lunes, 20 de noviembre de 2017

Novela negra de Sepúlveda



Hace unos meses descubrí, leyendo El fin de la historia, que Luis Sepúlveda tenía una faceta como escritor de novela negra. Me lo pasé muy bien con ese libro y me pareció que el protagonista, Juan Belmonte, era un personaje original e interesante. La primera aparición fue precisamente en esta novela que ahora comento y cuyo título ya da alguna pista.
Cuando leo novela negra, y es algo a lo que dedico un tiempo cada año, lo que más me suele interesar no es la trama que monta el escritor, sino los personajes que la llevan a cabo y el ambiente en el que se desarrolla. Por eso me gustan tanto escritores recientes como Benjamin Black o Philip Kerr que han sabido hacer ambas cosas de una forma muy sugerente. Obviamente, mis favoritos del género siguen siendo Hening Mankell y Patricia Highsmith.
La trama de esta novela que comento no tiene demasiada complejidad ni tampoco demasiado interés; sin embargo, este Belmonte, que será el protagonista, sí porque hay una serie de historias paralelas en las que nos va contando muchas cosas de su pasado que, este sí, tiene mucho interés. Exmilitante de izquierdas y participante en muchos conflictos de los años setenta y ochenta en distintos países de Sudamérica, se presenta ahora un tanto decepcionado y desencantando con lo que está sucediendo sobre todo en su Chile natal. Así, por ejemplo:

-        “(…) Su hermano sigue en el ejército, ahora es coronel. Varias víctimas de las torturas lo han reconocido, pero es de los intocables.
-         El precio de la democracia. Me cuesta creer que estoy en Chile. Nunca pensé en regresar frenado por el miedo a toparme con tipos de su calaña, de los que siempre supieron lo que pasaba, no movieron un dedo para impedirlo y se dedicaron a profitar a la sombra de los que hacían el trabajo sucio. Supongo que ahora es un paladín de la democracia, de los capaces de reconocer que hubo excesos. Nauseabundo el precio de la democracia.” (p. 190-191)

También hace una fuerte crítica a los comunistas en este caso en Europa y más en concreto en la RDA donde se origina la trama.
Una novela muy entretenida y con esos aspectos críticos que la hacen más interesante además, claro, de estar muy bien escrita como obra del buen escritor que es Sepúlveda.

Luis Sepúlveda, Nombre de torero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario