domingo, 20 de agosto de 2023

Cierto cansancio


Apenas ha pasado un año y este es el sexto libro que comento de Kennedy, una señal de lo que me gusta este escritor o, al menos, de los buenos ratos que me hace pasar. Lo he dicho ya en los comentarios a sus anteriores libros, pero tengo que repetirlo porque ahí está la clave de su éxito, evidentemente, no solo conmigo: Es un buen creador de personajes y de historias que, además, cuenta muy bien, sin altibajos, con una narración que va fluyendo de forma tan natural que hace que al lector le cueste abandonar la lectura.

En todos sus libros suele tocar algún tema para dar sus opiniones generalmente de forma crítica. En este caso se trata del régimen de la extinta RDA. Para ello sitúa la historia en el Berlín de 1984 adonde llega Thomas Nebitt, un joven escritor de libros de viajes estadounidense que ha publicado con cierto éxito un libro sobre Egipto por lo que le encargan otro sobre esa ciudad. Para poder mantenerse económicamente logra un trabajo de colaboraciones esporádicas en Radio Liberty donde conoce a Petra Dussman, recientemente huida de la zona oriental. Con ella establece una historia de amor tremendamente romántica, algo, por cierto, bastante habitual en los libros de Kennedy.

No debo contar más porque el libro tiene también algunos elementos de thriller que es mejor no desvelar.

Este autor escribe por lo general novelas bastante extensas, algo por otra parte habitual en muchos escritores de la misma nacionalidad. En este caso creo que esto perjudica a una novela que tiene 574 páginas, demasiadas para lo que se está contando. Muy interesante la parte dedicada a la represión del régimen de la RDA y de la la Stasi en particular, pero menos la reiteración de escenas de la relación entre Thomas y Petra que se hacen un tanto pesadas, algo poco habitual en las novelas de este autor. Tampoco me ha convencido el cargar tanto las tintas con uno de los personajes que además de malo es repugnante en todos los aspectos.

Una novela muy entretenida como es marca de la casa, pero que, por lo dicho, hay momentos en que se hace un tanto pesada. (Creo que es la primera vez que me sucede algo así con Kennedy).

 

Douglas Kennedy, El momento en que todo cambió. Traducción Claudia Conde.

  

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