miércoles, 9 de julio de 2025

Buen descubrimiento


La verdad es que no me sorprende la calidad de este libro ni de su autor, y no solo por haber obtenido el prestigioso Premio Goncourt el año pasado, sino además por las buenas experiencias que he tenido ya con otros escritores argelinos como Boualem Sansal, Rachid Boujedra o Yasmina Khadra, que demuestran la buena literatura que se está haciendo en ese país (más allá de que algunos de ellos escriban en francés y vivan en Francia en algún caso, como es el de Daoud, exiliados).

Es bastante habitual que en un momento u otro de las obras de estos autores salga el tema de la guerra civil que abarcó casi toda la década de los noventa del siglo pasado, periodo que se ha calificado como Década Negra o Década del terrorismo. Desde luego los primeros libros de Khadra, el autor que más conozco pues he leído todo lo traducido de su obra, se centran casi exclusivamente en ese tema.

Lo mismo sucede con esta novela que ahora comento y que ha hecho que, al estar prohibido hablar de esos temas, se haya perseguido a Daoud hasta que en 2020 decidió exiliarse en París. En un momento de la novela se puede leer lo siguiente: “¿Sabes que la ley prevé de tres a cinco años de cárcel para quien abra la boca sobre ese periodo? “(p.353)

El extenso libro, tiene nada menos que 489 páginas, narra en primera persona la historia de Aube una joven de 26 años, muda por haber sido degollada en 1999, y embarazada de una niña que no quiere que nazca pero con la que conversa con lo que llama su “lengua interior” y a la que va contando los avatares que le van sucediendo y muchas cosas del pasado. Aube perdió a toda su familia el mismo día que perdió las cuerdas vocales y fue adoptada por Jadiya, una famosa abogada de Orán.

Esta historia le permite al autor arremeter con enorme dureza con varios aspectos de la sociedad de su país desde el fanatismo religioso hasta, sobre todo, el trato que se da a las mujeres. Una muestra es esta frase que Aube le dice a su hija: “Te ahorro nacer para ahorrarte morir a cada instante. Porque en este país nos quieren calladas y desnudas para el placer de los hombres en celo.”. (p.78)

También se muestra muy crítico con la Reconciliación y la consiguiente amnistía tras la guerra o con la gran diferencia en el trato que se da a la guerra de Liberación contra el ocupante francés y la guerra civil en detrimento de esta última.

El libro está muy bien escrito y cuenta con momentos muy poéticos y otros de fuerte realismo. Quizá, por ponerle alguna pega, creo que se podrían reducir algunas páginas porque se insiste demasiado y se reiteran algunas ideas, pero eso no quita ni interés ni importancia a lo que se está leyendo.

Me parece un libro recomendable y otro gran acierto de la editorial Cabaret Voltaire poniendo a nuestro alcance la buena literatura que se hace en el norte de África.

Hay una buena reseña de Jesús CuencaTorres en lajungladelasletras.com

 

Kamel Daoud, Huríes. Traducción Lydia Vázquez Jiménez

 

 

 

 

 

 

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