sábado, 8 de abril de 2023

Cómo nos dominan



Este periodista, que estudió Física y Sociología y que yo desconocía aunque ya había sido traducido al menos una vez, ha escrito un libro muy interesante como se puede ver ya desde el subtítulo.

Enuncia ya en el Prólogo su objetivo: 

“La tesis que pretendo demostrar es precisamente que en los últimos cincuenta años se ha completado una gigantesca revolución de los ricos contra los pobres, de los amos contra los súbditos, de los dominadores contra los dominados. Una revolución que se ha producidos sin que nos diéramos cuenta, una revolución invisible, (…)” (p. 9) 

A partir de ahí dedica los 14 capítulos en los que ha dividido el texto a analizar cómo se ha producido esa revolución, quiénes la han lleva a cabo y cuáles han sido, y siguen siendo, sus fuentes de financiación.

En los primeros capítulos analiza de forma muy pormenorizada, creo que a veces excesiva, las distintas fundaciones que se fueron creando tras la Segunda Guerra Mundial sobre todo a partir de los setenta y cómo desde ellas se fueron impulsando los diferentes Think tanks que tenían que llevar a cabo la guerra o la batalla cultural.

En los siguientes capítulos muestra cómo se ha hecho esto en temas como: la justicia, la educación, la política, la economía, el medioambiente, etc. Muchos de los ejemplos que aparecen podemos encontrarlos también en nuestro país.

Evidentemente, todo lo que describe y analiza es muy interesante, pero me gustaría destacar algunas cosas que me parecen novedosas. Así: la idea del capital humano en el sentido de que todos lo tenemos y por lo tanto todos somos capitalistas que competimos entre nosotros; la religión como una inversión del creyente que explica que crezcan más las más exigentes en el sacrificio; la compraventa de niños como la mejor forma de adopción; cómo se usa y abusa de las matemáticas en la economía para oscurecer la realidad; la utilización de la deuda en general y de la universitaria en particular como mecanismo de control (aquí da cifras que son realmente espectaculares) o, para no ser demasiado exhaustivo la explicación de cómo el neoliberalismo ha adoptado de sus adversarios dos ideas clave como son el papel decisivo del poder judicial y la importancia crucial de la ideología.

Como se puede apreciar, trata todo un conjunto de temas fundamentales para entender cómo se está transformando el mundo y quiénes dirigen esa transformación. Ahora bien, no deja de resultar curioso que, siendo uno de los objetivos del neoliberalismo llegar a un estado mínimo, haya sucedido lo que enuncia aquí d’Eramo:

“(…) toda la contrarrevolución neolib se libró para conseguir que el Estado fuera más frugal, para “matar de hambre a la fiera”. El resultado, sin embargo, es sorprendente: tras 50 años de neoliberalismo desenfrenado, el resultado es que el Estado es más importante que nunca.

(…)

Son los Estados, y no los mercados, los que gestionan las recesiones, las pandemias y las crisis sociales.” (p. 220-221)

El problema, como sucede siempre con estos libros tal y como he dicho ya muchas veces comentando libros con análisis magníficos de la realidad, es que no ofrecen no digo ya soluciones, sino ni tan siquiera apuntes de por dónde hay que ir para combatir esta revolución o contrarrevolución. En este caso no se va más allá de bienintencionadas expresiones como la siguiente:

“(…) la política emancipadora nos pide que destruyamos la apariencia de todo “orden natural”, que revelemos que lo que se presenta como necesario e inevitable no es más que mera contingencia y, al mismo tiempo, que lo que se presenta como imposible se revela accesible. Es decir, que esforzarse por cambiar el mundo no es fútil.” (p. 131-132)

O como la ya manida insistencia en el papel clave de la educación tanto secundaria como universitaria. Este es quizá el gran déficit de un libro que, por otro lado, me parece una buena aportación al conocimiento de la realidad. El problema es que este tipo de lecturas puede resultar un tanto desmovilizador ante la magnitud del poder al que nos enfrentamos, un poder que cuenta, además, con medios económicos y de todo tipo prácticamente inagotables.

Nota (poco importante): Hay un error en alguna de las cifras que se dan en la página 62.

Marco d’Eramo, Dominio. La guerra invisible de los poderosos contra los súbditos. Traducción: Carlos Gumpert.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario