Canadá he aprovechado para seguir conociendo más su obra. Hace poco comentaba la última publicación en castellano, Francamente Frank, y hoy la reciente reedición de uno de sus primeros libros que, además, escribió inmediatamente antes del primero que yo leí de él, El día de la independencia.
Apenas 190 páginas le  bastan para contar una historia en la que hay muchos sentimientos, varios descubrimientos y, sobre todo, una narración magnífica que hace costoso separarse del libro aunque sea solo por un rato. Novela de iniciación como se dice en la contraportada, pero sobre todo novela escrita con una cadencia y un ritmo muy ajustados a lo que nos está contando.
Este autor tiene la difícil cualidad de ser capaz de gustar tanto con un libro de 500 o 600 páginas, como con una novela corta como la que comento o con los relatos de 50 páginas. En este sentido se puede decir que es un todoterreno. Habrá que seguir insistiendo.
Para un comentario un poco más extenso dejo el siguiente enlace.


Richard Ford, Incendios

domingo, 10 de enero de 2016

Artículos interesantes

Hoy lógicamente casi todo va de lo mismo. Aún no ha habido tiempo para una reflexión pausada, sin embargo hay dos artículos que por distintas razones me parecen relevantes.

Josep Ramoneda escribe un gran artículo sobre el nacionalismo. Totalmente de acuerdo con todo lo que dice pues llevo con esas mismas ideas mucho tiempo. (El País)


Ramón Cotarelo, simpatizante de la CUP independentista, da una versión interesante de lo que ha pasado en Cataluña. Desde luego es al menos bien diferente del resto de las que he visto. (cotarelo. blogspot)

miércoles, 6 de enero de 2016

Sigo con Mankell



Es una de las novelas más comprometidas del escritor sueco fundamentalmente  por la visión que da de la inmigración que es el tema principal del libro; también por la crítica que hace del mundo editorial riéndose abiertamente del excéntrico editor que edita las obras del protagonista; asimismo son interesantes el duro retrato que de un  agente literario preocupado sobre todo de la marcha de la bolsa, así como algunos apuntes críticos del sistema sanitario; incluso se permite alguna  broma como escribir: “Tengo que decir que me sorprendió oír que tú también ibas a escribir novelas policiacas. ¿Qué está ocurriendo en el mercado del libro sueco?” (p.253), que teniendo en cuenta quien lo escribe no deja de resultar curioso, pero es que varios de los personajes que salen, incluida la madre del protagonista de más de 90 años, están escribiendo novelas de ese tipo.
Sin embargo, a pesar del interés del tema principal y de los diversos temas secundarios, me parece que la novela no termina de ser una obra conseguida. Lo mejor y más destacado del libro son los textos en los que las inmigrantes cuentan sus experiencias tanto en su país de origen como en el largo recorrido hecho hasta llegar a Suecia, que no por ser cosas más o menos conocidas pierden su  interés. El problema es que el resto, esto es, la historia de ese poeta protagonista que de forma bastante extraña vive de la poesía y pierde su dinero en la bolsa, es un tanto floja y está cogida un poco con alfileres. A la novela le cuesta arrancar y cuando lo hace también tarda en entrar de lleno en las historias de las inmigrantes protagonistas.
Por otra parte me ha sorprendido la permanente utilización del diálogo algo no demasiado habitual en los libros de Mankell.
Como cualquier libro del autor sueco, que está entre mis autores favoritos, merece le pena leerse aunque creo que no se trata de uno de sus mejores textos

Dejo el enlace con dos buenos y más extensos comentarios: el de lalibreriadejavier.com y el de fantasymundo.com.




Henning Mankell, Tea-Bag

domingo, 3 de enero de 2016

Artículos interesantes

Lógicamente esta semana ha tenido al PSOE como protagonista casi exclusivo no sé si a su pesar. Hay varios artículos que merecen la pena sobre lo que está pasando en ese partido y sobre lo que debería hacer.

Antonio García Maldonado escribe críticamente sobre una de las protagonistas de estos días en los problemas del PSOE, Susana Díaz.(ctxt.es)

Miguel Pasquau Liaño analiza bastante bien las dos posiciones que se enfrentan dentro del PSOE. (ctxt.es)

Muy diferente es el escrito del experto en comunicación política  Luis Arroyo. Este colaboró en las campañas de Zapatero y creo que lo ha hecho en la de Sánchez. Aquí plantea lo que debería hacer el PSOE para no quedar como el culpable por no haberse formado gobierno. Muy interesante por venir de quien viene. (infolibre.es)

Finalmente, Soledad Gallego aporta también su visión sobre la crisis del PSOE. (El País)

Saliendo del tema del PSOE, pero no de la formación de gobierno, Josep Ramoneda hace un buen análisis sobre la resistencia al cambio por parte del bipartidismo. (El País)

En una semana tan llena de política, quiero terminar con una entrevista realizada hace dos meses a Tariq Ali a raíz de la publicación en España de su último libro, El extremo centro, que comenté el otro día en el blog. En la entrevista no deja títere con cabeza y arremete también contra Syriza y Podemos en un buen ejemplo de lo que es el radicalismo de izquierdas. (insurgente.org)


viernes, 1 de enero de 2016

Combativa y radical crítica



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“Desde la década de 1990, la democracia ha adoptado en Occidente la forma de un extremo centro, donde el centro-izquierda y el centro-derecha se han compinchado para mantener el statu quo; una dictadura del capital que ha reducido los partidos políticos a la condición de muertos vivientes.” (p.217)
Esta frase es un buen resumen de la idea clave que conduce buena parte del libro. Ali denomina extremo centro a lo mismo que, en el fondo, Owen Jones llama el establishment o en Italia y España la casta.
Los primeros capítulos del libro los dedica a ver cómo funciona ese extremo centro en Gran Bretaña, Grecia, España y la UE. Para el caso británico cuenta casos de puertas giratorias con especial atención al Servicio Nacional de Salud (casos que son idénticos a los que hemos conocido en España sobre todo en la Comunidad de Madrid) y también da una visión de la BBC que no es la que habitualmente circula por aquí. Para los casos de Grecia y España, además de su propio análisis, realiza sendas entrevistas con un dirigente de Syriza y con Pablo Iglesias; ambas bastante interesantes. Sobre la UE el siguiente fragmento es una buena síntesis de su pensamiento:

“La UE es la nave nodriza del extremo centro, con esta diferencia: al contrario que sus vasallos subsidiarios, no es responsable ante ningún organismo elegido. (…) Un colectivo de burócratas no elegidos, que trabajan para los bancos, para el FMI, para el BCE, etcétera, le están diciendo a los gobiernos independientes: esto es lo que puedes hacer y esto lo que no. En algunos casos han relevado a primeros ministros y los han sustituido por otros.” (p.178)

En lo que podría ser la segunda parte del libro escribe sobre “el imperio”, refiriéndose obviamente a los Estados Unidos, y sobre la OTAN.
Termina con un capítulo dedicado a las alternativas en el que afirma:

 “Llevo casi dos décadas argumentando que la experiencia bolivariana, aunque dista mucho de ser perfecta, ofrece un modelo para Europa y para otras regiones del mundo mucho mejor que el neoliberalismo” (p.247)

A mí me parece que aquí está el principal problema de un texto que, por otra parte tiene grandes aciertos en muchos de sus análisis. A la hora de plantear alternativas, y una vez criticada la de Syriza por no haber sacado a Grecia del euro sin tener en cuenta que no lo querían los griegos, quedan frases tan fuera de sentido en mi opinión como la citada. Si las alternativas al predominio del capital y de los partidos que lo representan y obedecen es la que dice Ali tenemos extremo centro por decenios.
Tariq Ali es un gran crítico y es capaz, además, de explicar las cosas con mucha claridad y con buena calidad literaria, no en vano es un buen escritor de novelas, pero creo que sus posiciones políticas, siendo interesantes, están muy alejadas de la realidad europea y no son más, tampoco menos, que el radicalismo de izquierdas que siempre ha existido.
Tiene grandes aciertos como cuando critica de esta forma a los políticos actuales:

”Las diferencias políticas se redujeron a qué partido tenía la mejor agencia publicitaria y los mejores asesores, y si los nuevos laboristas o los conservadores eran más receptivos a los avances de la mercadotecnia. No es de extrañar que ese proceso produjera unos políticos mediocres, carentes de visión, y redujera la política en sí a pura cursilería. La hipocresía alcanzó nuevas cotas.” (p.15)

Pero también se pasa un poco de frenada cuando al hablar de la Transición en España dice:

“En otras palabras, no existía ningún otro camino responsable o realista que pudieran tomar ni el PSOE ni el PCE. Hoy en día, los adoradores de los hechos consumados aceptan ese punto de vista. Yo no estoy de acuerdo.” (p.104)

Evidentemente es una idea que va tomando cuerpo últimamente y hay varios estudios en ese sentido, pero no parece lógico despacharlo con un simple “yo no estoy de acuerdo” sin dar al menos alguna referencia bibliográfica.
En definitiva un libro que tiene muchos aspectos y opiniones muy discutibles, pero que tiene la ventaja de plantear cuestiones muy actuales de un forma muy polémica por su propio radicalismo lo que anima a repensar ciertas cosas aunque sea para llevar la contraria al autor.


Tariq Ali, El extremo centro