jueves, 27 de junio de 2024

Recordando la Argelia colonial



Con Un libro diferente (y militante) titulaba la entrada en la que hacía el comentario del anterior libro del autor. La verdad es que podría repetirlo porque de nuevo se enfrenta a un tema diferente y también de forma, de alguna manera, militante.

En 1956 un joven francés blanco nacido en Argelia, es decir, un pied noir, ponía una bomba en una zona donde no había peligro para las personas. Antes de que explotase fue desactivada, él detenido, interrogado, torturado y condenado a muerte. Esta es la historia a la que se enfrenta Andras, en “Una requisitoria contra los horrores cometidos por Francia en Argelia, escrita con un estilo seco que sin embargo transmite una emoción contagiosa”. (Emily Barnett en Grazia. Fragmento reproducido por la editorial en la contraportada).

El autor se centra en la vida de Iveton, así se llamaba el joven, antes del atentado, desde su infancia hasta su relación amorosa, pasando por sus ideales que le llevaron a militar en el Partido Comunista. En la parte centrada en su detención y posterior juicio, arremete contra carceleros, jueces, médicos, etc., en un alegato realmente valiente sobre la actitud de los franceses.

El libro tiene apenas 130 páginas, pero bastan y sobran para contar una historia de una forma magnífica porque, como pasaba en su anterior publicación, el autor es un gran narrador; alguien que, además, usa las palabras justas y adecuadas.

Este libro obtuvo el Premio Goncourt a la Primera Novela que Andras rechazó por “su repudio a la institucionalización de la escritura y la idea de competición literaria”, lo que nos da una idea de qué tipo de persona es.

Desde luego, un libro muy recomendable como lo es el anterior publicado también por Anagrama.

 

Joseph Andras, De nuestros hermanos heridos. Traducción Álex Gibert.

 

 

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