domingo, 3 de agosto de 2014

Más Pablo Iglesias



Segundo libro de conversaciones de Pablo iglesias y tercero en el que aparece como protagonista; y todo ello en unas pocas semanas. Si le sumo el que he acabado hoy mismo de Juan Carlos Monedero, parecerá que estoy abducido por esta gente y sus ideas. Dejo un comentario sobre este particular a un próximo Andamio en el que quiero dar mi opinión sobre el grupo.
Este segundo libro de conversaciones me ha gustado más que el anterior. Realmente más que conversar, el periodista Jacobo Rivero hace unas extensas introducciones a los temas que se van a tratar y luego plantea cuestiones para que Iglesias dé su opinión.
Lógicamente, hay cosas que me gustan más y me parecen mejor tratadas y otras menos. No  podía ser de otra manera por la índole de los temas: el 15-M, la derecha y la izquierda, el papel de los medios de comunicación, las perspectivas de futuro,…Como decía antes, dejo para otra ocasión un análisis de todo ello.
Me ha parecido, sin embargo,  interesante dejar aquí constancia de una serie de afirmaciones que hace Iglesias en el libro y que creo que reflejan bastante bien algunos de los puntos principales de su forma de pensar.
 
 
“Podemos busca ser eso, la política en manos de la gente normal. Podemos busca una representación transversal, más allá de etiquetas”. (p.20)
 
“(…) y no reconocer la habilidad de un adversario es el mayor error que se puede cometer en política. (…) uno de los grandes errores de la extrema izquierda, y que es la mejor prueba de su mediocridad en España, es no saber mirar más allá de su ombligo y reconocer que fuera de sus parámetros ideológicos puede haber inteligencia”. (p34)
 
“La corrupción convertida en forma de gobierno ante os ojos de los españoles que la sufren y visualizan cada día, no como un problema de manzanas podridas, sino como una forma de organización del poder en este país”. (38)
 
“Que el principal fracaso de estos partidos, y esto ocurre en los partidos de izquierdas principalmente, es que han dejado de ser espacios de participación política de la gente y, bueno, se han convertido en máquinas que sirven para presentarse a las elecciones”. (p.44)
 
“Hacen falta movimientos sociales, hace falta poder en los barrios, en los centros de trabajo, en los pueblos, en las ciudades, que articule el control democrático, y después la representación política puede ser un instrumento más de eso, lo que no puede significar una política de cheques en blanco”. (48)
 
“Pero nosotros hemos decidido llamarnos Podemos, que es una acción…” (72)
 
“(…) el programa de Podemos es básicamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos”. (78)
 
“(…) yo creo que en política hay que ser laicos: Ser laico significa decir que lo que está bien, está bien, y lo que está mal, está mal. Y esa especie como de patriotismo de los símbolos y de patriotismo de los mitos y de los santos políticos… “(89)
 
“¿Qué quiere decir que el sistema político se ha berlusconizado? Que se trata de un sistema formalmente democrático y sustancialmente corrupto; un sistema de oligarcas y mafiosos protegidos, con una magistratura sumisa y con un buen número de medios y periodistas serviles, dispuestos a todo con tal de defender y justificar a los que les dan de comer”. (p.149)
 
Como se puede apreciar hay muchas ideas y algunas realmente discutibles y matizables, pero estoy de acuerdo en la mayor parte de ellas.
Un libro muy recomendable para los interesados en lo que está pasando en España en los últimos tiempos. Dejo el enlace de la crítica hecha en El País por Santos Juliá (también incluye la crítica al libro de Monedero que mencionaba antes) que aunque tiene varios aciertos destila mucha mala baba sobre todo en un par de afirmaciones como la que cierra el comentario. Aparece hoy, 9 de agosto, una réplica de Jacobo Rivero al artículo de Juliá.
 
Jacobo Rivero, Conversación con Pablo Iglesias

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